Aviso legal

1.1.19 Trabajo y valor de cambio

Adam Smith ocupa la pregunta por qué 50 tortas de mazapán tienen el mismo valor que una bicicleta. Si se paga 20 dólares para cada torta de mazapán, 50 tortas cuestan 1000 dólares y para mil dólares uno puede comprarse una bicicleta. La pregunta por lo tanto es esta: ¿Por qué cincuenta tortas de mazapán valen lo mismo que una bicicleta?

Para gente que solo conocen una economía de mercado libre la pregunta puede aparecer idiota. Se puede ir a la próxima pastelería y mirar cuanto cuesta y a una tienda de bicicletas y ver cuando cuesta una bicicleta y sabiendo esto se puede decir cuantas tortas equivalen a una bici. Pero si uno lo piensa bien el asunto no es tan simple, porque se debería aclarar por qué una torta de mazapán cuesta 20 dólares. Entonces esta gente va a decir que la harina, el mazapán, la mermelada, la energía para producirla etc. suman a 20 dólares, lo que también es correcto pero no resuelve el problema, porque uno podría preguntarse por que el mazapán necesario cuesta 1,50 dólares etc. etc. etc.. En fin. En este tipo de relaciones, la relación entre la torta y la bici, se reflejan un sin fin de relaciones complejas que nadie realmente entiende y que nadie tiene que entender. En esto consiste la fuerza de una economía de mercado. El pastelero español no tiene que saber que la cosecha de trigo en Polonia estuvo mal y por esto el precio de la harina subió. Le basta saber que tiene que pagar más para la harina y subir por lo tanto el precio. O sea cada actor solo procesa la información que le concierne directamente y de esta manera se llega a una alocación optima de los factores productivos y este procesamiento de información decentral es más eficaz, más preciso y más rápido, que un procesamiento de información central tal como existe en una economía planificada.

Lo que plantea la constitución cubana no puede funcionar o más bien dicho solo funciona en economías súper simples y poco complejas y de cualquier modo con un desgaste enorme porque todas la información que una economía de mercado libre produce sin coste alguno tienen que ser averiguada por la ente central en una economía planificada.

artículo 16o.- El Estado organiza, dirige y controla la actividad económica nacional conforme a un plan que garantice el desarrollo programado del país, a fin de fortalecer el sistema socialista, satisfacer cada vez mejor las necesidades materiales y culturales de la sociedad y los ciudadanos, promover el desenvolvimiento de la persona humana y de su dignidad, el avance y la seguridad del país.

CONSTITUCIÓN DE LA REPUBLICA DE CUBA

El error básico siempre es el mismo y lo encontramos tanto en el marxismo como en la versión simplificada de la teoría neoclásica tal como está descrito en los libros de texto de economía. El capital y el trabajo son homogéneos, el mercado completamente transparente, no hacen falta ni incentivos, ni empresarios.

La pregunta qué determina el valor de un producto dominará por cien años en el debate económico. La respuesta a esta pregunta la va a dar Alfred Marshall, vea equilibrio a largo y corto plazo.

Para Adam Smith el valor de una cosa está determinado por el trabajo incorporado.

The value of any commodity, therefore, to the person who possesses it, and who means not to use or consume it himself, but to exchange it for other commodities, is equal to the quantity of labour which it enables him to purchase or command. Labour therefore, is the real measure of the exchangeable value of all commodities. El valor de una cosa consiste por lo tanto para la persona que la posee y que no tiene la intención de utilizarla para el propio consumo sino para cambiarla por otra cosa en la cantidad de trabajo que puede adquirir con ella o sobre la cual puede disponer. El trabajo es por lo tanto el real valor de intercambio de todas la mercancías.

Book I, Chapter V

Es de suponer que la idea que solo el trabajo crea valores no es de Adam Smith, a pesar de que es difícil saber quién era el primero en tener esta idea rara. De vez en cuando se menciona Francis Hutchenson. La idea de que el trabajo pasa un valor a un objeto es solo comprensible si se piensa en una economía muy primitiva, por ejemplo en la producción de lana con instrumentos muy primitivos cuyo manejo no exige cualificación alguna. Y si todos los trabajos son de este tipo, otros ejemplos serían arar la tierra, segar, despedazar piedras, sembrar (con la mano) etc. el trabajo es realmente un factor homogéneo. En este caso también pega su ejemplo. El que ha hilado un kilo de lana puede arar un determinado trecho de tierra él mismo o dar su kilo de lana a alguien para que éste haga el trabajo.

