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Economía neoclásica

La economía neoclásica es lo que hoy en día encontramos en los libros de textos sobre microeconomía. Todos los conceptos en estos libros, la cruz de la oferta y demanda, la renta del consumidor / productor, la elasticiadad de los precios / ingresos, la caja de Edgeworth, el punto de cournot, rendimiento marginal, utilidad marginal, optimo paretiano, curva de utilidad etc.etc.. son conceptos neoclásicos o mejor dicho, conceptos ya existentes en la economía clásica recibieron un nombre en la economía neoclásica.

Si hablamos de economía neoclásica simplificamos y a lo mejor simplificamos más de lo que es útil. De hecho los autores que hoy en día se agrupa hoy en día bajo este nombre se distinguen tanto, que es difícil de ver relación alguna entre ellos.

Se supone en general que todos los autores de este grupo forman parte de la "revolución marginal" por lo que surgen dos preguntas distintas.

La primera es si una "revolución marginalista" jamás ocurrió o si implícitamente la idea de la marginalidad no está ya incluida en algunos conceptos de la economía clásica. La respuesta a esta pregunta es si y incluso en contextos distintos. La renta de David Ricardo es una consideración marginal. Si todas las tierras fuesen iguales, si el precio no dependiera de la tierra marginal, no habría renta. Más importante que el concepto de la renta de David Ricardo es el concepto del precio natural de Adam Smith y en este concepto la idea de la marginalidad está expresada, aunque no utiliza la palabra, de manera más exacta que en cualquier concepto de la economía neoclásica. Mientras que un factor productivo puede ser utilizado de manera más productivo en un sector que en otro, va a fluir en este sector con dos consequencias. Primero la rentabilidad de este factor baja al asignarlo a otro sector porque la cantidad sube y al mismo tiempo sube en el otro sector porque la cantidad disminuye y si la rentabilidad marginal es la misma en ambos sectores, no habrá reasignación alguna. Este concepto corresponde exactamente al concepto de la marginalidad en la economía neoclásica. Nunca hubo revolución marginalista.

En el capítulo sobre David Ricardo hemos criticado este concepto, dado que el capital no puede fluir de un sector al otro, pero esto es otro cuento. La economía neoclásica comete el mismo error.

Pero incluso si hubo una "revolución marginalista" lo que nisiquiera es el caso, no se puede formar un grupo por el mero hecho que los miembros tienen una característica en común, abstraendo arbitrariamente de todas las características en las cuales se distinguen.

Cree el autor que ya ha podido demostrar que la reducción de determinados autores a algunos conceptos que de manera arbitraria forman hoy en día el canon de los planes de estudio y reduciendo estos autores a un par de conceptos no ayuda realmente. De esta manera se simplifica demasiado.

El problema no es solamente que se da una imágen completamente errónea de estos autores, esto sería un mero problema académico. El problema es que muchos temas que hasta hoy en día están en el centro del debate público, economá de estado <=> intervención estatal, dinero como velo <=> dinero como "ahorro", homo oeconomicus como 'survival of the fittest' <=> homo oeconomico como actor esencial en un orden establecido por la competividad, procesamiento de informaciones de manera central <=> procesamiento de informaciones de manera decentral etc. etc. ya fueron discutido por los autores clásicos que alegaron argumentos hasta hoy en día válidos. Al reducir estos autores a unas afirmaciones simples se pierden estos argumentos.

Sobre todo se recibe un debate público dominado por nociones cuyo significado no está nada claro: Neoliberalismo, capitalismo de Manchester, economía neoclásica, capitalismo se han convertido en sinónimos. No porque significan lo mismo, sino porque significan simplemente nada. Lo mismo pasa con el opositor de estos conceptos, el keynesianismo. El keynesianismo fue reducido a una política fiscal expansiva. Es una conclusión que se puede sacar de la teoría keynesiana, pero de hecho la teoría keynesiana rechaza conceptos fundamentales de la teoría clásica / neoclásica. Rechaza el concepto clásico / neoclásico sobre el ahorro, el dinero y el tipo de interés, pero no, dicho sea de paso, el concepto que las entes individuales son más eficaces en el procesamiento de informaciones que una entidad central. Formar escuelas y tendencias significa sobre todo simplificar, algo útil de vez en cuando y no tan útil en otras circunstancias.

En cuanto a la noción economía neoclásica se refiere, sería realmente una ventaja si simplemente no existiese. Se podría entonces hablar tranquilamente de Alfred Marshall, de Léon Walras, de Vilfredo Pareto y de Carl Menger. (Y obviamente vale lo mismo para la economía clásica.)

