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4.2 ¿Es divertida la economía?

De todas las asignaturas que se pueden estudiar en la universidad una de las más recientes es, y esto es realmente sorprendente, economía. Más reciente es a lo mejor ciencias políticas.

Las matemáticas, al igual que la medicina y la física, ya existían en los tiempos de los griegos, la física se convirtió en el siglo dieciséis con Galileo en una ciencia independiente, la química deriva de la alquimia y la astronomía de la astrología.

Historiadores existen desde el siglo tres antes de Jesucristo, Herodot, y reflexiones lingüísticas podemos encontrarlas ya en la obra de Aristoteles. Dante ya se ha dado cuenta de que existen varias lenguas, no solo latín. Algo no muy difícil de ver, pero hacía falta que alguien lo dijera.

Esto es realmente curioso. Es más que curioso, es rarísimo, a pesar de que hasta hoy en día la economía no juega un papel muy importante en el sistema educativo y no se puede decir por lo tanto que ha habido un cambio profundo. En general ni siquiera es una asignatura en el colegio.

Diría el autor que esto es un error grave y más grave todavía si se eliminan todos los aspectos económicos en asignaturas como historia, literatura, educación cívica, educación para la ciudadanía o ciencias sociales. Supone el autor que ha quedado claro a lo largo de los últimos capítulos que el autor no cree que la economía pudiese prescindir de todos los parámetros no estrictamente económicos. Pero lo que cree menos aún es que se pueda prescindir en historia, educación cívica, ciencias políticas, ciencias sociales de todos los factores económicos. Diría el autor incluso que asignaturas como historia dan una visión completamente errónea del mundo. En historia hay un gran enfoque sobre personas y acontecimientos aislados, lo que es una visión errónea incluso en el caso de que personas aisladas, como era el caso hasta el siglo 19, tengan un gran poder personal y pueden cambiar el rumbo de la historia, porque el poder personal derivaba de la fuerza económica.

Ha quedado claro que el autor no cree realmente en la relevancia de "leyes económicas" eternamente válidas. Pero para que se pueda aprender algo de la historia, y todo el mundo crea que esto es posible, deben haber factores constantes, de hechos contingentes, individuales, arbitrarios y casuales, no se puede aprender nada y el autor no ve todavía que hallan "leyes históricas", algo constante, relaciones estables de causa y efecto que dan un rumbo a la historia. Diría el autor que la conclusión más importante que se puede sacar de la historia, realmente importante, no cabe duda, es el hecho de que no hay estabilidades, vea Ernst Bloch. La historia puede ser útil para ilustrar o falsificar una teoría económica, pero primero hay que tener una teoría.

Desde un punto de vista teórico asignaturas como educación cívica presentan un problema, pero es bastante obvio que todos los países tratan de corroborar valores universales, tolerancia, respecto de minorías, aceptación de la democracia como el método más eficaz de resolver problemas sociales, derechos humanos etc., en sus condiciones individuales respectivas, vea por ejemplo Plan Nacional de Educación y Formación Cívica Ciudadana. Esto es la parte positiva del asunto. Si los programas se dirigen a menores de edad, tampoco se puede corregir los fallos inherentes de los planes de estudio.