Es curioso ver, desde un punto de vista un poco filosófico, como conceptos erróneos pueden estrechar la mente. La idea que el valor de una cosa consiste en el trabajo incorporado le llevó a la conclusión de que no se genera ningún valor si el producto no se concretiza en un producto, cuando el trabajo solo brinda un servicio, vea trabajo productivo y improductivo. El trabajo de los médicos por ejemplo no tendría valor alguno según esta lógica, algo bastante absurdo, como constató Jean Babtiste Say, porque el trabajo de un médico no se materializa en nada que pueda ser intercambiado después.

El sector de servicios (cine, música, turismo, gastronomía, servicios médicos, comercio etc. etc.) representa en economías desarrolladas casi la mitad del PIB.

Se podría reflexionar sobre el hecho que esta idea, la idea de que el trabajo acumulado en los productos, es tan importante en el marxismo que lo enseñaron por cincuenta años en cualquier facultad de economía de un país socialista a pesar de que una mirada por la ventana habría revelado que es una chorrada.

La idea que el trabajo, concebido como algo homogéneo, la idea de que el trabajo cualificado es una mera multiplicación de un trabajo simple no cambia nada al hecho que es un factor homogéneo, es necesario, porque sin esta idea le falta a esta teoría la fuerza que empuja la historia hacia un fin determinado. Igualmente es necesario que el valor esté acumulado en el capital y no en los cerebros, pero Marx no da ninguna razón que explique o compruebe porque esto deba ser así. Implícitamente, sin ni siquiera discutirlo, parte del principio que el trabajo es sustituible y abundante a todos niveles de cualificación. Es fácilmente imaginable y de hecho más realista que la gente que construye las máquinas, trabaja en la investigación y el desarrollo y que tiene la experiencia y la rutina es el real capital de una economía. Es un poco difícil encontrar argumentos para esta teoría dado que hay muchos trabajos, arquitectos, ingenieros asesores, artistas de todo tipo, informáticos, etc. para los cuales no se necesita simplemente ningún capital y todo el capital no sirve para nada si no hay gente cualificada.

Los errores del Marxismo son muchos. En parte los ha cogido solamente de Adam Smith y David Ricardo, como el concepto "capital", que de hecho, en la obra clásica / marxista, es dinero y por lo tanto algo fácilmente producible o el concepto del "ahorro", que fuese correcto si se lo interpretara meramente como no consumir, otros tenían un grano de verdad en el original, pero que radicalizó tanto que se convirtieron en una chorrada, como la idea que los trabajadores nunca ganan más de lo justo para sobrevivir y otros los ha inventado solo, como la idea que la democracia nunca podrá modificar la distribución de la renta nacional. En resumidas cuentas, es una chorrada desde el principio hasta el fin y el autor duda que Fidel Castro haya jamás leído los tres volúmenes, a pesar de que el estado cubano pretende tener el marxismo como base.

GUIADOS

por el ideario de José Martí y las ideas político-sociales de Marx, Engels y Lenin;

CONSTITUCIÓN DE LA REPUBLICA DE CUBA

El problema es que en todo los tres tomos de Karl Marx y en los muchos escritos sueltos de Engels no hay ni una frase, ni una sola, que describa concretamente cómo organizar una economía planificada. No se encuentra en toda la obra de Marx una respuesta a la pregunta qué se debe producir, cómo se debe producir y para quién se debe producir. Estas tres preguntas, económicamente centrales, no importaron a Karl Marx ni un pito. Lo que hoy en día se llama los primeros trabajos, obra temprana, de Karl Marx, sobre todo sus tesis sobre Feuerbach, es filosofía pura y dura y exige un muy buen conocimiento de la filosofía alemana, sobre todo de Hegel, y el autor duda que Fidel Castro haya leído Hegel y excluye que Che Guevara lo haya leído, porque la forma de escribir que tiene Marx es HORRIBLE. El Capital de Karl Marx es el texto más pedante, más aburrido, más contradictorio y ridículo que el autor haya jamás leído. La undécima tesis del autor es que la teoría económica marxista ha solamente dado otra interpretación al desarrollo económico, excluyendo todo lo que no se presta a su tipo de modelización, pero lo importante es comprender los procesos económicos reales y no dejarse encarcelar en nociones abstractas y vagas que estrechan la perspectiva.

Los errores del Marxismo son fáciles de ver pero estos errores no tienen relevancia alguna. Las ideologías no se estabilizan por el contenido y es un error fatal criticar ideologías a partir de su contenido como lo hace Karl Popper. Vamos a volver a hablar sobre este tema al discutir sobre Karl Marx, Karl Popper, Ernst Bloch.

