Aviso legal

1.1.20 Interés

El tipo de interés es el parámetro en la economía neoclásica que iguala el ahorro y la inversión, o mejor dicho, es uno de dos parámetros que garantiza que la demanda siempre absorbe la oferta. El otro es la ley de Jean Baptiste Say. Ambos son, dentro de esta teoría y de todos las tendencias que se basan en esta teoría de primordial importancia. La renta nacional es sea consumido, sea ahorrado y después invertido. Si el ahorro pudiese ser más grande que la inversión, habría un subempleo. Dicho de otra manera. Si se ocurre a alguna gente de meter dinero bajo la almohada hay una deficiencia de demanda; una situación que no puede ocurrir nunca en la teoría clásica y neoclásica por dos razones distintas.

La primera es que el ahorro iguala la inversión. Si el tipo de interés es demasiado alto, la gente ahorra demasiado, lo que significa que a este tipo de interés no hay inversiones en una cantidad suficiente para absorber todo el ahorro. En este caso el tipo de interés va a bajar lo que tiene el efecto que se ahorra menos y se invierte más. Si la cantidad de inversiones depasa la cantidad del ahorro es al revés. El tipo de interés sube, lo que aumenta el ahorro, y reduce las inversiones. En el caso extremo. Si el tipo de interés es cero, nadie ahorra nada. Es sorprendente como en una teoría tan simple puede haber tantos errores. El primer error es que no hace falta ahorro alguno para invertir. Esto ni siquiera es cierto si se precisa la noción "ahorro". La noción ahorro tiene un cierto sentido si se la define como no consumir, lo que es otra cosa que simplemente no gastar dinero. La gente ahorra, en el sentido de no gastar dinero, también para otras razones: Para prevenir a calamidades eventuales, para dejar una herencia, para consumir en el futuro. Si alguien ahorra para prevenir determinadas calamidades, el interés no juega ningún papel. Un "ahorro" de este tipo es por ejemplo cualquier cuota a un seguro. Si alguien sabe, que en el futuro necesitará un determinado bien de consumo, por ejemplo un coche, el tipo de interés tampoco tiene mucha importancia. Es incluso posible que ahorra más cuando el tipo de interés es más bajo. La lógica simplista que encontramos en cualquier libro de texto de economía, cuanto más alto el tipo de interés, más la gente ahorra, supone que el único motivo de ahorrar es trasladar el consumo hacia el futuro y que hace falta un incentivo para que la gente prefiera el consumo en el futuro. La lógica es dudosa incluso si dejamos de lado por el momento que el tipo de interés lo fijan los bancos centrales.

La noción ahorro tiene un cierto sentido si entendemos por ahorro producir bienes de capital en vez de bienes de consumo. En una situación de empleo pleno, una situación bastante hipotética, se puede producir sea más bienes de consumo, sea más bienes de capital, pero no ambos a la vez. Una persona que trabaja 16 horas al día tiene que decidir qué trabajo es el más importante. Una persona que está en paro puede hacer todos los trabajos que quiere. Si la gente en una situación de empleo pleno ahorra, esto puede ser útil. Significaría que consumen menos, se produce por lo tanto menos bienes de consumo y por lo tanto parte del potencial productivo puede dedicarse a producir bienes de capital que permitirán en el futuro de producir más bienes de consumo. En una situación de subempleo la situación es distinta. Si todo el mundo ahorra por ejemplo porque espera que en el futuro estarán en paro y necesitarán este dinero, van en un esfuerzo común crear la situación que querían evitar. La falta de demanda va a producir el desempleo.

Si el interés no puede igualar el ahorro y la inversión, los argumentos aquí alegados no son, dicho sea de paso, ni siquiera los más fuertes, hablaremos de los problemas reales de esta lógica, que el interés iguala el ahorro y la inversión al hablar de Keynes, entonces puede producirse una subdemanda, o sea una situación en la que la demanda no basta para absorber la oferta por lo cual las empresas despiden parte de su personal.

La argumentación de Jean Baptiste Say es un poco más inteligente y no se basa en el tipo de interés. Say supone, referimos la versión simplista que encontramos en los libros de texto de economía, en el detalle es más complicado, vea la ley de Say, y esto es plausible, que nadie va a producir algo, o sea trabajar, si no tiene la intención de comprarse algo para el mismo valor y si todos solo producen para comprarse algo, no puede haber una subdemanda. No puede haber subdemanda si todos producen solo lo que consumen. El problema es que Say supone que cualquier ganancia sea previsible y que depende únicamente de las preferencias personales. Puede trabajar un poco más para poderse comprar más o trabajar un poco menos, para comprarse menos, pero muy a menudo, sobre todo en cuanto a las ganancias del capital se refiere, estas ganancias son más o menos casuales y no tienen nada que ver con lo que uno quiere gastar después, sea en bienes de consumo, sea en bienes de capital. Con esta lógica es también difícilmente posible explicar porque el capital líquido, dinero, efectos, oro etc., o sea capital que no es ni invertido ni consumido, aumenta cada año. Este tipo de "inversiones", o sea inversiones en efectos de todo tipo, acciones, empréstitos estatales, valores de renta fija etc., solo difícilmente se puede considerar como "inversiones", o sea como algo que crea una demanda real.

Aparte del keynesianismo, todas las tendencias económicas, hasta hoy en día, suponen que el tipo de interés es una gratificación para trasladar el consumo hacia el futuro. Supone por lo tanto que debe haber gente que "ahorra", o sea que no consuman una parte de lo que han ganado y lo ponen a la disposición de gente que quiere invertir. La lógica detrás, raramente mencionada, pero es la única idea que pudiese dar sentido a este concepto, es que la economía no tiene recursos libres y parte de los recursos se debe utilizar para bienes de capital. En la versión un poco más sofisticada de esta argumentación se admite que una situación de empleo pleno, o sea una situación en la cual hay que decidirse por el uno o por el otro, por producir bienes de consumo o bienes de capital, es muy rara, pero lo que si existe, de esto también habla Keynes, son golletes, o sea que con un desarrollo económico que depasa las posibilidades de una economía se producirá una subida de precios en algunos sectores de la economía. Puede darse por ejemplo que en una zona de fuerte desarrollo económico sube el alquiler, porque no se logra a construir tantas inmuebles como fuesen necesarios para la afluencia de trabajadores y tampoco se puede construirlas porque el sector de construcción no es capaz de satisfacer la demanda. El autor ha leído este argumento muy a menudo, pero no se le ocurre ningún ejemplo real para este fenómeno y en una economía global es también difícil imaginarse que es un fenómeno realmente importante. Si este trade off no existe, es difícil de ver una buena razón para el ahorro. Una posible razón podría ser el hecho una persona que dispone de fondos propios, puede realizar inversiones más riesgosas. Inversiones riesgosas en general no son financiadas por créditos sino por venture capital.

Otro argumento en favor de la financiación de inversiones por el "ahorro" privado en vez de una financiación a través de préstamos que el banco central otorga a bancos privados es el influjo que tiene el último método sobre la cantidad de dinero. En el primer caso no hay obviamente ningún aumento (lo que significa, dicho sea de paso, que los precios tienen que bajar), en el segundo caso hay un aumento de dinero. Quiere decir que si el crédito no es saldado en el último caso la cantidad de dinero aumentó definitivamente y la única forma de reducir la cantidad de dinero a su nivel inicial es una política monetaria restrictiva.

Aparte de esto hay efectos sobre la distribución de la renta nacional. Si todas las inversiones fuesen financiadas en última instancia por el banco central entonces la ganancia generada por el capital también iría a los bancos. Aparte de esto serían entonces los bancos que deciden sobre las inversiones. Casi el mismo efecto se tiene si el sistema bancario produce dinero. (El funcionamiento es relativamente simple: Alguien gana al mes 3000 dólares. Simplificando, dejamos al lado cosas como el alquiler, seguros etc., se puede decir que al principio del mes tiene 3000 dólares en su cuenta bancaria y a finales de mes, si gasta cada día 100 dólares, 0 dólares. Esto significa que en promedio tiene 1500 dólares en su cuenta bancaria. El banco sabe por lo tanto que estos 1500 dólares lo puede prestar a otra gente. Si esto hacen millones de personas, hay obviamente un gran potencial para generar dinero, previsto que no se ocurre a todo el mundo de retirar su dinero.)

Si uno busca realmente un argumento para el "ahorro", sería a este. Pero en este caso "ahorro" debe comprenderse realmente como dinero que alguien posee para invertirlo en su propia empresa.

Dicho esto, también hay que ver que la definición clásica / neoclásica no es muy precisa. El "ahorro" no es la parte de la ganancia no consumida, o más bien dicho esta puede ser como máximo una mínima parte. El "ahorro" en la economía real consiste sobre todo de deducciones no todavía re-invertidos. (Si la inversión era de 1 000 000 dólares y la ganancia 100 000 al año no se paga impuestos si la amortización son diez años. Esto significa que en diez años se recobra el 1 000 000 dólares y se puede sustituir la máquina.)

Lo que uno podría preguntarse es esto: ¿Qué función tiene el tipo de interés? Si suponemos que la mayor parte del ahorro sirve únicamente para sustituir máquinas amortizadas no tiene ninguna influencia sobre el ahorro. Tampoco tiene influencia alguna si el motivo del ahorro es prevenir a una calamidad. Podría como máximo tener una influencia cuando una empresa quiere expandir y necesita por lo tanto más capital de lo que la deducción le pone a su disposición. No cabe duda que una empresa es más independiente si financia este tipo de inversión con sus propios medios, pero entonces no necesita los bancos. De otra parte no está muy claro quién depende de quién, el banco que da el crédito o la empresa que se lo presta.

La pregunta fundamental es ésta: ¿Qué precio debe tener una cosa que no es escaso en absoluto? Al igual que el oro que venía en el siglo dieciséis en abundancia de Sudamérica, dinero es de hecho papel imprimido y existe en abundancia. La única diferencia que hay es que la escasez del oro se debe a una razón natural, es de suponer que no se encuentra mucho más minas, mientras que el dinero es escaso porque los bancos centrales lo hacen escaso. Por lo tanto debe existir una razón que explique esta escasez artificial y por lo tanto el precio, o sea el tipo de interés, por el cual se puede comprar este bien.

Suponemos por un momento, a pesar de que es una chorrada, que el concepto del dinero del mundo clásico / neo-clásico sea cierto. Suponemos por lo tanto que la famosa ecuación de la teoría cuantitativa del dinero

Q * P = M * U

Con Q nivel de producción, P nivel del precio, M cantidad de dinero y U velocidad de la circulación de dinero sea cierto. Quiere decir esta ecuación que si una tonelada de harina (que es todo lo que nuestra economía produce, para simplificar un poco la cosa) es definida como base en un momento determinado, digamos con 1000 dólares y se multiplica esto con un valor que expresa la inflación, digamos 1,3 si había una inflación de 30 por ciento, entonces la cantidad de dinero también tiene que haber aumentado por 30 por ciento o / y cada dólar cambia de mano más vueltas. Quiere decir esta ecuación en resumidas cuentas que la cantidad dinero no cambia nada en cuanto se refiere a la producción real. (Olvidemos por el momento que el muy listo David Humes ya realizó que igualmente puede aumentar Q envés del precio, vea balanza comercial.) Aceptamos por lo tanto por el momento que el dinero es un mero velo y no tiene importancia alguna. (Lo que obviamente no creemos. El mercado de dinero es un mercado aparte que domina el mercado de bienes, como vamos a ver más tarde al hablar de Keynes).

Si M es fijo, o sea todas las inversiones son financiadas con ahorros, Q solo puede aumentar si los precios bajan o U aumenta. Es de suponer que ningún autor clásico, ni Adam Smith, ni David Ricardo, ni Jean Baptiste Say han visto una fenómeno así en toda su vida. Pero si la cantidad de dinero tiene que aumentar para que la producción pueda aumentar, surge la pregunta de donde viene este dinero si todas las inversiones, tal como lo sugiere la teoría clásica / neoclásica, viene de dinero ahorrado antes, o sea no hay ninguna producción de nuevo dinero. Vemos por lo tanto que la teoría neoclásica en cuanto al dinero se refiere es errónea. (Y es otro ejemplo para una modelización matemática que estrecha la perspectiva y despista. En realidad, solo parte de M es realmente utilizado para hacer circular las mercancías, la otra parte sirve para fines especulativos y no tiene nada, aparte de que influye el tipo de interés, nada que ver con el mundo real. Vamos a hablar de esto más tarde al hablar de Keynes.)

Pero suponemos que la teoría clásica / neoclásica sobre el dinero sea cierta y el tipo de interés determina cuanto dinero será ahorrado y por lo tanto invertido. Y suponemos que por un proceso de magia se establece en la economía un determinado tipo de interés, digamos de 5 por ciento. Entonces todas la inversiones que rinden más que 5 por ciento podrían realizarse. Esto tendría, si dejamos de lado todos los problemas mencionados antes, una cierta lógica. La inversiones que solo rinden 4 por ciento no se realizan porque los ahorradores quieren comer 1 chocolate en el hic et nunc en vez de 1,04 chocolate el año que viene. Esto significa que el tipo de interés tiene sentido solo bajo suposiciones muy estrictas. Si se quiere encontrar un sentido en la lógica clásica / neoclásica se tiene que partir de este principio. Tiene que haber un incentivo para ahorrar, porque dinero es un mero velo y solo con dinero "ahorrado" se puede invertir y este incentivo es el tipo de interés.

Si abandonamos la tesis que el dinero es un mero velo y si aceptamos la realidad la cosa se complica. En la realidad un billete de 100 dólares ahorrado al sudor de la frente no se distingue en absoluto de un billete imprimido por el banco central estadounidense. En este caso el tipo de interés tiene una función completamente distinta. En este caso se quiere controlar con el tipo de interés la cantidad de dinero. Si el tipo de interés del descuento o el tipo de interés de pignoración es alto, menos dinero será creado. Cuanto más alto es el tipo de interés exigido por el banco central para préstamos a los bancos privados, más altos serán los tipos de intereses que tienen que pagar los prestatarios, y tanto menos créditos se otorgará y tanto menos dinero será otorgado.