Sin embargo no se menciona en todos los países en todos los planes de estudio de esta asignatura la relevancia de la economía. Un análisis económico parte del principio de que la gente no tiene valores "sociales". El ideal es el homo oeconomicus. El homo oeconomicus solo trabaja por sí mismo, pero haciendo esto, trabaja para el bien común. El panadero, para tomar el ejemplo de Adam Smith, no hace panecillos por motivos sociales, los hace para ganar dinero. Pero si quiere sobrevivir, tiene que hacerlos de la manera más barata posible y en la mejor calidad posible. De lo que se puede deducir que el homo oeconomicus solo funciona bien dentro de una economía de mercado libre. En una economía de mercado libre no le queda otra cosa que hacer que trabajar para el bienestar público, sino el mercado lo eliminará. Sin control claro, preciso y contundente la concepción del homo oeconomicus no tiene ningún sentido, pero el análisis económico nunca cuenta con "valores morales" y diría el autor que un sistema que depende de la integridad moral de los actores está realmente en una situación complicada, vea también economía y transparencia. Aparte de esto en muchos programas se leen frases como "inculcar" determinadas normas, comportamientos y valores. Diría el autor que esto no puede funcionar, vea también ¿Se puede convencer a la gente con argumentos? A un nacionalista alemán, hay pocos y nunca llegan al parlamento, no se puede inculcar valores universales como tolerancia y tampoco se le puede inspirar interés por culturas ajenas. Lo que entiende es esto: Si quiere hacer algo para la "nación alemana" que tanto adora, puede comprarse zapatos alemanes. Estos le costarán tan caros que va a pasar hambre por dos meses.

El autor no diría, como lo hace la cooperación de economistas, que la economía es la "reina de las ciencias" sociales. Pero hay pocos temas en el debate público donde relaciones económicas no juegan ningún papel, vea también It's all about economics. Tenemos una situación bastante compleja. De un lado la cooperación de economistas que cree poder prescindir de todos los factores no económicos. De otra parte el sistema educativo, que cree poder prescindir completamente de la economía. Por último el debate público, incluido los programas de los partidos políticos, que mezclan más o menos todo con más o menos todo.

Una posible explicación por el hecho que la economía recién en el siglo 18 se convirtió en una ciencia independiente es posiblemente dado a esto. Muy a menudo es muy tentador de explicar una crisis económica con un fallo moral. Esto sucede actualmente también en Europa. Para los alemanes la crisis se debe al hecho que los países mediterráneos siguen tradicionalmente una política presupuestaria menos rígida. Para los españoles de otra parte el problema se debe al hecho que los alemanes son avaros y tratan de dominar el mundo. El autor diría que todos se comportaron como un auténtico homo oeconomicus, pero lamentablemente en este caso el homo oeconomicus no vivía en su patria, en la economía de mercado libre, lo que resultó en un fallo de mercado. Igual de tentativo es reducir problemas económicos a problemas personales, sea que se espere de una persona la solución de todos los problemas, a pesar de que nadie sabe muy bien cómo, sea que se responsabilice a una persona por todos los problemas de la tierra, a pesar de que no hay una relación lógica entre una situación determinada y una persona determinada. Otro argumento para esta tesis, para la tesis de que es muy tentativo de explicar una crisis económica por fallos morales, es el hecho que muy rápidamente un debate sobre la medidas adecuadas a tomar se convierte en una demonización del adversario, lo que a su vez es más atractivo para los medios de comunicación de masas que un debate aburrido sobre relaciones económicas y las medidas a tomar. En una democracia hay aparte de esto otro problema. Si la razón económica impone una solución, la única manera de distinguirse un partido político de otro es por el personal.

Es bien probable que estos dos fenómenos, la personalización de conflictos económicos y los supuestos fallos morales son en parte una explicación tanto para la constitución tardía de la economía como ciencia como para la poca importancia que se brinda a la economía en el sistema educativo. Probablemente esto es la diferencia entre el debate público y un debate entre economistas. Fallos morales no existen para economistas. Para economistas solo existen errores sistémicos, o sea estímulos erróneos. Esta diferencia en la manera de abordar el problema lleva a conclusiones muy distintas. Los que creen en los fallos morales quieren cambiar a la gente, en general algo completamente imposible. Los que creen que es un fallo sistémico, trataran de imponer parámetros claros, transparentes y concluyentes que permitan el control. El que no entiende bien la diferencia, tiene que ir a Cuba. Ahí por todas partes se puede leer que hay que ser como el Che, pero igual no hay ningún baño que funcione.