En cuanto a Adam Smith se refiere la situación es más compleja lo que explica que dos sistemas, el socialismo y la economía de mercado libre ven en Adam Smith parte de su fundamento teórico.

En el párrafo arriba y otros similares el valor de un bien es ÚNICAMENTE determinado por el trabajo incorporado. Esto tiene, en sus seguidores, David Ricardo y sobre todo Karl Marx, consecuencias fatales. Si la demanda no juega ningún papel en la determinación del valor de una cosa, o sea no influye en el precio, no queda muy claro QUÉ se debe producir. Una cosa que nadie necesita y es completamente inútil tiene el mismo valor que una cosa que todo el mundo necesita urgentemente previsto que ambos tienen la misma cantidad de trabajo incorporado. Para ser más preciso: Si el estado cubano se basa en la ideas de Marx entonces los cubanos producen cualquier cosa y no tiene importancia alguna si alguien lo necesita o quiere estas cosas. Es perfectamente posible que utilicen todos sus recursos en la producción de algo completamente inútil que nadie quiere y no producen las cosas que hacen falta urgentemente. Esto no es un problema teórico sino uno muy concreto.

La producción de Alemania Oriental nunca se adaptó a las necesidades de la población y eran también imposibles de conocer estas necesidades y preferencias, porque si estas no se revelan en precios se deben adivinar. Es el primer error que sigue como consecuencia lógica de este concepto. El segundo error es el hecho de que los servicios nunca tienen valor alguno porque la definición de un servicio es que el consumo de algo se produce en el momento de la producción. Un músico da un concierto en el momento que el público lo consuma y una vez terminado no queda nada, vea Jean Baptise Say. El tercer error que sigue de este concepto, igualmente fatal, porque es la idea principal de la idea marxista, es que solo el trabajo crea el "capital" necesario para inversiones, no puede ser creada "de la nada" como es el caso efectivamente, vea Keynes. La verdad es que cualquier banco central puede, y de momento lo hace realmente, seguimos escribiendo el año 2013, producir en una noche más capital que todo el proletariado del mundo entero en diez años.

Supone el autor que este concepto, el concepto que únicamente el trabajo crea un valor era una idea comúnmente aceptada en la época de Adam Smith. Lo cree porque no la cuestiona. No se le ocurría ni siquiera cuestionarla lo que hubiese sido el caso si no fuese unánimemente aceptada. Adam Smith no se da ni siquiera cuenta que este concepto contradice a su concepto de precio de mercado y precio natural. El precio de mercado solo puede diferir del precio natural si hay un cambio en la demanda y la oferta necesita un cierto tiempo para adaptarse. Pero sin el incentivo de precio, más alto, cuando la demanda depasa la oferta y más bajo, cuando la oferta depasa la demanda, la oferta no va a adaptarse a la demanda, primero porque no hay ningún incentivo para hacerlo y segundo porque únicamente un precio que varia revela estos cambios en la demanda. De esta contradicción Adam Smith ni siquiera se ha dado cuenta.

Vamos a ver más tarde que, al hablar de Alfred Marshall, vea equilibrio a corto y a largo plazo, que el asunto es más complejo todavía. A corto plazo vale la regla simple que el precio sube cuanto la demanda depasa la oferta y baja, cuanto la oferta depasa la demanda. A largo plazo no vale esta regla. A largo plazo es incluso posible que cuanto más crece la demanda tanto más bajan los precios.

De hecho no es muy difícil de ver que hay una contradicción en la obra de Adam Smith, la distinción entre precio natural y precio de mercado es un concepto básico de Wealth of Nations. Sin embargo David Ricardo se negó rotundamente a tomarlo en consideración. David Ricardo se ocupa y discute la posibilidad de que el precio o valor de un bien podría ser también determinado por la demanda, lo que finalmente niega rotundamente con argumentos erróneos, pero no se ocupa de los argumentos de Adam Smith.

Diría el autor que la explicación más probable para el rechazo de la demanda como un factor determinativo para el valor de un bien es el hecho que en este entonces el mercado era un mercado de la oferta o sea siempre había penuria de cualquier cosa y todo lo que fue producido también se podía vender. En una situación así es bastante sugestivo que solo los gastos de la producción determinan el valor de un bien a pesar de que incluso en este caso es erróneo. La demanda requiere en este caso que se produzcan los bienes esenciales de sobre-vivencia, alimentos, ropa, viviendas etc.. y la producción de estas va a cargo de cosas menos necesarias.

