La noción homo oeconomicus no aparece en la obra de Adam Smith, pero él describe la idea principal detrás de este concepto y si se hubiese comprendido bien el concepto de Adam Smith, habría menos discusiones y debates absurdos. Parece que la noción homo oeconomicus fue utilizada por primera vez por Vilfredo Pareto.
El concepto del homo oeconomicus es uno de los más fáciles de comprender y al mismo tiempo, si se mira los periódicos en un día cualquiera, vea por ejemplo El capitalismo del ego engendra monstruos, el menos comprendido, es realmente para llorar. Es de suponer que el querido Ulrich Beck no ha ni comprendido la frase de Goya (El sueño de la razón produce monstruos; la frase es ambigua. Puede significar que la razón produce monstruos cuando sueña, o sea cuando es ausente, o el sueño que la razón gobierna el mundo produce monstruos), ni el homo oeconomicus.
El homo oeconomicus se asocia más o menos en miles y miles de artículos con cualquier cosa, entre otras con el Darwinismo social. Comparación que no pega en absoluto. La idea de Darwin que el más fuerte elimina el más débil apunta a la eliminación del competidor y que la competición sea abolida y esto es exactamente el contrario de una economía de mercado en la cual actúa el homo oeconomicus. En una economía de mercado se mantiene, por la ley, la competitividad, vea también monopolios. En el mundo de Darwin no hay ningún estado que se ocupa de un nivel lo suficientemente elevado de competitividad.
Lo que toda esta gente no comprende es que no se puede pensar el homo oeconomicus sin la economía de mercado. En una economía de mercado el homo oeconomicus promociona el bien común siguiendo sus propios intereses porque la única manera de seguirlas es ofrecer mejores servicios y productos a precios más bajos que sus competidores.
La competencia quiebra cualquier posición de poder y garantiza una locación óptima de los factores productivos y una oferta que corresponde a la demanda, vea actividad estatal. La diferencia es fácilmente notable. Basta llamar por teléfono un número de una empresa privada y un número que corresponde en la administración pública. (De vez en cuando incluso bastan preguntas muy simples para notar la diferencia, como por ejemplo llamar a un restaurante y preguntar a partir de qué hora o hasta qué hora está abierto y hacer la misma pregunta a un piscina pública.) En el primer caso uno es cliente y en el segundo un elemento que disturba.
No se puede discutir el concepto del homo oeconomicus sin la economía de mercado y es imposible imaginarse una economía de mercado sin homo oeconomicus. Sin el homo oeconomicus que o sea sin una persona que trata de superar sus competidores la economía de mercado es impensable y sería un sin sentido. Sin homo oeconomicus no hay ni competencia ni una economía de mercado libre y sin mercado libre no hay control y sin control los sistemas van a la deriva, vea preliminares.
El homo oeconomicus como empresario se expone a la selección democrática más brutal que existe. Si su rendimiento no es elegido por los consumidores será destruido. Esto se entiende fácilmente.
El debate público es de vez en cuando curioso. Se puede leer muy a menudo que Adam Smith defendía una especie de capitalismo salvaje o sea una especie de bellum omnium contra omnes, una guerra de todos contra todos. Pero Adam Smith de hecho no temía un "capitalismo salvaje", si no todo lo contrario. Lo que temía es que la economía de mercado libre tiende a abolirse ella misma por carteles, convenios, desaparición de competidores etc.. Si se dice por lo tanto que el ordoliberalismo es un concepto económico nuevo es completamente erróneo. El ordoliberalismo quiere que el estado establezca una orden que garantice el mantenimiento de la competencia. Esta idea es tan vieja que las colinas verdes de África, ya lo había dicho Adam Smith. El punto es que Adam Smith tenía duda que esto fuese posible y efectivamente uno podría preguntarse que la defensa de la competitividad por intervenciones estatales siempre sea útil, vea monopolios.
El que dice homo oeconomicus apunta a la competencia, a la economía de mercado, a la iniciativa individual, a la disposición, al rendimiento, a la reflexión crítica sobre procesos económicos y técnicos, a cuestionar. No se sabe nunca lo que la gente que compara el homo oeconomicus con una economía salvaje ofrecen como alternativa. El contrario del homo oeconomicus es el funcionario público. De este realmente tenemos que ocuparnos porque no está expuesto a ningún control, vea también actividades estatales y preliminares.