Un economista tampoco alegaría, como lo hace mucha gente, que el neo liberalismo tiene un problema moral. Un economista diría que la economía de mercado tiene errores sistémicos. El neo liberalismo, el ordoliberalismo y la escuela austriaca parten del principio que una economía de mercado libre lleva automáticamente a una alocación de los factores productivos optima. Un economista a lo mejor alegaría que esto no es tan seguro, vea Keynes.

Hay eventualmente un tercer fenómeno que puede explicar el hecho que recién en el siglo 18, si dejamos de lado la escuela de Salamanca, a lo mejor injustamente ignorada, se comenzó a reflexionar de manera sistemática sobre economía y este fenómeno es algo que caracteriza el debate público hasta hoy y que, al igual que los dos fenómenos mencionado antes, moralización y personalización de problemas económicos, puede eventualmente explicar la ausencia de la economía en los planes de estudios escolares. Estos hechos económicos parecen muy a menudo tan normales, que a nadie se ocurre cuestionarlos y encima de vez en cuando la experiencia personal es tan contundente, que con ningún argumento se puede derrumbar la convicción de que la conclusión en que se basa esta experiencia es errónea. La convicción por ejemplo que con el ahorro se puede trasladar el consumo hacia el futuro es indestructible. No importa lo que Keynes dice y cuantos libros escribe sobre este tema alegando centenares de argumentos por qué no es posible, es completamente inútil.

Un ejemplo para un fenómeno de este tipo es la importancia que se dio al oro en siglos 16 / 17 en el mundo entero. Habría sido completamente imposible de explicar a Hernán Cortés o Francisco Pizarro que el oro, utilizado como dinero, tenía exactamente el mismo valor que papel imprimido mantenido escaso por la ley. Si hay mucho oro, pierde valor si nadie produce los productos que se quieren comprar con este oro.

El efecto nocivo de los aranceles fue reconocido plenamente, o sea en el debate público, hace solamente 30 años, aunque aquí la situación es un poco distinta. El efecto sobre el mercado de trabajo es más notable que el efecto sobre el consumo. Si un sector de la industria no es competitivo y va en quiebra es algo que se nota inmediatamente y de forma muy concreta. La gente pierde su trabajo. El efecto que tiene el libre mercado y la abolición de aranceles sobre el consumo, es algo que no se nota tan claramente. Y un último fenómeno que explica por qué la economía se constituyó tan tarde como ciencia, similar a este, podría ser que hay poco entrenamiento en ver todas las consecuencias de una determinada medida. Algunas medidas pueden parecer tan obvias, que nadie tiene la impresión que vale la pena reflexionar un poco más. Para todo el mundo por ejemplo está claro que los estados tienen que reducir el endeudamiento. No hay problema en cuanto se refiere a endeudarse. Endeudarse para financiar el consume no es una idea tan genial, como vamos a ver muy a menudo a lo largo de este capítulo y tampoco es el mensaje, muy al contrario de lo que se puede leer por todas parte, de Keynes. Pero en cuanto se refiere a reducir un endeudamiento ya existente es un poco más complicado. Si hay, como actualmente sucede, esta es la razón de la burbujas inmobiliarias, en la bolsa etc., demasiada liquidez en el mercado, es difícil de ver la ventaja de aumentar esta liquidez lo que sucede cuanto se reduce el endeudamiento. El fenómeno es un poco curioso. Se reprocha actualmente al Banco Central Europeo de hacer una política monetaria expansiva, manteniendo los tipos de intereses muy bajos. Se dice que esto daña a los ahorradores cuyos ahorros no se pueden invertir de manera rentable si los bancos pueden re financiarse de manera mucho más barata en el Banco Central Europeo. Se supone por lo tanto, que algunas inversiones deben ser impedidas, todos las inversiones que no son lo suficientemente rentables para que pudiesen saldar tipos de interese más altos. Hasta aquí un poco absurdo, pero vamos. Se puede decir que es sensato envenenar un 90 por ciento del agua para que los dueños del agua limpio ganen dinero. Un poco absurdo, pero vamos. Los tipos de intereses bajan igualmente si los estados pagan sus deudas. Si el estado devuelve el dinero a los recaudadores de fondos, bancos, seguros etc., estos serán todavía mas líquidos de lo que son actualmente y tantos economistas con su "saber técnico" y "métodos cuantitativos", como dice la Universidad Complutense de Madrid, es de suponer que llevan todo este dinero a la bolsa para producir la próxima burbuja.

