Encontramos obviamente un resúmen de la obra también en la Wikipedia española: Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones que está, dicho sea de paso, bastante bien, si dejamos de lado algunas pequeñas cosas.
Sin embargo el autor de esta líneas ha preferido presentar la obra de otra manera, contrastándola desde el principio con la teoría keynesiana. Probablemente el texto es más difícil de leer por eso, pero va directamente al núcleo de los problemas. Si solo se refiere lo que Adam Smith escribió, lo que es normal para una enciclopedia como Wikipedia, nadie se da cuenta de los errores y es importante verlos, porque los encontramos cualquier día en cualquier periódico.
En la versión alemana hay una cita de Murray Rothbard que pertenece a la liga de los anarco capitalistas se podría simplemente considerar como una manada de chiflados, si algunos de ellos no fuesen catedráticos en las universidades. Todas estas tendencias, teoría clásica, teoría neoclásica, ordoliberalismo, escuela austriaca, neo-liberalismo, anarco capitalismo, ordenado por el grado de radicalización, parten del principio que el estado es algo que no se puede controlar. Vamos a ver a lo largo de este manual que se puede controlar, vea también preliminares.
Sin embargo hay que conceder que la descripción de Murray Rothbard de Wealth of Nations no es del todo erróneo.
It is not just that Smith's Wealth of Nations has had a terribly overblown reputation from his day to ours. The problem is that the Wealth of Nations was somehow able to blind all men, economists and layman alike, to the very knowledge that other economists, let alone better ones, had existed and written before 1776. The Wealth of Nations exerted such a colossal impact on the world that all knowledge of previous economists was blotted out, hence Smith's reputation as Founding Father. The historical problem is this: how could this phenomenon have taken place with a book so derivative, so deeply flawed, so much less worthy than its predecessors? The answer is surely not any lucidity or clarity of style or thought. For the much-revered Wealth of Nations is a huge, sprawling, inchoate, confused tome, rife with vagueness, ambiguity and deep inner contradictions. There is of course an advantage, in the history of social thought, to a work being huge, sprawling, ambivalent and confused. There is sociological advantage to vagueness and obscurity. The bemused German Smithian, Christian J. Kraus, once referred to the Wealth of Nations as the 'Bible' of political economy. In a sense, Professor Kraus spoke wiser than he knew. For, in one way, the Wealth of Nations is like the Bible; it is possible to derive varying and contradictory interpretations from various – or even the same – parts of the book. | Hasta hoy Adam Smith goza una fama completamente inflada. El problema es que "Riqueza de Naciones" es en cierta medida capaz de deslumbrar a toda la humanidad, tanto legos como economistas, que los pensamientos de otros economistas, también superiores, que vivieron antes de 1776, cayeron en el olvido. "Riqueza de las Naciones" tenía una influencia tan importante, que todos los conocimientos de economistas anteriores fueron ofuscados. De ahí deriva la fama de Adam Smith como fundador (de la economía como ciencia). El problema histórico es este: Como se hizo que un libro tan vago, tan contradictorio, tan por debajo de sus precursores, lograr esto? No se lo puede explicar por un estilo o pensamiento claro, porque el libro universalmente alabado "Riqueza de las Naciones" es un libro gordo, divagante, incompleto, perturbador, lleno de afirmaciones vagas, ambigüedades y lleno de profundas contradicciones. En la historia de las ciencias sociales un libro gordo, divagante, ambiguo y perturbador ha tenido sin embargo ventajas. Desde la perspectiva de un sociólogo afirmaciones oscuras y vagas tienen una ventaja. Los adeptos alemanes de Adam Smith, Christian J.Kraus, con la cabeza algo nublada, llamó a "Riqueza de las Naciones" la biblia de los economistas y en un cierto sentido el profesor Kraus expresaba con ello una verdad más profunda que él mismo pensaba, porque en un cierto sentido "Riqueza de las naciones" es una biblia. Se puede sacar de los distintos capítulos y de vez en cuando incluso de un capítulo solo distintas conclusiones que se contradicen. |