Hay abajo un par de citas de economistas famosos en Alemania. Siendo irrelevantes a nivel mundial no valdría la pena de citarlos si no se pudiesen leer tonterías de este tipo todos los días. (para dar un ejemplo, se encuentran sin problemas miles: Hombres(poco)económicos.)
Herbert Giersch: „El homo oeconomicus presenta un modelo del hombre que solo sirve para fines científicos y que para estos fines, puede o no puede ser adecuado.“
El señor ese es el jefe de un instituto de "investigación" alemán bastante conocido, en Alemania. Lo de científico lo ponemos entre comillas, porque economía y ciencia es una relación complicada. De cualquier forma es un poco enigmático lo que dice. Si un panadero en Madrid se da cuenta que el pan "biológico", el pan biológico es de hecho lo que antes se llamaba pan de los pobres por contener harina de inferior calidad, se pone de moda, lo va a ofrecer. Si no lo hace, lo va a hacer el panadero dos cuadras más allá. No es ningún modelo teórico, la existencia del homo oeconomicus es muy concreta y real. Es la base y el fundamento de nuestra economía y el auto espera, son las cuatro de la mañana, que hay un par de homo oeconomicus que le hacen los panecillos para el desayuno.
Un panadero obviamente puede seguir haciendo pan blanco, que la gente quiere cada vez menos. (Para personas que nunca han estado en un país germano parlante. En estos países se come mucho menos pan blanco que en el resto del planeta o en el mundo latino.) Pero tendrá que aceptar que va en quiebra.
El homo oeconomicus no es de ninguna manera un modelo con un mero fin científico. Es la vida cotidiana. PERO: Solo en el marco de una economía de mercado. Fuera de este contexto no se le puede ni definir, ni es un concepto útil. Otro señor, este un desconocido completo, lo define de esta manera. El problema siempre es el mismo. El homo oeconomicus no se puede definir por si solo. Juega un papel determinado en un sistema determinado.
Karl Homannt: El homo oeconomicus no es un modelo del ser humano, sino una construcción teórica para analizar el comportamiento en situaciones de dilema. Por lo tanto el homo oeconomicus no deriva de la antropología o ciencia del comportamiento, sino de la problemática de los dilemas. “
¿¿¿ ??? Diría el autor que un librero que olvidó de pedir Harry Potter cuando este está de moda en los niños y jóvenes tendrá un real dilema, pero uno que habría podido evitar. Obviamente puede obstinarse a vender únicamente la Summa Theologiae de Tómas de Aquin, pero finalmente tendrá que aceptar que la humanidad no está todo el tiempo en búsqueda de verdades divinas y que su sucesor convertirá la librería en un café.
El concepto del homo oeconomicus carece obviamente de sentido si no hay competencia lo que es el caso en todos aquellos sectores que la economía académica ignora de forma heroica: Las actividades estatales.
Estas actividades, la cuota estatal, remontan a casi cincuenta por ciento del PIB, pero se esconden de manera tan lista que los economistas no las perciben. El maximizar las ganancias de funcionarios públicos lleva a algo de poca utilidad.
Si un empleado público maximiza sus "ganancias" su rendimiento consiste en productos y servicios superfluos en el mejor caso y nocivos en el peor caso. La autoestima de un jefe de administración no depende del actuar de manera eficaz dentro de un sistema competitivo, porque ni siquiera hay competidores que pudiesen comprobar que la eficacia o ineficacia de su rendimiento, sino de la cantidad de subordinados que tiene. Esto es una razón entre otras que explica la pululación de la burocracia. Un hermoso ejemplo para esto es el instituto Goethe, vea Paren al Instituto Goethe. Es un hermoso ejemplo para la pululación de administraciones.
Sucede muy rara vez que el estado reduce la cantidad de empleados públicos. En general sucede únicamente si el estado va realmente en quiebra, como sucede actualmente en Grecia. El autor ha dado por un tiempo clases de controlling en la administración pública (de hecho se trataba de implementar las herramientas del controlling operativo en la administración pública con el respectivo software de aplicación). En este ocasión se notó que una cantidad de empleados hacen estadísticas que nadie nunca leía. Si estos empleados se enfermaban, nadie se daba cuenta de que algo faltaba.
En la administración pública la maximación de la utilidad personal no promociona el bien común. El homo oeconomicus no puede en este tipo de sistemas ser el ideal a no ser que se implementen parámetros de control adecuados, o sea parámetros que no presentan incentivos erróneos. Incentivo erróneo significa que un determinado comportamiento que maximiza la utilidad personal es nocivo para el bien común.
