La obra Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones pasa por ser el comienzo de la economía como ciencia. Se puede dudar que así sea, dado que es de suponer que en gran parte es solo un resúmen de ideas corrientes. Encontramos en este libro todos los temas que hasta hoy en día están en el centro del debate público, el papel que juega la competencia en una economía de mercado, la función de los precios, el papel del estado, la función del dinero, la distribución de la renta nacional, el efecto de aranceles y impuestos, el papel del ahorro etc. etc.. Encontramos en este libro tanto las características centrales de una economía de mercado como los errores garrafales que se puede leer hasta en nuestros días en cualquier periódico en cualquier día.
No es seguramente el mejor resúmen de la teoría clásica, algunos errores de Wealth of Nations ya los corrigió Jean Baptiste Say, pero es la obra que, por razones que desconocemos, se impuso.
Es seguramente uno de los libros de los cuales más se habla y que muy poca gente a realmente leído. Algo que sucede muy a menudo y que en este caso ni siquiera es tan trágico. Trágico es el caso de The general Theory of Employement, Interest and Money de Keynes. De este libro se habla tanto como de la obra de Wealth of Nations, pero las ideas que se hace el público sobre la teoría keynesiana tiene poco que ver con lo que Keynes ha realmente escrito y cantidad de problemas habría podido evitarse si se hubiese leído el original keynesiano.
Igualmente curioso es el hecho, en esta tierra hay muchas, pero muchas cosas curiosas, que se habla mucho más de Wealth of Nations que de Principles of Economics de Alfred Marshall, siendo este último realmente la base de economía como ciencia, hasta en nuestros días. Se puede incluso decir que la micro-economía tal como la encontramos hoy en día en los libros de textos es una versión simplificada de la teoría de Alfred Marshall. Para advertir al lector: De vez en cuando vamos a hablar en este manual de teoría neoclásica que es un gran montón de chorradas si se incluye también la manada de locos como Vilfrede Pareto, Carl Menger o Léon Walras. Alfred Marshall es completamente otra categoría. Si hablamos en este libro de la teoría neoclásica nos referimos a lo que hoy en día se encuentra en los libros de texto de economía como teoría neoclásica, porque es una noción que desgraciadamente se impuso. No nos referimos entonces directamente a Alfred Marshall, porque Alfred Marshall es el intelectual en esta manada de idiotas. Es completamente otra categoría. No se puede meter en el mismo cajón Alfred Marshall y Vilfredo Pareto.
Una evaluación de la obra es difícil. Es una descripción de la economía tal como lo ve el sentido común. El sentido común tiende a ver el mundo de una perspectiva personal, o sea ve el mundo según sus experiencias personales. El sentido común enseña por ejemplo que la competencia es una buena cosa, porque todos los días vemos que los precios son más bajos y la calidad mejor cuando hay una competencia intensa. Esto nos gusta como consumidores y menos como productores, pero esto no va llevar a un productor de algo a la conclusión de que hay que abolir la competencia en general. El productor solamente va a tratar de eliminar la competencia en el sector en el cual trabaja, pero no en general; para dar un ejemplo.
Pero las experiencias personales también nos pueden llevar a conclusiones completamente erróneas. Cualquiera por ejemplo cree que con el ahorro se podrá comprar algo en el futuro y por lo tanto va a ahorrar más, si los tipos de intereses son altos. Pero esto no vale, por muchísimas razones, a nivel macro-económico. En cuanto al "ahorro", "capital", "tipo de interés" se refiere las concepciones de Adam Smith son completamente erróneas.