Aparte del hecho que la afirmación que el valor de un bien está determinado únicamente por los gastos es erróneo también lleva a conclusiones erróneas. En ambas teorías, en la teoría ricardiana y en la teoría marxista, el capital es invertido donde más rinde, sin que se sepa realmente como los "capitalistas" encuentran el uso más rentable por la plusvalía exprimida del proletariado. Pero si los adinerados pueden pagar más por bienes de lujo que los proletarios para la ropa y el pan los "capitalistas" van a producir estos bienes de lujo y el estado final alcanzado en la teoría de Ricardo cuando no queda ninguna tierra a cultivar, no será nunca alcanzado porque no hay un número suficiente de proletariados. Lo mismo vale para la teoría marxista. Si se considera la demanda no hay ninguna garantía en este mundo crudo marxista y ricardiano que se va a producir siguiendo los bienes necesarios de sobre-vivencia que permitan al proletariado de crecer. Si es más rentable producir productos de lujo el proletariado deja de crecer.

Tanto Adam Smith como Ricardo y Karl Marx vieron que su concepto del trabajo, el concepto que es homogéneo, no tiene nada que ver con la realidad. El caso más curioso en este aspecto es Adam Smith. Adam Smith da por un lado razones, implícitamente y no explícitamente por los cuales esto es así de otro lado tiene ejemplos rotundos que ilustran que el trabajo no es de ninguna manera un factor homogéneo. La famosa idea con la división del trabajo tal como la ilustra con su ejemplo con las agujas, envés de una persona que hace todos procesos necesarios para producir una hay una solo para cada proceso, lleva a una simplificación de los distintos trabajos por lo cual son realizados de manera más eficaz. Este fenómeno es sin duda una característica de economías desarrolladas, pero igual de característico es otro fenómeno, la especialización. Esta se produce cuanto un trabajo es tan complicado que solo puede ser realizado después de una formación más o menos larga y este fenómeno es mucho más importante que el primero. En el primer caso tenemos realmente una tendencia que convierte el trabajo en algo homogéneo. En el segundo caso tenemos exactamente lo contrario. Este saber especializado es capital real.

Si el "capitalista" quiere producir relojes, mecánicos en este entonces, y se decide a fundar una empresa de relojes, su problema no será el capital. de esto se necesita poco. Su problema será encontrar los especialistas y es de suponer que es más fácil para el relojero encontrar el poco capital que necesita que para el "capitalista" encontrar relojeros. Hoy el asunto es bastante obvio. Los "capitalistas" buscan desesperadamente gente cualificada con ideas rentables donde invertir, por que si no los encuentran no les queda otra cosa que hacer que especular en la bolsa, construir inmuebles y producir burbujas. Pero incluso en este entonces la idea que los "capitalistas" siempre son más poderosos que los "trabajadores" carecía de fundamento. Ni siquiera el carpintero necesita mucho capital. Si hace muebles individuales para una determinada persona puede exigir un adelanto para los materiales. El problema no es el capital, el problema es el saber.

Tanto David Ricardo como Karl Marx alegan centenares de sofismos para comprobar que el trabajo es un factor homogéneo que siempre existe en abundancia y que lo único escaso es el capital.

In speaking, however, of labour, as being the foundation of all value, and the relative quantity of labour as almost exclusively determining the relative value of commodities, I must not be supposed to be inattentive to the different qualities of labour, and the difficulty of comparing an hour's or a day's labour, in one employment, with the same duration of labour in another. The estimation in which different qualities of labour are held, comes soon to be adjusted in the market with sufficient precision for all practical purposes, and depends much on the comparative skill of the labourer, and intensity of the labour performed. The scale, when once formed, is liable to little variation. If a day's labour of a working jeweller be more valuable than a day's labour of a common labourer, it has long ago been adjusted, and placed in its proper position in the scale of value. Si digo que es el trabajo que determina el valor de una cosa, que es casi exclusivamente la cantidad de trabajo en relación con los valores del bien que define el valor no se debe interpretar lo dicho de manera que yo niego las diferentes calidades del trabajo y la dificultad de comparar una hora de trabajo con otra. El reconocimiento del cual gozan las distintas cualidades de trabajo dentro de poco serán evaluadas por el mercado con una precisión suficiente para fines prácticos y dependen de la habilidad y de la intensidad del trabajo. Una vez establecida esta relación habrá poca oscilación. Aunque la jornada de un joyero es más valiosa que la de un trabajador la relación fue determinada hace ya mucho tiempo y está correctamente situada en la escala de valores.