La pregunta relevante no es por lo tanto, como lo supusieron los autores clásicos y neo-clásicos, si consideramos el mundo real y concreto, cómo el tipo de interés iguala el ahorro y la inversión, sino como el tipo de interés regula la cantidad de dinero y si es sensato de regularla de esta forma. Se mezclan en los libros de textos de economía dos preguntas que no tienen nada que ver la una con la otra.

En el primer escenario hay que tener un incentivo para ahorrar. En el segundo escenario, cuando el dinero puede ser producido, no hace falta ningún incentivo para ahorrar. (Si dejamos la lado los argumentos mencionados antes, seguridad y independencia.) Es inútil ahorrar algo que existe en abundancia. La función que la economía clásica alega al tipo de interés es un sin sentido en un mundo que puede producir cualquier cantidad de dinero. La pregunta sensata es simplemente cuanto dinero hay que producir.

En el primer escenario, el escenario clásico / neo-clásico, la pregunta si es sensato de suprimir cualquier inversión que solo rinde 4 por ciento si el tipo de interés de mercado es de 5 por ciento es inútil. Si los ahorradores no están dispuestos a ahorrar si el tipo de interés es solo 4 por ciento entonces no habrá dinero para inversiones que solo rinden 4 por ciento y punto.

En el caso de que el tipo de interés sirve solamente para controlar la cantidad de dinero la situación es distinta. Entonces uno podría preguntarse si es sensato de suprimir una inversión que solo rinde 4, 3, 2 por ciento. ¿Por qué reducir el dinero y por lo tanto ciertas inversiones? Esto es justamente la pregunta de un millón de dólares que se pone Keynes.

En una situación como la vivimos actualmente, seguimos en el año 2013, los ahorradores de todo tipo y los recaudadores de fondo se quejan que no reciben un pago de intereses suficiente porque los bancos centrales inundan el mercado con dinero. Se puede formularlo de otra manera. Ellos quieren que el dinero sea escaso y el tipo de interés por lo tanto más alto. Lo que quieren, para formularlo de manera más concreta, que algunas inversiones sean suprimidas para que ellos reciban un buen pago de rendimientos de intereses. Es perfectamente comprensible que quieren esto, pero es igual de comprensible que esto no conviene a la economía en general.

Dicho sea de paso. Se nota en esto también la similitud entre el neo-liberalismo y la escuela austriaca de un lado y el marxismo del otro lado. Ambos, el neo liberalismo y la escuela austriaca creen que son los grandes opositores del marxismo, pero de hecho son una variación del marxismo. Si se puede financiar una inversión imprimiendo dinero la teoría con la acumulación del capital, que de hecho es ahorro, no funciona. Los capitalistas no serán expropiados por el proletariado, sino por los bancos centrales, pero el proletariado, que ha llevado sus ahorros a los recaudadores de fondos, verá derretir sus ahorros cuando los bancos centrales bajan el tipo de interés.

La pregunta que por lo tanto surge es esta. ¿Cuán alto debe ser el tipo de interés? La respuesta keynesiana es simple. El tipo de interés tiene que cubrir el riesgo y los costes de la administración de los bancos. ¿Qué significa esto? Si el tipo de interés solo cubriera los costes de la administración de los bancos la cantidad de dinero aumentaría inexorablemente porque algunas inversiones se revelerán siempre poco rentables o irán en quiebra. Estas inversiones no saldrán al crédito y por lo tanto no aniquilarán el dinero creado en el momento que el crédito fue concedido. Para compensar esto las inversiones de una economía tomado en su conjunto tienen que saldar el crédito concedido a todo el conjunto de la economía. Las inversiones rentables tienen que saldar también el crédito de las inversiones poco rentables. Lo único que un tipo de interés tiene que garantizar es esto. Aparte de esto no hay ninguna razón para impedir una inversión lo poco rentable que sea.

Únicamente en una situación de pleno empleo, cuando el potencial productivo está agotado el tipo de interés debe frenar las inversiones. En esta situación, al menos por tendencia, tiene incluso un efecto positivo sobre la alocación. Si hay dos empresas que pueden ofrecer las mismas seguridades, avales, hipotecas, seguros etc.. la empresa que puede pagar el interés alto recibirá el crédito y la empresa que no lo puede pagar no. Un rendimiento en un sector más elevado que en otro revela la escasez relativa. Es por lo tanto sensato de realocar los recursos. (En una economía de pleno empleo. En una economía de subempleo cualquier cosa que crea trabajo es sensato.)

El hecho que Keynes considera el riesgo evidencia también que Keynes NO está en favor de financiar el consumo a través de la producción de dinero o un endeudamiento estatal. Su teoría con el multiplicator es un argumento más para una intervención estatal, pero un crédito tiene que ser saldado. Una afirmación tipo "los griegos han hecho una política keynesiana financiando el consumo por un endeudamiento estatal y por lo tanto un política keynesiana no puede ser la medicina porque es la causa de la enfermedad" es una chorrada. Keynes no dijo en ninguna parte que un estado puede resolver sus problemas financiando el consumo por créditos y satisfacer este consumo con una balanza comercial negativa. Vamos a volver a este tema al hablar de Keynes.

Se puede leer muy a menudo que el tipo de interés es el precio para el dinero. Esto es obviamente una chorrada. Un precio tiene una función concreta en una economía de mercado libre. Revela escasez y es un incentivo para eliminarlas o atenuarlas. El tipo de interés no tiene esta función y por lo tanto en general no es un precio.

No es ni siquiera un precio en una situación de pleno empleo, porque la argumentación mencionada arriba en general no vale. El factor discriminatorio no es la rentabilidad de una inversión sino la seguridad.

Aparte de esto si una inversión es más rentable que la otra, será siempre capaz de acaparar más recursos que una menos rentable. En cuanto a la alocación de los factores productivos se refiere el tipo de interés no juega un papel muy importante.

La noción de "ahorro", tal como la encontramos en los libros de texto es un concepto del mundo paralelo. El "ahorro" se produce automáticamente en las cuentas bancarias y no tiene nada, absolutamente nada que ver con el tipo de interés. El "ahorro" es simplemente una magnitud residual que depende de las costumbres de la gente. Una parte de lo que ganan siempre se encuentra en una cuenta bancaria puede servir para conceder préstamos.

La famosa ecuación de la teoría cuantitativa del dinero Q * P = M * U es errónea si se toma Q, la producción nacional, como algo ya producido, o sea el dinero como algo que únicamente sirve para intercambiar bienes que ya existen. Si fuese así el juego se terminaría una vez intercambiado todo lo que hay. Q es un potencial productivo y al aumentar la cantidad de dinero es tan plausible que aumenta Q como una subida de los precios.

Algunos problemas con un aumento de la cantidad de dinero a través de un tipo de interés bajo son obvias, pero no realmente el problema del conjunto de la sociedad. Si el banco central fija el tipo de interés a un nivel muy bajo obviamente los ahorradores o los que tienen ahorrado dinero ganan menos, si solamente entregan sus ahorros a los recaudadores de fondo y esperan que ellos detecten inversiones interesantes, lo que en estos momentos, seguimos en el año 2013, lo encuentran cada vez más difícil. Lo único que les ocurre es comprar efectos dudosos, como los Mortgage-backed Securities o empréstitos estatales, que irónicamente tienen una mejor rendimiento de los intereses cuanto más riesgosos son con lo que llegamos a la situación absurda que cuanto más endeudado es un estado, tanto más intereses paga y tanto más interesante es para los recaudadores de fondo.

Lo que los ahorradores quieren es obvio. Ellos quieren seguridad y buenos tipos de intereses. El problema en esta nuestra tierra es que no se consigue siempre lo que se quiere. Los ahorradores quieren empresas que den buenas seguridades, avales y hipotecas y paguen unos tipos de intereses altos. Se comprende que los empresarios están dispuestos a pagar altos tipos de intereses, pero quieren que los ahorradores participen en el riesgo.

El concepto que se puede leer por ahí y por allá que el tipo de interés ayuda a una realocación óptima del capital es cierto solamente en una situación determinada pero no en general. En general son los bancos en su función de recaudadores de fondos que prestan dinero y para ellos lo esencial para prestar dinero no es la rentabilidad sino la seguridad. Esencial para la alocación del capital es por lo tanto la seguridad que el prestatario puede ofrecer y no la rentabilidad. Los bancos tampoco puede actuar de otra manera. Primero porque no saben bastante para evaluar los riesgos de un proyecto y segundo porque no trabajan con su propio dinero. Si en los últimos años tomaron muchos riesgos, seguimos en el año 2013 y hablamos del endeudamiento de los estados, bancos, la crisis del euro, endeudamiento de los hogares, es un signo que su modelo clásico, prestar dinero solo en el caso de que el prestatario puede ofrecer seguridades, funciona cada vez menos. Un tipo de interés general no puede tomar en consideración la situación individual de una inversión. Elimina inversiones poco rentables pero seguros que en una situación de subempleo siempre se debe realizar y no da la posibilidad de compensar una inversión arriesgada, con un rendimiento de intereses alto.

Esto es la razón por la cual hemos visto aparecer los venture capitalists. El venture capitalist participa en la empresa, tiene por lo tanto el riesgo de perder 100 por ciento del capital invertido. De otra parte invierte en proyectos muy innovadores y por lo tanto muy riesgosos. Es de suponer que en la medida en que la concesión de créditos tradicional llega a sus limites por no ser capaz de detectar inversiones rentables a nivel mundial este tipo de financiación ganará de importancia. Otra alternativa sería el crowd funding.

Adam Smith, esto se puede deducir de cantidad de anotaciones, parte de una situación en la cual el ahorrador presta directamente dinero al inversor. La situación no es muy realista, pero en este caso hay la posibilidad de que el inversor ofrece un tipo de interés más elevado si el riesgo es más elevado. Esto es la única razón que ocurre al autor para el tipo de interés.

El argumento clásico, el tipo de interés como incentivo para ahorrar más no es muy sensato, porque el ahorro, por varias razones, es un mero tamaño residual (algunas ganancias son imprevistas y por lo tanto el ahorro que se basa en ellos no puede ser calculado, el "ahorro" de los bancos, lo que la gente tiene en la cuenta bancaria, depende de las costumbres, la mayoría de los "ahorro" deriva de deducciones) y este tamaño residual no se puede fomentar con un tipo de interés. Esto sería como pretender una mejora del tiempo fomentando la cosecha.

El argumento que el tipo de interés es un precio a pagar por dinero tampoco convence, porque el tipo de interés no es una señal económicamente útil en cuanto a la alocación se refiere porque la seguridad es más importante que la rentabilidad.

Frenar con el tipo de interés el aumento de dinero puede ser útil en una situación de pleno empleo o en una situación en la que no se puede por otras razones agotar el potencial productivo. Problemas estructurales por ejemplo no se puede, obviamente, resolver imprimiendo dinero.

Es crucial de entender bien la teoría keynesiana y no confundir todo con todo. Keynes quiere que se baje el tipo de interés hasta que este corresponda al producto marginal monetario. Esto significa que será posible eliminar el dinero saldando el crédito que fue producido antes al otorgar el crédito. Esto NO significa, como se puede leer por todas partes, que Keynes creía que se pueda resolver el problema del paro financiando el consumo. El multiplicador keynesiano es un mero mecanismo que describe que las exigencias a una inversión del estado son menos grandes que a una inversión privada, porque el estado profita de todos los efectos secundarios (disminución de los gastos por asistencia social, subida de impuestos, spill over effects de todo tipo etc..) En la discusión pública se tiende a culpar por cualquier endeudamiento estatal una política keynesiana. En resumidas cuentas: Keynes quería que se utilice todo el potencial productivo y dudaba, dado que no cualquier ahorro encuentre su inversión, puede producirse por lo tanto una deficiencia de demanda y dado que el interés puede ser, por distintas razones, demasiado alto para permitir todas las inversiones económicamente sensatas, que el agotamiento de potencial productivo se produzca automáticamente. Keynes excluía expresis verbis, suponiendo ningún cambio tecnológico, mejoramiento de la formación, cambio en la intensidad de la competitividad, mejoramientos en la organización etc. de su análisis. No excluía por lo tanto que todos estos factores pudiesen presentar un problema, que puede haber un problema estructural. Pero los excluía de su análisis.

Para la teoría clásica / neoclásica y todas las tendencias que se basan en estas teorías la solución de todos los problemas de la tierra consiste en una disminución del sueldo, porque suponen que este es, si hay paro, más alto que el rendimiento marginal monetario. Quiere decir si un panadero puede producir con un empleado más 100 tortas al día más por 300 dólares y solo las puede vender por 290 dólares, no lo va a emplear. Si el sueldo bajara así que se podría producir las 100 tortas, harina, chocolate, mazapán etc. incluido para 290 euros lo emplearía. Esto a su vez significaría que los precios en general tendrían que bajar lo que a su vez tendría múltiples efectos cuyo resultado final es inseguro. La deudas aumentarían de valor al igual que las fortunas monetarias. Se necesitaría menos dinero para intercambiar los productos, el ahorro aumentaría por lo tanto, los tipos de intereses bajarían. El país ganaría de competitividad en los productos que exporta, pero lo productos que importa serían más caros. Obviamente es de suponer que una disminución generalizada del sueldo disminuirá la demanda global.

Si se deja pasar un poco la realidad por la mente se llega fácilmente a otros resultados. El autor no conoce a nadie y supone que el lector conoce muy poco gente que prefiere restar en paro en vez de trabajar. Esto solo es posible si recibe más de la asistencia social de lo que podría ganar trabajando. Raramente el autor consiente a las ideas de David Ricardo, pero en cuanto al sueldo se refiere supone el autor que David Ricardo tiene razón. Si la competencia en el mercado laboral es muy intensa, la gente incluso trabajó para un sueldo que corresponde al mínimo vital. En los sectores donde hay más demanda (empresarios que buscan empleados) es más elevada que la oferta (personas que buscan un puesto de trabajo) se pagará efectivamente el rendimiento marginal monetario de trabajo. Más no se pagará, porque entonces el empresario perdería dinero. Es muy difícil de ver porque una persona altamente cualificada y rara va a aceptar una reducción de su sueldo si puede fácilmente encontrar un trabajo donde le pagan mejor. En el primer caso los sueldos son muy flexibles, en el último caso completamente inflexible. En este último caso una política keynesiana sería completamente idiota. Fomentar la demanda por productos que de cualquier forma no se pueden producir sería efectivamente una estupidez. El único resultado sería una subida de los precios en este sector. Si hay una competitividad intensa en un sector del mercado laboral los sueldos pueden bajar, esto es la situación que tenemos en Alemania, el sueldo puede bajar incluso debajo del mínimo vital. Esto es posible en Alemania porque en este caso, cuando el sueldo no basta para vivir, se recibe una ayuda de la asistencia social. Dicho de otra manera: El debate si el paro podría ser eliminado si los sueldos serían más flexibles hacia abajo es un poco teórico; incluso en estados desarrollados como Alemania. Si el debate se refiere a estados menos desarrollados y sin seguro social alguno es una chifladura, al límite de la locura. Es difícil de ver la relevancia de esta discusión si el sueldo es tan bajo que a duras penas permite sobrevivir lo que es el caso en muchas partes de la tierra.

