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2.3.1.mercado de cambio <=> mercado dinámico

Al contrario de Alfred Marshall, que describe mercados dinámicos, vea equilibrio a corto plazo y equilibrio a largo plazo, Léon Walras analiza mercados donde solo se cambia una cantidad fija. La diferencia es enorme. Encima parte del principio que los mercados son despejados, suposición realista solo en situaciones especiales.

Esta suposición es correcta por ejemplo para alimentos que son perecibles. En este caso el vendedor tiene un gran interés en vender en un día determinado todo lo que tiene. Si esto no es el caso, si puede guardarlos durante años, nos lo va a vender a todo precio.

En algunos casos no se puede vender los productos al día (semana, més, año) siguiente. Si no se los vende no solo no generan un margen cobertura, sino que incluso se tendría que pagar para desecharlos. En este caso el rendimiento marginal no juega ningún papel. El vendedor incluso los vendería a un preció más bajo que los costes variables por entidad, o sea en este caso, si no puede venderlos, tratará de minimizar las pérdidas. Obviamente la intención era maximar las ganancias, pero si esto no funciona, tratará de minimizar las pérdidas.

En este caso, en un mercado de cambio, vale la tesis de Carl Menger que el valor de una cosa está determinado únicamente por las preferencias de los consumidores, pero no exactamente como él lo cree. Si el vendedor continuamente no puede vender sus productos a un precio que basta cubrir por lo menos todos sus gastos, desaparecerá, lo que a su vez tendrá un impacto sobre los precios.

Léon Walras parte de mercados de cambio. En este tipo de mercado solo el precio puede igualar la oferta y demanda, dado que la cantidad es fija. Sin embargo incluso en este caso la teoría de Walras solo vale, si los vendedores quieren vender todos sus productos en un día determinado. Si esto no es el caso, y de hecho, si dejamos al lado mercado especiales como el mercado de pezcado al por mayor y mercados de este tipo, nunca es el caso, los mercados simplemente no serán despejados.

El análises es completamente distinto que el análises de Alfred Marshall. El equilibrio en mercados dinámicos, donde se encuentran PRODUCTORES y CONSUMIDORES es el resultado de un proceso dinámico. Si la demanda excede por ejemplo la oferta, la oferta, la cantdiad, aumentará hasta que los costes marginales han llegado al nivel del precio de mercado. O sea: Si hay mucha gente dispuesto a pagar más si solo pudiesen comprar el producto los productores menos eficaces y con costes más elevados, pueden entrar en el mercado. Igualmente es posible, que la competencia entre los productores lleva a un mejoramiento de los procesos productivos con el resultado que los mismos productores pueden producir más y eventualmente a precios más bajos. Tenemos por lo tanto, a largo plazo, una adaptación tanto de los precios como de las cantidades.

Para decirlo de otra manera: Un mercado de cambio tenemos si miramos la economía a corto plazo, en el extremo en un determinado momento. A corto plazo los procesos productivos no pueden cambiar. Pero a largo plazo cambian y el cambio de los procesos productivos es decisivo.

No decimos que en mercados de cambio no ocurren cambios en la cantidad. Incluso en un mercado de pezcado se ofrecerá menos de un determinado tipo de pezcado si no hay demanda por este tipo. Pero si solo analisamos mercados de cambios en un momento determinado, lo que hace Léon Walras, como vamos a ver en seguida, entonces los procesos dinámicos, cambios en la cantidad, en los procesos tecnológicos, quedan fuera del análises.

El que interpreta por lo tanto el equilibrio general walrasiano como el resultado de los procesos que ocurren en una economía de mercado libre no ha entendido sea las características centrales de una economía de mercado, sea equilibrio general walrasiano o ambas cosas.