Un ejemplo de este fenómeno se encuentra ya en la obra de Adam Smith. La enseñanza académica, vea actividades estatales o preliminares, o la enseñanza en general siendo completamente independiente del pago no puede funcionar o solo puede funcionar si el mundo real define de manera clara y rotunda lo que hay que enseñar. La carrera de los economistas universitarios depende de sus publicaciones en revistas "científicas", lo ponemos entre comillas porque en cuando a la economía se refiere no está muy claro lo que es científico, dado que el progreso del conocimiento es mínimo desde 1936, la publicación de la General Theory of Employement, Interest and Money, el último real progreso, pero de la enseñanza.
Los destinatarios de estas publicaciones son los colegas académicos del mundo paralelo universitario y no la gente que tiene que resolver problemas concretos. Sobre la carrera universitaria deciden los colegas en este mundo paralelo y no la capacidad de resolver problemas reales y concretos modificando la enseñanza, proyectos innovadores, la capacidad de crear redes eficaces etc., vea también preliminares.
Significa que los parámetros que controlan el sistema conllevan incentivos erróneos. El incentivo correcto sería la publicación de datos sobre la carrera profesional de los egresados de una determinada facultad. Cuántos han encontrado un trabajo después de un año de haber acabado la carrera y cuánto ganan. Estos parámetros serían duros y contundentes y llevarían el sistema en el buen camino. Desaparecerán las facultades con muchos estudios "científicos" y poco rendimiento y aumentarán los que resuelven problemas.
La alternativa al homo oeconomicus sería algo como la ideado por Che Guevara. O sea un hombre que trabaja de manera altruista para el bien común. La ideología detrás se puede ver sobre cada segunda pared en Cuba. Ahí van a la victoria siempre, con trabajo, fusil y estudio lo que significa en concreto que van al desastre. Qué en Cuba no se tiene la impresión de vivir en una atmósfera de plomo como en la Ex Alemania Oriental se debe al hecho que los cubanos no toman muy en serio el asunto. Parece más bien una especie de folclor. La estatua de Che Guevara en Santa Clara se asemeja bastante a las miles de estatuas de Marx, Lenin, Stalin, Ulbricht, etc., que se han podido ver en Alemania Oriental. Ideologías tienden a establecer una relación personal entre el público y determinadas figuras porque con argumentos no van a convencer a nadie.
El hombre nuevo tiene que ser, dicho sea de paso, muy heroico. Como en este tipo de sistema tampoco hay sanciones en el caso de que alguien trabaja menos de lo que podría, algo dicho sea de paso siempre difícil de comprobar en este tipo de sistema, el que se dedica completamente a la "revolución socialista" tiene que aceptar de tener un nivel de vida más bajo de lo que podría tener. Aparte de esto en este tipo de sistema nadie realmente sabe cuanto realmente rinde, porque por falta de precios es imposible evaluar el producto del trabajo.
Si el maximizar la utilidad personal no sería beneficioso para la sociedad los procesos democráticos modificarían el sistema. (Previsto que hay transparencia, vea preliminares.) La cuestión si el homo oeconomicus es un concepto erróneo o correcto es una cuestión absurda, si se abstrae de una economía de mercado. De vez en cuando incluso se puede leer que no hay padres que quieren como esposo para su hija un homo oeconomicus. Esto es indudablemente cierto, porque en este caso no tiene ninguna función económica. Nadie quiere tener un homo oeconomicus como amigo y pocos amigos tendrán el homo oeconomicus. Pero muy poca gente quiere empresarios que no traten de sacar provecho de una carencia y resolver el problema. Si hay pocos mecánicos la reparación del coche cuesta una fortuna. Entonces esperamos que haya hombres económicos que se cualifiquen por este trabajo y aumenten la oferta. Entonces no queremos que el estado pague un sueldo fijo a cualquiera, porque como consecuencia la gente estudiaría lo que más les gusta sin compromisos y tendríamos cantidad de poetas pero ningún coche reparado.
El problema del debate público son las nociones vagas. Se confunde más o menos todo, capitalismo, neo liberalismo, economía de mercado libre, homo oeconomicus, de un lado socialismo, colectivismo, dictadura, economía planificada, capitalismo salvaje etc., del otro.
Sería bien trabajar con nociones precisas y no mezclar todo con todo. Si se mezcla todo con todo no está muy claro de qué se está concretamente hablando.