Creo que es fácil de ponerse de acuerdo en que la economía extrañamente tarde se constituyó como ciencia. Es un poco más complicado de dar una razón por este fenómeno, pero es de suponer que las causas de ello son las mismas que podrían explicar la ausencia de la economía en los planes de estudio en los colegios. Una razón podrían ser que problemas económicos que por mucho tiempo no fueron percibidos como problemas económicos. Problemas económicos fueron percibidos sea como fallos morales, sea como fallos personales o las soluciones parecían tan obvias, que no se le ocurrió a nadie cuestionarlas. En resumidas cuentas: Si no hay en la percepción del público problemas económicos, la economía tampoco va a constituirse como ciencia, esto es obvio.

A pesar de que hasta hoy predominan la personalización y moralización de problemas económicos, entendemos por moralización en este contexto de percibir una crisis económica como un fallo moral y no un fallo sistémico, un cierto avance hay. Hasta el siglo 18 se discutía sobre problemas tan interesantes como aquella si la Trinidad (Dios, su hijo y el Espíritu Santo) es una sola persona o tres o si el alma existe independientemente del cuerpo, lo que supone que ya existía antes del nacimiento, o si Dios da un alma aisladamente a los cuerpos. Cuestiones importantes y difíciles de resolver, no cabe duda, pero de poca utilidad práctica según el caso.

El método a problemas económicos en los debates públicos se asemeja un poco al método de Adam Smith. Es una mezcla de un análisis económico, suposiciones psicológicas (cuando por ejemplo describe los profesores de la universidad), descripciones de supuestas relaciones sociales (cuando describe por ejemplo el comportamiento de la gente pobre) e interpretaciones de fenómenos históricos, con los cuales trata de verificar sus tesis. Esta forma de proceder no es completamente errónea, porque en la economía de hecho siempre todo está un poco mezclado con todo, una reducción a factores estrictamente económicos no es posible o mejor dicho se corre el riesgo de recibir algo como una modelización matemática, cuyos resultados son tan generalmente válidos como universalmente inútiles. Sin embargo se corre el riesgo con este método "intuitivo" de abreviar un análisis económico y sustituirlo con una explicación "psicológica", "sociológica", "histórica", "antropológica" que de hecho no explica nada. El autor sabe lo que el lector busca. El lector busca unas reglas claras que establecen un marco bien definido de lo métodos a usar. Sin embargo el autor cree que la cosa no es tan simple. Entre la modelización matemática y un método intuitivo hay una gran cantidad de variaciones. Para concretizar un poco lo que acabamos de decir. En la actual crisis europea de 2013, más bien dicho a las varias crisis, crisis del Euro, del endeudamiento de los estados, endeudamiento de los bancos, hay una posición que explica el fenómeno de manera psicológica / sociológica / antropológica que se puede encontrar cada par de días en los periódicos: Tradicionalmente los países mediterráneos, según esta explicación, prestan menos atención al rigor presupuestario que los países del norte. El punto no es que la teoría sea errónea, lo que sin duda es, el punto es que dispensa de cualquier análisis económico más detallado. La otra explicación, el otro extremo, es que con la introducción del euro los tipos de intereses eran muy bajos para los países mediterráneos y por lo tanto la gente se endeudó demasiado. Esto es una explicación "mecánica", que no considera factores no económicos. En el medio estaría una explicación que va más o menos así. Los tipos de interés eran bajos, la gente, los bancos y el estado se endeudaron por lo tanto más, pero no era posible de identificar inversiones rentables que permitiesen de saldar las deudas. Dicho de otra forma hay fenómenos meramente económicos, el tipo de interés, y factores no económicos, formación, transparencia del mercado, fuerza de innovación etcétera.. El que todavía no comprende de qué esta hablando el autor tiene que leer primero Las Riquezas de las Naciones de Adam Smith y después Elementos de economía política pura de Léon Walras. Entonces quedará claro.