Independientemente de esto vale lo siguiente: A partir del momento que se puede calcular la cantidad y el precio del equilibrio es mejor un planificación central. En este caso no nos hace falta una economía de mercado libre. Una economía de mercado libre es más eficaz justamente porque NO es posible pronosticar y calcular estos equilibrios. La fuerza de una economía de mercado libre consiste en su fuerza de adaptarse a situaciones complejas, poco transparentes, que muy a menudo cambian, que son imprevisibles. Puede hacerlo, porque los precios reducen la cantidad de información necesaria. No nos interesa que el precio de petrol sube porque hay una guerra en Irak y no nos interesa tampoco que el precio de los disco duros sube, porque hay las zonas industriales en Thailandia son inundadas. Puede interesarnos, pero en general no nos interesa que los precios de los plátanos sube, porque la Comisión Europea decidio de gravar los plátanos no europeos con una arancel y todas las miles y miles de cosas que influyen en el precio. Lo único que nos interesa realmente son la alternativas que tenemos a adaptarnos a estos cambios y esto las entes privadas los saben mejor que una ente central, porque cada uno conoce mejor su situación que la ente central. Pero a partir del momento que se excluye todo esto del análises, se excluye todo aquello que hace la fuerza de una economía de mercado. Entonces la economía de mercado resolvería un problema que de hecho no existe. Con la clausula ceteris paribus, todo queda igual, junto con la ficción de la transparencia del mercado, excluye todo aquello que hace la fuerza de una economía de mercado o más precisamente, excluye todos los problemas que una economía de mercado resuelve de la mejor forma posible. Se puede decir que la economía neoclásica en su forma simplista, que no tiene nada que ver con Alfred Marshall, ignora la economía de mercado libre de manera más completa todavía que su opositor, el marxismo.

Que la cooperación de economistas no se da cuento de ello es una real tragedia. Si por lo menos relativizaría la modelización matemática seria aceptable. Pero lo que pasa es todo lo contrario. Los planes de estudio excluyen cada vez más lo que caracteriza una economía de mercado.

Las clases magistrales que se tienen en todos los puntos del planeta son más o menos como esta, vea Microeconomía II - El Equilibrio General y la Eficiencia del mercado. Conferencias de este tipo son divertidas. Se distingue por ejemplo entre un equilibrio parcial tipo Alfred Marshall, se analiza un producto en el mercado de bienes, y un equilibrio general, o sea cuando hay un equilibrio en todos los productos del mercado de bienes y al mismo tiempo un equilibrio en el mercado de trabajo y en el mercado de capital. Significa que hemos llegado a un estado en que en ningún mercado cambia algo. A un precio determinado se vende una determinada cantidad, los trabajadores ofrecen para un determinado salario una determinada cantidad de trabajo y lo capitalistas, o sea los que tienen dinero, invierten una determinada cantidad de dinero para un determinado tipo de interés. Una vez llegado a este equilibrio no va a cambiar nada. La economía no crece ni disminuye y queda hace los próximos 100 mil años.

Si no fuera tan triste, la cosa sería divertida. Tanto el equilibrio parcial, que como instrumento de análises es útil de vez en cuando, vea medición cardinal de la utilidad, como el equilibrio general abstraen de todo lo que caracteriza una economía de mercado libre, el sistema que de hecho quieren describir y analizar. Pero esto no es ningún problema y no se menciona. Como máximo se menciona que vale la clausula ceteris paribus. Lo que si se menciona es que la diferencia entre un equilibrio parcial y uno general. Los economistas son una especie curiosa. Si fueran mecánicos nos describirían en detalle algunas características de un motor de gasolina y otro de diésel, pero no nos repararían el coche.

El equilibrio general encima es, esta frase aparece en cualquier clase magistral cuando se habla de este tema algo muy, muy, muy complejo. La verdad es, que es algo idiotamente simple. Un equilibrio general lo tenemos si si todos los factores productivos se paga con el precio natural y el precio de mercado es lo suficientemente alto para cubrir estos gastos, vea precio natural / precio de mercado. Tenemos un precio natural cuando no es posible de ganar más dirigiendo el factor productivo en otro uso. Si por ejemplo alguien trabaja de albañil y ganaría más dinero trabajando como peluquero, entonces va, en teoría, trabajar como peluquero. Esto tendra dos efectos. El salario en el sector de la peluquería baja y el salario en sector de la construcción sube hasta que no hay más diferencia. Similares procesos tenemos para el capital y para la tierra (normalmente, no en la obra de David Ricardo, pero esto lo dejamos al lado de momento.) Y si el precio es lo suficientemente alto para cubrir estos costes, el de la tierra, del capital y del trabajo tenemos un equilibrio general. Aquí no hay nada, absolutamente nada complejo. Supersimple y cualquier idiota, a no ser economista, lo entiende.