El sentido común también puede producir cualquier cantidad de contradicciones y de contradicciones hay muchas en la obra de Adam Smith, lo que también es la causa que tanto el marxismo como sus opositores, el neo-liberalismo, argumentan con conceptos que encontramos en Wealth of Nations y se refieren a Adam Smith. La idea por ejemplo que solo el trabajo, concebido como un factor productivo homogéneo, crea trabajo, lleva, a través de David Ricardo, al Marxismo y a la negación de que la demanda influye en el valor de un bien. La distinción entre precio de mercado y precio natural destaca la importancia de la demanda y la función de los precios como señal de escasez, una idea central de una economía de mercado. Los dos conceptos, el concepto del trabajo como único factor determinante para el valor de algo y el concepto del precio natural / precio de mercado son dos conceptos incompatibles el uno con el otro. Si unicamente el trabajo determina el valor de un bien, lo que Marx llamará el trabajo incorporado en un bien, no puede haber un precio de mercado más alto o más bajo que el precio natural, diga lo que diga David Ricardo. Es en este caso la demanda que decide sobre qué, cómo y para quién se produce.
Aparte des estas grandes contradicciones, hay muchas pequeñas. Un error garrafal, que encontramos, dicho sea de paso, hasta nuestros días en cualquier libro de texto, es por ejemplo considerar el factor productivo como algo homogéneo que tiene un determinado precio. Si el trabajo tiene un determinado precio, igual para cualquier tipo de trabajo, es difícil de ver el incentivo para la gente de cualificarse para un determinado trabajo. De otra parte describe muy a menudo el fenómeno que algunos trabajos son más complejos que otros. Se podría tratar de atenuar esta contradicción con una especie de teoría sobre el capital humano, pero esto contradice a su teoría sobre trabajos productivos y improductivos. La formación es el resultado de la enseñanza, pero nada, según la teoría de Adam Smith, que se pueda vender después en forma de un producto concreto.
En resumidas cuentas. Muy al contrario de la Teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero de Keynes, una obra que imperativamente se tiene que haber leído si se estudia economía, Wealth of Nations es una obra que se puede leer y que además es fácil de leer.
Además encontramos en esta obra cantidad de cosas divertidas, o sea cosas que eran ciertas en 1776 y que lo son todavía hoy en día. Posiblemente son párrafos de este tipo que han convertido Wealth of Nations en la obra más conocida de la literatura económica.
The endowments of schools and colleges have necessarily diminished,
more or less, the necessity of application in the teachers.
Their subsistence, so far as it arises from their salaries, is evidently
derived from a fund, altogether independent of their success
and reputation in their particular professions.
In some universities, the salary makes but a part, and frequently
but a small part, of the emoluments of the teacher, of which the
greater part arises from the honoraries or fees of his pupils. The
necessity of application, though always more or less diminished,
is not, in this case, entirely taken away. Reputation in his profession
is still of some importance to him, and he still has some dependency
upon the affection, gratitude, and favourable report of
those who have attended upon his instructions; and these
favourable sentiments he is likely to gain in no way so well as by
deserving them, that is, by the abilities and diligence with which
he discharges every part of his duty.
In other universities, the teacher is prohibited from receiving
any honorary or fee from his pupils, and his salary constitutes the
whole of the revenue which he derives from his office. His interest
is, in this case, set as directly in opposition to his duty as it is
possible to set it. It is the interest of every man to live as much at
his ease as he can; and if his emoluments are to be precisely the
same, whether he does or does not perform some very laborious
duty, it is certainly his interest, at least as interest is vulgarly understood,
either to neglect it altogether, or, if he is subject to some
authority which will not suffer him to do this, to perform it in as
careless and slovenly a manner as that authority will permit. If he
is naturally active and a lover of labour, it is his interest to employ
that activity in any way from which he can derive some advantage,
rather than in the performance of his duty, from which he
can derive none.