Mirando la cosa con clemencia se puede encontrar algo positivo en la modelización matemática. Se puede interpretar como una tentativa de analizar las relaciones económicas lo más detalladamente posible. En muchos países por ejemplo el precio del pan es fijado por el estado (esto por ejemplo era el caso en Alemania en los años 50, o sea después de la guerra) con el argumento que no se puede abandonar precios de productos esenciales al juego de las fuerzas del mercado y hay que impedir que los cabrones de los panaderos estrujen a la gente. Se olvida que los agricultores de trigo van entonces, por ejemplo, a exportar su trigo a un país que es capaz de pagar más. Es un ejemplo simple, pero es difícil de decir qué efecto el precio fijo por el pan en Cuba tiene realmente para la economía en Cuba. Una postura moral tiende a encontrar la explicación de un problema económico que de hecho no tiene nada que ver con el problema.

Viéndolo de esta manera, admitimos que requiere un poco de clemencia para poder verlo así, la economía neoclásica de tipo Léon Walras o Vilfredo Pareto, ambos ingenieros, que descarta cualquier efecto o parámetro no económico contiene algo de verdad, aunque el único sensato de esta tendencia es Alfred Marshall. Vamos a ver todavía que Alfred Marshall y Keynes, aún distinguiéndose el uno del otro clara- y radicalmente en cuanto al análisis económico se refiere, coinciden en este punto. Tratan de conciliar un análisis rigoroso meramente económico con un método más bien "intuitivo", a pesar de que la noción "intuitivo" se debería precisar.

La modelización matemática, que se quiere es muy objetiva, es de hecho el resultado de una "intuición" vaga e imprecisa, el ejemplo más famoso para esto es la famosa cruz de oferta y demanda que se encuentra en cualquier libro de texto de economía o ciencias empresariales por lo menos 100 veces. Que la curva de la demanda desciende es plausible. Cuando el precio para un producto cae habrá gente que compra más de este producto y más gente que lo compra. Que la curva de la oferta asciende es menos obvio, por muchas razones. Primero porque esta ficción no pega con la realidad. A largo plazo la curva de la oferta, en comparación con los sueldos, baja. Para cualquier cosa pagamos hoy menos de lo que hemos pagado hace veinte años (en comparación con lo que ganamos). Pagamos menos por un televisor, un coche, una computadora, una nevera etcétera.. Y ni siquiera a corto plazo puede ser cierto si aceptamos la supuesta transparencia de mercado perfecto. Si todos los productores tienen las mismas informaciones y son por lo tanto igualmente cualificados y el capital fluye adonde puede ser utilizado de la manera más rentable cualquier cantidad de un producto puede ser producido al mismo precio. La cruz de la oferta y demanda solo describe la situación a corto plazo, cuanto solo se intercambia productos, pero no se les produce. Si hay, por una mala cosecha, pocas manzanas, el precio de las manzanas sube, porque no se puede producir más manzanas. Pero en la gran, gran mayoría de los casos la escasez es solo un fenómeno efímero, a la cual la producción puede adaptarse. El modelo de la cruz oferta / demanda, que fue descrito después de manera matemática y que permite hacer cantidad de cálculos tan divertidos como inútiles, se basa por lo tanto sobre una "intuición", sobre una concepción de la realidad que se basa en las experiencias personales de alguien, pero que de hecho son erróneas. Si puede trabajar de esta manera, todos pensamos así, se puede incluso convertir esta "intuición" en un modelo matemático o gráfico. Pero después se debe contrastar este modelo, de manera espontánea, vaga, intuitiva, con las distintas situaciones que encontramos en la realidad, porque sino puede ocurrir que un modelo matemático que se quiere objetivo y tiene pinta de ser muy científico es de hecho una chorrada. El mero hecho que algo puede presentarse de manera matemática no asegura de ninguna manera que sea correcto.