El real problema con esta teoría es otro. El problema es que contiene suposiciones sobre el ahorro, el tipo de interés y el dinero que son erróneas. De esto vamos a hablar al hablar de Keynes.

Repetimos: Es muy importante de llegar lo más rápido posible al grano de un problema. Lo que se puede decir en cinco minutos hay que decirlo en cinco minutos, sin abracadabra y el tiempo ganada hay que invertirlo en cosas relevantes. Aprender ruso / chino / árabe, aprender a manejar bases de datos y sql, aprender una lengua de programación, C++, Java, Perl, lo que sea, hacer proyectos con otras universidades a nivel mundial, aprender la software de aplicación que se utiliza en el cálculo comercial etc. etc..

En el mejor de los casos se aprende a MONTAR EMPRESAS, o sea empresas que distruyen el equilibrio. El equilibrio no es nada positivo, el equilibrio es una real enfermedad, algo como la peste, malaria, colera. La única razón para analizarlo es para mejor destruirlo.

Para que nos entendamos. Clases magistrales de este tipo Microeconomía II - El Equilibrio General y la Eficiencia del mercado son irrelevantes. Toda la chorrada de Vilfredo Pareto es irrelevante. Lo máximo que se puede hacer con estas chorradas es escribir estudios "científicos" para ministerios y otras burocracias, pero solo cuando el tributario está dispuesto a pagar para estas chorradas. Estas chorradas tampoco justifican tasas académicas, porque los contenidos son inútiles.


El chiste consiste en el hecho que el gran antípoda de ambos sistemas, la economía clásica y el marxismo, John Maynard Keynes, al cual se reprocha de querer abolir la economía de mercado, pone en el centro de sus reflexiones el problema central de economías de mercado: la inseguridad. Esto le parece al autor un modo de proceder más inteligente: No se resuelve nunca un problema si simplemente se lo ignora o si simplemente se abstrae de este problema.

Dicho esto es obvio que el análises de un mercado de cambio no tiene relevancia ninguna para el análises de una economía de mercado, porque en este tipo de mercado no aparecen los problemas centrales. Mercados de cambio son por lo tanto irrelevantes.

Pero el caso de Léon Walras es más extremo todavía. No es que solamente analiza un mercado a corto plazo, sino un mercado en el cual incluso a largo plazo la cantidad es fija. El mercado ideal sobre el cual se basan sus reflexiones es la bolsa con un subastador.