If the authority to which he is subject resides in the body corporate,
the college, or university, of which he himself is a member, and
in which the greater part of the other members are, like himself,
persons who either are, or ought to be teachers, they are likely to
make a common cause, to be all very indulgent to one another, and
every man to consent that his neighbour may neglect his duty, provided
he himself is allowed to neglect his own. In the university of
Oxford, the greater part of the public professors have, for these many
years, given up altogether even the pretence of teaching. aus: Wealth of Nations, Book V, ART. II. — Of the Expense of the Institution for the Education of Youth. |
Por la dotación de las escuelas y universidades los profesores son dispensados, de menor o mayor grado, de la necesidad de dedicarse con empeño a sus deberes. Su subsistencia no depende, en cuanto a su sueldo se refiere, deriva de un fondo (una donación del estado) completamente independiente de su éxito y fama en la asignatura correspondiente. En algunas universidades el sueldo solo es una parte de los ingresos y de vez en cuando solo una parte pequeña y la mayor parte deriva de honorarios y tasas de sus alumnos. La necesidad de esforzarse es en este caso a lo mejor menor, pero no completamente indispensable. Es importante para él en este caso de ser reconocido en su campo y de cierta manera depende todavía de la simpatía, gratitud y evaluación positiva de aquellos que cursaron sus clases. La mejor manera de ganarse esta simpatía es merecérsela, o sea a través de sus aptitudes y la diligencia con la cual cumple todos sus deberes. En otras universidades está prohibido a los profesores de recibir honorarios o tasas y sus ingresos derivan exclusivamente del sueldo que recibe gracias a su puesto. Su interés personal es en este caso completamente en contradicción a sus deberes. Cualquiera está interesado en vivir lo más fácilmente posible y si la remuneración siempre es la misma, si se somete a un deber arduo o no, seguramente está en su interés, al menos si definimos interés como se suele hacerlo comúnmente, de sustraerse de este deber completamente o, si tiene un jefe que no lo tolera, de cumplir con estos deberes lo más chapucero y despacio posible que es su jefe se lo permita. Si de naturaleza es una persona diligente y dinámica, está en su interés de dedicar su tiempo a cosas, que le son más ventajosas, envés de cumplir los deberes que no le brindan ninguna ventaja. Si su superior forma parte de la institución, la academia o la universidad, a la cual pertenece él mismo, es bastante probable que harán cosa común, que se protegen mutuamente y que cada uno asegura que su vecino no descuida sus deberes. En la universidad de Oxford la mayoría de los profesores hoy en día ni siquiera afirma que cumple con sus deberes de enseñanza. |
Esto es sin duda una gran verdad. La gente adapta su comportamiento a los parámetros y incentivos que hay y si hay un incentivo para no hacer nada, no hacen nada. De otra parte argumentan de esta forma todos los adeptos de tasas académicas, aunque un poco al revés. Ellos, o sea toda la manada de neo liberales, argumentan que los estudiantes no se empeñan si las universidades son gratuitas. Aquí falsifican un poco Adam Smith. Adam Smith dice que sin tasas académicas los profesores no trabajan y esto es más plausible. Gratuito o no, un estudiante que no se empeña corre el riesgo de encontrarse un día sin trabajo. Este incentivo basta para que se empeñe. Un profesor universitario que no se empeña no corre riesgo alguno, aparte de algunos estudiantes que se quejan, lo que no molesta mucho.
No se va a mejorar también un profesor que no hace otra cosa en su clase magistral que leer su propio libro año tras año, algo que realmente existe como sabe el autor de experiencia propia. La tasa va a la universidad y no hay ninguna relación directa entre el rendimiento de un profesor y la tasa académica.
De vez en cuando Adam Smith parece realmente visionario. ¿El lector desconoce este fenómeno?
The teacher, instead of explaining to his pupils himself the science in which he proposes to instruct them, may read some book upon it; | El profesor, envés de enseñar el mismo lo que pretende enseñar, no hace otra cosa que leer su libro. Wealth of Nations, Book V, ART. II. — Of the Expense of the Institution for the Education of Youth |
Vemos además que los problemas con los funcionarios públicos deben haber existido ya en 1776. No decimos que esto sea un gran consuelo, pero vamos a ver a lo largo de este manual que este problema puede resolverse.