La afirmación es correcta. La obra contiene realmente cantidad de contradicciones como vamos a ver a lo largo de este manual. Esto también explica que tanto el marxismo como sus opositores más ardientes el neo-liberalismo y la escuela austriaca, se refieren a Adam Smith. Parece que la obra efectivamente puede ser interpretada de muchas maneras distintas. El error garrafal y central es la concepción de "capital" como algo escaso y este error es más divertido todavía que todos los otros, porque de hecho el neo-liberalismo y el marxismo comparten este concepto erróneo. Cum grano salis se podría decir que el neo-liberalismo es una variedad del marxismo, vea tipo de interés. Las contradicciones mencionadas en el párrafo son muchas. El valor de un bien se deriva del trabajo incorporado, lo que significa que la demanda no juego papel alguno. Esto contradice a su concepto de precio natural / precio de mercado. Si toma el factor trabajo como algo homogéneo que tiene un precio (sueldo en este caso) único, es difícil de ver como los mecanismos de mercado puedan funcionar en este sector. ¿Por qué alguien va a cualificarse para un determinado trabajo sin incentivo alguno de hacerlo? También hay problemas con la meta de la economía. En la teoría de Adam Smith una sociedad será cada vez más rica cuando más trabajadores tenga, pero estos trabajadores vivirán eternamente de un salario que apenas alcance para sobrevivir. Decir que estos conceptos son vagos es igualmente correcto. Adam Smith nunca define claramente lo que entiende por capital y utiliza las palabras capital y dinero sin distinción alguna, de vez en cuando habla de capital y dinero indistintamente incluso en la misma frase. Pero si es la misma cosa uno se pregunta por qué el capital es escaso y el dinero no. El capital siendo escaso puede tener un precio, el tipo de interés. Pero el precio de algo que no es escaso no se puede derivar de su escasez.
Lo que había antes de Adam Smith al menos el autor no lo sabe. Es poco probable que Rothbard se refería al mercantilismo porque esta teoría económica, si dejamos de lado el estimo somehow sophisiticades, sin embargo correcto, que tenía Keynes por esta tendencia, aumentando la cantidad de dinero el tipo de interés baja, irrelevante. Un par de autores nombran a Adam Smith mismo, por ejemplo su amigo David Humes y John Locke (un poco más viejo), Jean Baptiste Colbert. Antes de Adam Smith solo habían los fisiócratas y los mercantilistas, dos teorías que no valen la pena de ser discutidas. (Si dejamos de lado el comentario de Keynes. Lo que Keynes quería destacar es el hecho que se podría decir que el mercantilismo tenía una concepción del dinero más correcta que la teoría clásica.)
Ningún autor pre-clásico juega un papel en el debate público o en la economía académica.
A pesar de los conceptos muy a menudo vagos y a pesar de todas las contradicciones describe un mecanismo central de una economía de mercado, aunque de hecho no de forma muy precisa. Para Adam Smith el factor central es el hecho de que en una economía de mercado la utilidad personal harmoniza con la utilidad de la sociedad. El panadero no produce buenos panecillos a buenos precios porque quiere mucho a sus clientes, sino porque no le queda otra cosa que hacer. Si sus panecillos son más caros o de una calidad inferior va en quiebra si sus colegas tienen una mejor oferta. Esto le obliga también a comprar la harina al precio más bajo y al molinero de comprar el trigo al precio más bajo y el campesino tiene que ser por lo menos tan productivo como su vecino. Es un sistema que se controla solo y en esto se distingue de todas las actividades estatales. Lo que el estado cobra por sus servicios es un precio surgido de la fantasía, lo que un funcionario gana es un sueldo de fantasía, el consumidor no tiene ninguna posibilidad de reaccionar a una calidad insuficiente. El sector estatal es el sector de la fantasía Esto es lo que expresa la famosa mano invisible, que de hecho solo aparece en la obra original una sola vez.
A veces en la economía no se imponen los conceptos más importantes, sino los conceptos expresados de manera espectacular. El ejemplo más famoso para esto es la destrucción creativa de Joseph Schumpeter. El concepto de hecho es una chorrada y el conocimiento mucho más importante de Joseph Schumpeter es su concepción de dinero pretensión a factores productivos. (Un concepto que quiebra por completo con la idea de "ahorro" clásica. Esta idea es realmente un progreso.) Pero como la metáfora es tan bonita, se le puede leer cada semana en uno u otro periódico. Otro ejemplo serían los costes comparativos de David Ricardo. Esta concepción se hizo famosa por ser sorprendente a primera vista, a pesar de que no tiene relevancia práctica alguna.