La valeur d'échange laissée à elle-même se produit naturellement sur le marché sous l'empire de la concurrence. Comme acheteurs, les échangeurs demandent à l'enchère, comme vendeurs, ils offrent au rabais, et leur concours amène ainsi une certaine valeur d'échange des marchandises tantôt ascendante, tantôt d'escendante et tantôt stationnaire. Selon que cette concurrence fonctionne plus ou moins bien , la valeur d'échange se produit d'une manière plus ou moins rigoureuse. Les marchés les mieux organisés sous le rapport de la concurrence sont ceux où les ventes et achats se font à la criée, par l'intermédiaire d'agents tels qu'agents de change, courtiers de commerce, crieurs, qui les centralisent , de telle sorte qu'aucun échange n'ait lieu sans que les conditions en soient annoncées et connues, et sans que les vendeurs puissent mettre au rabais et les acheteurs à l'enchère. Ainsi fonctionnent les Bourses de fonds publics , les Bourses de commerce, les marchés aux grains, au poisson, etc. A côté de ces marchés , il y en a d'autres où la concurrence, quoique moins bien réglée, fonctionne encore d'une manière assez convenable et satisfaisante : tels sont les marchés aux fruits et légumes, à la volaille. Les rues d'une ville où se trouvent des magasins et des boutiques de boulangers, de bouchers , d'épi- ciers, de tailleurs, de bottiers, sont des marchés d'une organi- sation un peu plus défectueuse sous le rapport de la concurrence. El valor de cambio se produce de manera natural en el mercado. Como compradores los participiantes del cambio pujarán más que otro y como vendedores ofrecerán una rebaja de manera que la competencia llevará a un determinado valor de cambio que de vez en cuando baja y de vez en cuando sube. Depende si la competividad funciona mejor o peor el valor de cambio que resulta es más o menos rigoroso. Los mercados que mejor funcionan en cuanto a la competencia se refiere son aquellos donde se realiza la venta y la compra a través de agentes como los corredores de bolsa, corredores de cambio que criando los hacen compaginar de manera que hasta que no se hayan dado por conocer y hechos públicos las condiciones y hasta que los vendedores no hayan podido hacer una rebaja y los compradores ofrecer más no habrá ningún cambio. Es así que funcionan la bolsas de bonos del estado, las bolsas de comercio, los mercados de pezcado etc.. Aparte de estos también hay otros mercados, aunque menos reglamentados, donde la competencia funciona todavía de manera satisfactoria, como por ejemplo los mercados de fruta, los mercados de verdura, los mercados avícolas. Las calles de una ciudad donde se encuentran las panaderías, las carnicerías, las abacerías, las sastrerías, las zapaterías están menos bien organisados en cuanto a la competencia se refiere.

Léon Walras, Elements d' economie politique pure ou theorie de la richesse, Section II, 9° Leçon


Los vendedores dan en su ejemplo REBAJAS, lo que significa que la adaptación se pasa por el precio. Productores a largo plazo no darían rebajas, disminuirían la producción, a no ser que aumentando la producción también bajan los costes, lo que muy a menudo sucede. En la imprenta por ejemplo los precios por entidad por, para dar un ejemplo, prospectos bajan dramáticamente con la cantidad, porque los costes fijos relacionados con la producción de un prospecto son siempre los mismos, si se imprime mil prospectos o diez mil.

En cuanto a las bolsas de efectos se refiere hoy en día no funcionan así, vea equilibrio a corto plazo y equilibrio a largo plazo.

El papel del embalsador en la obra de Léon Walras no está muy claro. Puede uno imaginarse algo así. El embalsador nombra un preico, un precio al cual unos quieren vender y otros comprar. Suponemos que este precio está encima del precio que despeja el mercado, en otras palabra, digamos que sea un precio por el cual se quiere vender más que los otros quieren comprar.

El embalsadoro recibirá informaciones sobre las cantidades que se quiere vender y las cantidades que se quiere comprar y notara que las dos cantidades no compaginan.

Estos datos los hará públicos. Si todos saben que el mercado tiene que ser despejado, es lo que supone Léon Walras, los demandantes saben, que no todos los vendedores podrán vender a este precio y los vendedores saben que tienen que bajar los precios si quieren vender todo.

Habrá pues un segundo precio, más bajo que el primero. A lo mejor uno demasiado bajo, con el resultado que ahora la demanda excede la oferta lo que lleva a un tercer precio, un cuarto, quinto etc.. El juego continúa hasta que se haya encontrado el precio que permite vender toda al cantidad que hay.

El modelo de Léon Walras parte de la supocición curiosa que nadie vende y nadie compra hasta que el precio justo, el que compagina la oferta y la demanda, haya sido encontrado.

Está excluído que los vendedores venden a un precio que le precio que despeja el mercado. Se podría pensar en una subasta, pero una subasta de hecho es otra cosa.

En el caso de una subasta se vende UN producto, o en el caso del mercado de pezcado en la venta al mayor un lote, a UNA persona, mejor dicho, solo una persona gana. Pero en el caso de Léon Walras se vende a un número de compradores desconocidos cantidades desconocidas. Se sabe cuanto se va a vender, pero no la cantidad que recibe cada uno.

