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1.1.6 Actividad productiva y improductiva

Las dicotomía productivo / improductivo hoy en día no se utiliza en la economía y obviamente se podría abreviar la cosa. Esta dicotomía no tiene, tal como lo define Adam Smith, ningún sentido. Adam Smith llama improductivo cualquier inversión, de trabajo o "capital", que no se manifiesta en una cosa. La idea es que con una cosa que tiene incorporada una determinada cantidad de trabajo se puede comprar otra cosa que contiene la misma cantidad de trabajo, o sea con una silla se puede comprar un pantalón porque ambos tienen incorporado la misma cantidad de trabajo o, si tomamos la versión sofisticada del marxismo y el concepto del trabajo simple multiplicado, un reloj equivale a un carruaje. El carruaje tiene más trabajo incorporado, pero es un trabajo más simple que aquél contenido en un reloj. Partiendo de esta base supone que un trabajo que no se materializa en nada, es improductivo. Qué esto es una chorrada ya lo notó Jean Baptiste Say, porque según esta lógica todos los servicios, tratamiento médico, el trabajo de un profesor, de un arquitecto, trabajos de reparación de todo tipo etc, serían improductivos.

Se podría decir que un buen economista es aquel que es capaz de comparar una gran variedad de situaciones reales con un concepto buscando el concepto que pega y explica todas las variaciones de la realidad. Desde un punto de vista psicológico Adam Smith es un caso interesante. El tiene la capacidad de dejar pasar delante de su ojo espiritual una gran variedad de situaciones, pero esto no lleva a conceptos que pegan con esta variedad, sino a cantidad de contradicciones. Se le presenta una situación y a base de esta situación construye un concepto. Un par de páginas más en adelante se le ocurre otra situación y construye otro concepto, sin darse cuenta que el primero contradice el segundo. Este es mejor que la modelización matemática, que encierra todas las contradicciones con el mercado perfecto, una cláusula céteris paribus o ignorando simplemente la causa tomando el efecto de algo por la causa.

Si hubiese pensado un poco se habría por ejemplo dado cuenta que su descripción del estudioso que inventa máquinas, lo describe en el capítulo sobre la división del trabajo, no "produce" nada, como máximo produce un par de papeles sobre el cual expone su descubrimiento y las posibilidades que de él derivan.

En este caso ve el mundo a través de su concepto del trabajo incorporado y es un lindo ejemplo como un concepto puede estrechar la mente. Sin este concepto no se le hubiese ocurrido esta dicotomía y si no hubiese olvidado lo que había dicho un par de páginas más atrás, se habría dado cuenta que algo no va con este concepto.

Dicho sea de paso: No decimos que ideologías son un mero estrechamiento de la perspectiva. Ideologías son fenómenos mucho más complejos, demoníaco con una lógica infernal. El contenido no juega ningún papel para la constitución de una ideología, vea también Karl Popper.

A primera vista se podría pensar que improductivo es lo mismo que consumir y productivo es lo mismo que invertir. Dicho de otra manera, que inversiones improductivas son todos aquellas que serán consumidas, y productivas todas aquellas que producen bienes de capital.

Esto a lo mejor sería correcto si se compartiría el concepto de Adam Smith de consumo y de ahorro / inversión.

La dicotomía productivo / improductivo no tiene muchos sentido, de hecho improductivo son para Adam Smith todos las prestaciones de servicios. Pero se debería distinguir entre prestaciones de servicios con carácter investivo (por ejemplo marketing) y las de carácter consumativo (música, todo tipo de espectáculo etc.). Concedemos que la gran, gran mayoría de las prestaciones de servicios son consumativos, pero este sector tiene una importancia enorme. En Alemania casi 70 por ciento del PIB es generado en este sector. Es un poco fuerte decir que este sector es improductivo, porque de esto vive la gente.

Lo curioso de este concepto es el hecho de que es una obsesión, la obsesión que el trabajo se materializa en algo y que solo si se materializa en algo tiene valor, lleva a conclusiones completamente absurdas. Incluso si aceptamos el concepto erróneo del ahorro que tiene Adam Smith, el ahorro como la parte de la ganancia no consumida, es difícil de ver porque las inversiones improductivas, que no se materializan en nada, no fomentan el desarrollo económico. Si un músico gana 1000 dólares en un concierto y ahorra este dinero, ha ahorrado tanto dinero como aquél que vende calcetines, gana 1000 dólares y los ahorra.