Artículos como el de la wikipedia, vea economía neoclásica, son una real catástrofe. No hay más o menos ninguna frase correcta. El problema con textos de este tipo surge muy a menudo. A partir del momento que la corrección de los errores de un texto necesita diez veces más de texto que el texto original, no se puede corregirlo.

Si nosotros ahora hablamos de "economía neoclasica" nos referimos a la microeconomia tal como se la presenta hoy en día en los libros de texto sobre economía. Lo que hoy en día encontramos en los libros de texto es una collección completamente arbitraria de algunos conceptos de Alfred Marshall, Vilfredo Pareto, Francis Ysidro Edgeworth, Antoine-Augustin Cournot, lo que no significa de ninguna manera que estos conceptos corresponden a las intenciones originales de estos autores. No se puede por lo tanto decir que tal o tal cosa pertenezca a la "economía neoclásica", porque a alguien siempre podría ocurrir la idea de leer el original y añadir algo, relativisar algo o retundamente refutar algo. Lo único que se puede hacer es analizar los libros de texto sobre economía que se asemejan como una gota de agua a la otra.

Lo más fácil sería, obviamente, simplemente reducir a pasta de papel los libros de texto sobre microeconomía y trabajar con Principles of Economics de Alfred Marshall, como se solía hacerlo por décadas, hasta que se ocurrió a los catedráticos que escribir libros también es un negocio rentable si los estudiantes están obligados a comprarlos. Lo esencial ya está en este libro, de manera mucho más diferenciada, más fácil y más ameno de leer, de vez en cuando incluso entretenido y más realista. Vilfredo Pareto y Léon Walras son irrelevantes y se podría igualmente tachar de los planes de estudio.

Las anotaciones siguientes no se refieren por lo tanto a la presentación simplista de algunos conceptos de los autores mencionado antes, sin afirmar de que haya una relacion estrecha entre lo que encontramos en los libros de textos sobre economia y los conceptos originales.

La pregunta de mil dólares es obviamente esta: Cuales fueron los criterios por los cuales algunos conceptos formaron parte de lo que hoy en día se entiende por "economía neoclásica". Diría el autor que un criterio fue la posibilidad de presentar un concepto en una modelización matemática, que no encontramos de esta forma en los originales, dicho sea de paso, porque es bastante obvio que no aparecen todos los autores que no presentaron sus ideas de esta forma. No forma parte por ejemplo del canon Joseph Schumpeter y toda la escuela austriaca. En macroeconomía no se oye nada del ordoliberalismo. Eventualmente se puede explicar este fenómeno, en parte, de manera muy trivial. En la enseñanza hay que tomar exámenes, lo que significa que se necesita criterios claros que permiten evaluar un exámen de manera 'objetiva' y ejercicio matemático es más fácil de evaluar que un texto. Otro explicación podría ser el hecho que la matemática sugiere que algo es muy exacto, preciso y objetivo. Eventualmente juega un papel el hecho que una modelización matemática se sustrae de la crítica del público, porque no comprende el modelo, pero está convencido de que es ciencia pura y correcto. Este método se suele caracterizar con la famosa frase "Si no logras a convencerles, trata de despistarles".

Otro argumento para corroborar la tesis que el mero hecho de poder ser presentado por una modelización matemática es un criterio para que un concepto llegue a formar parte del canon es el hecho de que lo que hoy en día se enseña como la teoría keynesiana, el modelo IS-LM, es presentado con una modelización matemática, muy a pesar del mismo Keynes, que vio sus ideas centrales eliminadas en este modelo y que no los habia presentado de esta forma y que encima dudaba de que estos métodos fuesen útiles, vea modelización matemática. Si no existiese una obsesión por la modelización matemática, se habría tomado el original. La modelización matemática no es más exacto que el original, muy al contrario, es más impreciso y es por este modelo que la teoría keynesiana fue reducida a la política fiscal expansiva, lo que a su vez es ilustrativo. Como la gente no entiende el modelo IS-LM, los docentes incluídos, lo reducen a una afirmaciones que parecen lógicos al sentido común, a pesar de que no lo son.

Cualquiera entiende que cada uno quiere presentar sus ideas como algo objetivo, resultado de concluciones lógicas. Es por lo tanto bastante probable que el uso de estos modelos es en parte también ideológico. Se nota más claramente esto en el marxismo, porque en los países de tipo marxista se habla explícitamente de las leyes objetivas del socialismo, vea Karl Marx.