Diría el autor que un mercado tal como Léon Walras se lo imagina no existe. Es muy probable que el precio de equilibrio se instala naturalmete como dice Léon Walras "... La valeur d'échange laissée à elle-même se produit naturellement sur le marché sous l'empire de la concurrence...", pero no en un mercado de este tipo. Primero porque un mercado de este tipo en la naturaleza no existe y segundo que incluso si existiese, no sería muy natural de fijar el precio de esta manera.

Puedo uno preguntarse porque Léon Walras introduce su embalsador, porque de hecho no hace falta. Nadie duda, si dejamos al lado los puntos de vista extremos, o sea David Ricardo y Carl Menger, que el precio está determinado por los costes y los precios y que en un mercado se establece naturalmente, por esto Adam Smith lo llama precio natural, vea precio natural / precio de mercado, un precio de equilibrio.

Posiblemente esto se debe a la obsesión de Léon Walras por la matemática, más bien dicho álgebra, para él el único método a sacar conclusiones exactas. Pero si ahora admite que hay en los mercados reales solo una tendencia hacia el precio de equilibrio, pero nada que se pueda realmente describir con una ecuación algebráica, tendría que conceder que su método matemático es absurdo. El problema por si lo ve claramente, "...Les rues d'une ville où se trouvent des magasins et des boutiques de boulangers, de bouchers , d'épi- ciers, de tailleurs, de bottiers, sont des marchés d'une organi- sation un peu plus défectueuse sous le rapport de la concurrence...", pero parece que le cuesta aceptarlo.

Su obra lleva el título Elements d' économie politique pure. Se habría podido igualmente llamarlo élements pures, elementos puros, porque puros, desprovisto de más o menos todo, son sus elementos de verdad. La pureza la vemos sin problema alguno, pero de economía nada y mucho menos de política, porque política tiene que ver algo con decisiones, pero en su concepto nadie decide nada, a pesar de que en la introducción, como vamos a ver en seguida, confirma lo contrario. Su economía funciona como el universo. Las leyes económicas mantienen los equilibrios con la misma fuerza y estabilidad que la fuerza de gravitación y la fuerza centrífuga mantienen los planetas en sus respectivos órbitas.

Comprueba con un sin fin de ecuaciones en un sin fin de escenarios, un sin fin de cosas triviales que son sin embarog completamente irrelevantes, porque ya la base de sus teorías es errónea.

Que en un mercado con solo dos productos se puede presentar la demanda por un producto por la oferta del otro es in duda alguna correcto, pero no sirve para tan poco como la curva de indiferencia, o sa la curva que presenta todas las combinaciones de dos bienes que brinde la misma utilidad.

Se puede construir ejemplos tales como se los encuentra en los libros de textos y decir que en la famosa curva de la indiferencia, y decir que 1 patata y 3 zanahorias brindan la misma utilidad que 2 patatas y 2 zanahorias o 3 patatas y una zahnahoria etc.. Con un poco de abracadabra matemático y con mucho tiempo perdido que mejor se habría invertido en otra cosa se puede igualmente demostrar que un hogar llega al máximo donde la tasa de sustitucion patata / zanahoria equivale a la cantidad de zahnahorias a la cual el hogar tiene que renunciar al comprarse una patata, o sea donde la curva de indiferencia toca la linea que representa la restricción presupuestaria. El problema es siempre le mismo. Es un análises estático. No queremos saber que hay una restricción presupuestaria en Alemania y en Bolivia, esto es cierto sin duda alguna. Lo que queremos saber en qué consiste. Si en Burma lo máximo que un hogar puede permitirse cada día son un ola de arroz y algo de verdura y en Alemania un jamón serrano entero y dos botellas de vino, el arroz y la verdura la recibe gratis o precios tan bajos que no cuenta, queremos saber por qué es así. No cabe duda que hay restricción presupuestaria también en el marte, por si acaso vive alguien ahí. Pero "leyes económicas" tan generales que sin duda alguna valen también en el marte no nos interesan.