Aparte del hecho que los "productos" del sector de servicios son consumidos en el momento de ser producidos (un concierto por ejemplo se consume en el mismo momento en el cual se le produce) hace falta poco capital, máquinas, aparatos etc, para producirlos y dado que la mayoría de estos servicios son personales, una "acumulación de capital" no tiene mucho sentido. Lo que sí se acumula en el sector de servicios es know how, pero esta acumulación no depende del ahorro. El mero hecho que la mayor parte del PIB es producido en el sector de servicios ya revela que la teoría de Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx y la escuela austriaca no puede funcionar.

Improductivo llama Adam Smith todas aquellas inversiones que no llevan a algo que se pueda intercambiar por otra cosa y que no aumentan los bienes de capital, o sea la capacidad productiva. El problema es que la capacidad productiva no depende del capital, que en el caso de que haga falta se imprime. La capacidad productiva depende del know how.

Para Adam Smith en una mercancía está, para formularlo de manera más ilustrativa, almacenado el sueldo, la renta y el provecho. Si se vende esta mercancía se obtiene nuevamente el valor del los tres factores productivos invertidos al producir la mercancía. Las inversiones improductivas sin embargo, según la teoría de Adam Smith, no se puede re obtener, porque no queda nada para vender.

The labour of some of the most respectable orders in the society is, like that of menial servants, unproductive of any value, and does not fix or realize itself in any permanent subject, or vendible commodity, which endures after that labour is past, and for which an equal quantity of labour could afterwards be procured. The sovereign, for example, with all the officers both of justice and war who serve under him, the whole army and navy, are unproductive labourers. They are the servants of the public, and are maintained by a part of the annual produce of the industry of other people. Their service, how honourable, how useful, or how necessary soever, produces nothing for which an equal quantity of service can afterwards be procured. The protection, security, and defence, of the commonwealth, the effect of their labour this year, will not purchase its protection, security, and defence, for the year to come. In the same class must be ranked, some both of the gravest and most important, and some of the most frivolous professions; churchmen, lawyers, physicians, men of letters of all kinds; players, buffoons, musicians, opera-singers, opera-dancers, etc. El trabajo de algunos servicios muy respetables, como el de los domésticos, es improductivo, no se materializa en una cosa y no se fija en una cosa inmóvil (supuestamente se refiere a un bien de capital) o móvil, que sigue existiendo cuando el trabajo esté terminado y por la cual se puede re obtener la misma cantidad de trabajo. El soberano por ejemplo con todo sus funcionarios en la justicia y el ministerio de guerra, todo el ejército y la marina son trabajadores improductivos. Sirven a la sociedad y son abastecidos por una parte de lo que la diligencia de ésta produce. Su servicio tan honorable, útil y necesario que sea no produce nada con lo cual después se puede obtener la misma cantidad de servicios. Con el abrigo, la seguridad y la defensa del Commonwealth, el resultado de su trabajo en este año, no se puede comprar el abrigo, la seguridad y la defensa en el año que viene. A la misma categoría tenemos que atribuir las profesiones más serias y importantes como las más frívolas. Eclesiásticos, abogados, médicos y eruditos de todo tipo pertenecen a este grupo al igual que los actores, bufones, músicos, cantantes de ópera, bailadores etc..

Ahí Adam Smith se revela como un verdadero soso y queda claro porque la linda francesa no quería saber nada de él. Por qué razón atribuye los abogados a las profesiones serias, pero los actores a los frívolos no hay que comprenderlo. De hecho los abogados son actores, pero mucho menos serios que prostitutas. En cuanto a las prostitutas se refiere, se las paga para que mientan, esto es serio. Los abogados en contra afirman que se les paga para decir la verdad, a pesar de que todo el mundo sabe que mientan tan solo al abrir la boca. Esto es poco serio y encima son feos, lo que no es el caso de las prostitutas.

El ejercito y la marina son sin duda inversiones improductivas, ahí tienen razón. Se podría incluso decir que inversiones en este tipo de ocupación no solo no se materializan en nada, sino que encima destruyen lo que hay. Pero esto no es el punto central.