The emoluments of offices are not, like those of trades and professions, regulated by the free competition of the market, and do not, therefore, always bear a just proportion to what the nature of the employment requires. They are, perhaps, in most countries, higher than it requires; the persons who have the administration of government being generally disposed to regard both themselves and their immediate dependents, rather more than enough. | La remuneración de un empleo en el sector público no está regulado por los mecanismos del mercado, como suele ser el caso en el comercio, y no corresponden por lo tanto a lo que sería adecuado para este tipo de trabajo. Son probablemente en algunos países más altos de lo que deberían ser. La personas que trabajan en la administración pública tienden en general a conceder a si mismos y a los que de ellos dependen más de lo que sería suficiente. |
No se puede decir por lo tanto que el libro no es entretenido. Vamos a ver muy a menudo que hay cosas que no han cambiado en absoluto desde 1776. Pero el lector de hoy en día puede aprender que se trata de un problema sistémico.
Sistémico, en el marco de la economía, significa que las personas adaptan su comportamiento a unos parámetros determinados. En una economía de mercado por ejemplo los empresarios tienen un incentivo para producir productos buenos y baratos. Esto es incentivo sistemáticamente correcto. Los empleos como catedrático en una universidad se conceden por las publicaciones científicas. En este caso es un poco más dudoso. Esto significa que un profesor que hace una invención que podría con un poco de trabajo convertirse en un proyecto no lo hará, porque no le sirve, si esto no tiene ningún valor científico. Parte de la poca eficacia de inversiones estatales en investigación y desarrollo se debe al hecho que los incentivos son erróneos
Incentivos erróneos hay muchos. Si un abogado se comporta por ejemplo según los incentivos del sistema judicial, va a tratar de perder el pleito en primera instancia, porque con esto llega a la segunda. Dado de que su honorario, no es siempre tan simple, pero es la situación en Alemania y similar en otros países, no depende de su rendimiento si no únicamente de la ejecución formal de determinadas actividades, tratará de ejecutar un máximo de estas actividades. Dicho de otra manera: Cuanto más flojo y imbécil es un abogado tanto mayor son las actividades remuneradas y tanto más gana. Esto es obviamente un error sistémico. En este caso se debería cambiar los incentivos. Solo recibe dinero o su remuneración es más grande si gana el proceso.
Adam Smith constata un problema, un error sistémico, pero no lo resuelve, por dos razones distintas. Primero, y esto lo hace interesante para tendencias como la escuela austriaca o el neo liberalismo, afirma que la actividades estatales nunca pueden ser controladas, vea actividades estatales. Esto es lo que el autor no cree, vea también preliminares. La afirmación que no puede ser controlado nunca lleva en la escuela austriaca y en el neo liberalismo a la conclusión que el estado tiene que retirarse en lo máximo posible. De esto surge, no en la teoría sino en la practica, esto explica en parte la simpatía que tiene Hayek y Friedman por Pinochet y otros tipos de este género, el problema que el papel de procesos decisorios democráticos queda indefinido. Si todo debe ser regulado por el mercado y todo lo que el mercado no regula tampoco hay que regularlo, no hacen falta procesos decisorios democráticos.
El segundo problema es que Adam Smith no reflexiona, es un problema que comparte con sus colegas de hoy en día, de la manera como transferir sus conceptos a la práctica. Si parte del principio que esto se pase por un proceso decisorio democrático, o sea que los lectores de su libro una vez iluminados votan por el partido que establece el orden económico que corresponde, tendría que explicar que este tipo de economía conviene a la mayoría. Al no ser así, lo tendrá que hacer una dictadura y sus libro como máximo puede servir a aumentar la cantidad de personas en favor de las medidas de la dictadura.