Después haber hecho su abracadabra matemático durante 40 páginas da finalmente un resumen de lo que ha aprendido en estas 40 páginas. De esto podemos aprender, que el uso de mucho abracadabra estrecha la perspectiva y puede ocurrir que uno comete errores incluso en las afirmaciones más idiotas.

Deux marchandises étant données, pour qu'il y ait équilibre du marché à leur égard, ou prix stationnaire de l'une en l'autre , il faut et il suffit que la demande effective de chacune de ces deux mar- chandises soit égale à son offre effective. Lorsque cette égalité n'existe pas il faut, pour arriver au prix d'équilibre, une hausse du prix de la marchandise dont la demande effective est supérieure à l'offre effective, et une baisse du prix de celle dont l'offre effective est su- périeure à la demande effective. Si dos bienes son dadas la única y al mismo tiempo condición suficiente para un equilibrio de mercado o precios fijos en cuanto a estos bienes se refiere es, que las cantidad ofrecida de ambos bienes corresponde a la cantidad demandada de estos bienes. Si esta egalidad no existe el precio del bien cuya demanda excede la oferta tiene que subir y el precio del bien cuya oferta excede la cantidad efectivamente demandada tiene que bajar.

Léon Walras, Elements d' economie politique pure ou theorie de la richesse, 12° LEÇON, Courbes d'offre effective.

Parece obvio, sin embargo es falso. A primera vista es obvio. Si hay más oferta que demanda el precio tiene que bajar para que haya más gente que lo compra y si hay más demanda que oferta, el precio tiene que subir, para que haya menos gente que lo compra. La afirmación parece correcta a primera vista, pero el problema es, que esto solo es correcto en UN MERCADO DE CAMBIO, donde únicamente el precio puede igualar la oferta y demanda, porque la cantidad es fija. O sea Léon Walras se base en sus análises sea en un mercado de cambio, sea que su análises es a muy corto plazo. Encima tiene que suponer, que los vendedores quieren despejar el mercado. Ambas suposiciones hacen que su análises es irrelevante, porque ambas situaciones, aunque en casos aislados podemos encontrar escenarios de este tipo en la vida real, son irrelevantes.

Pero lo grave del asunto no es nisiquiera esto. Lo grave es, que nisiquiera se da cuenta que está analizando un mercado irrelevante. Pasa algo muy típico. Con todo su abracadbra matemático pierde completamente de vista la realidad, porque cualquiera dotado de un poco de sentido común se habría dado cuenta que igualmente puede haber cambios en la cantidad.

Lo que efectivamente va a pasar es más complejo. Una mujer en Bolivia que vende naranjas en la calles, que no le cuestan nada porque tiene un par de naranjos en su campo, al constatar que a este precio puede vender más naranjas de lo que había previsto va traer el próximo día más naranjas. Solo en el caso que el efecto del precio es más fuerte que el efecto de la cantidad sobre el volumen de venta, bastante improbable diría el autor, va a subir el precio.

Ejemplo situacion inicial: 50 naranjas * 2 bolivianos = 100 bilivianos

Efecto del precio más fuerte que el efecto de la cantidad: 30 naranjas * 4 bolivianos = 120 bolivianos
Efecto de la cantidad más fuerte que efecto del precio: 65 naranjas * 2 bolivianos = 130 bolivianos
Efecto del precio menos fuerte que el efecto de la cantidad: 20 naranjas * 4 bolivianos = 80 bolivianos

Dado que no tenemos que considerar los costes porque las naranjas las tiene sin costes algunos va a vender más naranjas y no subir el precio. En resumidas cuentas: La exactitud no depende del método elegido. Depende de la persona que reflexiona.

En su primer escenario parte de una situación en la que se cambia productos por productos. Un escenario todavía tan típico para una economía moderna como lo era 1000 años antes de Jesú Cristo y analisando este tipo de economía llega, con mucho abracadabra matemático, o sea de manera muy exacta, a conclusiones muy sútiles. Si dos peronas cambian patatas contra zanahorias y al final quedan un par de zanahorias y patatas a pesar de ambos querían intercambiar todo, entonces obviamente la tasa de cambio no era correcta. Si por ejemplo quedan zanahorias, él de las zanahorías habría debido exigir más patatas por una zanahoria. ¿Quien se lo habría imaginado?