Si tenemos en algunos sectores del mercado laboral una situación en la que el sueldo corresponde al rendimiento monetario del trabajo, porque la oferta de trabajo (personas que ofrecen SU trabajo, que buscan un puesto de trabajo) son escasos y las empresas están por lo tanto obligados a pagar este sueldo y en otros sectores una situación con una competitividad intensa que reduce el sueldo al mínimo vital la discusión si se puede reducir y reduciendo el nivel del sueldo es completamente inútil. En los sectores donde las empresas deben pagar un sueldo que corresponde al rendimiento marginal del trabajo no habrá un bajada de sueldos, si suponemos que el trabajo forzado está prohibido. (Lo que dicho sea de paso, será difícil de implementar, porque esta gente se va entonces a otros países.) De otra parte es una realidad que los sueldos pueden bajar al mínimo vital. Solo y únicamente en el caso que el trabajo está organizado, por sindicatos, el sueldo puede mantenerse encima de este nivel. En este caso se va a reducir la oferta de trabajo en favor de una subida del sueldo. En este caso una parte de los trabajadores ganan más y otros se quedan sin trabajo. Los sindicatos efectivamente maximizan el sueldo y no la cantidad de gente que trabaja. Es este sector del mercado laboral, el sector organizado sindicalmente, si puede discutir sobre la posibilidad de reducir el paro con una disminución del sueldo. Este sector es relativamente bajo. Incluso en Alemania sólo 19 por ciento de los trabajadores son miembros de un sindicato y solo en el caso que los empresarios no pueden recurrir a trabajadores no organizados un sindicato tiene un poder real y incluso en este caso solo, lo que es el caso en Alemania, si tiene la posibilidad de financiar una huelga y si los trabajadores indirectamente concernidos por una huelga reciben una asistencia del sistema del seguro social, lo que igualmente es el caso en Alemania.

Si dejamos de lado todos estos problemas es obvio que una reducción del sueldo crea trabajo. En Bolivia por ejemplo la gente adinerada tenía, por lo menos así era en los años 70 del siglo pasado, cualquier cantidad de empleadas para cualquier trabajo porque cualquier empleada era más barata que una lavadora. Pero en una situación tal, el estado efectivamente tiene que intervenir, mejorando el sistema educativo y crear una economía paralela. Situaciones de este tipo no son aceptables en ninguna parte y a largo plazo desestabilizan cualquier sociedad.

Sin embargo hay un error básico en esta idea, en la idea que se pueda reducir el paro disminuyendo el sueldo. Detrás de esta idea tenemos el mismo error básico, o sea la idea que el "capital" es algo escaso y que tiene por lo tanto un determinado precio. Si no quedamos en esta lógica, entonces inexorablemente la distribución de la renta nacional depende del rendimiento marginal de cada factor productivo, en el caso de Adam Smith la renta nacional va distribuido entre el trabajo, la tierra y el capital, vea precio de mercado y precio natural. Esto significa que el sueldo depende de la contribución del capital y de la tierra a la producción de algo y como se supone que el rendimiento de estos factores es algo fijo, objetivo, porque ambos son escasos, el sueldo también está determinado.

Si se supone que el "capital", nunca realmente claramente definido, ni en la economía clásica, ni en la economía neoclásica ni en todas las tendencias económicas que se basan en estas teorías, es algo que existe en abundancia, lo que de hecho es el caso, dinero no es otra cosa que papel imprimido y tierra hay en abundancia, lo que hace falta es agua cuya escasez se puede reducir desalando agua, la imagen cambia totalmente. Si algo no es escaso, tampoco hace falta pagar un precio, el tipo de interés, la renta en el caso de la tierra, por ello. Esto tiene dos consecuencias. Primero la parte de un producto que en este momento reciben los "ahorradores" se lo puede dar a los trabajadores, porque lo que ahorraron ellos, igualmente se habría podido imprimir. Un billete ahorrado no se distingue en nada de un billete nuevamente imprimido. La única diferencia es que el primero es más sucio porque hace tiempo ya que está circulando de una mano a otra y el último es limpio. La segunda diferencia es que las exigencias a una inversión bajan si el capital es gratis o casi gratis. (Vea arriba: El tipo de interés solo tiene que ser lo suficientemente alto para recompensar el riesgo y cubrir los costes administrativos de los bancos.) Significa, que si el factor trabajo es lo suficientemente cualificado para que el proyecto puede saldar el crédito, o sea eliminar el dinero que se había generado al otorgar el crédito, cualquier inversión es sensata. Tomamos un ejemplo práctico: Las instalaciones fotovoltaicas, de la biomasa o eólica tienen que ser en Alemania, dado las pésimas condiciones naturales en Alemania para este tipo de producción de energía de un nivel tecnológico muy elevado. Dado que en St. Cruz de la Sierra / Bolivia hay, por ejemplo, mucho viento, este tipo de instalaciones puede ser mucho más primitivo y puede ser instalado y mantenido por el trabajo solo. En este caso el estado boliviano puede imprimir dinero, o sea generarlo. Con este dinero se instala aparatos de este tipo y se vende la energía / o se ahorra dinero por no ser obligado de comprarla y se salda el crédito. En este caso se podría crear inversiones rentables de la nada. La única condición es la cualificación.

Este no convence a nadie y vamos por lo tanto a mirar lo que dice el maestro mismo, o sea John Maynard Keynes.

It is much preferable to speak of capital as having a yield over the course of its life in excess of its original cost, than as being productive. For the only reason why an asset offers a prospect of yielding during its life services having an aggregate value greater than its initial supply price is because it ist scarce; and it is kept scarce because of the the competition of the rate of interest on money. If capital becomes less scarce, the excess yield will diminish, without its having become less productive - at least in the physical sense.

I sympathise, therefore, with the pre-classical doctrine that everything is produced by labour, aided by what used to be called art and is now called technique, by natural resources which are free or cost a rent according to their scarcity or abundance, and by the result of past labour, embodied in assets, which also command a price according to their scarcity or abundance. It is preferable to regard labour, including, of course, the personal services of the entrepreneur and his assistants, as the sole factor of production, operating in a given environment of technique, natural resources, capital equipment and effective demand.

(1) Es preferible de considerar el capital como algo que rinde un determinado beneficio por un cierto tiempo que como algo productivo. Porque la única razón por la cual un bien capital ofrece la perspectiva de generar ingreso en el tiempo que sirve mayor que su precio inicial por el cual fue ofrecido es el hecho que es escaso y se le mantiene escaso porque compite con el tipo de interés de dinero. Si el capital fuese menos escaso, los beneficios excedentes disminuirían, sin que sea por eso menos productivo - por lo menos en un sentido físico.

(2) Yo simpatizo por lo tanto con la doctrina pre-clásica que todo está producido por el trabajo, soportado por lo que antes se llamaba arte y lo que hoy en día se llama técnica, por recursos naturales que son libres o que reciben una renta dependiente de si son escasos o abundantes y por el resultado del trabajo pasado, incorporado en bienes de capital, que a su vez tienen un precio en dependencia de su escasez o abundancia. Es preferible considerar el trabajo, incluyendo obviamente los servicios personales del empresario y de sus asistentes, como el único factor productivo, que a su vez trabaja en un determinado ambiente de una determinada tecnología, recursos naturales, plantas industriales y demanda.



John Maynard Keynes, General Theory of Employement, Interest and Money, Chapter 16, II

¿Qué significa esto? (1) Un bien de capital rinde más de lo que costó, pero esto no se debe a su productividad, sino al hecho que es escaso. Si hay una planta de un determinado tipo o mil plantas de un determinado tipo, la productividad, o sea el producto físico, el embotellamiento de zumo de naranja, la cantidad de leche homogenizada, los piezas de plástico de un juguete etcétera., siempre es lo mismo y tampoco disminuye con la cantidad de maquinas iguales que hay. La rentabilidad depende de la escasez de esta máquina. Si solo hay una, los productos que produce son relativamente caros en relación con la demanda. Pero si se produce 100 veces más con 100 máquinas más el precio disminuye y por la tanto el beneficio de esta máquina. Ahora viene la parte keynesiana del asunto. La cantidad de máquinas depende del tipo de interés EN EL MERCADO DE DINERO. Para simplificar un poco, de los detalles vamos a hablar al hablar de Keynes, si el banco central fija el tipo de interés a un nivel bajo, el tipo de interés a pagar por inversiones será bajo también y por lo tanto habrá cantidad de máquinas de este tipo. Si el banco central fija el tipo de interés a un nivel alto, el "capital" es algo escaso. Simplificando. El "capital" puede tener ningún precio, tipo de interés cero, o un precio muy alto. La única razón por lo cual el "capital" tiene un valor, es el hecho de que alguien por distintas razones lo mantiene escaso.

(2) Pero si el capital no es realmente escaso y, llevando la lógica a sus extremos, puede tener ningún precio, tipo de capital 0, entonces el único factor que tiene un precio es el trabajo. Algo que no es escaso, algo por lo cual nadie tiene que renunciar a algo, tampoco tiene un precio. En un molino de agua, no hay que pagar, dejamos al lado la situación que el arroyo pertenece a alguien, nada al agua. Todo las ganancias van a las personas que la construyeron. Pero si el capital no es nada escaso "por naturaleza" entonces no hay ninguna razón para pagarlo. (Siempre y cuando el dinero aniquilado por el crédito será aniquilado después saldando el crédito, vea el ejemplo arriba con los molinos de viento en Bolivia. Si esto no es el caso, se aumenta la cantidad de dinero y esto va a producir una inflación). De esta manera Keynes llega a la conclusión que el trabajo es el único factor productivo, o más bien dicho, el único factor escaso. Si queremos ser más precisos. El factor trabajo cualificado es escaso. Un tipo de interés fijado en el mercado de dinero que está más alto del tipo de interés que permita de emplear toda la gente dispuesta a trabajar con un sueldo a nivel del rendimiento marginal del trabajo genera paro. Si queremos ilustrarlo con el ejemplo de arriba, con la energía eólica: Si los campesinos bolivianos necesitan 500 pesos para construir este centro eólico y pueden devolver 550 pesos, 10 por ciento, pero el estado exige 15 por ciento para imprimir estos pesos,con este dinero entonces no se puede construir este centro eólico. De hecho lo más sensato sería imprimir estos 500 pesos, construir el centro eólico, y después destruir nuevamente estos 500 pesos al saldar el crédito.

Dirá ahora alguna gente que Keynes apoya aquí la teoría clásica, vea trabajo y valor de intercambio, por el rechazo de la cual el autor se empeño mucho a través de este manual. Hay que mirar un poco los detalles. En la teoría clásica / neoclásica / marxista / neo-liberal y austriaca el capital es algo escaso provenga de donde sea, sea capital acumulado o simplemente ahorro. Por ser escaso puede pretender a una parte de la renta nacional. En la teoría keynesiana el capital es algo como el aire. Existe en abundancia. Keynes habla también del trabajo "embodied in assets", incorporado en capital de bienes, lo que obviamente es cierto. Los centros eólicos en nuestro ejemplo contienen trabajo. Pero algo que se puede producir en cualquier cantidad y no brinda ningún poder. Si los campesinos en Bolivia están capaces de producir estos centros eólicos, esto es real problema, la calificación, esto es factor escaso, pueden prestarse los 500 euros del señor Martínez que tiene una granja con 500 vacas o el estado boliviano los puede imprimir. Para los campesinos da lo mismo, en ambos casos tienen que saldar el crédito. Pero a nivel macro-económico hay una diferencia muy grande. En el primer caso, cuando los señores Martínez dan el crédito, las inversiones posibles son limitadas. Dependen de los ahorros de estos señores. En el segundo caso se puede financiar cada inversión que permita de saldar el crédito y obviamente hay una gran diferencia en cuanto a los créditos de los señores Martínez se refiere. En el primer caso, los ahorros son escasos y tienen un precio. En el segundo caso los señores Martínez pueden meterse su ahorros en le culo.

El autor sabe de experiencia que comprender esto cuesta a mucha gente, sobre todos a catedráticos de economía como nuestro amigo Jesús Huerta de Soto, vea Crisis financiera, reforma bancaria y el futuro del capitalismo. El problema de esta gente, y hay mucha gente de este tipo, que nunca han leído Keynes en el original y solo han leído lo que otra gente ha escrito sobre Keynes. Diría el autor incluso que no se debería emplear personas de este tipo como catedráticos. Lo ve como un real problema.

Repetimos, porque es un punto difícil, un obstáculo que pocos catedráticos son capaces de pasar: Keynes dice, varias veces incluso, que el tipo de interés tiene que ser lo suficientemente alto para cubrir el riesgo de una inversión, lo cual significa que Keynes toma en cuenta que algunas inversiones van en quiebra y que por lo tanto las otras inversiones tienen que pagar más, o sea aniquilar más dinero de lo que es necesario para saldar el crédito de ellos mismos, porque también tienen que aniquilar el dinero que fue generado al financiar los fracasos. Segundo, si se lee la obra original, un ejercicio muy útil, uno se da cuenta que Keynes siempre habla de INVERSIONES. Hay dos párrafos en toda la obra de los cuales se puede deducir que Keynes está a favor de financiar el consumo por créditos. La historia con los faraones y la historia con el dinero sepultado en la tierra. Keynes dice efectivamente, en plan de chiste, que en un estado de crisis más vale financiar un palacio para el cadáver de un faraón, para que se sienta más a gusto en el allá, que no hacer nada. Lo que bajo ciertas condiciones, ningún comercio exterior, el estado participa en todos los efectos secundarios, más impuestos, menos gastos para la seguridad social etc., puede ser cierto. La misma categoría es la historia con el dinero sepultado. La inversiones necesarias para cavar el dinero pueden generar más riqueza que el dinero enterrado. De la misma categoría es el efecto del multiplicador, vea Keynes, media página de 320 páginas en la obra original. Este efecto se puede encontrar en cualquier libro de texto a pesar de que solo una anotación en la obra original. Algo que sucede muy a menudo. De David Ricardo encontramos en cualquier libro de texto la teoría de los costes comparativos, media página en el la obra original, de Vilfredo Pareto el Optimo Pareto, una página, de Schumpeter la destrucción creadora (lo más irrelevante de toda su obra, dicho sea de paso, vea Joseph Schumpeter ) etc. etc...