La invisible hand describe más o menos bien el incentivo del empresario, pero de hecho la segunda característica central de una economía de mercado falta. La función de los precios como señal de escasez. Sin precios el empresario no sabe qué producir, cómo producirlo y para quién. Si los precios son fijados por el estado un pantalón por ejemplo puede costar tanto como una naranja o una mango. O sea son subvencionados. A este precio ningún empresario es capaz de producir pantalones. Pero si el estado subvenciona los pantalones, tiene que haber otras cosas con las cuales el estado gana tanto para subvencionar los pantalones, por ejemplo jabón. Pero el estado no va a permitir al empresario producir jabón porque si le permite hacerlo, no podría subvencionar los pantalones. Sin precios reales tampoco puede haber una especialización eficaz, porque nadie realmente sabe en que sector un país puede producir a costes más bajos que otro país y nadie sabe si a precios reales uno no podría producir los pantalones a precios más bajos, porque no hay precios reales. Sin precios, o sea el procesamiento de informaciones de manera decentral el empresario puede tener un incentivo para fundar una empresa, pero le faltan todas las informaciones para hacerlo.
Este tipo de reflexiones parecen muy abstractas y de poca relevancia práctica, pero si se va a Cuba la relevancia salta a los ojos. El arroz, las lentejas y el pan son casi gratuitos por ser subvencionadas. Pero la mermelada, galletas, y el queso son más caros que en Europa. Sin subvención el arroz, las lentejas y el pan serían más caros, a pesar de ser producidos de manera eficaz, pero la mermelada y las galletas no tendrían que subvencionar el pan. En los países con una economía planificada también el alquiler es casi gratuito, si no hay una situación como en Cuba donde casi todo el mundo es propietario, pero este alquiler no basta para reparar las casas y lentamente se convierten en ruinas.
El mismo fenómeno se pudo ver en la ex Alemania Oriental. En Alemania Oriental el pan era más barato que el maíz, con el resultado que se cebaban los puercos con pan y no con maíz. Esto también revela que a las entidades centrales les cuesta mucho adaptar sus planes a cambios de la situación o corregir errores.
La idea principal de una economía de mercado la describe de manera mucho más precisa su concepción del precio natural / precio de mercado, a pesar de no ser este concepto tan famoso como la mano invisible.
Es muy útil ver claramente lo que está correcto en la teoría de Adam Smith y lo que es completamente erróneo. Reconoce dos características esenciales de una economía de mercado. Primero el incentivo del empresario de ofrecer el mejor producto al mejor precio y el procesamiento de informaciones de manera decentral. En cuanto a su concepto de ahorro, tipo de interés y capital se refiere su teoría, al igual que las teorías que se basan en estos conceptos como la escuela austriaca o el neo-liberalismo, son completamente erróneas y van a ser rechazadas por completo por Keynes.
De esto se puede deducir que no podemos hablar de la teoría clásica / neo-clásica como algo completamente opuesto a la teoría keynesiana. Algunos conceptos Keynes los acepta, otros no. En el debate público se suele argumentar con nociones como teoría clásica, teoría neo-clásica, keynesianismo, monetarismo, escuela austriaca etc. etc.. Todas estas nociones tienen poco sentido, dado que siempre se componen de varios elementos. Hablar de la función del dinero en la teoría keynesiana y en la teoría clásica es una cosa. Entonces hay grandes diferencias, más bien dicho la primera es correcta y la segunda errónea. Pero si se discute sobre la cuestión si la alocación de los factores productivos es más optima en una economía planificada o en una economía de mercado libre no hay diferencia alguna entre estas dos teorías. El hecho de que Keynes no discute sobre las características esenciales de una economía de mercado se debe al hecho que no las cuestionaba.
Nociones imprecisas llevan a debates absurdos. Hay que aclarar claramente de qué se esta concretamente discutiendo.