Es un problema que la economía tiene hasta en nuestros días y a lo mejor la razón por la cual gente como Vilfredo Pareto, Carl Menger o Léon Walras querían hacer "ciencia pura". El problema con la "ciencia pura" es que no existe. La "ciencia pura" se llama comúnmente hobby o pasatiempo. Con su propio dinero, o si alguien ha heredado dinero, lo que es el caso de Vilfredo Pareto, uno puede hacer lo que le da la gana. Pero a partir del momento que la sociedad y el tributario paga, la cosa tiene que brindar un provecho concreto, al menos a largo plazo. Léon Walras no puede quejarse de tener una vida de mala muerte y que nada le da un trabajillo como catedrático en una universidad si quiere hacer ciencia pura. La ciencia pura tiene un rendimiento marginal de cero, esto lo habría debido saber siendo gran adepto de la marginalidad, y por lo tanto el sueldo también es cero, si el sueldo corresponde, como él lo afirma, al rendimiento marginal del factor trabajo. Diría el autor que esta historia con la "ciencia pura" es un escapismo. Es un eterno problema, vea también preliminares.
Aparte del hecho que encontramos muchas cosas divertidas en este libro, es en parte un poco extenso y aburrido. Hay muchas hojas que se puede saltar. En parte los discursos sobre historia no tienen mucho que ver con el tema. El primer capítulo del quinto libro por ejemplo trata de los gastos del estado. Pero de hecho encontramos un largo discurso sobre los tártaros, árabes, romanos y griego. En todos estos pueblos los cazadores eran al mismo tiempo guerreros y por lo tanto no era necesario de financiar un ejército. Se lo puede ver así, se lo puede ver de otra manera. La diferencia real entre estos ejércitos y los que conocemos hoy en día es el hecho que los cazadores y guerreros pre-financiaron la guerra. Participaban a través de los pillajes en las ganancias. Diría el autor que esto incluso en este entonces era un negocio idiota, porque todo el oro, plata etc. que recibieron a través de este pillaje podría tener como efecto único una inflación si nadie produce las cosas que se quiere comprar con estas riquezas.
Aparte de esto hay cantidad de párrafos que irritan bastante. Son todos lo párrafos donde se reduce el hombre, de manera bastante cruda, a su mera función económica.
Upon the sober and industrious poor, taxes upon such commodities act as sumptuary laws, and dispose them either to moderate, or to refrain altogether from the use of superfluities which they can no longer easily afford. Their ability to bring up families, in consequence of this forced frugality, instead of being diminished, is frequently, perhaps, increased by the tax. It is the sober and industrious poor who generally bring up the most numerous families, and who principally supply the demand for useful labour. All the poor, indeed, are not sober and industrious; and the dissolute and disorderly might continue to indulge themselves in the use of such commodities, after this rise of price, in the same manner as before, without regarding the distress which this indulgence might bring upon their families. Such disorderly persons, however, seldom rear up numerous families, their children generally perishing from neglect, mismanagement, and the scantiness or unwholesomeness of their food. If by the strength of their constitution, they survive the hardships to which the bad conduct of their parents exposes them, yet the example of that bad conduct commonly corrupts their morals; so that, instead of being useful to society by their industry, they become public nuisances by their vices and disorders. | En lo que concierne las personas sensatas y diligentes un impuesto sobre este tipo de bienes (an.: Está hablando de productos de lujo, a los cuales pertenecen en su opinión también tabaco, te, cerveza y chocolate) llevaría a un consumo más moderado si no a la renuncia completa a este tipo de lujo que ahora no podrán permitirse. Su capacidad de fundar un familia no será no será solamente no disminuida por este tipo de abstinencia, si no aumentada por este impuesto. Son la gente pobre y diligente que más aportan a la oferta de trabajadores útiles. Sin embargo no todos los pobres son sensatos y diligentes. Los negligentes y escuálidos continuarán sin tomar en cuenta las consecuencias para sus familias en la misma forma con sus vicios. Pero gente escuálida de este tipo rara vez tienen una familia muy grande, sus hijos mueren temprano por el descuido, falta de educación y la alimentación desequilibrada. Si a pesar de ello sobreviven gracias a una constitución fuerte esta vida dura causada por el mal comportamiento de los padres, el mal ejemplo de los padres ha destruido cualquier decencia de manera que envés de ser útil por la sociedad por su diligencia, se convierten por sus vicios y su licensiosidad en un escándalo público. |
Diría el autor que esta forma de pensar, de ver el hombre como un mero factor productivo es una especie de barbaridad que confunde un poco el instrumento y la meta. La economía es un mero instrumento, no es ninguna meta.