La teoría keynesiana tampoco es, como se puede leer por todas partes, un mero instrumento para nivelar fases conjeturales. Esto ya revela que no se ha comprendido en absoluto la teoría keynesiana. La teoría keynesiana es una ruptura total con algunos fundamentos de la teoría clásica / neoclásica.

Ni siquiera se puede decir que la teoría keynesiana enfoca la demanda. Se puede leer esto por todas partes porque en una situación determinada, si la inseguridad es tan generalizada que nadie invierte en nada ni siquiera a un tipo de interés de cero, Keynes propone una inversión directa del estado. Pero esto es solo un aspecto parcial de la teoría keynesiana.

El que reduce Keynes a este aspecto, a la política fiscal anti-cíclica para aumentar la demanda agregada, no ha comprendido la teoría keynesiana. La teoría keynesiana rechaza por completo el concepto clásico / neo-clásico del capital.

La diferencia fundamental es su concepción del capital, algo que para Keynes es simplemente dinero. Un mercado de capital no hay en la teoría keynesiana, solo hay un mercado de dinero y este último no es nada escaso.

Esto tiene tres consecuencias. Primero el tipo de interés no iguala el ahorro y la inversión, porque el ahorro depende de los ingresos y el tipo de interés está determinado por la preferencia, por la liquidez, o sea por la preferencia por la seguridad. Si todos creen que hay una alta probabilidad de perder su dinero invirtiéndolo, se necesitará un tipo de interés muy alto para que la gente salga del puerto seguro de la liquidez. Si el ahorro depende de los ingresos y el tipo de interés de la preferencia por la seguridad, el tipo de interés no puede igualar el ahorro y la inversión. La rentabilidad de una inversión no tiene nada que ver con el tipo de interés.

Segundo, el capital no es nada escaso y no tiene por lo tanto ningún precio. Solo tiene un precio si se lo mantiene artificialmente bajo. Si el capital no tiene un precio, tampoco hay muchas razones para pagar algo por el capital y tampoco hay una razón para impedir la realización de inversiones por el mero hecho que no son lo suficientemente rentables para pagar los tipos de intereses. Viéndolo así Keynes es una política de la oferta. Keynes quiere que cada inversión capaz de aniquilar el dinero generado antes saldando el crédito sea realizada. Esto es importante sobre todo si consideramos un mercado laboral real. Algunos sectores son altamente rentables y otros no. Si se toma el "capital" como algo escaso, se debería invertir solo en estos sectores, en la mayoría de los casos sectores con una mano de obra altamente cualificada. Si el capital no es escaso, se puede realizar cualquier inversión, bajo las condiciones mencionadas antes, que crea trabajo, por ejemplo en la construcción.

La tercera consecuencia es, que a largo plazo no será rentable ahorrar dinero, si dejamos de lado los argumentos mencionados antes. (Prevenir calamidades, inversiones riesgosas, querer dejar una herencia a alguien).

Se podría añadir un cuarta consecuencia. En la teoría keynesiana hay efectivamente, muy al contrario de lo que la ley de Jean Baptiste Say sugiere, la posibilidad que la demanda no es capaz de absorber la oferta. La gente invierte, pero solo en efectos igual de líquidos que dinero lo que crea ningún trabajo.

La diferencias entre la teoría clásica / neoclásica / marxismo / neo liberalismo / escuela austriaca de un lado y el keynesianismo de otro lado son por lo tanto. Los primeros creen que con una parte de las ganancias hay que pagar el capital en detrimento del trabajo. Es la consecuencia lógica de la idea que el "capital" es algo escaso y hace falta un incentivo para generarlo. Aparte de esto suponen que solo en el caso de que el capital es escaso, de hecho entienden por capital al igual que Keynes, dinero, sera utilizado de manera responsable. Sobre todo, y esto es cierto, con capital "ahorrado" el estado no puede endeudarse tanto. Si hay poco de algo, es difícil consumir demasiado. Para que el disminuya proponen una reducción del sueldo en los sectores que conocen un alto porcentaje de gente en paro. Para incitar el capital a invertir en estos sectores poco rentables los sueldos tienen que ser bajos para que el rendimiento marginal del capital monetario sea alto. En concreto: Si el rendimiento en viviendas es bajo solo pueden construirlas a bajos precios, lo que significa que la mano de obra en la construcción debe costar poco. Un problema que se agrava, evidentemente, si hay sectores muy rentables y todo el capital escaso es invertido en estos sectores. En este caso los sueldos en los sectores menos rentables tendría que ser más bajo todavía.

Keynes supone que "capital" o sea dinero, no es escaso en absoluto y por lo tanto no hay ninguna razón, en una situación de subempleo, de impedir una inversión. La única razón para hacerlo sería garantizar una buena rentabilidad para el ahorro y fortunas privadas. Es dudoso que muchas adinerados comprendan la teoría keynesiana, pero tendrían buenas razones para estar en contra.

A pesar de que Keynes rechaza la idea fundamental del marxismo, la idea de que el capital es escaso, muchos autores, por ejemplo Hayek, vea Hayek on Keynes's Ignorance of Economics, que no ha comprendido nada de la teoría keynesiana y para el cual la teoría keynesiana es un especie de socialismo, le sospechan de atacar la economía de mercado. Es difícil de ver por qué esto sea así. El hecho que el capital es de hecho algo que existe en abundancia no modifica el sistema de los precios como señal de escasez y tampoco reduce el incentivo para eliminar la escasez. El único efecto es fomentar la producción, porque algunas inversiones que no se realiza cuando el capital es escaso, serán realizados cuando no es escaso.

Hayek confunde dos fenómenos que no tienen nada que ver el uno con el otro. El endeudamiento de los estados solo es posible con una política de dinero barato. Si el dinero es escaso y caro, el estado tendría que competir con inversiones privadas altamente rentables y no recibiría dinero. Esto significaría que solamente inversiones altamente rentables, que superan el tipo de interés determinado en el mercado de dinero. Pero el mero hecho que una política del dinero barato con un tipo de interés fijado a un nivel bajo por los bancos centrales y que el estado usa este dinero barato para financiar el consumo no contradice la teoría keynesiana porque Keynes no ha dicho nunca que se puede financiar el consumo por créditos.

El problema con la política keynesiana, en cuanto a la política monetaria se refiere, es el hecho que los bancos no pasan los tipos de intereses bajos del banco central a sus clientes. Los bancos no están interesados en hacer una política keynesiana con tipos de intereses que solo cubren el riesgo y los costes administrativos.

De Keynes se puede sacar otra conclusión. Muy al contrario de la teoría clásica / neoclásica (en la versión simplificada tal como la encontramos en los libros de texto) la cualificación y la realocación dentro del mercado de trabajo es primordial Si el capital no es escaso, todo depende de la cualificación del trabajo.

Es igualmente cierto que al final de General Theory of Employmente, Interest and Money Keynes propone también una intervención directa del estado, o sea el estado invierte directamente en proyectos, construcción de viviendas, carreteras, reciclaje de materias primas etc.. (Keynes no nombra ejemplos concretos.) Propone esto cuando las expectativas son tan negativas que nadie quiere invertir, porque todos creen que van a perder su dinero y lo mantienen en su forma más líquida.

Las alternativas son tres. No hacer nada en absoluto, es lo que propone más o menos el neo-liberalismo que prefiere esperar hasta que la reducción del sueldo baste para eliminar el paro, en cuanto a los problemas que esto conlleva, vea arriba. Pagar simplemente una asistencia laboral, lo que con toda seguridad lleva a un endeudamiento del estado. Y por último pagar una subvención en el caso de que el sueldo no basta, es lo que se hace en Alemania. Esto conlleva el problema que las empresas ya cuentan con esta subvención y reducen el sueldo.

Si el estado invierte directamente, por ejemplo construyendo viviendas, redes eléctricas, embalses etc. etc., hay un par de riesgos. Primero el estado acapara recursos y por lo tanto poder. Se corre todos los riesgos descritos en actividades estatales. Segundo compite eventualmente con empresas privadas o más bien las suplanta porque el estado siempre es más poderoso que una empresa privada. Tercero se corre el riesgo de eliminar los precios como señales de escasez.

Todos estos problemas se podrían reducir si se prohíbe al estado el uso de impuestos en sectores donde inviertan también empresas privadas. Si se usa impuestos para inversiones en sectores donde el estado compite con empresas privadas las empresas serían obligadas de financiar su propia concurrencia. (Algo que en la realidad ocurre muy a menudo. El Instituto Goethe por ejemplo compite con escuelas de lenguas privadas.) Obviamente no puede ser que se obliga a una empresa a subvencionar a uno de sus concurrentes

Significa concretamente que el estado puede utilizar impuestos si ofrece servicios que son gratis (educación pública, infraestructura de tráfico, seguridad etc.). En este caso ya paga por el mantenimiento de estas estructuras y por lo tanto igualmente puede invertir en este sector. Cuando hay empresas privadas solo puede invertir bajo las mismas condiciones que empresas privadas. Si por ejemplo el sector privado no invierte en viviendas o solo de manera insuficiente porque las inversiones le parecen lo suficientemente rentable, entonces el estado puede invertir. Si el sector privado por ejemplo no quiere invertir en la construcción de viviendas porque no le parece este sector lo suficientemente rentable, entonces el estado puede invertir. Ningún inversor, en este caso los dueños, pueden exigir que se mantiene una cosa artificialmente escasa y cara, en este caso el alquiler, a pesar de que pudiese ser menos escaso y por lo tanto más barato si se agotara todo el potencial productivo. En este caso el estado sería un mero competidor más y la competitividad es el corazón de una economía de mercado libre. Para este tipo de actividades el estado tendría que fundar una sociedad limitada / sociedad anónima que puede ir en quiebra. En este caso incluso existiese un incentivo para trabajar bien. Primero porque valdrían las mismas leyes que valen para cualquier empresa privada y segundo porque los gerentes pierden su trabajo si van en quiebra.

Esto significaría solamente que una sociedad no acepta que se mantiene algo artificialmente escaso con el fin de que los propietarios de este bien ganen más de lo que se podría ganar si este bien fuese vendido a su precio de mercado, algo perfectamente compatible con una economía de mercado libre. Dinero no es un bien escaso de naturaleza. Es un bien que se mantiene artificialmente escaso. Esto puede ser útil en una situación de pleno empleo, pero no es útil en una situación de subempleo.

El autor sabe que se corre un riesgo si el estado actúa como empresario. Pero el autor cree también, hemos discutido sobre el problema ya varias veces, que es posible controlar el estado.

Posiblemente la última causa de las diferencias entre tendencias como el neo liberalismo, la escuela austriaca, la economía clásica / neoclásica y el keynesianismo es esta. En el keynesianismo el "capital" a largo plazo no tiene importancia ninguna. El factor decisivo es la cualificación de la gente. Para que la gente se cualifique de manera óptima se necesita precios que revelen la estructura real de la economía. Pero Keynes no ve ninguna necesidad para impedir una inversión que permite por lo menos de saldar el crédito, o sea de eliminar el dinero generado al otorgar el crédito.

Por un proceso mágico el neo liberalismo, la escuela austriaca, el marxismo, la economía clásica y neoclásica concede al capital, lo que para ellos, al igual que para Keynes, es simplemente dinero, de hecho también para Marx, porque la realocación del capital solo es posible si es líquido, aunque lo llaman capital, es un factor productivo, algo que contribuye algo en la producción de un producto.

La escuela austriaca seguramente cree que el famoso "milagro económico" alemán de la posguerra se debe al hecho que los alemanes ahorraron. Pero si diez años después de la segunda guerra mundial el PIB per capita era dos veces más alto que antes de la guerra, partiendo de cero, porque las plantas eran casi destruidas por completo, los alemanes deberían haber ahorrado más de lo que ganaron, lo que no es posible. Se supone que el European Recovery Program (Ayuda Marshall) jugó un papel en este proceso. En realidad el tamaño de este ayuda era mínima y encima los alemanes igualmente habrían podido prestarse este dinero. Alemania simplemente llegó al nivel de producción que correspondió a su cualificación, que lamentablemente en este entonces, en comparación con los otros pueblos, era muy alta, de lo que podemos aprender que no sirve para nada si una manada de chiflados es económicamente fuerte.

Los neo liberales y los adeptos de la escuela austriaca ven en el endeudamiento de los estados un problema generado por una política monetaria expansiva que a su vez relacionan con la teoría keynesiana y creen que cuentan al mundo grandes sutilezas económicas al explicar al mundo que si se financia el mero consumo con deudas al final quedarán solamente deudas. Hay miles de personas en la red que confunden más o menos todo con todo, este chico es un ejemplo más, vea El sistema económico Keynesiano. Confunde más o menos todo con todo. Espera el autor que el lector ya se ha dado cuenta que no hay relación alguna entre el marxismo y el keynesianismo, que se distinguen fundamentalmente en su concepto del capital, que Keynes no se puede reducir a una política fiscal anti-cíclica, que Keynes tenía muy buenas razones para rechazar la ley de Jean Baptiste Say, que Keynes no dudaba en absoluto de la eficacia de una economía de mercado libre, que Keynes quería fomentar la INVERSIÓN y no el CONSUMO etc. etc. etc. etc.. Ni siquiera se puede decir que la teoría de Keynes sea una teoría "capitalista". En una teoría capitalista el capital tiene que ser algo predominante. En la teoría de Keynes el capital es algo que se imprime.