El libro no puede ser un croquis para una constitución económica, pero esto vale para todas las teorías económicas. El concepto de Adam Smith no tiene ninguna posibilidad de ser realizado en un proceso decisorio democrático porque el sistema que el propone lleva a una gran desigualdad y es de suponer que esta nunca será aceptada por un proceso democrático y que cualquier gobierno democráticamente elegido va a corregir la distribución de la renta nacional como mero resultado de un mercado por impuestos y transferencias, a pesar de que no sucede lo que teorías como el neo-liberalismo sugieren.
La gente acepta, como muestra el ejemplo de Alemania y otros países como Inglaterra, Polonia e Italia, grandes diferencias en la distribución de la renta nacional y de la fortuna.
Aparte de esto hoy hay muchos argumentos que cuestionan la eficacia del mercado. Muy a menudo no todos los gastos reales son parte del producto por lo cual el producto es demasiado barato. Esto sucede por ejemplo cuando una empresa utiliza recursos naturales como el agua y el aire sea en la producción de un producto, o sea al consumir el producto. En este caso se puede tomar en cuenta estos gastos a través de tasa (costes externos). Por otra parte hay productos de los cuales nadie puede ser excluido una vez producidos. Si la policía por ejemplo por el mero hecho que existe garantiza la seguridad no se puede excluir de este servicio, garantizar la seguridad, a las personas que no pagan (bienes públicos). Aparte de esto hay productos que la gente no consume en una cantidad suficiente, por ejemplo educación general. Si se supone que una sociedad más culta, más educada, mejor informada, con más espíritu crítico es más pacífica, entonces el estado va a invertir más dinero en la educación pública que lo que las entes privadas invertirían en este sector.
Él al igual que sus seguidores, escuela austriaca, neo-liberales, tiende a ver las cosas en blanco y negro. Opone de forma radical el estado a la economía privada. Esto tiene varios problemas. Primero, la economía siempre es parte de un sistema más complejo, del sistema político, de progreso tecnológico, de costumbres. Incluso en el caso de que el mercado resuelva todos los problemas de la tierra, como lo supone Milton Friedman, este conocimiento no sirve para nada, si la gente vota en un proceso decisorio por una corrección de los resultados del mercado. Por otra parte el progreso tecnológico muy a menudo es la causa y lo que describe la economía solo el efecto. Y por último toda una teoría, tan objetiva como parezca a primera vista, depende de costumbre. Supone por ejemplo David Ricardo que la oferta de trabajo aumenta si el sueldo es superior al mínimo vital. Esto era una "costumbre" de su tiempo, pero hemos aprendido en los últimos cien años que con la riqueza y la educación la población baja y por lo tanto toda la teoría ricardiana, o más bien sus pronósticos, se revelaron completamente erróneos. La ciencia "pura", tal como lo afirman los economístas académicos, no puede existir, si las variables que influyen en la economía son contingentes, vea también modelización matemática.
El segundo problema con esta supuesta dicotomía es que no corresponde a la realidad. Si las actividades estatales son controlables o no depende del acceso a informaciones y del nivel de formación y educación. Es obvio que el individuo aislado no gana nada informándose y controlando las actividades estatales, pero esto no significa que no lo hace. Si el esfuerzo que tiene que hacer para informarse es poco, porque su nivel de educación / formación le permite interpretar sin grandes esfuerzos las actividades estatales y si la información que necesita para formarse una opinión es fácilmente accesible, habrá un control eficaz de las actividades estatales, vea también actividades estatales. Aparte de esto la elaboración de informaciones para un gran público puede ser un negocio rentable. Que en la situación actual, vea la journaille y la economía, esto no sea el caso, es otra historia. El Internet vive de hacer fácilmente accesible informaciones y detrás del Internet hay fuerzas económicas mucho más poderosas que los medios de comunicación de masas que conocemos actualmente y que a lo largo van a imponerse.