En el debate público nunca se separa la actividad económica de la meta y de hecho sin una idea clara de lo que finalmente se quiere no se puede discutir sobre la economía. Es por lo tanto bastante inútil, como se suele hacerlo en la economía académica, de abstraer completamente de la meta. Afirmaciones tipo "la economía debe ser neutral" son inútiles y porque los valores son decisivos para el comportamiento económico. Abstrayendo de todas las metas se recibe algo como la teoría ricardiana. Vamos a hablar de nuevo sobre el tema al hablar de Ernst Bloch.
Los libros de texto de economía cometen el mismo error, aunque no de forma tan cruda. El factor trabajo es una variable neutra como el ahorro y el tipo de interés.
Reconocemos que en una frase subordinada Adam Smith tiene de vez en cuando una opinión más diferenciada, pero frases sueltas no pueden contrarrestar a
un tenor general perceptible a través de toda la obra.
Sin duda alguna Adam Smith quería vender su obra y los working poor seguramente no compraban, por lo tanto daba lo mismo que escribió sobre ellos. Lo que no se puede reprochar a Adam Smith es que cantaba la canción de sus señores, porque el defensor ardiente del libre comercio internacional era inspector de aduana. Quiere decir que cantaba la canción del comercio libre y por la abolición de todo tipo de aranceles, pero tampoco desdeñaba los 600 libras (más o menos 30 veces más de lo que ganaba un jornalero) que le aportó su empleo como inspector de aduana. De esto se puede deducir que ha habido pocos que realmente leyeron el libro.
Diría el autor además que Adam Smith conocía bastante mal "el pueblo", algo que vamos a ver todavía muy a menudo a lo largo de este manual.
El "pueblo" ya analizó de manera bastante concreta los efectos nefastos que puede tener una economía de mercado libre sin freno alguno.
Classic Rocks: Ages of man.
La canción describe el impacto de una economía de mercado sobre el alma de un compatriota sensible. La verdad no está necesariamente en libros gordos. De vez en cuando se refleja en toda su complejidad en la conciencia de las personas que reflexionan sin perjuicios sobre el mundo.
Escuchando las canciones de este tiempo se puede también tener la impresión de que había mucha gente que ni siquiera tenían ganas de tener una vida burguesa y de ser un mero factor productivo.
Classic Rocks: Raggle taggle gypsy.
A veces muy difícil para él parece carecer de la perspectiva histórica.