Capitalismo se refiere a una concepción de la historia en la cual el capital es una fuerza que empuja la historia hacia un fin determinado. (El uso de esta palabra por Milton Friedman es un poco curioso y poco preciso. Es de suponer que Milton Friedman apunta con esta noción a algo como una economía de mercado. A lo mejor a algo como lo describe el artículo sobre el capitalismo en la Wikipedia española, vea capitalismo.) El neo liberalismo hace un especial hincapié en la dificultad de controlar actividades estatales. La economía de mercado libre y el homo oeconomicus describen una economía en la cual el procesamiento de informaciones es descentrar y los individuos reaccionan individualmente a estos cambios. (Lo que no significa que los adeptos de una economía de mercado son neo liberales.) El capitalismo salvaje denomina un sistema en el cual el estado es simplemente ausente. Socialismo tampoco significa gran cosa. Se puede entender por socialismo una economía en la cual todos el capital productivo pertenece al estado o una economía de mercado social como la alemana. Colectivismo es más bien una noción filosófica. La escuela austriaca considera el socialismo como una variación del socialismo, pero Adorno atribuye las características denominadas por esta noción, abolición del individuo, también a sociedades "capitalistas". Economía planificada significa simplemente que una ente central decide qué se produce, cómo se lo produce y para quién.
Cuando se maximiza la utilidad personal reacciona a señales económicamente insensatas el homo oeconomicus no es obviamente ningún concepto útil. Actividades estatales, educación pública, jurisprudencia, "defensa", infraestructura, sistema sanitario no se puede controlar por maximizar la utilidad de los actores porque falta el elemento central, la competencia. Los actores de estos sistemas no tienen ningún interés en trabajar de manera económicamente eficaz, sea porque los incentivos son erróneos, sea que no hay incentivo alguno. Un posible control se podría ejercer a través de transparencia y un debate público y es de suponer que el público se interesaría más por estas actividades, dado que es el público que paga finalmente, si fuera más transparente y si fuera posible de informarse con menos esfuerzo. Aunque en el conjunto los gastos de las actividades estatales son alucinantes, para cada uno es bien poco y por lo tanto el esfuerzo necesario para informarse tiene que ser poco también.
Un ejemplo hermoso para la ineficacia de las actividades estatales son las facultades de economía. No hay ningún control de ningún tipo y los incentivos que hay, publicación en revistas "científicas", son erróneas. Un catedrático puede tranquilamente contar en sus clases magistrales las mismas tonterías por centenares de años. Puede analizar con muchos modelos matemáticos cualquier cantidad de cuestiones acerca del funcionamiento de mercados en cuyo análisis nadie está realmente interesado, porque la fuerza de las economías de mercado todo el mundo las entiende perfectamente sin problema alguno y puede ignorar tranquilamente cualquier crisis financiera que de hecho solo le concierne cuando un estado está en quiebra y tiene que cerrar cantidad de facultades, los de economía incluido.
Si se discute la educación pública, también la universitaria, de manera más compleja, la discusión se complica. El autor ni diría, es su punto de vista personal, que se debe mirar cualquier carrera universitaria desde una perspectiva meramente económica. El autor puede fácilmente imaginarse un mundo que gasta más recursos, esfuerzos en la educación general, o sea cultural, que en producir coches. Ni siquiera está tan seguro que sociedades de este tipo vivirían peor. Un coche se puede ir del punto A al punto B, lo que obviamente solo tiene sentido si en B hay algo interesante y desprovisto de conocimientos culturales más amplios muy a menudo no hay nada en el punto B. Pero los economistas académicos no argumentan así. Su argumentación es meramente económico y entonces la discusión es bastante fácil.
Si los economistas reducen la eficacia a un mero problema económico entonces sería lo más lógico del mundo que se introduzcan parámetros que producen incentivos económicamente sensatos. Algo fácil de hacer y que no cuesta nada.
[Repetimos: No es que nos interese realmente fallos de un sistema determinado, en este caso la educación universitaria. Los problemas serán a largo plazo resueltos y se modificará este sistema tal como lo describimos aquí, porque el sistema actual es ineficaz y atrae por lo tanto competidores que lo hacen mejor. Encima basta UNA universidad que se adapte a las nuevas exigencias para obligar a las otras a seguir. Nos interesa el asunto de un punto de vista más teórico y por lo tanto eternamente relevante. Siempre que un sistema no está controlado por parámetros claros y rotundos, va a la deriva. Cuando la educación universitaria sea modificada, habrá otros problemas similares y se tendrá que reflexionar a través de cuales parámetros habrá que controlarlos. Es un mero ejemplo. Escribimos el año 2013.]