El punto central es que para él, el valor de una cosa aquí, muy al contrario de la idea, más correcta, expresada en el concepto precio de mercado / precio natural, está determinada únicamente por los costes. Supone que cualquier cosa que contenga trabajo podrá ser intercambiado por cualquier otra cosa que contenga la misma cantidad de trabajo: "... and for which an equal quantity of labour could afterwards be procured". En el precio natural el trabajo tiene un precio que depende del mercado, o sea de la demanda. Si hay demasiados sastres, los pantalones serán baratos y en estas circunstancias puede ser útil de cambiar de profesión y hacerse zapatero. Los zapatos serán entonces más baratos y los pantalones más caros hasta que el rendimiento marginal sea el mismo en ambos usos del trabajo. Aquí afirma que basta que algo contenga trabajo y no tiene importancia alguna si alguien necesita el producto en el cual está incorporado este trabajo. Se podría decir que el autor está cortando pelos en el aire, dado que Adam Smith ya se expresó antes de manera bastante clara. Pero consta que David Ricardo y fatalmente Karl Marx sigue la argumentación expuesta aquí. El trabajo crea un valor, no importa para qué lo usa.

Es de suponer que Adam Smith muy a menudo no capta el alcance de un concepto, a pesar de que aparece en su obra. Lo mismo pasa con el concepto que tienen del dinero. De vez en cuando está en la buena pista, pero después la pierde nuevamente, vea balanza de pago.

As the capital of an individual can be increased only by what he saves from his annual revenue or his annual gains, so the capital of a society, which is the same with that of all the individuals who compose it, can be increased only in the same manner.

Al igual que la fortuna de un individuo solo puede aumentar en la medida que ahorra algo de las ganancias anuales, la fortuna de la sociedad, que equivale a la fortuna de todos los individuos que forman esta sociedad, solo puede aumentar de la misma manera.

aus: Book II, Chapter III

El párrafo es bonito, porque ilustra un error que se suele encontrar muy a menudo, no solo en economía. La gente parte de las experiencias personales que tienen y generalizan estas experiencias. El "capital of an individual can be increased" realmente solo ahorrando, pero esto no vale para la economía en su conjunto, porque el sistema bancario puede generar dinero, de la nada y de distintas formas y esto no es ningún problema si el PIB aumenta en la medida que el dinero aumenta.

Adam Smith mismo no problematiza su concepto del ahorro. Consta para él que la renuncia al consumo aumenta el ahorro y que este ahorro será invertido y estas inversiones aumentan las capacidades productivas. Hay dos argumentos para esta tesis una tan errónea como la otra. La primera es que el tipo de interés iguala el ahorro y la inversión. La segunda es la ley de Say. Si nadie trabaja si no quiere sea consumir sea ahorrar / invertir, no puede haber una subdemanda. Son erróneos ambos conceptos, pero van en la buena dirección, describen mecanismos típicos de una economía de mercado libre. Pero "intuitivamente" parte de la idea que siempre hay un excedente de demanda, expresamente encontramos este concepto en David Ricardo y Karl Marx, y por lo tanto cualquier cosa que se produce puede ser vendida. Lo que olviden es que incluso en una situación de un eterno excedente de demanda la demanda decide lo que se produce y a qué precio. Si hay un eterno excedente de demanda por pantalones, zapatos y pasta se va a producir esto y no perfumes si la distribución de la renta no es muy desigual. Si es tan desigual que siempre hay un excedente de demanda por productos de lujo, se va a producir productos de lujo.

Hasta hoy en día cuesta a mucha gente entender que a nivel macro económico el ahorro puede ser como máximo interpretado como la producción de bienes de capital a cargo de bienes de consumo, pero esto solo es necesario en una situación de empleo pleno. En una situación de subempleo, dado que no hay un problema con la calificación, no hay que decidirse por lo uno o por lo otro, se puede hacer ambos. Una persona en paro no tiene que decidir si cultiva patatas o si construye un pequeño dique para mejor controlar el agua. Puede hacer ambas cosas.


Para decirlo de una vez muy clara. Un billete de 100 dólares que un hogar a ahorrado renunciando a cantidad de cosas no se distingue en absoluto, de ninguna manera, de un billete de 100 dólares imprimido por el banco central norteamericano. El ahorro, en el sentido de la parte no consumida de las ganancias, no tiene ninguna importancia. Desde una perspectiva macro económica lo único que interesa es la cuestión si hay un potencial productivo lo suficientemente alto para absorber el dinero o no y lo único interesante es la pregunta si el dinero generado por es sistema bancario será eliminada al saldar el crédito o no. Si no se salda el crédito habrá obviamente un aumento del dinero y esto, al menos en la teoría, estamos aprendiendo de momento que no es así, seguimos en el año 2013, llevará a una inflación. La ecuación ahorro = inversión, entendido en la forma que primero debe haber ahorro para que se pueda invertir después, es una perfecta chorrada y sería un gran avance si se sacara esta inversión una vez y para siempre de todo los libros de texto. Ofusca la realidad y complica la comprensión de procesos macro económicos.