The contempt of risk, and the presumptuous hope of success, are in no period of life more active than at the age at which young people choose their professions. How little the fear of misfortune is then capable of balancing the hope of good luck, appears still more evidently in the readiness of the common people to enlist as soldiers, or to go to sea, than in the eagerness of those of better fashion to enter into what are called the liberal professions. What a common soldier may lose is obvious enough. Without regarding the danger, however, young volunteers never enlist so readily as at the beginning of a new war; and though they have scarce any chance of preferment, they figure to themselves, in their youthful fancies, a thousand occasions of acquiring honour and distinction which never occur. These romantic hopes make the whole price of their blood. | El subestimar los riesgos y la esperanza de tener éxito no son en ninguna etapa de la vida más viva que en la época en la que gente joven se deciden por una profesión. Cuán poco el miedo del fracaso puede igualar la esperanza de tener fortuna se revela más claramente todavía en la disposición de la gente simple de dejarse alistar como soldado o hacerse marinero. De cualquier forma está disposición es más grande que la disposición de la más acomodada de elegir una profesión. Lo que puede perder un simple soldado es obvio. Pero sin tomar en cuenta los riesgos voluntarios jóvenes no están jamás tan dispuestos de dejarse alistar que al comienzo de una guerra. Y a pesar de que, muy al contrario de lo ellos se imaginan, apenas tienen una perspectiva para hacer carrera, en sus fantasías juveniles creen que habrá miles de oportunidades de obtener honor y distinciones, algo que de hecho nunca sucede. Las esperanzas románticas son el sueldo para su sangre. |
Este párrafo también revela un problema general de economistas. Historia no es realmente su punto fuerte uno problema que vamos a ver también en la obra de Hayek. Posiblemente es un problema que se debe al hecho que economistas buscan leyes generales, pero en las humanidades en general y en la historia en especial se trata de comprender fenómenos individuales que dependen de factores contingentes, de las personas que actúan, de casualidades, del sistema político, histerias de masas etc.. En el párrafo Adam Smith aplica una teoría a un fenómeno histórico, pero no trata de comprender el fenómeno histórico.
Las guerras que Adam Smith conoció durante su vida (Adam Smith nació en 1723) eran las guerras entre la casa de Stuart y los seguidores de Guillermo de Orange-Nassau. El último pretendiente al trono de la casa Stuart, James Francis Edward Stuart, fue vencido definitivamente en la batalla de Culloden en abril de 1746 por las tropas de George II. Detrás de estas guerras civiles, este era solamente uno entre muchos, se esconden un sin fin de conflictos religiosos, dinásticos, sociales. La entrada de los Highlander es Escocia al lado del pretendiente al trono James Francis Edward Stuart se explica por ejemplo por la supresión de los escoceses por los ingleses. Los escoceses no participaron en estas guerras para divertirse, como lo describe Adam Smith. Aparte de esto para la gente pobre no había muchas opciones para hacer carrera. En un mundo tal como lo describe David Ricardo un poco más tarde, la diferencia entre una vida al mínimo vital sin esperanza alguna o morir en un campo de batalla no era tan enorme.
El que se interesa por estos asuntos. Hemos contado la historia del primer Tudor (Enrique VIII) hasta el último Stuart, el mencionado arriba James Francis Edward Stuart
a través de canciones. Las canciones que interesan en este contexto son Skye Boat Song und Loch Lommond. En la versión española hemos reducido un poco el texto. En la versión inglés explicamos el contexto histórico detalladamente.
Algo posiblemente útil, aunque el dudar lo duda, en un mero análisis económico, la restricción a relaciones meramente económicos, que de hecho casi siempre son los efectos de causas no económicas, se convierta en algo grotesco cuando se trata de describir una época. También en este sentido sus colegas de hoy en día son sus compañeros de infortunio. Economistas no son historiadores, como vamos a ver más tarde también al hablar de Hayek y Eucken.
Para volver a la pregunta del inicio, si vale la pena leer este libro la respuesta por lo tanto es. Se puede hojearlo. Algunas cosas son realmente divertidas, otras conceptos fundamentales y de alguna vez se podría decir que Adam Smith analizó un fenómeno de manera más precisa que los neo-clásicos. Leyendo los autores originales se puede incluso dudar que una "revolución marginalista" ocurrió realmente, porque el concepto del precio natural / precio de mercado implícitamente ya contiene esta idea.
Adam Smith ya describe en 1776 los problemas que surgen cuando un sistema no puede ser controlado por los mecanismos de mercado.
El sistema político como factor relevante para la economía no juega ningún papel. Esta forma de proceder es típico tanto para la teoría clásica como para la teoría neoclásica. La única excepción es John Stuart Mill.
Economistas en general son unos pésimos historiadores.