Se suele contrastar la economía clásica con la economía neoclásica. Se suele decir que el gran avance realizado por la teoría neoclásica es la "revolución marginal". Se puede dudar que esto sea así porque si leemos los textos clásicos en el original, nos damos cuenta que estos conceptos, implícitamente, ya están presentes en la economía clásica.
La distinción entre precio natural / precio de mercado incluye ya, implícitamente, el concepto de la marginalidad. El precio natural es el precio que recibimos si el rendimiento de los factores productivos, tierra, trabajo y capital es el mismo en cualquier uso. O sea si el capital rinde más en otro sector va a fluir en este sector con el efecto que el rendimiento sube en el sector donde se saca el capital y disminuye en el sector hacia el cual fluye con el resultado que finalmente será igual en todas partes. (Ejemplo: Si la rentabilidad en el sector textil es baja, poco a poco se va a reducir el capital invertido en este sector y el capital que se saca de este sector va a fluir a otro sector, por ejemplo en el sector inmobiliario, donde la rentabilidad va a disminuir. Esto va a seguir así hasta que la rentabilidad sea la misma en ambos sectores. Este concepto ya incluye la idea de marginalidad.)
Si leemos el original de Jean Baptiste Say vamos a ver que el ya vio que el precio que la gente esta dispuesta a pagar depende de la utilidad marginal de la gente. Si una pera cuesta 1 dólar y brinda una entidad de utilidad y una manzana 1,5 dólares y brinda también una entidad de utilidad la gente va a comprar la pera. Pero si la utilidad que brinda una pera disminuye con el consumo, si por ejemplo la cuarta pera solo brinda 0,2 entidades de utilidad, entonces en un momento dado van a comenzar a comprar manzanas. Este concepto ya implica el concepto de la utilidad. Dicho sea de paso, el concepto de Jean Baptiste Say también incluye el caso, más usual, que solo se consume un ejemplar de algo (coches, smartphones, aparatos electrónicos de todo tipo etc..). Si un smartphone brinda 20 entidades de utilidad y cuesta 400 euros e ir de vacaciones cuesta también 400 euros y brinda 21 entidades la gente se va de vacaciones. Pero si el precio del smartphone baja a 350 euro, la gente se va a comprar un smartphone. En otras palabras, si el productor de los smartphones quiere venderlos, tiene que bajar el precio. Dicho de otra manera. En cuanto a la derivada de la curva de la demanda se refiere, el concepto de la utilidad marginal no es ni siquiera tan claro. En la mayoría de los casos el precio no tiene que bajar por el hecho que con el consumo la utilidad marginal baja, si no por el hecho que una mercancía compite con otra mercancía. Pero el concepto de Jean Baptiste Say incluye ambos conceptos.
Por último el concepto de la renta de David Ricardo incluye el concepto de los costes marginales, a pesar de que David Ricardo solo aplica este concepto, como vamos a ver más tarde, a la tierra. El productor marginal que determina el precio de mercado o sea aquel cuyos costes corresponden al precio que el consumidor marginal está dispuesto a pagar. La renta de David Ricardo es exactamente lo mismo que la renta del productor de Alfred Marshall. La única diferencia consiste en el hecho de que David Ricardo aplica su concepto únicamente a la tierra.
En resumidas cuentas: Nunca ha habido una "revolución marginal" y la marginalidad es una idea tan simple, que tampoco es de suponer que le ocurrió a una persona sola. El descuento por cantidad incluye este concepto. Si alguien paga 1 dólar por una tableta de chocolate, no va a pagar tres dólares por tres tabletas, pero eventualmente 2,50 dólares. Dado que la tercera tabla de chocolate no le brinda la misma utilidad que la primera, va a pagar menos. El concepto de la marginalidad es sobre todo una gran trivialidad.
No se puede por lo tanto decir que lo que distingue la economía clásica de la economía neoclásica sea la "revolución marginalista", porque esta no ha ocurrido nunca. Eventualmente se puede decir que el concepto de la marginalidad es más central en la economía neoclásica, porque esta trata sobre todo de equilibrios, parciales, Alfred Marshall, o generales, Léon Walras, kardinales, Alfred Marshall, u ordinales, Vilfredo Pareto y estos solo pueden haber en el caso si los costes / utilidades marginales son los mismos en todos los sectores.