Un fenómeno que podemos observar muy a menudo. Con toda la modelización matemática la gente no comprende los puntos centrales y una vez terminado la carrera, argumentan con el sentido común, que es muy a menudo engañoso. No comprenden por ejemplo que el homo oeconomicus no es un lobo y no tiene nada que ver con 'survival of the fittest' como se puede leer cada día, vea por ejemplo homo œconomicus. Solo dentro de un orden establecido por el estado, el homo oeconomicus es una construcción útil y el estado mantiene este orden artificialmente, prohibiendo o controlando por ejemplo monopolios. El punto no es que el homo oeconomicus defiende sus intereses propios, esto lo hace cualquier ladrón. El punto es que la única forma de defender sus intereses dentro del orden establecido por el estado es producir mejores productos a precios más bajos que el competidor. Sin compentencia el homo oeconomicus tiene otro nombre: Se lo llama entonces criminal. Esto es la idea central que hay que ver y cada uno puede preguntarse si realmente cree que una empresa privada trabaja mejor o no que un funcionario púbilico. Lo puede averiguar fácilmente por teléfono. Puede llamar a una institución estatal, por ejemplo a una ESCUELA OFICIAL DE IDIOMAS, con un funcionario público al otro lado del cable y a una escuela de idiomas privada; en el caso de que en su ciudad hay piscinas públicas y privadas, es el caso de Berlín, puede llamar a ambas y preguntar por ejemplo cuando están abiertos. Pregunta simple, pero probablemente ya notará una diferencia.

En resumidas cuentas y fácil de ilustrar con otros ejemplos, con toda la modelización matemática la gente pierde completamente de vista los puntos centrales y en los debates públicos es de crucial importancia de haber comprendido los puntos centrales. La diferencia entre la medición cardinal de la utilidad y la medición ordinal de la utilidad no hay que comprender, no es importante. Lo que sí hay que comprender es el hecho que en una economía planificada los precios no señalan las escaceces reales y encima nadie tiene un incentivo a eliminarlos.

A primera vista la microeconomía, o sea esta collección arbitraria de conceptos "neoclásicos" que encontramos hoy en día en los libros de texto, parece más estable que la macrocenomía lo que se debe al hecho que abstrae por completo de la realidad y trabaja con ejemplos ficticios que no tienen nada que ver con la realidad. Para estos ejemplos ficticios en los cuales solo aparecen los parámetros que estan en los modelos se recibe resultados concretos.

La gente en general nisiquiera se da cuenta que están analizando puros estados estáticos. Revelador es el hecho que nadie se da cuenta que la caja de Edgeworth se basa en un MERCADO DE CAMBIO, o sea un mercado en el cual la cantidad es fija. Queda por lo tanto completamente ignorado la PRODUCCIÓN, o sea la parte dinámica de una economía. La caja de Edgeworth no sirve para nada, porque tenemos curvas de contratos en la edad media, en Burma, en Alemania y en el marte. Todos las conclusiones que se puede sacar de la caja de Edgeworth son leyes universales, generalmente y eternamente válidas, tan validas como la ley que dice que cuando hace oscuro se ve mal. Estas leyes no nos interesan. Lo que nos interesa son los procesos ocurridos entre la edad media y hoy en día. Tenemos óptiomos paretianos tanto en la edad media como hoy en día, pero esto nos interesa tanto que la ley que dice no hay spagheti bolognese sin spaghetis.

A parte de esto nadie se da cuenta que la cláusula ceteris paribus es completamente superflúa en un análises estático. Si solamente analizamos un estado no necesitamos ninguna ceteris paribus, porque si no hay proceso, todo queda como está. Si se abstrae de los procesos, no se puede analizar economía de mercado, porque estos son sobre todo proceso y no estado.

El mismo problema surge con la transparencia. Todo el análises de la microecnomía se basa en el mercado perfecto: homogenidad de los productos, ningunas preferencias personales / locales / temporales y perfecta información, o sea total transparencia. Esto es de una parte contradictorio de otra parte se elimina el problema que una economía de mercado libre resuelve de la manera más eficaz y si el problema que resuelve no existe, tampoco hace falta un sistema que resuelve este problema, esto es obvio.

Contradictorio es porque si hay transparencia total y todos tienen las mismas informaciones, entonces no pueden existir diferencias en las curvas de la oferta, porque si todos los empresarios, si se supone además, como lo hace la economía neoclásica, que el rendimiento marginal es el mismo en todos los usos, están igual de informados, todos están igual de productivos. La única diferencia que puede haber es el transporte, algunas empresas están más lejos del consumidor que otros, pero esta posibilidad esta eliminada por la suposición de que no hay preferencias locales. En resumidas cuentas: Con las suposiciones que se hace en la economía neoclásica en su versión simplista que encontramos en los libros de texto, no pueden haber rentas.