David Ricardo, On the Principles of Political Economy and Taxation, Chapter I, Section II

Esto es una afirmación típica de economistas tal como las encontramos hasta hoy en todos los libros de texto de economía. Es obviamente cierto que se puede medir el valor de una jornada de un ingeniero con el valor de una jornada de un albañil, algo como dos albañiles son dos ingenieros por que dos albañiles ganan tanto como un ingeniero. El problema es que esto describe el efecto de algo, en este caso el efecto de miles de causas, pero ninguna causa. Es una afirmación de tipo el precio de equilibrio es aquél en el cual la oferta corresponde a la demanda. Este tipo de "ley económica" es universalmente válido, en Alemania, en el desierto Sahara y en Marte. Para saber que este tipo de ley es válido en el Marte no hace ni siquiera falta saber si en Marte vive alguien o no. Si hay seres que viven ahí, está "ley económica" es válida.

Pero es todavía peor. La frasesita "it has long ago been adjusted and placed in its proper position in the scale of value" es el comienzo de la tragedia marxista y el rechazo completo de una característica fundamental de una economía de mercado. La verdad es que estas relaciones cambian radicalmente cada par de años. Puede haber deficiencia de informáticos, entonces los informáticos ganan una fortuna. Por esto miles de estudiantes comienzan a estudiar informática y puede fácilmente ocurrir y ocurre que después de cinco años hay abundancia de informáticos. Puede igualmente ocurrir que hay biólogos en abundancia porque no es una ciencia irrelevante desde el punto de vista económico. Pero en muy poco tiempo debido a desarrollos científicos, esto es lo que vivimos hoy, la biología puede llegar a ser la ciencia más prometedora desde un punto de vista económico. Las relaciones entre unos trabajos y otros son lo más flexible en una economía de mercado.

Todos estos errores serían obviamente completamente irrelevantes, también encontramos en la teoría marxista, serían obviamente completamente irrelevantes y de un mero interés psicológico, filosófico, histórico si no fuese que encontramos el mismo tipo de errores en cualquier libro de texto que se usa hasta hoy en día y se repite en centenares de clases magistrales en todas las universidades de la tierra en el momento que el lector está leyendo estas líneas. Si se quiere, se puede describir el problema a un nivel muy abstracto. Todos estos conceptos, modelos, teorías se basan en una generalización de una determinada situación. La teoría ricardiana, marxista o neoclásica en su versión simplificada tal como la encontramos en los libros de textos se basan en una economía que solo conoce un aumento cuantitativo sin saltos cualitativos. En economías con un mero aumento cuantitativo el procesamiento de informaciones es relativamente simple, tan simple que puede igualmente ser realizado por un ente estatal y la necesidad de adaptarse a nuevas situaciones es inexistente. En este tipo de economía se puede igualmente ignorar los parámetros extra económicos, porque en economías de este tipo no cambian.

Con la famosa cláusula ceteris paribus con la cual se quiere justificar la exclusión de parámetros extra económicos se llega a otro tipo de economía que no tiene nada que ver con el mundo en que vivimos. La única diferencia es ésta. David Ricardo y Karl Marx generalizaron una situación específica, una economía que solo conoce un aumento cuantitativo y simplemente solo se reproduce. En la descripción simplificada de la teoría neoclásica tal como la encontramos en cualquier libro de texto no se niega que puede haber economías dinámicas, pero la ceteris paribus clausel reduce la economía a una economía tal como la había ideado Marx. La teoría neoclásica, a pesar de que se cree que es el oponente del marxismo, es una variación del marxismo. Una cláusula ceteris paribus que elimina todo lo que es característico para la realidad que se quiere describir con este modelo es un sin sentido.

Lamentablemente una economía de este tipo, con un mero aumento cuantitativo o, más simple todavía, que solo se reproduce, no tiene nada que ver con nuestra realidad, ni lo más mínimo. La realidad nuestra es un eterno adaptarse a nuevas condiciones generados por avances tecnológicos, cambio de preferencias, descubrimiento de nuevos mercados, cambios en procesos logísticos, cambio en el ambiente, guerras, sustitución de algunas materias primas por otras, cambio del sistema político, etc. etc..

Adam Smith no niega, como ya lo hemos dicho varias veces, que la demanda influye en el valor de un bien. Lo que pasa es que no se da cuenta que hay una contradicción entre su concepto precio natural / precio de mercado y la idea que el valor de un bien está determinado únicamente por el trabajo incorporado o necesario para producirlo.