Se podría decir que con la economía neoclásica se introdujeron las matemáticas en la economía, pero la cosa no está tan clara. Efectivamente Alfred Marshall describió por primera vez el equilibrio de manera matemática, pero es Alfred Marshall también quien critica el uso abusivo de la modelización matemática y es una de la razones por las cuales ignoró por completo la obra de Léon Walras.
Si se quiere se puede decir que la economía neoclásica analiza sobre todo equilibrios, en el centro de la economía clásica está el desarrollo de la economía hacia un estado final, a pesar de que afirmaciones generales son difíciles de hacer, porque entre Alfred Marshall, que trata una gran variedad de temas y Léon Walras, que tiene un solo tema, la modelización matemática de un equilibrio general, hay abismos.
Lo que vale para la economía neoclásica vale igualmente para la economía clásica. No tiene sentido alguno subsumir a Adam Smith, David Ricardo, Jean Baptiste Say y John Stuart Mill bajo una época o tendencia, la economía clásica. Adam Smith, David Ricardo y Jean Baptiste Say de un lado y David Ricardo del otro lado se distinguen tanto en cuanto al método se refiere, como a los conceptos básicos, como vamos a ver en detalle en los capítulos que siguen.
Con David Ricardo comenzó la tradición siniestra del análisis sistémico, o sea de la concepción de la economía como un autómata. De este problema vamos a hablar minuciosamente en los capítulos que siguen. Este tipo de análisis, o sea la idea de que la economía es controlable a través de algunos parámetros, precios de todo tipo (sueldo, tipo de interés, renta sobre la tierra etc..) es muy útil de vez en cuando, si se conocen los límites de este tipo de análisis y si se tiene presente en la mente que factores extra-económicos son decisivos para el desarrollo de la economía. Relacionado con el análisis sistémico esta la modelización (matemática). El análisis sistémico supone una relación entre la variación de determinados parámetros y un determinado comportamiento (ejemplo: Cuando los precios para una mercancía suben, la oferta aumentará.) Si hay relaciones (estables) de este tipo, la modelización (matemática) es posible, se pueden formular leyes. El riesgo de esta manera de proceder son dos: Primero se corre el riesgo de excluir todo lo contingente, imprevisible, espontáneo que no obstante es decisivo para la economía. (Por ejemplo la formación.) Segundo este tipo de análisis tiende a confundir el efecto de algo por la causa de algo ye ignorar por completo la dialéctica entre sujeto y objeto. (Por ejemplo: Se puede suponer que son sobre todo incentivos monetarios que incitan la gente a hacer determinadas cosas. Esto es sin duda así hoy, pero que pasaría si el reconocimiento de una persona se basara sobre otros criterios.)
Al problema que hoy se subsume varios autores bajo la economía clásica a pesar de que los conceptos respectivos son muy distintos se añade el problema que de que en los libros de texto solo sobre-vieron algunos conceptos de las obras generales elegidos de manera arbitraria.
Vamos a ver en seguida, que esto no solo vale para la recepción de los distintos autores en los libros de texto de hoy. Los mismos autores denominados hoy como clásicos copiaron uno del otro de manera bastante ecléctica.
No es solo un problema de la "honradez intelectual" o poco científico. Si solo esto fuese el problema ni siquiera lo mencionaríamos. El problema es que se cometen los mismos errores varias veces. La pregunta por ejemplo si el valor de una mercancía está determinado por la oferta y la demanda ya la resolvió Jean Baptiste Say y Alfred Marshall. Sin embargo Carl Menger recomienza con esta historia y Jesús cuenta la historia de Carl Menger con el valor subjetivo hasta hoy a sus estudiantes, vea
Historia del Pensamiento Económico. Es difícil recontar más chorradas en una hora.