El autor sabe por experiencia, habiendo dado clases de economía en cursos financiados por el ministerio de trabajo alemán, perfectamente lo que el lector quiere. El lector quiera unas pautas claras, bien definidas y verdades. Es algo que no va a recibir, en ninguna parte. Puede recibir un par de ideas generales, perspectivas a tomar en cuenta al discutir un problema económico, pero nunca va a leer un texto que le cuente verdades porque el que tiene verdades económicas a contar, no lo va a hacer. Se quedará con sus verdades y las convertirá en dinero. Sin la capacidad de analizar fenómenos económicos de manera aislada y sistemática, se corre el riesgo de confundir un error sistémico con un fallo de moral, algo que se puede constatar cada día leyendo cualquier periódico. Pero con una perspectiva meramente sistémica se corre el riesgo de excluir todo aquello que es finalmente decisivo.

La idea del equilibrio general de Léon Walras, dejamos al lado por ahora que hay fallos en su teoría, nos referimos a la idea general, por ejemplo no es falsa. Es obvio que los factores productivos son utilizados de manera optima si el rendimiento de la última entidad es la misma en todos los usos. Si por ejemplo un agricultor gana más cultivando maíz en vez de trigo se debe esto al hecho de que el maíz es más escaso que el trigo y hace bien en disminuir esta escasez. Pero antes de sacar más conclusiones de esta idea, por ejemplo la idea que el estado tiene que retirarse por completo, hay que reflexionar de manera "intuitiva", o sea imaginándose y repasando en la mente las distintas situaciones que pueden haber en una sociedad. Posiblemente esto es el problema principal de la economía. Uno puede construir una teoría a base de su experiencia propia o a base de determinados datos. Pero antes de generalizar esta teoría debería repasar mentalmente las consecuencias de esta teoría. Con la mera "formalización", para utilizar una palabra de facultad de economía de Universidad Complutense de Madrid no se evitan errores. Todo lo contrario. Hay cantidad de ejemplos en la teoría económica que evidencian que esta "formalizacion" es más bien un obstáculo para ver todas las consecuencias que pueden haber en una teoría. Son sus ecuaciones las que impendieron a Léon Walras ver que la cosa es un poco más compleja. Para que un factor productivo fluya a otro uso cada vez que el rendimiento marginal es más alto en otro uso, debe haber, entre otras cosas, una completa transparencia de mercado. Dicho de otra manera. El concepto del equilibro general excluye el problema fundamental de cualquier economía del análisis económico: La intranahorrarcia. Vamos a volver a hablar de este tema cuando hablamos de Joseph Schumpeter.


Las ideologías son un estrechamiento de la perspectiva. O sea las ideologías simplemente ignoran lo que no les gusta. Pero nunca se sabe si este estrechamiento es simplemente debido a 1) fallos intelectuales, 2) una reducción inconsciente de un problema o 3) una manipulación consciente. En cuanto a países totalitarios se refiere dominan evidentemente la 2) y 3). En este tipo de estado hay cantidad de lacayos que dominan inconscientemente la jerga necesaria para hacer carrera y sus jefes que eventualmente manipulan en plena conciencia.

En cuanto se refiere a la cooperación de los economistas el autor diría que es igualmente la 2) y 3) porque tan idiota no se puede ser. Es difícil de creer que desconozcan los problemas de la modelización matemática. Son descritos detalladamente de Alfred Marshall, fundador de la micro economía y de la modelización matemática y de John Maynard Keynes, fundador de la macro economía y profesor de economía y matemática. Basta aparte de esto un poco de sentido común para ver que la modelización matemática no lleva a ninguna parte, ni en la teoría ni en la práctica. Es una jerga que hay que dominar, si se quiere hacer carrera dentro de este sistema y cuando no se sabe hacer otra cosa.