Este conocimiento es increíblemente importante para la comprensión de una economía. Si alguien dispone de 15 zanahorias y el otro de 3 patatas la tasa de intercambio es 5:1. Esto es tan complejo que se necesita por lo menos 40 páginas para explicarlo y sin una ecuación algebráica no lo vamos a comprender nunca.

No solo parte de un mercado de cambio, que ya es un escenario irrealista, sino encima parte de una situación en la que se cambia productos por productos, lo que hace la cosa más irrealista todavía. Pero como si esto no bastase, encima supone que el mercado será despejado. Con estas tres suposiciones ha creado una escenario en el cual resulta efectivamente difícil sacar conclusiones, porque tenemos que reflexionar lo que pasaría en un mundo completamente absurdo. Esto realmente requiere un cierto entrenamiento.

Nos resulta más fácil de reflexionar sobre el mundo que conocemos, a pesar de que este es más complejo. Si la mujer que vende naranjas en Bolivia partiría de un análises en el cual hay solo dos productos, nada de dinero, o sea no recibe bolívares sino plátanos para sus naranjas es bastante improbable que haría finalmente lo económicamente razonable.

Si se quiere Léon Walras es un buen ejemplo como una determinada modelización estrecha la perspectiva. Porque sus tres suposiciones son completamente abstrusas. Encima hay el problema que un producto siempre puede ser utilizado de distintas maneras y sobre todo depende del tamaño del mercado. La mujer que vende naranjas en la calle en Bolivia por ejemplo envez de solamente pelar la capa naranja, podría igualmente convertirlas en zumo o, algo que se puso de moda últimamente en Alemania, hacer zumos mezclados con sabores raros. Si Bolivia tuviese la técnica de hacer concentrados de este zum de naranja, se podría transportarlo a otros sitios con el resultado que el precio del zumo de naranja caería dramáticamente, vea El mercado del jugo concentrado de naranja.

Léon Walras no se da cuenta que está analizando un mercado de cambio que abstrae de toda la dinámica que caracteriza un mercado donde se producen los productos lo que es obvio, porque en un mercado de cambio no se produce estrictamente nada. Esto nisiquiera sería un gran problema, dado que los locos en esta tierra abundan, parece que Dios los quiere mucho. Pero el hecho que se repite en cualquier libro de texto que Léon Walras descubrio el equilibrio general es un problema. Si esto se copia miles de veces, alguien habría debido darse cuenta que el equilibrio general de Léon Walras se refiere a un mundo paralelo muy raro, que no tiene nada que ver con estas tierra que es la nuestra.

Comprendemos perfectamente y sin problemas que Léon Walras fracasó en su ambición de hacerse un escritor, porque un escritor suele tener una perspectiva muy amplia sobre el mundo, muy a menudo errónea y un poco "asociativa" no cabe duda, pero nunca, al menos si tiene talento, perderá de vista el cuadro general. Léon Walras es un auténtico autista. Concentra toda su atención en aspectos irrelevantes. Al igual que un autista que busca de manera obsesiva una regla en la colocación de las baldosas del baño, busca reglas donde nos la hay.

Dado que esta enfermedad psíquica es muy común entre los economistas de hoy en día presenta un real problema económico.

Tan raro como commenó continúa. Nos cuenta cosas realmente soprendentes. Sobre todo que esta frase nos sorprende y fascina: "La solution pratique est d'une rapidité et d'une sûreté qui ne laissent rien à désirer." Esto es cierto para su mercado bastante curioso. Pero el que cree que los procesos productivos se adaptan de manera inmediata, con toda seguridad y con un resultado previsible no tiene ninguna experiencia profesional y no ha trabajado en toda su vida.

El problema no es que un cierto Léon Walras lo dice, hay cantidad de gente que dice cantidad de tonterías a lo largo del día. Pero es significativo que se hizo famoso con estas tonterías. Significa que hay realmente mucha gente que creen en estas tonterías.