Con Adam Smith comienza una tendencia que se revelerá fatal en los casi 250 años que siguieron. La concepción de la economía como algo aislado que no tiene nada que ver con el resto de los factores que influyen en una sociedad. En cuanto a Adam Smith se refiere esto incluso es comprensible, porque en este entonces el estado efectivamente no influía en la economía y tampoco tenía los recursos para hacerlo. Hoy cualquiera comprende que no se puede estudiar la economía como algo separado y el escarnio que los economistas recogen del público es comprensible.
No se puede tampoco realmente decir que Adam Smith abstrae de todo lo que es "extra-económico". Hay cantidad de comentarios "psicológicos", "sociológicos" en la obra, aunque la mayoría de ellos un poco estúpidos. Lo que no hay es un análisis sistemático de las relaciones entre sistema político, educación / formación, costumbres etc., y la economía, si dejamos de lado las anotaciones poco precisas, vea especialización del trabajo, sobre la división del trabajo.
No podemos ver todavía en Adam Smith una voluntad de estudiar la economía como algo aislado, no sigue un método premeditado que excluye expresamente todo lo que sus sucesores consideran como irrelevante para el análisis de la economía.
Ni Adam Smith, ni Jean Baptiste Say, ni David Ricardo, ni John Stuart Mill reflexionan sobre su tema o el método a seguir. Su procedimiento es "intuitivo" a pesar de que David Ricardo se asemeja ya bastante a la forma de proceder de los neo-clásicos.
Los neo-clásicos. reflexionan sobre el tema, buscan criterios que les permitan separar lo económico del resto y sobre los métodos a seguir. Vea también Alfred Marshall, León Walras (o Schumpeter, que obviamente no pertenece a los neo-clásicos.).
El comienzo de la tragedia no es por lo tanto la teoría clásica, sino la teoría neo-clásica De la teoría neo-clásica a nuestros días se ha producido otro cambio. Hoy hay un canon de temas y preguntas fijas y no se discute ni siquiera si puede haber otros temas, preguntas, métodos de estudios, formas de trabajar.
La afirmación que el mercado garantiza la alocación optima de los factores productivos es cada vez menos aceptada. Supone Adam Smith y todos lo autores clásicos y neo-clásicos que hay solo dos usos para la renta nacional, consumirla o ahorrarla, para después invertirla en algo. Si el ahorro fuese realmente las ganancias no consumidas, lo que no es el caso, vea tipo de interés, la teoría sería por lo menos plausible, aparte de que incluso si así fuese sería problemática. Pero el mercado de dinero, que se impone sobre el mercado de los bienes, no garantiza la locación optima de los recursos, como hemos tenido que aprender en los últimos diez años, vea Keynes. No es por lo tanto tan seguro que siempre se llegue a la mejor solución si el estado no se mete.
La separación entre micro-economía y macro-economía no existe en la obra de Adam Smith lo que es igualmente lógico. Si el comportamiento racional, o sea la maximización de la utilidad personal lleva a la maximación de la utilidad de la sociedad entonces no hace falta un análisis macro-económico. Solo a partir del momento que un comportamiento que es sensato a nivel personal puede ser insensato si lo hacen todos, hacen falta dos tipos de reflexión. En un tiempo de crisis en la cual todos los empresarios esperan que van a perder dinero si invierten, es muy sensato a nivel personal de invertir y de conservar los "ahorros" en la forma más liquida posible. Pero si todos lo hacen se produce justamente el problema que querían evitar. Esto es lo que nos enseña la teoría keynesiana y por lo tanto Keynes es el fundador de la macro-economía.
Probablemente Adam Smith no expresó sus ideas de la manera más clara posible y no se puede negar que lo que dice Rothbard es en cierta medida acertado. Pero Adam Smith reúne todos los temas que hasta nuestros días están en el centro del debate público a pesar de que algunos temas, como por ejemplo el efecto locativo de los impuestos, es hoy en día un sector especial dentro de la economía.
¿Tan flexible como la biblia??
Tendencias económicas diametralmente opuestas se refieren a Adam Smith.
Adam Smith describe un momento central de una economía de mercado libre, el hecho que en una
economía de mercado libre la utilidad personal con-cuerda con la utilidad del estado. El segundo momento, casi más importante que el primero, el pro-cesamiento de-central de informaciones a través de los precios lo describe solamente indirectamente.