La gente que estudia economía hoy en día, escribimos el año 2013, tienen que prestar atención. Más y más los economistas son considerados por el público como unos payasos que con los mismos métodos "analizan" problemas muy distintos con resultados irrelevantes. Corren el riesgo de ser sustituidos por gente que conoce en detalle un problema y que adquirieron una visión de los problemas económicos en el sentido estricto de la palabra a lo largo de su vida. Si un economista no sabe manejar la red, con todo lo que ello incluye, programación, Online marketing, re financiación de un proyecto Internet y si no sabe hacer investigaciones concretas, desaparecerá. No hay puestos de trabajo para idiotas y no los habrá ni en entidades nacionales ni en entidades internacionales. El Internet es el único canal que permite agregar, visualizar, interpretar y extraer datos y presentarlos a un público heterogéneo.

La teoría económica es súper simple y cualquiera la pueda comprender. Obviamente hay gente que tiene un interés en presentarla como algo muy, muy difícil de comprender, como algo esotérico. Si se aceptará que la complejidad de la economía deriva de los datos confusos, la intranahorrarcia y el difícil acceso a estos datos y no en la teoría, se debería de modificar los planes de estudio, vea el público fascinado y fascinante de la economía.

En cuanto al brindar las ideas generales se refiere más vale volver a los textos básicos originales. Son más fáciles de comprender, más precisos y más diferenciados. Lo que hay en los libros de textos de economía es un canon de elementos arbitrariamente escogidos, de vez en cuando con consecuencias fatales. La famosa cruz de demanda y oferta, sacada de Principles of Economics de Alfred Marshall, simplifica tanto que pierde cualquier valor explicativo. Alfred Marshall distingue claramente entre el corto plazo, en el cual la producción no puede adaptarse, y el largo plazo, en el cual la producción puede adaptarse, vea equilibrio a corto y largo plazo.

Es más fácil también, y más divertido leer, esto es lo que espera el autor, si se sigue la cronología. Primero la economía clásica, después la economía neoclásica, después el keynesianismo y por último las tendencias que se basan en la economía clásica, el neo liberalismo, ordoliberalismo, la escuela austriaca. Se ve entonces que ya la subducción de distintos autores bajo una denominación es una simplificación ilícita y encima difícil de comprender. No se puede decir que la renta del consumidor / productor es una idea de Alfred Marshall. De hecho el mecanismo es el mismo que el de la renta de la tierra de David Ricardo. Hay un precio de mercado pero los productores pueden producir este producto a precios diferentes y los que lo pueden producir a un precio más bajo que el precio de mercado reciben una renta, vea David Ricardo. Es igualmente erróneo decir que la economía neoclásica se distingue de la economía clásica por la "revolución marginal". La distinción de Adam Smith entre el precio natural y el precio de mercado ya contiene esta idea.

Queremos mostrar con este manual tres cosas. Primero, que la teoría económica por sí misma es simple. La puede comprender cualquiera. Segundo, que el problema consiste en los datos. Si no tenemos, para dar un ejemplo, un acceso detallado al presupuesto estatal, no podemos tomar una decisión sensata en las elecciones. Igualmente podemos votar por un partido echando dardos. Y por último que es divertida e interesante.

Creemos que leyendo este manual se llega al mismo nivel de conocimientos, en menos tiempo y de manera más amena, que brinda un estudio de economía de seis semestres y ni siquiera exige un gran esfuerzo.

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Anotaciones:

ES        DE

 

Por el hecho que en economía se trata, por lo menos en cuanto al debate público se refiere, de cosas muy concretas, es más
fácil de tratarla de manera interesante.


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