1) Cada facultad debe publicar datos sobre la carrera profesional de sus egresados, en la página web que tienen en la red, obligatoriamente. Se debe publicar cuántos egresados han encontrado un trabajo después de un año de haber acabado la carrera y cuanto ganan. Los egresados de otra parte estarían obligados a suministrar estos datos, anónimamente pero con un número que permite de comprobar los datos de manera esporádica o, en el caso de que haya dudas, de manera sistemática.
Este sistema tendría muchas ventajas. Primero se vería cuales son las facultades que realmente crean trabajos y que son por lo tanto rentables, tanto para los estudiantes como para el estado porque gente con trabajos bien pagados pagan más impuestos. Debería existir obviamente la posibilidad de cerrar facultades ineficaces y despedir al personal, después de cinco años, si no logran mejorar su rendimiento. Existiría por lo tanto un fuerte incentivo para los economistas académicos de hacer esfuerzos, escrudiñar el mercado, adaptar continuamente los planes de estudio, mejorar la didáctica, apoyar la clase magistral con programas de e-learning etc. etc.. Pero no competirían solamente las facultades de las mismas asignaturas, sino todo las facultades. Si se ve por ejemplo que las ingenieras que rinden más se podrían cerrar un par de facultades de economía y crear otras en ingeniería. La evaluación con consecuencias concretas se efectuará cada cinco años lo que también permite crear nuevas asignaturas. A pesar de que no sería un control a nivel personal, se evaluaría solamente la facultad entera, habría un control sobre el docente a nivel personal, porque con un rendimiento no suficiente, por ejemplo solo 60 por ciento del promedio calculado como cantidad de egresados * sueldo que reciben / egresados, habrá una presión porque todos los docentes perderían su trabajo y los recursos serían reasignados a facultades más eficaces que puedan entonces aumentar la cantidad de plazas de estudio.
De momento tenemos un sin fin de preguntas en la red en miles de foros tipo "¿Qué puedo estudiar? ", "¿Cuanto se gana haber estudiado X?", "¿Cuales son la perspectivas habiendo estudiado X?" sin respuestas concretas, porque sin datos concretos nadie puede responder a estas preguntas y los datos concretos no existen.
Esto habría sido mucho más útil que la reforma iniciada con el proceso de Bologna. Si el título se llama "de grado", "bachelor", "máster", "licenciatura", "diploma" etc. etc. no importa ni un pito. Se impondría además de manera automática el sistema más eficaz, porque las universidades holandesas son mejor, evaluado con datos concretos y contundentes, todo el mundo se iría a estudiar a Holanda y a las facultades menos eficaces solo les quedaría adaptarse.
El punto débil de este control es la cantidad de dinero invertido. Probablemente universidades con más dinero rinden más. Hipotéticamente posible, aunque el autor no lo cree. El segundo problema es que no todas las carreras cuestan lo mismo. Se debería implementar por lo tanto antes un cálculo de costes que separa claramente los costes generados por la enseñanza de los costes generados por la investigación añadiendo costes calculatorios para que se pueda comparar una facultad con otra (por ejemplo calcular una universidad que no paga alquiler porque el edificio ya está pagado desde hace siglos con otra que usa edificios alquilados), dividiendo los costes generales (administración, electricidad, calefacción) etc., por las distintas facultades etc. etc.. Nada muy problemático, es algo que hace cualquier empresa. De esta manera se sabría exactamente cuanto cuesta una carrera y sería posible de evaluar si es sensato económicamente de cerrar una facultad de economía y aumentar las plazas de estudio en ingeniería.
Este sistema también terminaría con la eterna discusión sobre las universidades privadas, porque en este sistema habría competitividad y la oferta debería responder a la demanda. En el sistema que tenemos hoy en día hay mucha gente que estudia una cosa menos rentable por el mero hecho que no recibieron una plaza de estudio en algo más rentable.