Para obtener algo coherente se debería decir que se analiza un estado o sea un momento muy breve en el cual nada cambia. Ha habido por ejemplo un avance tecnológico, pero los competitores no ha podido todavía implementarlo. En este caso, por un cierto momento, pueden haber curvas de oferta distintas. En un momento determinado no hay cambios, esto es obvio y correcto. No se dice entonces que nunca puede haberlos abstraendo de esta forma del problema principal de economías, se dice solamente que en un momento dado no puede haberlos. Pero la cláusula ceteris paribus junto con la transparencia es un monstruo. Primero se dice que no hay cambios, pero si los hay, todos se adaptaran sin retraso ninguno a las nuevas condiciones, porque todos están igual de informados.

Es por lo tanto obvio que la microeconomía analiza algo, un universo paralelo, pero no economias de mercado libre y es igualmente obvio que la gente que enseña microeconomía, no tiene ni idea de los problemas reales. El problema real del autor de estas líneas como empresario, muy concreto, es que no sabe nisiquiera lo que sucede en los proximos tres meses. La cláusula ceteris paribus no le sirve para nada, porque este mundo siguira dando vueltas y de transparencia ni hablar.

Se puede leer por ahí y por allá que la economía neoclásica es el 'mainstream', que los políticos hacen una política 'neoclásica' (¿capitalista?, ¿neoliberal?) o algo por el estilo. De hecho nada de esto pasa, porque nadie podría decir lo que es la economía neoclásica. Las definiciones que podemos leer allí y allá se basan en el mejor de las casos en una colección eccléctica de algunos conceptos de algunos autores que con o sin razón se atribuye a la economía neoclásica. En la mayoría de los casos, sobre todo en el debate público, economía neoclásica es un sinónimo para neoliberalismo. Se entiende entonces por economía neoclásica un concepto que cree que el mercado abandonado a si solo resuelve todos los problemas y los problemas que el mercado no resuelve, como por ejemplo la distribución desigual, tampoco hay que resolverlos, vea Milton Friedman.

Si se parte de la idea que la economía neoclásica es el conjunto de los conceptos ideados por los autores que hoy en día se atribuye a la economía neoclásica, Alfred Marshall, Vilfredo Pareto, Léon Walras, Carl Menger etc., entonces la economía neoclásica simplemente no existe, porque los conceptos son tan distintos, que no se llega a ningun sistema coherente mezclándolos.

La economía neoclásica, sea esto lo que sea, que encontramos en los libros de textos estudio casí únicamente equlibrios y 'comprueba' de varias distintas maneras que estos equilibrios son ideales y cualquier intervención estatal, subvenciones, impuestos, aranceles, precios mínimos, precios máximos etc.etc. impiden que una economía llegue a este estado optimal. Se puede efectivamente reflexionar sobre estas cosas, vea medición cardinal de la utilidad, pero como máximo dos o tres horas. No un semestre entero. Después de dos horas lo que había que decir está dicho y se acabó, sobre todo porque en la práctica o en el debate público este tipo de reflexiones no tiene ninguna importancia, porque en la práctica los problemas son un poco más complejos dado que no se puede abstraer de todo lo que no se puede modelizar matemáticamente. Vamos a rediscutir sobre le tema cuando hablamos de Alfred Marshall.

El problema general de la economía neoclásica, sea esto lo que sea, es que NO describe una economía de mercado, porque en la economía neoclásica falta por completo el protagonista principal de una economía de mercado, el empresario. Las "leyes" estables, universales y eternamente válidas lo son solamente porque son triviales. Es una característica de trivialidades que siempre son válidas, es por eso que se los llama trivialidades. El reconocimiento de Vilfredo Pareto que dos personas solo cambian cosas si por lo menos uno saca una ventaja de este cambio es una trivialidad. No negamos que parte de la realidad son controladas por trivialidades, pero trivialidades nos explican procesos y no hay procesos, sin empresarios que empujan. Trivialidades son algo que ocurre automáticamente, pero el avance tecnológico, la difusión del saber, mejoras en la organisación, el establecimiento de un orden que obliga al homo oeconomicus a hacer algo útil no son cosas que no ocurren automáticamente. Para cosas tan triviales que ocurren automáticamente no necesitamos empresarios, esto es obvio.

Si el mundo fuese únicamente controlado por trivialidades, cambiaríamos hoy en día efectivamente solamente las cosas que se cambia en los ejemplos ficticios que ilustran la teoría paretiana, o sea manzanas contra zanahorias o patatas contra cerezas y cosas de este tipo, por ejemplo manzanas contra naranjas, como el chico en este video el Equilibrio General y la Eficiencia del mercado.