El caso de David Ricardo y Karl Marx es distinto. Estos niegan con plena consciencia y explícitamente que la demanda influye en el valor de un bien.

Diminish the cost of production of hats, and their price will ultimately fall to their new natural price, although the demand should be doubled, trebled, or quadrupled. Diminish the cost of subsistence of men, by diminishing the natural price of the food and clothing, by which life is sustained, and wages will ultimately fall, notwithstanding that the demand for labourers may very greatly increase. Si se disminuye los costes de producción de sombreros su precio caerá finalmente al precio natural aunque la demanda aumenta, dobla o triplica, sextuplica. Si los costes de vida disminuyen porque el precio por los alimentos o la ropa baja, los sueldos bajarán, a pesar de que la demanda por el trabajo haya aumentado.

David Ricardo, On the Principles of Political Economy and Taxation, Chapter XXX

Vemos nuevamente un fenómeno muy conocido. David Ricardo parte de una situación muy especial y generalizando esta situación general llega a sus conclusiones. El caso de David Ricardo es la ilustración más ilustrativa de este fenómeno porque todas sus conclusiones se basan en la generalización de una situación especial, vea David Ricardo.

Al igual que Adam Smith parte del precio natural, en este caso para el trabajo, o sea el sueldo. Un sueldo es natural cuando en cualquier uso siempre es el mismo. La idea es que cada vez que en un sector de la economía se puede ganar más, el trabajo fluye a este sector hasta que el pagado en este sector iguala al sueldo pagado en el resto de la economía.

Pero la suposición de David Ricardo es un poco distinta. El sueldo natural no es solamente igual en todos los sectores de la economía, sino también fijado a lo mínimo vital. En otras palabras, los trabajadores nunca ganan más de lo justo para sobrevivir. La explicación que da por esto es un poco cruda. Supone que cada vez que el sueldo es más elevado, la población aumenta y este aumento conlleva a un aumento de lo que Marx llama el ejército industrial de reserva y por lo tanto los sueldo bajan nuevamente.

En este caso y si suponemos además que los sueldos son los únicos costes en la producción de un bien su teoría es casi cierta. En este caso el primer sombrero cuesta tanto que el millonésimo.

Simplificando: A causa de un incremento de la demanda los precios no pueden aumentar porque la oferta de trabajo (gente que quiere trabajar) es tan grande que nunca se tendrá que subir el sueldo y si el mínimo vital se puede comprar con un sueldo más bajo, el sueldo será más bajo.

El problema con esta argumentación es que no es correcta ni siquiera bajo estas condiciones especiales. Porque es la demanda que decide qué se va a comprar. Si la gente comprara bufandas en vez de sombreros, para quedar en su ejemplo, los sombreros no tendrían valor alguno. O más plástico: Si un fabricante de sombreros hubiese producido mil sombreros creyendo que la demanda basta para venderlos y la moda cambia, sea que no se quiera sombreros en absoluto, sea que se quiera otros sombreros, entonces sus sombreros tendrían un valor de cero, si no los puede vender en absoluto, o un precio inferior, si por lo menos los puede vender a un precio más bajo.

Errores de este tipo son interesantes desde un punto de vista psicológico / filosófico. De hecho la teoría ricardiana que el precio está determinado únicamente por los gastos, en su caso los gastos generados por el trabajo, no es ninguna conclusión que deriva de una experiencia personal. Si la esposa del señor Ricardo o el mismo se va al mercado para comprar patatas y zanahorias se ha dado cuenta que el precio de ellos cambia de un año a otro y incluso de un día a otro, depende de la cosecha, el gusto de la gente o si el rey a comprado la mitad de la cosecha para nutrir su ejército etc.. Pero una mala cosecha no significa que la producción haya sido más cara en relación a una sola patata, zanahoria, manzana etc.. Lo que pasa es que hay menos oferta. Es la deficiencia, no el coste que hace subir el precio. Un especulador en la bolsa como Ricardo seguramente se ha dado cuenta que el valor de efectos depende UNICAMENTE de la demanda, es una excepción, porque imprimir una hoja de papel no cuesta nada. A pesar de que sus ideas contradicen completamente a lo que vivía todos los días, afirmó que el valor de una cosa está determinado únicamente por los gastos.

Esto significa que una noción o un modelo puede estrechar la perspectiva de una manera tal que la realidad queda ofuscada por completo. No tiene por lo tanto mucho sentido de criticar una ideología por su contenido, porque el contenido no tiene importancia alguna. Si ya la vida cotidiana contradice en todas sus manifestaciones a un concepto y igual la gente se agarra a este concepto no se los podrá convencer con argumentos.