Acabaría igualmente con la discusión sobre las tasas de estudio. El real problema de los estudios académicos no son los costes. El real problema es que en gran parte este sistema no se adapta al mercado. Quiere decir que se produce por ejemplo un sin fin de juristas que nadie necesita y que tienen una vida de mala muerte cuando faltan informáticos. El sistema no tiene ningún mecanismo actualmente para adaptarse a las necesidades de mercado. Con este sistema resultaría rápidamente obvio cuando se produce demasiado de una cosa y no bastante de la otra y existiese un mecanismo que garantice la adaptación. Es poco plausible que bajo un sistema de este tipo se seguirá enseñando Vilfredo Pareto y la economía del bienestar y muy probable que la modelización matemática sería reducido a un nivel razonable y el tiempo así ganado dedicado a otras cosas.
La economía de mercado es algo fácil de comprender y en TEORÍA también la entiende la cooperación de los economistas académicos. El problema con la economía de mercado es que es algo muy distinto de observarla como objeto de estudio o ser un actor dentro de este sistema. Lo último es realmente trabajo.
Es bastante obvio que la cooperación de los economistas y el resto del personal docente de la universidades al igual que instituciones privadas que quieren establecer universidades privadas están en favor de las tasas académicas. Las tasas académicas significan solamente de que hay más dinero o que parte de las subvenciones estatales pueden ser sustituidas. Pero no significa que haya parámetros que permitan controlar el sistema o que haya incentivos correctos. El sistema queda completamente inalterado y no hay ningún cálculo de costes que permita de saber si las tasas académicas están relacionados con los costes reales. Significa en concreto que estudiantes que estudian una carrera barata subvencionan a aquellos que estudian un carrera cara sin que haya una recolocación de recursos.
Para las instituciones que quieren ganar dinero con universidades privadas las tasas académicas son interesantes. Si estas no existen, habrá pocas razones para estudiar en una universidad privada. La coalición del personal docente de las universidades, sobre todo el personal docente en las facultades de economía, y estas instituciones es por lo tanto comprensible.
El argumento que las tasas académicas son más justas porque solo las pagan la gente que profeta la educación académica parece este un contexto poco fundado, dado que no hay datos. No se sabe cuando cuesta realmente un estudio académico, no se sabe cuanto rinde un académico y cuantos impuestos pagará a lo largo de su vida. Por otra parte la empresa que emplea un ingeniero profeta también. Con el mismo argumento que se quiere imponer una tasa académica se podría imponer una tasa sobre cualquier empresa que emplea un académico. Si con las tasas académicas se reduce el número de estudiantes los gastos por estudiante suben, porque todos los gastos, si dejamos al lado los gastos producidos por la corrección de los exámenes, test etc., son gastos fijos que no disminuyen al reducir el número de estudiantes. Es de suponer que la mayoría de las empresas son fundados por académicos que crean trabajo. O sea incluso en el caso que los impuestos no bastan para cubrir los costes de la carrera académica, es un negocio rentable para el estado.
En fin: El real problema de los estudios académicos no son los gastos. Cualquier gasto es justificado si se logra crear trabajos que permitan amortizar estos gastos. El problema es que el sistema universitario, sobre todo en asignaturas como economía, filología, filosofía, historia, sociología, donde no hay parámetros claros y contundentes, está guiado por incentivos erróneos.
Mientras que haya estos incentivos erróneos es inútil de hablar sobre tasas académicas. No se acerca el sistema universitario a una economía de mercado con la mera imposición de tasas académicas como se puede leer por ahí y por allá. Esto sería como decir que se trata de una economía de mercado cuando la gente va al supermercado, paga 50 euros y recibe una bolsa sin saber lo que está dentro. Con un sistema de este tipo ningún productor haría el menor esfuerzo. Economía de mercado significa por una parte que hay una posibilidad de hacerse una idea de la calidad y en el caso de que se trate de una inversión de la rentabilidad y por otra parte que los productores estén obligados a suministrar calidad y que haya un proceso de eliminación en el caso de que ésta no baste.
2) La segunda manera de controlar este sistema es presentar todos los contenidos de una carrera Online, o sea en un portal de e-learning (o sea algo como lo que está leyendo en este momento). El acceso tendría que ser obviamente público sin restricción alguna. Esto tendría muchas ventajas aunque se entiende que las universidades no están muy interesadas en hacerlo. La primera ventaja sería obviamente una documentación detallada de los contenidos enseñados en una facultad y la posibilidad para los estudiantes de prepararse para una clase magistral, lo que tendría la ventaja de que puedan hacer preguntas, algo que raramente pasa si oyen los contenidos por primera vez en la clase magistral y que después de la clase magistral puede revisar todo lo que no han comprendido. Sería por lo tanto, previsto que el sitio web está bien hecho, lo que es de suponer si hay competencia, un progreso didáctico.