Los errores de esta gente son tantos, que ni siquiera es posible discutirlos. Incluso están todavía, al igual que Adam Smith, obsesionados por un tipo de interés natural que es la misma idea que ya tenía Adam Smith, vea precio natural y precio de mercado. Se puede comprender por esto el rendimiento marginal de capital igualados en cualquier uso. Pero esta definición solo tiene sentido si la cantidad de capital es fijo. Si se puede extenderlo arbitrariamente, habrá, bajo la condición que el mercado es perfecto, una disminución del rendimiento nacional en todos los sectores de la economía. Simplificando: Si hay poca agua, hay que regar las plantas que más rendimientos brindan. Si hay mucha agua, hay que prestar atención a no inundarlas en agua. El concepto de Adam Smith tiene sentido cuando el capital es escaso. Igualmente tiene sentido tiene la idea de Keynes. El tipo de interés del MERCADO DE DINERO, este es un punto central en la teoría keynesiana, el tipo de interés se forma en el MERCADO DE DINERO, vea Keynes, puede ser más alto o más bajo que este rendimiento marginal del capital. Si es más alto, tiene sentido bajarlo. En los sectores que no pueden aumentar por falta de personal cualificado, esto no tendrá efecto alguno. Si no pueden aumentar la producción, tampoco tomar un crédito para aumentar la producción. No va a pagar por dinero que no necesitan, ni siquiera a unos tipos de intereses bajos. Como máximo van a restituir créditos caros por unos baratos. En los sectores que pueden aumentar, porque disponen todavía de la mano de obra suficientemente cualificada, van a aumentar la producción y crear trabajo. Al aumentar la producción el rendimiento marginal va a bajar, porque la oferta aumentada solo podrá ser absorbida por la demanda a precios más bajos. La teoría keynesiana no se basa por lo tanto en un mero aumento de la demanda se basa igualmente en un aumento de la oferta.

Solo en el caso que una disminución del tipo de interés en el mercado de dinero no fomenta la oferta, Keynes está en favor de fomentar directamente la demanda. Pero como los chicos como el de arriba nunca han leído el original confunden todo con todo.

Que los estados no pueden endeudarse si los bancos centrales hacen una política monetaria restrictiva es obvio. Pueden igualmente hacer una política monetaria tan restrictiva que solo las inversiones altamente rentables son posibles. Alguna inversión habrá incluso se fijan un tipo de interés de 40 por ciento al año. En este caso, obviamente, sería muy atractivo ahorrar y la gente adinerada ganaría una fortuna. Lo que no está muy claro es qué sentido tiene una política de este tipo. Supone la escuela austriaca que de esta manera se impide tanto el endeudamiento de los estados como la inflación. Esto es como decir que hay que salar un lago al lado de un campo de trigo, porque si el agua no está salado, el campesino no va a regar su trigo, remolacha, patatas si no inundarlos y destruirlos. La verdad es está: Si un campesino está tan chiflado, encontrará otros métodos para destruir todo lo que tiene.

Se puede decir, que el endeudamiento de los países del Europa del sur no se habría producido si hubiese habido menos dinero. Esto es obvio. Si no hay leche tampoco existe el riesgo que se estropee. Siempre hay la posibilidad de eliminar tanto el riesgo como las posibilidades. Pero el autor diría que el mero hecho que los recaudadores de fondo son demasiado idiotas para detectar inversiones rentables no puede significar que se elimina cualquier situación de ofrecer posibilidades. Aparte de esto los bancos y los seguros hacen cualquier cosa para recoger fondos. Si al menos dejasen esto, sería ya de gran ayuda. Si no saben qué hacer con el dinero y lo recogen igual garantizando un tipo de interés que de hecho no pueden pagar, como sucede actualmente, seguimos en el año 2013, engañan a la gente. El problema que tienen es obvio. Dado la cualificación de la gente y el progreso tecnológico hay pocas inversiones lo suficientemente rentables para satisfacer sus fantasías y están por lo tanto obligados a invertir cada vez más en cosas arriesgadas, que llevó a un tipo de crisis que vimos en el año 2008 y que dentro de poco vamos a ver de nuevo. A pesar de que los tipos de intereses de los bancos centrales están a un nivel muy bajo, alrededor de un por ciento, no los tipos de intereses de los bancos que no bajan. Se tendrá por lo tanto en el futuro que encontrar otros métodos para financiar inversiones. Con un tipo de interés tal como Keynes lo propone, los bancos no pueden vivir y en gran parte sobran.

Una política keynesiana requiere realmente inteligencia y esto es el verdadero punto crítico de la teoría keynesiana. O sea, por lo menos a largo plazo, las inversiones estatales tienen que ser rentables. Esto significa, que no tiene sentido alguno de aumentar la burocracia y el número de funcionarios públicos. Hay que invertir en sectores que a largo plazo tienen un impacto positivo en la economía en general, o sea educación pública, investigación y desarrollo, mejoramiento de la infraestructura, creación de viviendas (un sector poco rentable si tiene que competir con otras inversiones, pero con un potencial productivo infinito) etc..

Es de suponer que el sector privado no va invertir en estos sectores en una medida que corresponde a la renta marginal, porque la renta marginal en estos sectores es algo bastante complejo. No digamos que no hay riesgo en estos sectores si el estado invierte en estos sectores, vea formación. Decimos solamente que es más probable en estos sectores que en inversiones estatales son rentables que inversiones privadas. Si una entidad privada invierte en, por ejemplo educación, todos los gastos, junto con un cierto rédito, tienen que venir de las tasas que pagan los padres de los alumnos. Significa que todos los ingresos futuros, desconocidos obviamente, tienen que bastar para cubrir las inversiones. Esto tipo de financiación es imposible. Las inversiones serían tan grandes que gran parte de la sociedad no podría pagarlas. Es de suponer que en cuanto a la formación básica se refiere las ganancias del estado de este tipo de inversión son enormes, porque sin estas inversiones hay una probabilidad de cien por ciento que el alumnado estaría en paro toda la vida y no pagará jamás impuestos. Este tipo de de inversiones se puede por lo tanto igualmente financiar generando dinero. Ningún inversor va a invertir dinero en algo que solo se amortiza después de treinta o cuarenta años y además, si fuese financiado por créditos, generaría costes de administración enormes. Esto, que la educación básica tiene que ser financiada por el estado, incluso lo admiten los neo liberales, vea Milton Friedman, a pesar de que quieren más control privado.

El caso de inversiones en desarrollo y investigación es más complejo. La investigación y desarrollo no produce "capital" tal como los marxistas y neo liberales se lo imaginan. Produce métodos para analizar problemas, conceptos, conocimiento de relaciones causales, ideas etc. pero nada concreto, algo que pudiese pertenecer a alguien. El dueño de estos conocimientos tiene dos piernas y hace con sus conocimientos lo que le da la gana y por lo tanto nadie, aparte del estado, va a invertir dinero en esto a no ser que es algo más concreto y por lo cual se puede obtener un patente. El caso del estado es distinto. No importa lo que el dueño de estos conocimientos hace, mientras se quede en el territorio nacional, el estado va a participar en sus ganancias. Esto no signifique que la inversión en este tipo de negocios sea siempre rentable, pero las alternativas son pocas, dado que el sector privado no va a invertir en absoluto, o mejor dicho, solo va a invertir si ya existe una idea concreta como convertir el conocimiento en un producto concreto. Aparte de esto, el estado tiene la posibilidad de recuperar al menos una parte del dinero invertido en este sector. Los científicos pagan impuestos, las empresas que venden aparatos científicos a estas instituciones crean trabajo y pagan igualmente impuestos. Ambos juntos gastan dinero de lo cual el estado participa también.

Para un empresario peruano a lo mejor no es un negocio rentable de estudiar el mercado peruano y los distintos métodos que hay para producir energía generativa y introducirlas en el país. Aparte del problema que a lo mejor no tiene los recursos para hacerlo, otra gente va rápidamente a copiar su concepto en el caso de que sea posible y rentable. En este caso el estado tiene más facilidades para hacerlo o sea un modelo que después los inversores privados pueden copiar porque el estado profita de todas las copias, le da perfectamente igual cuantas veces le copian. Cuanto solo se trata de adaptar tecnologías existentes a nuevas condiciones, el estado puede ser más eficaz que un empresario. A pesar de que funcionarios estatales siempre son una manada de idiotas, cuando están en una situación muy ventajosa incluso estos imbéciles pueden hacer algo útil. En este caso el estado puede fomentar la economía endeudándose.

Vemos por lo tanto que una política keynesiana es perfectamente compatible con una economía de mercado, se puede incluso decir, que potencia los mecanismos de una economía de mercado, porque el hecho que algo que no es escaso, "capital", se mantiene artificialmente escaso es completamente incompatible con una economía de mercado. En una economía de mercado se paga según el rendimiento. La renta, un ingreso generado por la escasez, por el poder o por la falta de competencia no es compatible con una economía de mercado.

Es bien sabido que la escuela austriaca sugiere que un tipo de interés bajo presenta un riesgo, a pesar que la teoría no está realmente formulada de manera que pueda ser falsificada, porque Hayek no dice cuán bajo se presenta un riesgo. Muy al contrario de Keynes, que precisa exactamente cuán bajo debe ser, debe bajar hasta que todo el potencial productivo sea agotado, pero no más allá, Hayek no precisa cuán bajo es bajo. Hayek supone que con un tipo de interés bajo los inversores inviertan más en proyectos poco rentables y arriesgados, lo que incluso puede ser cierto si se compara la situación con tipos de interés bajos con una situación de tipos de interés altos, porque en esta última situación se invierte poco en general y cuanto menos se invierta, menos riesgo hay, obviamente. El ideal de Hayek sería no invertir en absoluto, en este caso tampoco hay riesgo. Aparte de esto, si Hayek hubiese leído Keynes en el original, lo que obviamente no ha hecho, se habría dado cuenta que Keynes quería un tipo de interés que ya toma en consideración el riesgo, o sea el hecho que alguna inversión va en quiebra. Leer es algo que ayuda mucho a la cultura general, el autor lo aconseja.

El problema con la teoría austriaca que un bajo tipo de interés produce burbujas, inflación y endeudamiento no es ni muy plausible ni empíricamente comprobada. Lo único plausible es esto. Si todo las inversiones son financiadas por el "ahorro" privado en el sentido de Adam Smith, o sea parte de la ganancias no son consumidas, habrá obviamente menos endeudamiento, menos inflación y menos burbujas. En este caso solo recibe dinero aquél que tiene buenas seguridades, 100 por ciento del tamaño del crédito, y cuyo proyecto es muy rentable. Siendo el "ahorro" escaso en esta situación, los tipos de intereses serán muy altos. Dado que el estado invierte en general en cosas pocas rentables, sobre todo si trata de apoyar el mercados laboral, este será excluido de cualquier actividad económica a no ser que las financia por impuestos. Siendo el "ahorro" escaso, tampoco se van a producir burbujas, estos es igualmente obvio. La lógica es relativamente simple. Si hay poca comida, no hay riesgo que la gente engorde. Lo que Hayek y los otros adeptos de la escuela austriaca propone es destruir la cosecha para que nadie engorde o en otras palabras, aceptar cualquier daño para que no haya endeudamiento, inflación y burbujas. Se lamentan igualmente que en el caso de una política monetaria expansiva los ahorros pierden de valor. Esto es correcto, pero esto es exactamente lo que quiere Keynes.

Sin embargo la teoría austriaca no es muy plausible. Es difícil de comprender por qué la gente va a prestarse dinero por el mero hecho que los tipos de intereses son bajos. Si alguien puede prestarse 10 000 euros en general, si tiene todavía todos los tornillos bien ajustados, no lo va a hacer, a no ser que está en una discusión desesperada, si sabe que no podrá devolver este dinero. Si puede devolver este dinero, el tipo de interés puede igualmente ser cero sin que el endeudamiento crezca y sin que haya inflación.

En cuanto a las burbujas se refiere: Estas evidentemente solo son posibles si son alimentadas con dinero, sin embargo la cosa es un poco más complicada. El problema con las burbujas se debe al hecho que los inversores no son capaces de encontrar inversiones rentables o que la especulación es más rentable que una inversión real, a pesar de que en las especulaciones bursátiles siempre hay tantos ganadores como perdedores y en general los muchos perdedores pagan la cuenta por el enriquecimiento de los pocos ganadores. Pero evitar las burbujas reduciendo la cantidad de dinero no significa que haya por esto más actividad económica real. El riesgo de las burbujas es el precio que hay que pagar por la posibilidad de tener más actividad económica real.

Como buenos marxistas que son los adeptos de la escuela austriaca, a pesar de que ellos mismos creen que son los opositores del marxismo, suponen que el "ahorro" determina el crecimiento. Lo que determina el crecimiento es la cualificación del factor trabajo. Esto es lo que es empíricamente comprobado, vea el ejemplo de la Alemania después de la segunda guerra mundial mencionado antes. Incluso en el caso de que la teoría clásica sea cierta, lo que obviamente no es el caso, o sea incluso en el caso que el tipo de interés iguala el ahorro y la inversión, la teoría clásica, que Hayek y sus adeptos comparten, sería rara. Entonces las inversiones dependieran únicamente de la preferencias del ahorro de la gente adinerada. Ellos podrían bloquear en cualquier momento cualquier inversión que no tenga una rentabilidad suficiente para pagar los tipos de interés que corresponde a la fantasía de esta gente. O sea: No solo se mantendría artificialmente escaso una cosa que no es escasa, sino que encima toda la economía dependería de preferencias personales. Esto sería como mantener la producción de alimentos a un nivel artificialmente bajo y por lo tanto cara, por lo que solo alguna gente, podría alimentarse.

El problema con las teorías de Hayek y sus adeptos no es que sea una chorrada. Hay cantidad de locos en esta tierra, parece que Dios les quiere mucho, a no ser así, no existiesen tantos. Lo que realmente llama la atención es el hecho que haya tantos, incluso en Sudamérica, vea este vídeo, Develación busto Hayek Perú. Alucinante.

Para que se lo comprenda bien en el Perú, en Chile, en Venezuela, en Colombia y donde sea: Cualquier inversión que permita de saldar el crédito, incluso a un tipo de interés de 0,00 por ciento es útil y debe hacerse en el caso de desempleo. El ahorro nunca y bajo ninguna condición, a parte de una situación de pleno empleo, puede frenar una inversión. Cuanto más cualificado es el factor trabajo, tanto más inversiones rentables hay. El problema con la inflación no se resuelve nunca reduciendo la cantidad de dinero. El problema de la inflación se resuelve con la cualificación que permita de absorber el dinero con inversiones rentables.