Este tipo de análises es una pérdida de tiempo. Lo que hay que estudiar son PROCESOS. Hay que estudiar por ejemplo porque en algunas países no se implementa tecnologías existentes, que solamente se deberia copiar y averiguar si no con otro tipo de financiación se puede promocionar el avance tecnológico. Se debería estudiar los fallos que hay en el sistema educativo de algunos países y como resolverlos. Para dar un par de ejemplos. De esta forma no recibimos "leyes" universales, sino soluciones concretas en una situación determinada.

Este es a lo mejor el error más garrafal de la economía neoclásica y algo que le distingue claramente del neoliberalismo, con el cual de vez en cuando se lo confunde, a pesar de ser más o menos el contrario.

La economía neoclásica pone un enfasis en las leyes universales, o sea leye que hacen mover la economía con la misma precisión que la gravitación hace girar la tierra alrededor del sol y un sistema de este tipo no necesita empresarios, de hecho nisiquiera hombres. En el universo y en la economía neoclásica a un empresario le quedan pocas cosas que hacer, porque todo está determinado hasta el día del juicio final.

Si se quiere se puede ver este punto de vista ya en el hecho de que la economía neoclásica establece una relación directa entre precio y cantidad, elimina por lo tanto el individuo. Lo que realmente pasa es completamenten otra cosa. Una persona ve que un precio a bajado, lo que le gusta y a base de esto hecho va a tomar una decisión que es rara vez lo que supone la curva de la demanda. Si alguien se va al centro para comprar un pantalón y por una acasualidad este día este tipo de pantalón esta de rebaja comprarse dos pantalones en vez de una es una opción entre muchas y nisiquiera la más probable. Puede hacer cualquier cosa con el dinero ahorrado.

A pesar de que es un ejemplo muy trivial, podemos ver una tendencia. La economía neoclásica hace tres cosas. Simplifica drásticamente la realidad, elimina el hombre y convierte procesos económicos en automatismos y abstrae de circunstancias individuales. Cada uno de estos errores es fatal.

El neoliberalismo pone un gran énfasis en el individuo y el procesamiento de informaciones de entes individuales y los incentivos que estos tienen para perseguir sus intereses personales. No pronostica un resultado determinado, pero pronostica que el procesamiento de informaciones por entes individuales y la posibilidad de perseguir sus intereses personales es la manera más eficaz de organizar procesos económicos. Por la misma razón esta en contra de intervenciones estatales. A partir del momento que el estado interviene, hay una ente central que se cree más listo que el conjunto de los individuo. La idea del neoliberalismo, al igual que de la escuela austriaca es simple. El mercado resuelve todo de la mejor manera y lo que el estado no resuelve, no hay que resolverlo.

A los hisponahablantes, la mayoría sudamericanos, no hay que explicar que este concepto, el neoliberalismo, fracasó en la realidad y en gran parte de las sociedades sudamericanos entiende por neoliberalismo simplemente la vigencia de la ley del más fuerte. Lo que empeoró todavía la imágen del neoliberalismo son las intervenciones de los Estados Unidos en Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Chile etc.. En este caso Alemania tenía suerte. Como esta el atlántico en medio, tenía pocas posibilidades de participar en este tipo de crimenes y los cometió en otras regiones.

Dicho esto, hay un grano de verdad incluso en el neoliberalismo, lo que no se puede decir de la economía neocláscia tal como la encontramos hoy en día en los libros de texto. El que quiere informarse sobre las ideas de Milton Friedman puede hacerlo mirando este video, es bastante entretenido y ya el título de esta serie de video, free to choose, libre de elegir, revela a que apunta: The power of the market. El error de esta ideología es obvia. Sin un estado que garantiza la igualdad de oportunidades no hay oportunidades si la riqueza está ya distribuida de manera muy desigual y obviamente los datos estadísticos contradicen a la visión de Friedman. Encima supone que el el desarollo va a traves del trabajo duro. Probablemente el desarollo depende más de una mejor difusión de tecnología y un inovaciones financiarias. Si algunos países tienen la técnica, pero no pueden venderla porque los que la necesitan no pueden comprarla entonces hay un problema de financiación.