Con un poco de sentido común se puede comprender que a nivel macro económico el ahorro puede ser sustituido por la impresión de dinero. El único argumento que se puede aportar en favor del ahorro es que inversiones arriesgadas son más fácilmente financiarles con "ahorro" o sea con el dinero que tiene una persona privada. Un banco, que a su vez trabaja con dinero "prestado", sea el dinero de sus clientes, sea con dinero del banco central, no es capaz de financiar inversiones arriesgadas.

Bastan estos argumentos para ver que algo con la teoría clásica / neoclásica sobre el ahorro no funciona. Los argumentos más sofisticados vamos a ver cuando discutimos de Keynes. El problema es grave y probablemente habrá un problema muy real en el futuro. En muchos países el seguro para la vejez se basa sobre el ahorro. La idea es que la gente ahorren mientras que trabajen para consumir cuando son viejos. (En Alemania es un sistema mixto. Hay un sistema del "contrato de generaciones", la población activa paga para la población jubilada y el sistema de las pensiones basadas en capital.) Se ve ya hoy en día las primeras grietas en este sistema. Es una cosa que de hecho no puede funcionar. Solo en condiciones muy especiales se puede con el ahorro financiar el consumo en el futuro.


Lo curioso del caso con Adam Smith es que con conceptos completamente erróneos llega de vez en cuando a conclusiones correctas.

Great nations are never impoverished by private, though they sometimes are by public prodigality and misconduct. The whole, or almost the whole public revenue is, in most countries, employed in maintaining unproductive hands. Such are the people who compose a numerous and splendid court, a great ecclesiastical establishment, great fleets and armies, who in time of peace produce nothing, and in time of war acquire nothing which can compensate the expense of maintaining them, even while the war lasts. Such people, as they themselves produce nothing, are all maintained by the produce of other men’s labour. When multiplied, therefore, to an unnecessary number, they may in a particular year consume so great a share of this produce, as not to leave a sufficiency for maintaining the productive labourers, who should reproduce it next year. The next year’s produce, therefore, will be less than that of the foregoing; and if the same disorder should continue, that of the third year will be still less than that of the second.

Grandes naciones no empobrecen nunca por mala gestión privada, pero muy a menudo por desgaste y mala gestión pública. Todos o casi todos los ingresos públicos se gasta en la mayoría de los países en actividades improductivas. Pertenecen a este grupo las personas con una corte numerosa y costosa, el grupo de los eclesiásticos, grandes armadas y ejércitos, que en tiempos de paz no producen nada y en tiempos de guerra nada que corresponda a los gastos generados por su mantenimiento. Toda esta gente vive, dado que ellos mismos no producen nada, del producto del trabajo humano. Si se extiende este sector más de lo que es sensato, consumen en un año más una gran parte del producto y no queda nada para abastecer los trabajadores que el año que viene deben producirlo de nuevo así que el producto del año siguiente es menor que el producto del año precedente y si la mala gestión sigue así el producto en el tercer año es todavía inferior al del segundo.

Book II, Chapter III

Es de suponer que en este caso concreto no hay que mencionar, que el autor sigue en el año 2013, hay por lo tanto muchos ejemplos ilustrativos que muestran que la descripción de Adam Smith contiene mucha verdad. Lo que el autor no cree es que esto es necesariamente así. El autor cree, sin negar que hay un problema sistémico, que se puede controlar las actividades estatales, vea también actividades estatales.

No se puede negar tampoco que el sector público tiende a extenderse, esto realmente parece ser una especie de ley. En este caso incluso se puede hablar de ley, vea la ley de Parkinson. Lo que no está controlado por los mecanismos claros y contundentes de mercado tiende a ir a la deriva.

Probablemente cualquier empresario podría escribir novelas sobre funcionarios públicos, la administración pública, flojera, estupidez, pantano y incompetencia. Muy probablemente es peor de lo que Adam Smith se lo imagina. En la administración pública trabajan los neutralizados, la banalidad del mal como lo llama Hannah Arendth, una masa neutralizada que ejecuta cualquier ley, no importa cuan absurdo sea. No concordamos nunca con Friedrich v. Hayek, vea Camino de Servidumbre, pero no se puede negar que burocracias y estados tienden a pulular. Hablaremos de esto nuevamente más tarde al hablar de Milton Friedman y Friedrich Hayek.