Ideologías son un fenómeno muy complejo con muchas facetas. Lo único que los caracteriza a todos es el hecho que creen que algunas cosas, determinadas grupos étnicos, determinados grupos sociales, determinadas grupos religiosos, determinados comportamientos son invariables, estables, a pesar de que un poco de reflexión bastaría para saber que la única cosa estable en la historia de la humanidad es la inestabilidad. Vamos a ver más tarde que la teoría ricardiana es una hermosa ilustración de este fenómeno.

La teoría de la tendencia David Ricardo / Karl Marx es un tal follón que sería mejor simplemente sepultarlo y olvidarlo. Casi no hay nada correcto en estas teorías. La idea general es supersimple y puede ser resumida en dos frases. Las plantas, o sea máquinas, inmuebles, materias primas por si solo no pueden generar plusvalía alguna, porque no se los puede tener a un mínimo vital y retirar la plusvalía como puede hacerse con el trabajo. En las máquinas hay por lo tanto solo el valor que se ha sacado a los trabajadores. El fin de la historia es diferente en la teoría ricardiana y marxista. En la teoría ricardiana el sueldo a pagar para garantizar el mínimo vital, más los "capitalistas" no pagan, será cada vez más alto debido al hecho que hay que cultivar cada vez tierra más in-fértil. Una vez llegado a un punto que es por falta de tierra imposible de producir más alimentos, la historia llega a su punto estacionario. En la teoría marxista la composición orgánica del capital será cada vez peor, o sea más capital fijo, que no crea plusvalía y menos capital variable. De esta manera el provecho será cada vez más bajo y la concentración del capital aumenta hasta que todo el sistema será finalmente derrumbado.

En estas ideas no hay realmente nada correcto, ni siquiera los conceptos más básicos. Nunca hay por ejemplo una deficiencia de tierra. Tierra siempre hay en abundancia. Lo que falta es agua. En muchas partes de la tierra, por ejemplo en Sudamérica, ni la tierra ni el agua es el problema, sino los medios de transporte, siendo este continente muy grande con una geografía difícil.

Supone esta teoría que el potencial productivo depende de las capacidades productivas reales. Es al revés. Las capacidades productivas reales dependen del potencial productivo. Dicho de otra manera: Si alguien tiene una idea rentable, se va a organizar el dinero para realizarla, pero por el mero hecho que alguien tiene dinero, no habrá ninguna idea rentable.

De todos los errores el error central es sin embargo la concepción del ahorro y del capital, ambos solo vagamente definidos. De hecho ambas teorías no distinguen claramente entre capital y dinero, o para formularlo de otra manera, ambos no veían que el dinero no es un mero velo. El dinero es la pretensión a una parte del potencial productivo. Lo que significa: Si el potencial productivo esta agotado, no tiene mucho sentido imprimir dinero. Pero si el POTENCIAL productivo no está agotado, se puede agotarlo imprimiendo dinero.

Lo curioso en este asunto es que muy a menudo los autores clásicos, tanto Adam Smith como David Hume, estaban a punto de ver esto y David Hume vio claramente la real importancia del dinero, en este caso oro, pero no vieron que esto derrumba por completo ideas centrales de sus teorías sobre economía, vea balanza de pagos.

Un caso igual de curioso es Joseph Schumpeter. Joseph Schumpeter vio claramente que dinero es la pretensión sobre una parte del potencial productivo, pero para Schumpeter el dinero sobre influye sobre la alocación de los recursos, pero no se podía aumentar con dinero la producción real. Esto se debe al hecho que Schumpeter no podía desprenderse de la idea que puede haber subempleo y en cuanto al subempleo se refiere hace incluso anotaciones que revelan que muy a menudo la realidad, aunque se tenga delante de los ojos, no tiene importancia alguna, vea Joseph Schumpeter.

El mundo de la teoría clásica / neoclásica y por lo tanto el mundo de todas las tendencias que se basan en estas teorías como el neo liberalismo, escuela austriaca, ordoliberalismo es, en menor o mayor medida un mundo raro. De algunos pocos conceptos básicos se obtiene cualquier cantidad de conclusiones raras. Si se supone que ahorro equivale a la inversión debe por ejemplo haber un mecanismo que iguala el ahorro y la inversión y este mecanismo es el tipo de interés. Si una gente ahorra más de lo que los otros quieren invertir, el tipo de interés tiene que bajar. Entonces se va a ahorrar menos y invertir más. Si es al revés, el tipo de interés tiene que subir. Entonces solo las inversiones más rentables serán realizadas.