La tercera nocíon presente en el debate público es capitalismo. El aspecto curioso de esta noción es que el mismo Milton Friedman la utiliza, su libro más famoso se llama 'Capitalism and Freedom'. La palabra capitalismo de hecho ya era reservado y en el debate público, se la utiliza en su sentido original. Capitalismo, palabra que deriva del libro de Karl Marx 'El Capital' normalmente se refiere a un concepto en el cual el capital es el motor de la historia. Este concepto tiene de hecho los mismos fallos que la economía neoclásica. Hay una ley, la acumulación del capital, y esta ley mueve la historia como la gravitación los planetas. Al igual que en la teoría neoclásica no hay hombres y no hacen falta, porque el capital se acumula por si solo. No hay artefactos humanos, como por ejemplo la democracia, que tiende a nivelar una distribución de los ingresos / fortunas muy inegual y todo el capital está en las plantas, pero no en los cerebros. Milton Friedman utiliza la palabra porque supone que sin propiedad privada no hay libertad, vea Milton Friedman.

Dado que el derecho a la propiedad es uno de los fundamentos también del Liberalismo, vea John Stuart Mill, no había de necesidad alguna de dar a la noción capitalismo un sentido completameinte contrario al que tenía. Ahora tenemos en el debate público una noción que se utiliza para describir dos conceptos completamente opuestos. Alguna gente asocia con capitalismo propiedad privada, economía de libre mercado, pocas on ningunas intervenciones estatales etc.. Los otros entienden por capitalismo una economía en la cual domina el capital a cargo del trabajo, una estrecha relación entre economía y política, intervención en estados ajenos para defender sus intereses, , también militarmente, distribución muy desigual de la fortuna y de los ingreos etc.. Asocian con esta nación también imperialismo y fascismo.

De estas nociones y conceptos vagos y mal definidos se llega fácilmente a discusiones fundamentales que son un poco chapado a la antigua. Entendemos que Milton Friedman quería vender sus libros y 'calentar' un poco la discusión, esto propulsa la venta. Pero a largo plazo sirven más textos aburridos y poco espectaculares como él que el lector esta leyendo de momento.

Aparte de esto sobre la importancia del 'capital' se puede discutir. En la teoría keynesiana, y de hecho también en la economía clásica, si Adam Smith y David Humes hubiesen comprendido el alcance de sus ideas, vea balanza de pagos, 'capital' es simplemente dinero y dinero se imprime. Para una discusión introductoria vea Joseph Schumpeter.

De cualquier forma es sensato de distinguier entre estas tres nociones, economía neoclásica, neoliberalismo y capitalismo, porque si se toma las tres nociones por la misma cosa sobran dos y las discusiones se hacen un poco confusas.

Como se puede leer por todas partes que Keynes rechazó la economía neoclásica, sea esto lo que sea, un para de anotaciones en cuanto a esto se refiere. Keynes no rechazó en absoluto la idea de que la alocación es optimal en una economía de mercado. Y efectivamente, por lo menos a largo plazo, no precisamente como David Ricardo se lo imagina, tenemos una alocación optimal si el rendimiento marginal de los factores productivos es el mismo en todos los sectores. Es obvio. Si una persona puede ganar más haciendo otro trabajo a largo plazo, eventualmente no él mismo sino sus hijos, va a cambiar de trabajo. Este tiene el efecto de que en el sector abandonado el rendimiento marginal sube y en el otro baja hasta que es igual en ambos sectores. Lo mismo vale para los hogares. Si alguien tiene la posibilidad de mejorar su bienestar comprando otra cosa. Pero si esto concepto ya está incluído en la noción del precio natural / precio de mercado de Adam Smith o si ha habido una 'revolución marginal', lo que de hecho no era el caso porque la idea de base la entiende cualquier idiota, no le interesaba mucho.

Sin embargo rechazo los conceptos de la economía clásica y neoclásica, ahí no se distinguen, del ahorro, tipo de interés y dinero. Siendo esto así tampoco distinguía, muy al contrario de lo que se puede leer por ahí y por allá, entre economía clásica y neoclásica.

Recapitulemos: La curva de la oferta es la agregación de las curvas de los costes marginales de la empresas individuales. Cada empresario en un polipolio, un número infinito de empresas, o sea el contrario de un monopolio o oligopolio, ofrecerá su producto hasta que los costes del último producto igualen al precio que puede obtener vendiendo este product.

Si un pastelero puede por ejemplo producir tortas de mazapán para 9,10,11,12 dólares y el precio de mercado son 10,50 para esta torta producirá 2 tortas. La torta que le cuesta 11 dólares no la va producir, porque sus ganancia disminuirían (1,50 + 0,50 - 0,50).

Desde un punto de vista práctico la cosa es obviamente un poco más complicado. Se debería saber como calcula el pastelero su propio tiempo de trabajo y si en los costes marginales está incluído un sueldo ficticio para su trabajo o no. Aparte de esto un sueldo marginal en la realidad no existe. La gente trabaja una determinada cantidad de horas y tampoco, al menos en economías avanzadas, se las puede despedir de un día a otro.