Los estudiantes no serían obligados a comprar libros que suelen ser carísimos. Si se obliga a todas las universidades de hacerlo, sin obligación no lo van a hacer, el método de la Comunidad Europea de motivarles con subvenciones, 400 millones de euros solo en Alemania entre 2001 y 2006 no funciona, se tendrá a largo plazo también un gran variedad de distintos métodos, opiniones y prioridades, sobre todo si se ofrece el mismo contenido en varios medios, Internet, Smartphone, Papel, texto / audio etc.. Se podría ampliar de esta manera también la oferta para gente con determinados problemas, por ejemplo ciegos o semiciegos.
Los estudiantes serían más libres en la organización de su estudio lo que puede ser útil para todos aquellos estudiantes que tienen que trabajar para financiar los estudios.
Se podría fácilmente abrir la universidad a otros grupos, por ejemplo a las personas que trabajan.
Gran parte de los exámenes y test en el marco académico ya son test multiple choice. La corrección de test y exámenes es un trabajo que consume mucho tiempo. Se podría ahorrar bastante tiempo y reducir los gastos si por lo menos una parte de los test sería multiple choice y pudiese ser corregido por computadoras.
Se alega contra los exámenes de multiple choice que no incitan a la reflexión crítica. El argumento sería valioso, pero la corrección de un examen consiste solamente en verificar si aparecen un par de palabras claves, lo que muy a menudo es el caso, se puede igualmente hacer test multiple choice. En portales de e-learning se podría integrar este tipo de test.
Libros tienen el problema de ser restringidos. Restringidos en cuanto se refiere a dar informaciones de fondo, restringido en cuanto se refiere a respetar distintos tipo de aprendizaje, restringido en cuanto se refiere a las posibilidades interactivas y multimedia y sobre todo un vez impreso no se los puede modificar y se tiene que imprimirlo de nuevo.
El libro es un medio interesante para el autor, porque genera ingresos, sobre todo si un determinado libro de un determinado profesor es la base de una determinada conferencia magistral.
Una documentación detallada de los planes de estudio crearía también competencia entre las distintas facultades y todo el mundo podría hacerse una idea bastante concreta de su capacidades.
Este argumento adquiere suma importancia cuando se argumenta en favor de tasas académicas. Solo cuando los estudiantes saben exactamente lo que reciben o más bien dicho si por lo menos tienen la posibilidad de saberlo, se les puede obligar a pagar tasas académicas.
Los procesos arriba descritos no serán inicializadas por las universidades. Esto está perfectamente comprobado por la experiencia. Muestra la experiencia, en dimensiones gigantescas, que las distintas facultades toman el dinero que las distintas entidades estatales les ofrecen para desarrollar programas de este tipo y algo también producirán, poco a costes alucinantes, pero después harán cualquier cosa para obstruir la integración. (La mejor manera de obstruir la implementación es hacerlo tan mal que efectivamente no sirven para nada.)
El personal universitario ve claramente que con sistemas de este tipo, o sea, la presentación detallada de una carrera en la red, por ejemplo de economía, por centenares de universidades a nivel mundial conllevaría una fuerte competencia y encima reduciría las universidades a meros examinadores y remitentes de títulos universitarios, un problema que se agravará en el futuro cuando un titulo adquirido hace 10 años no tiene importancia ninguna y cuando lo único que cuenta es lo que realmente se sabe.
El papel de las universidades en el futuro es facilitar el aprendizaje durante toda la vida. Si no aceptan este papel tendrán que aceptar que habrá entes privadas que las sustituyen cada vez más.
De cualquier forma los argumentos siempre avanzados por los neo liberales que las universidades tienen que ser privadas son poco plausibles, vea What's Wrong With Our Schools Featuring Milton Friedman. Su solución es relativamente simple. (En cuanto se refiere a Universidades, más tarde en el vídeo. Entre educación general y universidad no distingue en el vídeo, en su libro sí). Cuando la gente paga por un servicio lo toman más en serio y de otra parte el que ofrece el servicio se esfuerza más por que el que paga es el cliente. En resumidas cuentas. El argumento es una estupidez total. En cuanto a las universidades se refiere no es ningún problema de introducir mecanismos tan contundes como aquellos que regulan una economía de mercado. Para esto no hace falta privatizarlas, vea arriba. Que a Milton Friedman, miembro del grupo de los economistas docentes no le gusta la idea de estar expuesto a la competencia y que prefiere que los estudiantes paguen para algo sin saber realmente lo que compran se comprende. Pero desde un punto meramente lógico sus argumentos son una burrada. El argumento que alega, que el mero hecho que los estudiantes pagan sube la calidad es una tontería, porque en cuanto a la transparencia se refiere las universidades privadas son tan opacas como las estatales.