Es un hecho curioso que el concepto del homo oeconomicus, casi siempre mal entendido, se encuentra en el centro del debate, vea homo oeconomicus y no se discute nunca sobre el homo burocraticus. Obviamente se puede discutir sobre el concepto del homo oeconomicus, pero esta claro que en la medida que abandonamos el homo oeconomicus llegamos al homo burocraticus y el homo burocraticus no se distingue del homo oeconomicus en cuanto a sus características se refiere, pero se distingue mucho de esto en cuanto se refiere a la circunstancias en las que trabaja. El homo sapiens burocraticus ha por lo menos encontrado una representación artística.

El homo oeconomicus es responsable por su comportamiento, el mercado le castiga con la eliminación por cualquier tipo de error.

El homo sapiens burocraticus no asume la responsabilidad por absolutamente nada y tiende a repercutir la responsabilidad a otros y de ofuscar las responsabilidades que también le dispensa la necesidad de cuestionar su comportamiento.

El homo oeconomicus está obligado a someterse a un proceso decisorio democrático, día tras día, porque tiene que convencer a la gente que sus productos son buenos y que tienen un buen precio. Si no lo logra, será eliminado.

El homo sapiens burocraticus no está obligado a enfrentarse a la opinión pública y puede sustraerse a ésta.

El homo oeconomicus tiene que adaptarse a cambios, sino será eliminado por el mercado. El homo sapiens burocraticus no está obligado a adaptarse a estos cambios con la consecuencia que en general tampoco lo hace.

El autor ya dijo que en la confrontación entre Adorno y Popper, el así llamado debate positivista comparte la posición de Adorno. Si el efecto de algo está determinado del "ensemble de la relaciones sociales", como Adorno lo llama, entonces estos efectos no pueden tener un carácter objetivo. Es falso el todo.

Lo que mucho menos convence al autor es la afirmación de Adorno que una economía de mercado libre deforma la gente y lleva a un mundo que solo tiene un valor lo que tiene un valor económico,vea La industria cultural. Iluminismo como mistificación de masas. Para ser más preciso. El autor ve el problema al cual apunta Adorno, pero no ve que el homo sapiens burocraticus sea la solución. No vamos a ver en cualquier intervención estatal un "Camino de Servidumbre" como lo hace Hayek, pero no consta que el homo sapiens burocraticus sea mejor.

Pero como siempre sucede cuando se tiende un argumento al máximo, como la hace Hayek, este argumento se convierte en ideología y sobre todo muy a menudo estas exageraciones se usan para denigrar determinadas teorías. Se establece por ejemplo una relación entre la actual crisis en Grecia y el keynesianismo y en este caso uno se pregunta qué tiene que ver este problema con el keynesianismo.

Tanto el estado que hace una política fiscal expansiva, que significa en cuanto a Keynes se refiere que invierte y no consume, como el sector privado pueden acumular deudas enormes es un trabajo común de ambos. Son los recaudadores de fondos, bancos y seguros que prestan el dinero y los estados que se endeudan y si el prestamista sabe que el prestatario no le va devolver este dinero el uno está tan borracho como el otro.

El problema tanto en Grecia como en los otros países era que no se invirtió este dinero en inversiones rentables que permitirían de saldar el crédito sino en el consumo o en inversiones no suficientemente rentables para saldar el crédito. Responsable por este hecho son dos cosas. Primero títulos de deuda del estado son más seguros, el último que va en quiebra es el estado y son líquidos, o sea pueden ser vendidos. Los mismo vale para préstamos asegurados por hipotecas inmobiliarias. Cualquier otra inversión es más arriesgada porque cualquier otra inversión supone un compromiso estable y más arriesgado. Vemos por lo tanto cada par de años burbujas en la bolsa y en el sector inmobiliario y un endeudamiento de los estados. El segundo problema es que el "ahorro" tal como se o imagina la teoría clásica / neoclásica no existe. No hay ninguna relación directa, a través del tipo de interés, entre el "ahorro" y la inversión. Vamos a volver sobre el tema al hablar de Keynes. Interpretar la crisis actual, seguimos en el año 2013, o sea las burbujas inmobiliarias y en la bolsa y el endeudamiento de los bancos y estados como un problema inherente de la teoría keynesiana es un poco curioso dado que la teoría de Keynes justamente critica este fenómeno. En resumidas cuentas. Nadie ha obligado al sector privado a financiar el consumo estatal y producir burbujas en la bolsa y en el sector inmobiliario. Lo hicieron porque no eran capaces de detectar inversiones reales rentables y preferirían de mantener su liquidez en la forma más líquida posible. Esto pega exactamente con la teoría keynesiana.