Un ejemplo de eclecticismo lo tenemos ya en el principio de la economía. Vamos a ver más tarde, al hablar de Adam Smith, que Wealth of Nations es bastante contradictorio y que cada uno tomó los conceptos que le gustaron ignorando lo que no le gustó. David Ricardo tomó y expandió la teoría del valor del trabajo y de David Ricardo el concepto pasó a Karl Marx. Los adeptos de una economía de mercado libre adoptaron la idea de "la mano invisible de mercado".
De todos los conceptos de Jean Baptiste Say de otra parte solo sobrevivió la ley de Say.
Con esta ley, más bien dicho de su versión simplificada que encontramos hoy en los libros de textos, Say quiso comprobar que algo como una sub-demanda, o sea una situación en la cual la oferta no puede ser absorbida por la demanda, no puede existir. Si todo el mundo solo trabaja para consumir o ahorrar / invertir, no puede haber sub-demanda. Si cada uno produce la canasta de bienes, en valores, que después quiere consumir o ahorrar / invertir no puede haber sub-demanda. (Previsto que todo lo que uno ahorro otros lo invierten, pero esta regla en la economía clásica el tipo de interés.) Este concepto fue acogido con regocijo porque es útil dentro de la lógica de una economía de mercado. Los otros conceptos, por ejemplo el concepto del empresario, que contradice al concepto de la economía como un autómata, no fue digno para formar parte del canon de ideas que encontramos en los libros de textos de hoy.
La subsumación de autores clásico o neo-clásicos bajo una cierta "escuela" no tiene sentido alguno. Se corre el riesgo de perder cantidad de conceptos fundamentales.
Si se quiere nombrar algunas cosas que todos los autores de la teoría clásica tienen en común se podría nombrar estos.
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Si se compara esto con la economía neoclásica se podría decir, simplificando mucho, que las diferencias existen en esto. En la economía clásica la descripción de equilibrios es un punto entre muchos, más importante es el desarrollo económico hacia un estado final. Algunos autores de la economía neoclásica, Vilfredo Pareto y Léon Walras sobre todo, tienen un solo tema, el equilibrio. Se podría por lo tanto decir que la economía neoclásica describe estados estáticos. A esto se añade que Léon Walras parte de un mercado donde solo se cambian productos, pero no se les produce. La adaptación puede por lo tanto solo realizarse a través del precio, dado que la cantidad es fija.
De esto se puede deducir igualmente que la economía neoclásica es sobre todo un análisis a corto plazo, en el cual no hay progreso tecnológico, mejoramiento de la formación, cambio de preferencias etcétera.
Lo cual permite también a la economía neoclásica la modelización matemática. Si se excluye desde el principio todo lo contingente, imprevisible, espontáneo la modelización matemática es posible, a pesar de que este modelo describe algo que en la realidad no existe y modelos que excluyen todo lo que tiene un impacto en la vida real no explican nada, ofuscan la realidad.
En ambas escuelas se considera las intervenciones estatales como nocivas. Lo mismo vale para las barreras que dificultan el comercio internacional.
La tesis de que el precio se compone del sueldo, del provecho y de la renta se abandona en la economía neoclásica. Se habla solo de costes, provengan estos de donde sea, lo que es indudablemente más realista.
En cuanto a los errores fundamentales se refiere, el concepto sobre el ahorro, el concepto del dinero, la interdependencia de los mercados (en la teoría keynesiana el mercado del trabajo depende del mercado de bienes y el mercado de bienes del mercado de dinero, en la economía clásica / neoclásica el mercado de bienes depende del mercado de trabajo y el mercado de dinero no existe) la teoría clásica y la teoría neoclásica cometen los mismos errores y por lo tanto Keynes tampoco distingue. (Lo que alguna gente, que no ha comprendido bien ni la teoría clásica / neoclásica ni la teoría keynesiana lo reprochan.)
Gran parte de los conceptos neo-clásicos, sobre todo la "revolución marginalista" ya existieron en la economía clásica.
Keynes no distingue entre economía clásica y neoclásica porque los errores son los mismos en ambas "escuelas"