Aparte de esto la lógica solamente vale para productos que se produce eternamente o por lo menos en una cantidad bastante grande. A partir del momento que se produce un solo ejemplar o una cantidad limitidad la lógico con los costes marginales no funciona. Se debería entonces argumentar con el margen de cobertura. Este concepto sería más sensato, dicho sea de paso. Es más general y común en el cálculo comercial.

Si tenemos muchos pastelero podemos agregar todas las tortas con sus precios respectivos determinando de esta forma el precio de equilibrio. Si existe por ejemplo una demanda para 10 000 tortas a un precio de 10 dólares todos los pasteleros capaces de producir una torta para 10 dólares o menos la van producir y vender. Si por ejemplo el pastelero A puede producir 4 tortas para 9 / 9 / 9,50 / 11 gana 2,50 dólares y el panadero B que produce 4 tortas para 8 / 8,50 / 9 / 11 gana 4,50 dólares. La torta para 11 dólares no se ofrirá.

Se define un equilibrio de mercado como una situación en la cual todos que querían y podían producir para un determinado precio lo hicieron y todo los que querían comprar para un determinado precio lo hicieron. Los compradores que solo querían gastar 7 dólares se compran ahora una torta congelada en un supermercado para 2,50 dólares y los panadero, que solo pueden comprar una torta para 11 dólares no la produjeron.

El problema es que mientras los economistas se pasan el tiempo a presentar con una modelización matemática un fenómeno de hecho trivial los ingenieros instalan una planta para la producción de tortas lo que permite a producir un millón de tortas para 2 dólares. No en la teoría, sino en la práctica, porque de hecho las otras hoy en día no cuestan mucho más que un pan sencillo. Esto obviamente no va irritar ningún buen economista, pero a los inginieros no les va a interesar mucho el equilibrio del economista y su cláusula ceteris paribus, porque no tiene ninguna intención de no cambiar nada solo para que los análisis del economista tengan sentido.


Los modelos de la economía neoclásica no hacen lo que un modelo debe hacer. Un modelo debe reducir la realidad a los aspectos relevantes para el análises de un determinado modelo. Cualquiera entiende que un plano de la ciudad no muestra los colores de las casas, el pavimento de las calles, ni el tiempo que hace. Pero simplifica la realidad de manera que podemos llegar fácilmente desde el punto A al punto B. Es un modelo que contiene todas las informaciones relevantes para un determinado fin. Si queremos analizar otra cosa, por ejemplo cuán rica es la gente en un determinado barrio, necesitamos otro plan.

Los modelos de la economía neoclásica son de otro tipo. Primero no muestran las cosas relevantes y encima nos cuesta más entender la lógica del modelo que entender lo que el modelo quiere explicar. El modelo en este caso no explica la realidad, sino la ofusca.

Si tenemos un plan de la ciudad, aprendemos algo sobre la realidad, que desconocemos. El plan nos ayuda a comprender la realidad. Para comprender los modelos de la economía neoclásica tenemos que tener ya una idea de la realidad y interpretarlos y hacer un esfuerzo para abstraer de todas las cosas que no están presentes en el modelo.

Si hacemos ejercicios de este tipo por mucho tiempo, corremos el riesgo de ver el mudo a traves de modelos simplificados. Es por esto que el mismo Alfred Marshall dice que una persona con un poco de sentido común sabe más sobre economía que muchos economistas.

La economía neoclásica, en su versión simplista tal como la encotramos en los libros de textos y como es presentada en clases magistrales que no tienen ningua experiencia profesional no tiene en el fondo nada, pero absolutamente nada que ver con la realidad y tampoco nos ayuda a comprenderla. La suposición del mercado perfecto en general y la suposición de la transparencia supone que no hay rentas de ningún tipo, si todos están igual de informados no hay rentas de ningún tipo. Supone igualmente que ninguna empresa va en quiebra, porque ningún empresario va en quiebra si sabe todo. No se produce tampoco cosas que corresponden a la demanda, porque ésta se conoce en detalle.

El marxismo dice que no es de gran importancia de conocer la demanda, por lo menos no se ocupa de ninguna manera de averiguarla. La economía neoclásica dice que no es ningún problema conocerla. Ambas suposiciones significan lo mismo. En ambas situaciones la demanda no es ningún problema. En la realidad, para el empresario concreto, es un problema tremendo. Si se supiese todo, una economía de mercado libre es perfectamente superflúa. La economía de mercado libre no es más eficaz, porque conoce los RESULTADOS de los procesos económicos, éstos no los conoce nadie. Es más eficaz, porque los PROCESOS son más eficaces.