La dicotomía productivo / improductivo contiene el mismo problema que el concepto del ahorro. La lógica del párrafo que sigue es esta. Hay una determinada cantidad de "capital". Este capital se puede utilizar para emplear trabajadores que producen algo en lo que se materializa el valor de este trabajo y que por lo tanto se puede vender después. Si se utiliza para, por ejemplo, emplear domésticos no queda nada, o sea, según esta lógica, el capital se reduce. El error es que Adam Smith supone que el "capital", de hecho dinero, tiene que haber existido antes. La verdad es esta. Se puede igualmente prestar este dinero y el sistema bancario puede producir este dinero, incluso puede simplemente imprimirlo. Esto no es ningún problema si los productos producidos permiten después saldar el crédito y eliminar de esta manera el dinero generado antes. Si se financia una inversión con dinero propio, ahorrado antes, o con un préstamo a nivel macro económico da lo mismo. Para ser más preciso. Con el "ahorro" en el sentido de Adam Smith, de hecho deducciones ganadas, solo se puede sustituir las plantas industriales que existen. Una economía que crece, tiene que "generar" dinero. En resumidas cuentas: Si hay inversiones rentables, se les puede financiar con préstamos y hasta que no haya pleno empleo se puede hacer al mismo tiempo cualquier cantidad de trabajos improductivos. Es curioso de ver como una sola concepción errónea conlleva cualquier cantidad de errores.

Though the expense of the prodigal should be altogether in home made, and no part of it in foreign commodities, its effect upon the productive funds of the society would still be the same. Every year there would still be a certain quantity of food and clothing, which ought to have maintained productive, employed in maintaining unproductive hands. Every year, therefore, there would still be some diminution in what would otherwise have been the value of the annual produce of the land and labour of the country. Incluso en el caso que el derrochador gasta solo en productos nacionales las consecuencias para los recursos productivos serían los mismos. Cada año una cierta cantidad de ropa y alimento que habrían podido servir para mantener manos productivos, irían a manos improductivas. Cada año el rendimiento de la tierra y del trabajo de un país sería menor de lo que habría podido ser.

Book II, Chapter III

Lo curioso en este tipo de discusión es el hecho que el debate público es completamente confuso en cuanto se refiere a esto y gobiernos enteros, como el gobierno alemán, están al mismo tiempo en favor de fomentar el ahorro y fomentar la actividad económica por el consumo. En el gobierno alemán por ejemplo, habrá programas similares en otros países, que subvenciona el ahorro, o sea cuando una persona ahorra por ejemplo 100 euros al mes recibe 20 euros al mes más del gobierno. La idea es que la gente pueda vivir de este dinero una vez jubilados. Es una manera muy masiva de fomentar el ahorro. Por otra parte este mismo gobierno grita de entusiasmo si el consumo aumenta, porque esto fomenta el empleo y nadie se da cuenta que lo primero contradice a lo segundo y nadie ve una relación, esto es lo realmente trágico en esta historia, que ahorrando se aumenta la liquidez y los pobres recaudadores de fondo, que ya no saben qué hacer con este dinero, se ven obligados a invertir en cosas cada vez más arriesgadas.

En resumidas cuentas: Una economía de mercado libre resuelve de la mejor forma el problema de la inseguridad a través de un procesamiento de informaciones de manera decentral, vea alocación optima de los factores productivos. Sin embargo una economía de mercado libre tiene fallos sistémicos que son descritas de manera muy precisa y fácilmente comprensibles por el sentido común. La teoría keynesiana no cuestiona lo eficaz de una economía de mercado, pero describe claramente los problemas.

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Anotaciones:

ES        DE

 

El ahorro, tal como es concebido por Adam Smith, no es una condición para la inversión.

Cualquier inversión puede ser financiada generando dinero, siempre y cuando se elimina después al saldar el crédito del dinero generado antes.


Para que la dicotomía productivo / improductivo tenga sentido, se debe partir del principio que el trabajo improductivo va a cargo del trabajo productivo. Esto no es el caso.







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