Estudiantes de economía en Bolivia, Nicaragua, Guatemala y donde sea: Dejad de mover curvas de la izquierda a la derecha y de la derecha a la izquierda. Esto no sirve para nada. Preocupados de analizar mercados concretos y detectar posibilidades. Preocupados de un mejoramiento del sistema educativo, trabajad con iniciativas como one laptop per child, tratad de formar redes a nivel internacional para detectar posibilidades para la exportación, pueden ser cosas pequeñas como por ejemplo producir música típica de una región que también puede servir en la enseñanza del español, estudiad el mercado de energía y las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Esto es lo que hay que hacer: Energías regenerativas y desarrollo. Formad redes a nivel internacional y ir aprendiendo. Si la gente vive en la miseria no hay tiempo para chorradas. Pensad en como hacer el estudio más eficaz, pero resistid contra cualquier tipo de tasas académicas. La formación puede igualmente ser financiada con papel impreso porque a un tipo de interés de 0,00 es rentable y si esto no es el caso, habéis de cualquier forma perdido. Los parámetros fundamentales para el desarrollo de una economía no son los parámetros económicos que encontráis en vuestros libros de texto. Esto son los EFECTOS de algo, pero no la causa.

Keynes a parte de esto nunca ha dicho que se debe dejar hacer al estado lo que a este ocurra sin control alguno. Keynes no ha dicho en ninguna parte que una manada de imbéciles resuelve problemas, esto no funciona nunca, independientemente del sistema económico, vea preliminares. Hay un par de cosas que definitivamente hay que cambiar. El que cree que los problemas se resuelven por si solos, puede ir a la misa a rezar. En el más allá de cualquier forma los problemas serán resueltos. Los muertos no tienen problemas, esto es obvio.

Están obviamente fuertemente opuestos a una teoría keynesiana los recaudadores de fondos. Si el dinero no es escaso no hay muchas razones que justifiquen un precio para este bien. El problema es que en sector bancario la competencia es baja y por lo tanto los bancos no están obligados a pasar su actual refinanciamiento fácil a sus clientes. A pesar de que pueden prestar dinero por un por ciento del banco central exigen 6 por ciento des sus clientes.

De esto hecho deriva el debate público sobre el papel que juegan los bancos y para qué se los necesita. Sobre todo hay mucha gente que se pregunta si no sería más sensato si los estados pudiesen prestarse directamente dinero de los bancos centrales.

(Lo que sigue vale para países donde el banco central, aquel banco que emite la moneda nacional es independiente del estado. Simplificando independiente significa que el gobierno no puede pagar sus gastos imprimiendo dinero. El análisis que sigue enfoca en un solo punto, la importancia del tipo de interés para el control de la moneda. Aconsejamos para un cuadro más complejo este artículo La independencia del Banco Central. En la mayoría de los países de Sudamérica, y obviamente en España, donde la política monetaria, como en el resto de los países de la zona EURO, está bajo el control del Banco Central Europeo. No se pueda negar que la competencia entre los bancos privados no está lo suficientemente intenso para que estén obligados de bajar el tipo de interés y tampoco se puede negar que para ellos es más interesante producir burbujas de todo tipo. Para impedirlo se debería, como Keynes ya lo propuso, 50 años antes de Tobin, a pesar de que el impuesto Tobin se hizo tan famoso, imponer un impuesto sobre las transacciones financieras especulativas. En este caso por lo menos no habría más burbujas. Esto no resuelve el problema que los recaudadores de fondos no son capaces de detectar inversiones reales rentables, pero por lo menos dejarían de producir burbujas.)

Una medida para controlar la cantidad de dinero es el tipo de interés por el cual un banco central presta dinero a los bancos privados. Las otras medidas son la reserva mínima. Con la reserva mínima el banco central fija el porcentaje del dinero en las cuentas bancarias de los clientes que un banco tiene que tener liquido. Cuanto más alto es este porcentaje, menos créditos pueden otorgar. Esta medida es obviamente más radical que la reducción de la cantidad de dinero a través el tipo de interés. Cuando los bancos centrales suben el tipo de interés, los bancos centrales todavía pueden prestar dinero. Cuando el banco central sube la reserva mínima, las posibilidades de los bancos son definitivamente restringidas. Nuestro amigo Jesús Huerta de Soto, que por una razón que desconocemos y que nos cuesta imaginar llegó a ser catedrático esta en favor de una reserva mínima de 100 por ciento y es de suponer que el tampoco sabe por qué esta en favor de esto, aparte de que su adorado Mises, que adora de todo corazón, lo dijo, vea El sistema financiero ideal. Dejamos al lado los problemas mencionados hasta ahora y que serían todavía más graves con una política de este tipo, la economía dependería todavía mas del ahorro en el sentido clásico, hay otro problema. Si las reservas mínimas están a cien por ciento, la cantidad de dinero, hablamos ahora de piezas de metal y billetes de verdad, tendría que ser aumentado de golpe enormemente, porque ya los bancos no pueden "generar" dinero. [Repetimos el mecanismo: A lleva su dinero al banco X al principio del mes, digamos 3000 dólares. De estos 3000 dólares tira cada día 100 dólares. Estos significa que el banco tiene en promedio 1500 dólares que puede prestar. Si el banco central impone una reserva de 100 por ciento, no puede prestar nada]. Significa que en la vida real que la cantidad de dinero, en billetes de papel y piezas de metal, tendría que doblar de un día a otro lo que ni siquiera sería el problema. El problema es que en este caso no existiese un mecanismo automático que adapta la cantidad de dinero al crecimiento. Si la economía crece, el dinero se convertiría automáticamente escaso porque aumentaría inmediatamente el dinero que se necesita para las transacciones comerciales y quedaría menos para prestar. Los tipos de intereses subirían por el mero hecho que la economía crece y el dinero frenaría la economía hasta que el banco central se decida a producir dinero. El mismo efecto tendríamos al revés, cuando al economía se reduce. Si los bancos, que están más cerca de la economía real, pueden generar dinero ellos mismos, el sistema es más flexible. Este problema es obviamente más grave en el caso de España, que forma parte de la zona Euro. Es muy posible y muy normal que en un país la economía crece y se reduce en otro, pero el Banco Central Europeo solo puede hacer una política monetaria para toda la zona. Dicho de otra forma. Las propuestas de nuestro amigo Jesús serían devastadoras y por lo tanto a nadie hasta ahora se le ha ocurrido implementarlas, a pesar que su adorado Mises lo haya propuesto. Su ideas sobre los cursos de cambio flexibles son igualmente erróneas. Es cierto que un país puede exportar más, si devalúa su moneda, tendría esto el mismo efecto que bajar los sueldos. Sin embargo los países importan también y devaluando la moneda las importaciones se hacen más caras. Aparte de esto, un gobierno no puede devaluar una moneda, solo el banco central puede hacerlo, bajando o subiendo los tipos de intereses. Si baja el tipo de interés, la moneda nacional huye de este país, la hay por lo tanto en abundancia y por lo tanto su precio baja. Jesús es un buen ejemplo para un problema general. Si un discurso es una chorrada desde el fin hasta el principio, se necesita más texto para corregir todas las chorradas de lo que fue el texto original. En resumidas cuentas: Con lo dicho hasta ahora no queremos defender los bancos. Pero si todo el ahorro consiste únicamente de billete y piezas de metal ahorrado antes, todos los problemas que derivan del hecho que se mantiene artificialmente escaso algo que no es escaso se agrava. Lo que impresiona al autor es que hay tantos adeptos de Hayek en Sudamérica, sobre todo la cantidad de chicos, vea este vídeo Escuela Austriaca y el pensamiento de Jesús Huerta de Soto.

Volvamos al tipo de interés en su función de controlar la cantidad de dinero. En la crisis actual mucha gente se pregunta qué sentido tiene que los bancos privados pueden prestarse dinero a un por ciento para conceder un crédito a los estados para 6 por ciento, o sea ganar una fortuna con dos transferencias bancarias. Es algo realmente difícil de comprender y el autor no está muy convencido de la respuesta que va a dar en seguida.

El tipo de interés es una manera de medir la escasez de dinero. Si el tipo de interés es alto es un signo que el dinero es escaso. Esto evidentemente solo funciona si hay un solo tipo de interés para el conjunto de la economía. Si el tipo de interés en el sector privado es de cuatro por ciento por medio pero el tipo de interés para el estado de dos por ciento es estado podría echar fuera del mercado cualquier empresa que depende de créditos y el tipo de interés no señalaría la escasez de dinero.

El problema de esta lógica es que supone que el estado es un inversor "normal" como cualquier empresa y que será discriminado si su "inversión" es menos rentable que la de una empresa. Esto obviamente es erróneo, porque el estado puede ofrecer mucho más seguros que una empresa. El estado es la última entidad que va en quiebra, porque el estado siempre puede subir los impuestos y pagar sus deudas.

La hipótesis con la cual se justifica el hecho que un estado solo puede prestar dinero indirectamente es por lo tanto ésta. Un tipo de interés común tanto para la economía privada como el estado tiene el efecto que el estado no gaste tanto dinero si por su actividad sube el tipo de interés y la actividad del sector privado disminuye. Esto no es ningún automatismo, dado que el estado puede recibir cualquier cantidad de créditos. Puede pagar cualquier cantidad de tipo de interés y siempre es el prestatario más solvente. Aunque es empíricamente comprobado que en estados donde el banco central es independiente, por lo menos formalmente, del gobierno la inflación es más baja, nadie sabe si esto se debe al hecho que gasta menos o si se lo debe simplemente al hecho que reduce la actividad de la economía privada. En este caso la inflación baja habría sido pagada con una reducción de inversiones privadas.

Dado el hecho que el estado, por varias razones, puede prestarse dinero a condiciones mucho más ventajosas que el sector privado, es bastante probable que el último escenario es el escenario realista. Se debe esto a dos razones. Primero el estado toma créditos muy grandes, en relación con lo que es usual en el sector privado. Por lo tanto los costes administrativos, en relación con el volumen de crédito, son mucho más bajos. Para los bancos es mucho más atractivo prestar 20 000 000 000 000 de dólares al estado que 20 millones de créditos a un millón. A los bancos tampoco tiene que interesar en el caso de que prestan dinero al estado para qué lo utiliza, porque hay una seguridad de 100 por ciento que el estado les devuelve el dinero. El último que va en quiebra es obviamente el estado. Es así incluso en la actual crisis europea, seguimos en el año 2013. Las empresas griegas fueron en quiebra, el estado griego no. Siendo este un prestatario muy grande, cuya quiebra habría tenido consecuencias fatales para el sistema bancario, se le salvó. Incluso en situaciones extremas, un estado no va en quiebra. Por lo tanto los bancos al prestar dinero a un estado los recaudadores de fondo, bancos o seguros, no tienen que controlar si el concepto de la inversión es plausible, factible y rentable. Este trabajo pueden ahorrarse. Igualmente es más atractivo para los bancos y otros recaudadores de fondos de especular con dinero. En general tienen más posibilidades de influir en la bolsa que inversores pequeños. A largo plazo, dado que la especulación bursátil de un juego de suma cero, que hay una redistribución a través de bolsa hacia los inversores grandes. Una de las pocas inversiones interesantes desde el punto de vista del sector bancario son las inversiones en inmuebles, porque este tipo de crédito es bastante fácil de controlar porque puede ser asegurado con una hipoteca. (Por lo menos era así hasta el año 2008. Cuando todo el sector inmobiliario va en quiebra, las hipotecas inmobiliarias no sirven para gran cosa).

Todo esto es, aparte de que la intensidad de la competencia no es suficiente, una razón que explica porque los tipos de intereses de los bancos privados no bajan a pesar de que ellos reciben dinero casi gratis. Dado la competencia insuficiente que tienen, otorgar créditos a un ente privado genera costes administrativos muy altos y el tipo de interés tiene que recompensarles por estos costes. Es un argumento que Keynes no menciona, pero la ineficacia del sistema bancario puede producir tipos de intereses tan altos, que la capacidad productiva no se puede agotar por completo. En otras palabras: En parte se puede reducir la inseguridad, pero esto generaría costes administrativos. Un problema que en parte se podría resolver, si los egresados de economía o ciencias empresariales aprendiesen a analizar procesos extra económicos, porque estos procesos extra económicos determinan la factibilidad de una inversión. Los estudiantes de economía aprenden diferentes métodos para calcular la rentabilidad de un proyecto, calcular el tipo de interés interno, el tiempo que dura hasta que se amortice, el dinero efectivo en el presente / en un punto determinado en el futuro etc.. El problema siempre es el mismo. Se supone unos determinados ingresos y se hace un par de cálculos. El problema real, los ingresos, queda fuera del análisis.

Tanto contra la teoría keynesiana como la teoría clásica hay un argumento que ocurre a mucho gente. ¿Qué papel juega realmente el tipo de interés en una decisión de inversión? Alegan alguna gente que el tipo de interés es una variable entre muchas y ni siquiera la más importante. Si lo ingresos están inseguros, los sueldos a pagar difícilmente calculables y el progreso tecnológico difícil a evaluar los tipos de interés son, dentro de esta situación compleja, de poca relevancia. Son igualmente de poca relevancia cuanto una inversión es financiada por deducciones (vea arriba: Alguien invirtió 1000 euros y la inversión se amortiza en diez años, o sea gana 100 euros cada año y la deducción son 1000/10 = 100 euros. Entonces después de diez años tienen ahorrado 1000 euros que invierte de nuevo.) Son de poca importancia porque el inversor en este caso no compara una inversión en otra cosa con una inversión en su propia empresa. Este capital lo necesita para que pueda ganar algo con su trabajo. Si lo invierte en otra cosa, le queda solo el rendimiento de los 1000 euros. Entendemos igualmente que a partir de un cierto tamaño el tipo de interés juega un papel. Si el tipo de interés es de 10 o 20 por ciento obviamente juega un papel.