Como buen profesor tiende encima de ver el problema principal en los estudiantes, que no trabajan bien si los estudios son gratuitos. Diría el autor que la gran, gran mayoría de los estudiantes no tienen muchas ganas de terminar en la calle y en cuanto a la carrera de economía se refiere el problema principal son los contenidos. Más vale hacer lo correcto de manera mediocre que hacer lo erróneo de manera perfecta. Mientras los planes de estudios son erróneos, no importa ni un pito si los estudiantes los siguen de forma escrupulosa o no lo toman en serio. Se podría incluso decir que revela inteligencia si no los toman en serio. El neo liberalismo apunta a un problema central, no se lo puede negar. Sistemas que no están controlados por parámetros claro y rotundo van a la deriva. Pero aparte de esto es una filosofía bastante simplista, vea también preliminares.
3) En el vídeo mencionado antes Milton Friedman no distingue bien entre educación general, o básica si hablamos de la primaria y educación universitaria que está más cerca de la formación, o sea que apunta a una cualificación para una profesión concreta. En cuanto a la formación escolar se refiere Milton Friedman quiere más control por los padres y está en contra de un sistema central que designa los profesores, contenido y organización sin que los padres pudiesen intervenir. Critica sobre todo el hecho que en un sistema centralizado es imposible para los padres deshacerse de un maestro inepto. En cuanto a los maestros ineptos se refiere no cabe duda que existen, lo que no está muy claro es porque este problema sería resuelto si los padres tendrían más influencia. (Dejamos al lado el hecho de que por lo menos en Europa siempre hay una representación de los padres de familia.) ¿Qué profesor elegirían los padres? ¿Tomarían egresados de una universidad o los formarían ellos mismos? ¿Sería entonces igualmente posible que haya escuelas religiosas de tendencia fundamental? ¿Como evitar qué se forman escuelas exclusivas y que los niños de los estratos más bajos se unen en otra? Supone el vídeo de Milton Friedman que las medidas drásticas, control de los alumnos al entrar en el colegio, serían resueltos si las escuelas sean privadas. ¿Por qué? Probablemente se pudiera excluir más fácilmente alumnos problemáticos, pero esto no resolvería el problema. Volveremos a hablar sobre este tema cuando hablamos sobre Milton Friedman.
[Lo que nos interesa es la cuestión si sistemas que no están sometidos naturalmente a las fuerzas del mercado son controlables.
La tesis principal de todas las tendencias que se basan en la economía clásica, neo liberalismo, ordoliberalismo, escuela austriaca suponen que esto no es posible lo que supone que no hay compromisos. Diría el autor que este punto de vista fundamental es erróneo. Esto es lo que nos interesa. Se podría igualmente analizar el sistema sanitario, el sistema de la seguridad social, la "defensa" etc.. En la versión alemana no hemos dedicado más a la jurisprudencia, hemos incluso provocado un pleito, como acusado, para mejor analizar este sistema, vea www.recht-eigenartig.de. El lector comprende que el autor no va a ir a España y robar un banco solo para poder analizar el sistema de la jurisprudencia en España. Encima no serviría para gran cosa, porque los sistemas jurídicos siempre se distinguen de un país a otro. En algunos países por ejemplo existe la posibilidad de hacer un contrato con un abogado que le garantiza un honorario solo si gana el pleito, algo que cambia dramáticamente la situación. Hemos cogido este ejemplo por que nos ha parecido que la cuestiones que dominan el debate público son las mismas en todas partes del mundo.
Solo en el caso de maximizar la utilidad personal promociona el bienestar común y es una concepción sensata.
En el sector público el homo oeconomicus se convierte en un homo burocraticus y esto es algo menos sensato.
Adam Smith no ve el peligro en el bellum omnium contra omnes sino en los convenios y carteles y otras tentativas de deslizarse de la competitividad.
Si un sector no puede ser controlado por los mismos mecanismos que rigen en un mercado libre hay que encontrar mecanismos similares.