Esto es lo encontramos en todos los libros de texto sobre micro-economía y se cuenta en centenares de clases magistrales, en centenares de universidades mientras el lector está leyendo estas líneas a partir de que cualquiera sabe que no tienen nada que ver con la realidad.

Los inversores raramente se prestan dinero directamente de los ahorradores. En general se prestan dinero de recaudadores de fondos, en general del banco y a los bancos no les importa ni un pito la rentabilidad. Lo que importa a ellos es la SEGURIDAD. O sea un proyecto que rinde 12 por ciento no será realizado si el inversor no puede dar garantías. Será realizado el proyecto que rinde 9 por ciento si el inversor puede dar garantías. El tipo de interés no tiene la función de un precio y influye solo vagamente en la alocación de los factores productivos.

Aparte de esto el tipo de interés lo fijan los bancos centrales y no tiene nada que ver con el ahorro.

Se cree en general que contar tonterías económicas es algo típico del marxismo y no cabe duda que el marxismo es un ejemplo muy ilustrativo para el fenómeno que sigue enseñando conceptos cuya irrelevancia se evidencia con una mera mirada por la ventana. Sin embargo esto no es cierto. Podemos encontrar centenares de chorradas en cualquier libro de texto sobre economía. La economía académica es en gran parte un universo paralelo. Universos paralelos se establecen cuando la realidad no da un feedback claro y rotundo. Como el mercado laboral para los economistas no está muy bien definido, tampoco hay exigencias claras y esto permite que este sistema vaya a la deriva, vea preliminares.

La idea con el ahorro sería, dicho sea de paso, incluso errónea si realmente fuese imposible de imprimir papel y producir dinero, al menos si se considera solamente un país aislado. Se argumenta por ejemplo muy a menudo que a los países en desarrollo les falta "capital" y la única manera de mejorar su situación es ahorrando. Si uno se queda en esta lógica tendría que explicar porque el ahorro de un país X no puede ser invertido en el país Y un fenómeno, dicho sea de paso, que ya Adam Smith describe con mucho detalles tomando como ejemplo los holandeses que invirtieron en todo el mundo porque en su país, según Adam Smith, ya no encontraron inversiones atractivas.

El problema con los países en desarrollo no es la falta de capital. Su problema es que la infraestructura de la educación pública, a todos niveles, es insuficiente y / o se impide que afluya "capital" extranjero, sea porque la situación política es inestable, sea que el sistema jurídico inspira poca confianza, sea porque simplemente se prohíbe inversiones extranjeras, sea que la infraestructura de transporte sea insuficiente etc.. Si hay una cosa en esta tierra que realmente abunda es capital. Hay tanto de este capital, de hecho dinero y otros bienes con la misma liquidez, que las bolsas pueden digerir de un día a otro millones de millones de dólares. Solo China tiene 3 000 000 000 000 (si, doce ceros) de dólares de reserva.

Para ponerlo simple. Un billete de 100 dólares exprimido del trabajo del proletariado se ve exactamente igual, sin ninguna diferencia, que un billete de 100 dólares impreso por un banco central. Y para ambos billetes vale la misma lógica. El que lo utiliza para una inversión tiene que devolverlo después con intereses.

Pero esta visión rarísima del mundo, que un billete de 100 dólares exprimido del trabajo del proletariado se distingue radicalmente de un billete de 100 dólares impreso por un banco central la encontramos en cualquier libro de texto sobre economía. El problema ni siquiera es que sea un idea completamente idiota, se cuenta tantas idioteces que una más no tiene ninguna importancia. El problema es que este error básico impide de ver los problemas reales y ocuparse de chorradas de este tipo es una pérdida de tiempo y tiempo es realmente una cosa que siempre es muy escasa. Se puede incluso decir que el tiempo es el factor productivo más escaso que hay, mucho más escaso que tierra, capital y trabajo. La alocación optima del tiempo es el gran reto de la economía.

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Anotaciones:

ES        DE

¿Determinación del valor por la oferta o por la demanda?

Adam Smith es contradictorio. De una parte se define el valor de un bien exclusivamente por el trabajo incorporado en este bien, de otras parte su concepto de precio natural / precio de mercado determina el valor en parte por la demanda.


Esto es la razón que dos tendencias económicas diametralmente opuestas, el marxismo y los adeptos de una economía de mercado libre hacen refieren a Adam Smith.

Muy al contrario de lo que cree él mismo cree, David Ricardo no rebate la irrelevancia de la demanda por el valor de un bien, la confirma.

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