Para ver que algo no va con esta teoría tenemos que considerar la posición del inversor o sea de aquél cuyos únicos ingresos son el rendimiento del capital. Si el riesgo es el mismo va a invertir su dinero en el proyecto más rentable. Si un proyecto le rinde 5,1 por ciento y el otro 5,15 por ciento lo va a invertir en el último. Sin embargo el riesgo juega un papel importantísimo. Más importante que el tipo de interés es el riesgo, pero el riesgo es una función del tipo de interés. Cuanto mayor es el riesgo, tanto más alto será el tipo de interés. Es por lo tanto difícil de imaginarse que el tipo de interés no juega papel alguno. Aparte de esto juega un papel importantísimo para los bancos, porque estos viven únicamente del tipo de interés, aunque la altura de este no depende tanto de la escasez de dinero, este abunda en este momento, seguimos en el año 2013, sino de los gastos administrativos de los bancos. Una posible razón que pueda explicar porque el tipo de interés de los bancos no baja a pesar de que ellos reciben dinero casi gratis, aparte de una competencia eventualmente no bastante intensa, es el hecho que no lo pueden bajar si quieren cubrir sus gastos administrativos.

En resumidas cuentas: Se puede controlar con el tipo de interés la cantidad de dinero, pero es más probable que esto lleva a una reducción de sector privado que a una reducción del sector estatal. Si partimos del principio que la actividad estatal tiende a ser más consumtiva que investiva, se paga el control del dinero con una reducción de la actividad privada. Diría el autor que en este caso es más sensato de controlar la actividad estatal por otros métodos, vea preliminares, y no con el tipo de interés fijado por un banco central.

Uno de los muchos problemas con la teoría austriaca que un tipo de interés bajo tiende a producir burbujas y a un exceso de producción es que no distingue claramente entre el sector privado y el sector estatal. Es más plausible que una entidad que ya acepta de financiar el consumo por créditos tiende a hacerlo más todavía si los tipos de intereses son bajos. Que ente privadas, que pueden muy concretamente ir en quiebra y perder todo lo que se prestan dinero sabiendo que no podrán saldar el crédito es más bien improbable. Pero si queremos una sociedad que de vez en cuando acepta el riesgo, algo indispensable en una economía de mercado, hay que encontrar un método que permite a las empresas altamente innovadoras y por lo tanto muy arriesgadas a obtener créditos sin o con poco seguros. Si no quedamos dentro de la teoría keynesiana entonces el tipo de interés tiene que considerar un riesgo más elevado, en otras palabras las inversiones rentables tienen que eliminar más dinero, al saldar el crédito, para compensar los créditos que no serán saldadas porque terminaron en quiebra. Este recargo eventualmente podría ser compensado en parte si bajan los gastos administrativos de los bancos.

Un tipo de interés alto conlleva que el crédito será saldado más rápidamente. Una prestatario que tomó un crédito por 10 000 dólares y paga 5 por ciento como tipo de interés prefiere, siempre y cuando lo puede, re-pagarlo en dos años y no en cuatro. (paga 1500 dólares de interés en el primer caso, 3000 dólares en el segundo.) Si queremos ser más precisos, el dinero será re-investido más rápidamente si se supone que la inversión se hará de nuevo una vez devuelto el dinero, lo que igualmente significa que se puede corregir si la cantidad de dinero aumenta demasiado. De otra parte es completamente aceptable si el dinero solo refluye y será disminuido en la medida que el bien, sea de consumo o de capital, se gasta y inmuebles se gastan muy lentamente, si están bien hechas no se gastan nunca. Esto significa que de una parte el dinero seguirá circulando por mucho tiempo, esto es la parte negativa y de otra, esto es la parte positiva, da más o menos lo mismo en cuanto tiempo se elimina el dinero generado por el crédito. Para ponerlo más simple. Si alguien tiene una deuda de un
240 000 dólares, pero ahorra 500 euros cada mes de alquiler que puede utilizar para saldar el crédito, lo habrá pagado en 40 años (si dejamos al lado el tipo de interés.) Esto no es ningún problema. Pero si tiene que saldar el crédito en 20 años, o sea 1000 euros al mes y no puede, esto es un problema. Simplificando: La crisis inmobiliaria tiene una solución muy simple. Se habría debido simplemente alargar la prórroga para saldar el crédito. Esta lógica parecerá muy extraña a mucha gente, pero es lo que pasa de hecho todos los días. Es de suponer que alguien que hereda un casa por 240 000 dólares y 100 000 de deuda no se va a quejar. Si se queja la puede dar al autor de estas líneas, no hay problema. Lo mismo vale para un estado. Un estado puede ser endeudado con 2,5 billones de euros sin que esto sea un problema alguno, si deja a la próxima generación una infraestructura con este valor. (El problema es entonces, para ser más preciso, que toda la próxima generación hereda las deudas que tendrán que pagar con sus impuestos, pero pocos heredan empréstitos estatales. Es un problema de distribución, no de endeudamiento.) Si se quiere llevar la idea a sus extremos. Machu Picchu obviamente no era ningún negocio para los Incas. Pero a lo largo de 500 años se ha convertido en un negocio muy, pero muy rentable. Lo visitan cada día 2000 turistas y si cada turista solo deja 1000 dólares en el Perú, llegamos a cifras alucinantes. Un banquero nunca jamás habría concedido un crédito para construirlo, a pesar de que el estado peruano podría saldar el crédito con los ingresos que genera en un par de días. Lo mismo pasa, dicho sea de paso, con cualquier tipo de cultura. Cervantes murió empobrecido si se puede aplicar esta palabra a una persona que jamás era rico. Pero a lo largo de 400 años se convertido en un negocio muy, muy rentable.

Desde esta perspectiva uno podría igualmente preguntarse qué es una burbuja y si ha habido burbuja en el sector inmobiliario. Se habla generalmente de burbuja si el valor intrínseco de una cosa es más bajo que su valor de mercado. Esta definición no sirve para nada, porque un valor intrínseco por si no existe. Si se toma como el "valor intrínseco" el dinero en efectivo todos los ingresos descontados con un cierto tipo de interés por un cierto tiempo el dinero en efectivo depende de la temporada. Para inmuebles los inversores calculan arbitrariamente con doce años. O sea en doce años un inmueble tiene que estar amortizado, lo que obviamente no corresponde de ninguna manera a la temporada durante la cual una casa genera ingresos. El "valor intrínseco" depende por lo tanto de las otras posibilidades de invertir dinero. Si una casa solo rinde 3 por cientos y la especulación en la bolsa 5 por cientos entonces puede haber una burbuja. Los inversores retirarán su dinero, es un caso ficticio, normalmente es al revés, si es más interesante especular en la bolsa. Esto puede tener el efecto, por ejemplo, que se retira dinero del sector inmobiliario por lo cual el precio de estos cae, lo que significa que sobre el papel la fortuna de los propietarios disminuye. Si a esto se añade el problema que mucha gente pierde su trabajo por el hecho que el sector de la construcción deja de crear trabajo, entonces hay un problema si tienen que vender su casa. El precio por la cual el inmueble puede ser vendido ya no corresponde al crédito otorgado para construirlo, lo que significa que los bancos no pueden recuperar el dinero ni siquiera vendiendo la casa. Esto no significa que era mala idea construir casas y convertir todos los españoles en propietarios. Esto solo significa que ha habido una financiación que no corresponde al tiempo real de amortización.

La situación es un poco abstrusa porque nadie en la vida privada se comportaría de esta forma. Si alguien sabe que su coche le durará 8 años no va a ahorrar una cantidad de dinero bastante para comprarse uno nuevo en cuatro años y poner este dinero cuatro años bajo la almohada. Va a ahorrar 8 años para que pueda comprarse un coche cuando él que tiene realmente está gastado. Si un contratista de obras se compra una grúa, va a deducir, otra cosa tampoco está permitido por la ley, tanto para que tenga bastante dinero para comprarse una nueva cuando ya está gastada. No hay ninguna razón por la cual sea necesario de saldar un crédito en una temporada más corta que el uso del bien de consumo o de capital.

Lo único que es cierto en este asunto es que el dinero seguirá circulando por mucho tiempo, en el caso de los inmuebles hasta cien años y más, lo que podría llevar a procesos inflacionarios. El problema es que no ha habido inflación en España en los tiempos del boom fomentado por el sector de la construcción. 4 por ciento de inflación no es nada excepcional. Se podría argumentar que no ha habido inflación porque España satisfizo su excedente de demanda con importaciones. El problema es esta argumentación tampoco convence mucho, si pensamos en el caso más extremo que jamás ha habido en la historia moderna, el de Alemania después de la caída del muro. Este caso era extremo porque desde un día a otro 17 millones de alemanes del este fueron suministrados de la economía del oeste. Cualquiera había supuesto que habrá una inflación. Pero nada. La inflación giraba alrededor de 2,5 por ciento. en los años noventa. Parece que la única forma por la cual una inflación pudiese ocurrir es cuando se encarecen materias primas. Esto pasó en Alemania en los años setenta. Parece que cualquier economía moderna tiene una flexibilidad enorme para responder a cualquier demanda. Si queremos ser muy exactos, incluso tenemos una inflación negativa. Las computadores por ejemplo de hoy en día cuestan más o menos lo mismo de lo que costaron hace 15 años, pero son 10 veces más poderosas.

¿En qué quedamos? Se puede controlar la cantidad de dinero, obviamente. Sea con tipo de interés lunático, sea con una reserva mínima de 100 por ciento. Lo que el monetarismo y la escuela austriaca no explican es si la actividad privada o la actividad estatal será reducida, a pesar de que esto es el punto central. Suponen estas dos tendencias además, no solo en este contexto sino en cualquier otro, que la actividad estatal es completamente incontrolable. El autor ya ha dicho varias veces que no cree en ello, vea por ejemplo actividad estatal. No es tan seguro como estas tendencias suponen que es absolutamente imposible de controlar las actividades estatales y incitarle a gastar menos en el consumo y más en la inversión. El segundo problema es que una política monetaria expansiva lleva a un aumento del endeudamiento estatal, pero, no es nada seguro que lleva a una inflación. Para que se produzca una inflación necesitamos dos suposiciones suplementarias. Primero el aumento de dinero tiene que aumentar la demanda, lo que no es el caso si todo el dinero se disuelve en especulaciones, y segundo la demanda tiene que ser más grande que el potencial productivo. Ambas suposiciones no parecen ser muy realistas. Si la restricción monetaria llevaría a una reducción del consumo estatal, sería aceptable. Pero es mucho más probable que lleva a una reducción de las actividades privadas, o sea del sector más productivo. Un problema que Keynes no discute es el papel que juega el sector bancario. Esta está interesado en un tipo de interés alto y no va por lo tanto bajar los tipos de intereses incluso en el caso que puede re-financiarse casi gratuitamente, sea porque no puede reducir sus gastos administrativos, sea que le gusta ganar mucho dinero. La única solución posible para este problema son nuevos bancos o una mayor globalización de los bancos y una mayor intensidad de competencia.

En resumidas cuentas: La actual política monetaria de Banco Central Europeo es correcta. Los ahorradores y sobre todo las grandes fortunas son los perdedores de esta política de un tipo de interés bajo, pero esto es completamente compatible con una economía de mercado. En una economía de mercado libre no puede ser que se mantenga algo artificialmente escaso. Esto es la razón por la cual se prohíbe monopolios o se los controla cuando no se puede prohibirlos.


Hemos visto hasta ahora que la discusión era bastante compleja. El hecho que la discusión es muy simple en la economía clásica y neoclásica, cuyos conceptos encontramos hasta hoy en día en cualquier libro de texto, se debe al hecho que el concepto de capital, de estas teorías es erróneo. La cosa no es tan simple y hay muchos errores. "Capital" en el sentido de plantas industriales, inmuebles, maquinas etcétera. no tiene nada que ver con dinero y el dinero tampoco es un mero "velo" o sea algo que solo refleja el valor del capital. El capital tampoco limita el potencial productivo y el capital tampoco brinda un poder como se lo imagina la teoría clásica / neoclásica o el marxismo. La empresa más poderosa que existe actualmente, Google, fue creado casi sin capital o con una cantidad ridícula en comparación con el valor que tiene Google actualmente.

El poco capital que necesitaron les fue concedido en forma de venture capital, pero igualmente habrían podido tomar un crédito de cualquier banco que a su vez habría generado este dinero de una forma u otra. El concepto de Keynes, implícitamente aunque no expresada es completamente distinto. Dado una determinada formación y un determinado nivel tecnológico una economía puede aumentar de manera cuantitativa hasta que este potencial sea agotado. Para agotarlo se necesita dinero que es la pretensión a una parte de la capacidad productiva. Keynes por lo tanto, implícitamente, no solo dice que el ahorro sigue a la inversión, o sea el ahorro se adapta a la inversión y no al revés, o sea la ecuación ahorro = inversión solo vale EX POST, pero no ex ante, sino que también dice que la producción nacional, que a su vez depende de la formación y el nivel tecnológico, se adapta a la cantidad de dinero y no al revés. También en la teoría keynesiana los sueldo pueden ser muy bajos porque igualmente dependen de la rentabilidad marginal del trabajo y este baja, dado una determinada tecnología y dado una determinada estructura de preferencias y de la demanda, pero no debe estar frenado artificialmente por un tipo de interés que está fijado en el mercado de dinero, sea que éste esté dominado por la especulación, sea que se reduce artificialmente el "capital". Dado la formación posible y el nivel tecnológico posible es de suponer que el sueldo es mucho más alto de lo que supone Adam Smith, David Ricardo y todas las tendencias que se basan en la teoría de ellos, que si se frena artificialmente este proceso manteniendo escaso una cosa, el capital, que no es escasa. No cuesta por ejemplo mucho imaginarse que los centros eólicos y otras fuentes de energías regenerables son mucho más rentables en Sudamérica que en Alemania, por muchas razones, entre ellas, para nombrar una, el hecho que ahí no molestan a nadie.

La teoría keynesiana no se basa en automatismus como los que abundan en la teoría económico. Implícitamente está claro que en la teoría keynesiana la formación y el nivel tecnológico juega un papel primordial. No hay un factor productivo homogéneo que automáticamente tiene un cierto rendimiento marginal y que recibe por lo tanto automáticamente un cierto sueldo y es bastante obvio que no se puede contrarrestar un choque externo como la subida de los precios del petrol con una economía keynesiana. Lo que si se puede hacer es facilitar la reestructuración del sector de energía, siempre y cuando, obviamente, esto es tecnológicamente posible.