El que supone transparencia no hace un modelo del funcionamiento de una economía de mercado. Ignora por completo la realidad.

La canonización de algunos conceptos elegidos arbitrariamente tenía otro efecto fatal. Se toma estos conceptos como algo tan normal, que nadie los cuestiona y se hace miles y miles de videos sobre estos contenidos sin reflexión alguna sobre la relevancia.

Tanto Alfred Marshall como Léon Walras como Vilfredo Pareto como Carl Menger tienen un cápitulo introductorio en el cual reflejan sobre los métodos. No se puede decir que sus reflexiones son muy senstatas, pero no los tomaron todavía como algo incuestionable, porque había gente que los cuestionaba.

Reflexiones de este tipo no encontramos hoy en día en los libros de texto. De vez en cuando econtramos algo sobre ciencias idiográficas, que tratan de comprender un fenómeno en su individualidad, y ciencias nomotéticas, que buscan leyes generales postulando que la economía apartiene a estas últimas y chorradas de este tipo. La verdad es que la economía neoclásica solo puede considerarse como una ciencia nomotética si supone que una ciencia es tanto más científico cuanto más trivialidades canoniza. Las trivialidades siempre tienen caracter de leyes, porque son universalmente válidos.

El real problema comienza, cuando se trata de analizar problemas concretos en una situación determinada por circunstancias individuales.

La enseñanza académica sería más eficaz, menos tiempo y discusiones más realistas, si se utilizara los textos originales, o sea directamente 'Principles of economics' de Alfred Marshall envez de una colección ecléctica y arbitraria de los conceptos de Alfred Marshall. El original es más diferenciado que las copias.

No existe de hecho, si miramos la cosa más der cerca, ni una economía clásica ni una economía neoclásica. Pero en cuanto a la teoría keynesiana, mejor dicho en cuanto se refiere a los conceptos que Keynes refuta, se puede nombrar las siguientes suposiciones características tanto para la economía clásica como para la economía neoclásica y Keynes no distingue entre economía clásica y neoclásica porque en cuanto a estos conceptos se refiere no hay diferencia.

  • Mercados tienden al equilibrio y en este equilibrio el rendimiento marginal / la utilidad marginal es la misma en todos los usos y por lo tanto optimal.
  • El capital investivo puede derivar únicamente del ahorro previo. (Aunque si leyemos los originales la situación no está tan clara.)
  • No puede haber paro, porque siempre hay un salario que despeja el mercado, aunque este puede ser tan bajo, explícitamente en la obra de David Ricardo, que la gente muere de hambre, por lo cual no hay paro, porque los muertos, esto es obvio, no están en paro. Se puede por lo tanto decir que en cuanto a esta suposición se refiere se trata de una trivialidad.


No leyendo los originales se puede llegar también a concluciones en cuanto al contenido de estos autores completamente erróneas, lo que a lo mejor es un problema un poco más grande que un mero problema académico, sobre todo si el original es un poco contradictorio. Efectivamente Adam Smith dice que el valor de una cosa se desprende de la cantidad de trabajo incorporado en este producto. De ahí hay una línea directa a David Ricardo y a Karl Marx. Pero Adam Smith igualmente dice que el precio de mercado puede variar del precio natural y el precio natural es aquel precio que cubre todos los costes cuando se usa los factores productivos de la mejor forma, o sea cuando el rendimiento marginal es el mismo en todos los usos.

Bajo estas condiciones el precio de mercado solo puede ser más elevado que el precio natural si la demanda aumenta. Si todos los factores productivos están utilizados de la mejor manera posible en una situación de competencia y el precio sube, se debe esto a una aumento de la demanda. En este caso el valor de una caso no se desprende de los costes, sino del valor subjetivo que la gente atribuye a una cosa determinada.

No se puede por lo tanto decir, que por Adam Smith el precio de una cosa es determinado por los costes, en su caso el trabajo, sino por los costes y la demanda, o sea las preferencias de la gente.

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Anotaciones:

ES        DE

La revolución marginal es marginal.

Si se deja al lado Alfred Marshall con cuyos instrumentos se pueden analizar algunos fenómenos de manera más precisa, el avance de conocimiento de la economía neoclásica es marginal.

Las afirmaciones centrales de la economía clásica en cuanto se refiere al ahorro, el interés y la importancia del dinero son heredadas a la economía neoclásica y por lo tanto también los errores.

Esto es la razón por lo cual Keynes no distingue entre economía clásica y economía neoclásica.

Sería por lo tanto útil de relativizar las afirmaciones de la economía neoclásica incluyendo Schumpeter en los planes de estudio.

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