Un choque externo repercutirá en los precios, sea que todas las empresas concernidas logran a subir los precios, sea que algunas empresas desaparecen y la oferta se reduce. En ambos casos se debe reducir el consumo, porque los precios son más altos y el sueldo queda el mismo. Pueden ocurrir muchas cosas, pero el primer efecto es que una parte del consumo va hacia el factor que produjo el choque, por ejemplo a los países que suministran petroleo o a los países que hasta este momento produjeron los discos duros y que debieron reducir la oferta porque un terremoto, inundación destruyo parte de las plantas.

En cuando a los efectos secundarios se refiere, depende de lo que hace el factor que produjo el choque con sus ganancia. Si sube el precio del petrol y compra coches de lujo en Alemania, lo que suelen hacer los Saudíes en Arabia Saudita, entonces hay una reestructuración en la economía alemana. Se produce más de lo que ellos quieren, o sea coches de lujo. Si esto reduce definitivamente la capacidad de la economía alemana para producir la misma cantidad de bienes de consumo para las necesidades alemanas depende del potencial productivo. El primer efecto será una subida general de los precios. A esta subida general de los precios los sindicatos va a reaccionar y exigir una subida de los sueldos. Pero a partir del momento que la oferta es la misma que antes, las empresas no tendrán la posibilidad de subir los precios y los sindicatos no serán obligados por lo tanto a reclamar una adaptación.

El autor supone que el único efecto es que los productores ahora pueden vender sus coches de lujo que antes no habían podido vender. A un robot da igual si trabaja 8 horas diarias o 24 horas diarias. Para mantener el nivel de consumo Alemania tendría en este caso trabajar más, en horas, o aumentar la productividad, aunque por las últimas experiencias, el desarrollo de la economía alemana después de la caída del muro de Berlino, vea arriba, se puede suponer que igualmente es posible que ni el uno ni el otro sea necesario. El problema no era la producción. El problema era que la suministración de la ex Alemania de Este fue financiado por un endeudamiento del estado. La producción no era ningún problema. Los Saudíes al menos pagarían. En este caso se puede hacer una política monetaria expansiva. Una política monetaria restrictiva disminuiría la demanda. Probablemente habría varias oscilaciones, porque los saudíes van a subir otro vez el precio, si tienen que comprar sus coches de lujo a precios más elevados. Pero en este caso se trata de una mera adaptación cuantitativa a la demanda aumentada y vale la regla de siempre. Hay que bajar el tipo de interés hasta que haya pleno empleo. La demanda adicional solo tiene el efecto que el tipo de interés tiene que ser más bajo.

Este tipo de argumentación aparecerá rarísimo a mucho gente, pero muy a menudo la estrategia de comprar productos con materias primas es ruinoso para el país que tiene estas materias primas, porque no están obligados a avanzar tecnológicamente.

Si se deciden a comprar perfumes franceses, ropa italiana, chocolate suizo y café de Colombia tendremos una situación más compleja. De una parte los precios habrán subido y al mismo tiempo la oferta al igual que la demanda habrán disminuido. La oferta porque una parte va al extranjero y la demanda porque por la subida del precio el nivel de consumo tiene que bajar si no se adapta los sueldos a los precios elevados. Tenemos por lo tanto subempleo y inflación. La inflación será empujada por dos razones distintas. Primero por el choque externo y segundo por la falta de oferta. Este escenario exige una mayor flexibilidad que el primer escenario.

El mundo de Adam Smith es mucho más simple, pero lamentablemente no tiene nada que ver con la realidad. En este escenario alguien ahorra primero dinero, lo que para Adam Smith simplemente significa que consume menos de lo que gana, y este dinero lo presta después a otro. El tipo de interés iguala el ahorro y la inversión. Si el tipo de interés es más bajo que el tipo de interés de equilibrio habrá más inversiones que ahorros. Si el tipo de interés está encima del tipo de interés de equilibrio, entonces habrá más ahorros que inversiones. En el caso de que sea demasiado alto, lo ahorradores se van a dar cuenta que nadie quiere sus ahorros. El excedente de ahorro va bajar el tipo de interés y a este tipo de interés más bajo algunos ahorradores dejarán de ahorrar. De otra parte habrá más inversores si el tipo de interés es más bajo. Este proceso va a continuar hasta que los ahorros corresponden a las inversiones.

Este concepto, como ya lo hemos dicho, es completamente erróneo. El tipo de interés no iguala el ahorro y la inversión, sino determina la cantidad de dinero, dado que una cosa que no escasa, no puede tener un precio de mercado. Ahorrar significa simplemente que se produce bienes de capital envés de bienes de consumo. Por lo tanto ahorrar tiene sentido, si hay que decidirse por el uno u por el otro, pero no cuando ambos son posibles. Ex post la ecuación ahorro = inversión es obviamente correcto. Se ha producido sea bienes de capital, ahorro, o bienes de consumo. Pero la ecuación no vale ex ante. En esta ecuación ahorro = inversión se revela ya todo la tragedia de la economía hasta hoy en día. Si esta teoría fuese cierta, podríamos tener cualquier cantidad de descubrimientos científicos, cualquier cantidad de progreso tecnológico, si algunos adinerados no tienen ganas de ahorrar, no hay inversión. Según esta teoría todo el desarrollo de la economía depende de las ganas de algunos de ahorrar. Si ni siquiera tienen ganas de ahorrar si el tipo de interés es veinte por ciento, no hay inversión. Del otro lado queda completamente abierta la pregunta por qué alguien los inversores de vez en cuanto invierten a un tipo de interés de 10 por ciento y de vez en cuando ni siquiera invierten a un tipo de interés de 5 por ciento. En otras palabras. Si ignora por completo los factores centrales del desarrollo económico, la formación, educación, progreso tecnológico, avances en la organización en el sistema político. En cuanto a las conclusiones a sacar y los cambios necesarios, vea preliminares.

El párrafo abajo es interesante, porque efectivamente en determinadas épocas estaba prohibido de tomar intereses y en teoría lo es hoy en día en los países islámicos, a pesar de que los tipos de intereses en por ejemplo el Irán son altísimos. Las razones que se dieron por ello eran idiotas, a pesar de que la conclusión contiene mucha verdad. No se puede estar en contra del tipo de interés por el mero hecho que hace los ricos más ricos todavía o porque es injusto que uno puede vivir solamente de su capital. Si sigue esta argumentación sería igual de injusto si alguien vive de un inmueble heredado.

Si el concepto de Adam Smith fuese cierto, que debe haber alguien que ahorra para que otro pueda invertir, el tipo de interés tendría una función muy útil. (Y en parte la tiene. Si alguien invierte en algo con el riesgo de perder todo y que ningún banco quiere financiar, solo lo hará si hay también una perspectiva de ganar dinero.)

In some countries the interest of money has been prohibited by law. But as something can everywhere be made by the use of money, something ought everywhere to be paid for the use of it. This regulation, instead of preventing, has been found from experience to increase the evil of usury. The debtor being obliged to pay, not only for the use of the money, but for the risk which his creditor runs by accepting a compensation for that use, he is obliged, if one may say so, to insure his creditor from the penalties of usury. In countries where interest is permitted, the law in order to prevent the extortion of usury, generally fixes the highest rate which can be taken without incurring a penalty. This rate ought always to be somewhat above the lowest market price, or the price which is commonly paid for the use of money by those who can give the most undoubted security. If this legal rate should be fixed below the lowest market rate, the effects of this fixation must be nearly the same as those of a total prohibition of interest. The creditor will not lend his money for less than the use of it is worth, and the debtor must pay him for the risk which he runs by accepting the full value of that use. If it is fixed precisely at the lowest market price, it ruins, with honest people who respect the laws of their country, the credit of all those who cannot give the very best security, and obliges them to have recourse to exorbitant usurers. In a country such as Great Britain, where money is lent to government at three per cent. and to private people, upon good security, at four and four and a-half, the present legal rate, five per cent. is perhaps as proper as any. En algunos países está prohibido de prestar dinero por tipo de interés. Pero dado que con dinero siempre se puede hacer algo, en cualquier parte siempre hay que pagar algo por su uso. Con esta ley, esto es lo que la experiencia nos enseña, con la cual si quiso limitar la usura, el problema de hecho se agravó. El deudor ahora no solo tiene que pagar por el uso del dinero, sino también por el riesgo, que tiene el acreedor al exigir una recompensa. Se puede por lo tanto decir que el deudor está obligado a asegurar al acreedor contra el castigo que amenaza el usurero. En los países donde un tipo de interés está permitido la ley fija un determinado tipo de interés que se puede tomar sin correr el riesgo de ser castigado. Este tipo de interés siempre tiene que estar un poco encima del precio de mercado más bajo, o sea encima de aquel tipo de interés que el prestatario que puede ofrecer los seguros más grandes tendría que pagar. Si este tipo de interés fijado por la ley fuese por debajo del precio de mercado, correspondería una interjección de prestar dinero. El acreedor no va prestar dinero a un tipo de interés debajo de su valor y el prestatario debería pagarle por el riesgo que incurre al exigir el tipo de interés que corresponde al valor real. Si el tipo de interés sería fijado exactamente al nivel del tipo de interés de mercado, todos aquellos que no pueden ofrecer las mejores seguridades y que respectan las leyes del país no tendrían acceso a créditos. En un país como Inglaterra donde se presta dinero al gobierno para tres por cientos y a personas privadas, si son solventes, para cuatro y cuatro y media, sería lo mejor si fuese fijado por la ley a cinco por ciento.

Bajo la condición que el dinero es escaso, es de subrayar que habla money, las palabras capital y money las usa indistintamente, la anotación es correcta. No se puede decir que no tiene relevancia alguna, pero dinero no es escaso en general. Pero en cuanto se refiere por ejemplo a venture capital o crowd funding, o sea cuando se trata realmente de dinero "ahorrado", o sea de ganancias no consumidas, es correcto. Desde un punto de vista macro-económico dinero no es obviamente escaso.

La discusión sobre el tipo de interés es un poco curiosa. Desde el Islam, a Lutero hasta Silvio Gesell y los críticos del crecimiento moderno hay una larga tradición de rechazo del tipo de interés. No se puede debatir de este tema de manera tan abstracta. Hay que distinguir entre la función del tipo de interés para igualar el ahorro y la demanda y el tipo de interés como instrumento para controlar la cantidad de dinero.

En el caso que el tipo de interés señala escasez es un parámetro económico útil. Donde no tiene esta función, no es útil. Adam Smith ya menciona el problema central en cuanto se refiere al tipo de interés como señal de escasez, a pesar de que no saca las conclusiones que de ello derivan. El prestatario con mayor solvencia es el estado. Esto significa que es perfectamente posible que todos los ahorros son absorbidos para un uso meramente consumtivo. Si la gente no hace una revolución y ahorca el gobierno y los prestamistas en los árboles, cualquier deuda podrá ser saldada subiendo los impuestos.

De otra parte el estado tiene más posibilidades para invertir en inversiones arriesgadas y por lo tanto en general es el estado que financia las inversiones muy arriesgadas como la investigación y desarrollo. El estado profita de todos los efectos secundarios aunque de vez en cuando el único efecto es que un científico haya aprendido un nuevo método para analizar una cosa. Posiblemente del proyecto por el cual ha aprendido este método resultó en un fracaso, pero puede utilizar este método para otros fines en un trabajo en una empresa privada que paga bien con el resultado que paga muchos impuestos; para dar un ejemplo. Un empresa privada no profita de efectos secundarios y por lo tanto no va a financiar proyectos altamente riesgosas.

Hay por lo tanto las dos cosas. El estado puede eliminar inversiones privadas lo que significa concretamente, que una política monetaria restrictiva reducirá las actividades del sector privado y no del sector público. Se corre por lo tanto el riesgo que el endeudamiento estatal sube, porque una versión meramente consumtiva solo en situaciones especiales, el famoso efecto multiplicador de Keynes, en la obra original media página, podrá saldar el crédito. De otra parte el estado puede invertir en proyectos más arriesgados.

El resto del párrafo es fácil de comprender. Si el estado fija el tipo de interés a un nivel más bajo que el tipo de interés por el cuál un prestatario de optima solvencia habría podido tomar un crédito entonces simplemente se prohíbe el préstamo de dinero. Si se lo fija a un tipo de interés que corresponde al tipo de interés de equilibrio, entonces ningún proyecto que presenta un riego para el prestamista será financiado.

La anotación de Adam Smith que el tipo de interés será más alto si se prohíbe el préstamo de dinero es bastante verosímil. Drogas serían evidentemente más baratas, algunas no costarían nada, si fuesen legales. Lo que les hace caro es el hecho que aquel que los vende corre un riesgo. Dejamos al lado el problema que nadie sabe porque se vende alcohol por todas partes y hachís está prohibido.

El error garrafal de Adam Smith es que confunde capital con dinero. Dinero no es nada escaso y la escasez no puede justificar un precio para este fin. Esto es algo que cuesta a entender a mucho gente, porque contradice a toda experiencia personal. Remitimos a Schumpeter donde vamos a hablar nuevamente sobre el tema, vea economía dinámica y finalmente vamos a discutir del tema en detalle al discutir la teoría keynesiana.

No es solamente que el concepto de Adam Smith sobre el dinero es errónea bajo la constitución de una economía moderna. El concepto ya era erróneo en su tiempo, porque el dinero nunca era escaso. Pero es obviamente completamente erróneo bajo la constitución de hoy en día. El tipo de interés lo fijan los bancos centrales junto con los bancos privados, porque de la intensidad de la competencia y la eficacia de la administración bancaria depende si van a transmitir el tipo de interés fijado por el banco central a sus clientes.

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Anotaciones:

ES        DE

¿Tiene el tipo de interés una relevancia para la alocación?

La concepción del tipo de interés y del capital / dinero es uno de los errores fundamentales de la teoría clásica. Es de crucial importancia para comprender la teoría keynesiana de ver por qué esta concepción es errónea.

El tipo de interés no es un precio para un bien, el capital / dinero, porque no tiene la función de un precio.

En una situación de subempleo basta que el tipo de interés cubre el riesgo y los gastos de la administración bancaria.

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