On voit clairement à présent ce qu'est le mécanisme de la concurrence sur le marché : c'est la solution pratique , et par hausse et baisse des prix, du problème de l'échange dont nous avons fourni la solution théorique et mathématique. On doit comprendre d'ailleurs que notre intention n'est aucunement de substituer une solution à l'autre. La solution pratique est d'une rapidité et d'une sûreté qui ne laissent rien à désirer. On peut voir, sur de grands marchés fonctionnant même sans courtiers ni crieurs, le prix courant d'équilibre se déterminer en quelques minutes, et des quantités considérables de marchandise s'échanger à ce prix en deux ou trois quarts d'heure. Au contraire, la solution théorique serait, dans presque tous les cas, absolument impraticable. Aussi serait-ce nous faire une objection bien singulière que de nous parler de la difficulté d'établir les courbes d'échange ou leurs équations. L'avantage qu'il pourrait y avoir, dans certains cas, à dresser, en totalité ou en partie , la courbe de demande ou d'offre d'une marchandise déterminée, et la possibilité ou l'impossibilité de le faire, est une question que nous réservons tout entière. Pour le moment, nous étudions le pro- blème de l'échange en général , et la conception pure et simple des courbes d'échange nous est à la fois suffisante et indispen- sable. Vemos ahora claramente en qué consiste el mecanismo de la competencia a traves del mercado: Lo solución del mercado son los precios que bajan y suben, por lo cual hemos contribuido la solución práctica y matemática. Hay que entender también, que no queremos sustituir una solución por la otra. La solución práctica es de una velocidad y una seguridad que no deja nada a desear. En todos los mercados, también sin corredores y agentes, los preciso se mueven en pocos minutos al precio de equilibrio y una cantidad considerable de mercancías es cambiado en dos o tres cuartos de hora. La solución teórica del otro lado es todo al contrario irrealizable en la realidad. Reprocharnos que es difícil de determinar la curva del intercambio o las ecuaciones es un reproche raro. La ventaja que podría tener de determinar la curva de la demanda en partes o en su totalidad y la posibilidad o imposibilidad de hacerlo es una cuestión que dejamos al lado. De momento discutimos el problema del cambio y el concepto puro y simple de la curvas de intercambio es para nuestros fines suficiente y necesario.


Léon Walras, Elements d' economie politique pure ou theorie de la richesse, 12° LEÇON, Courbes d'offre effective.

Si alguien dijera esto hoy en día se diría simplemente que está chiflado. El quiere haber observado EN LA PRÁCTICA, dice haber VISTO en los mercados que los precios se adaptan en un par de minutos: "... On peut voir, sur de grands marchés...". Normalmente, esto por ejemplo lo hace Alfred Marshall, se hace un par de suposiciones bajo los cuales esta suposición es por lo meno en teoría plausible: total transparencia, productos homogéneos, ningunas preferencias personales / regionales / temporales etc.. Pero nunca se supone que esto realmente sucede en la realidad. Los únicos mercado donde se puede observar que los precios se adaptan en poco tiempo son algunos mercados al por mayor, como por ejemplo el mercado de pezcado al por mayor, y los embalses. Nisiquiera en mercados de cambio, donde la cantidad es fija, los precios se igualan en dos o tres cuartos de hora la oferta y la demanda y Léon Walras no vio en toda su vida que los comerciantes cambian cada dos minutos los etiquetas de precio, algo imposilbe a realizar en la práctica. Lo que si existe son las rebajas de enero o las rebajas de verano y cosas de este tipo.

Lo que dice nisiquiera es correcto para mercados de cambio. Pero en la práctica los mercados de cambio son irrelevantes. En la vida real se producen productos y esto genera un dinámica que que no tiene nada que ver con una simple modelización matemática.

Lo que además llama la atención es esta parte de la frase "... même sans courtiers ni crieurs...". Si un mercado funciona sin correderos y agentes, porque los introduce?

Después nos cuenta que su método es completamente impracticable, "... Au contraire, la solution théorique serait, dans presque tous les cas, absolument impraticable...". Quiere decir que introduce los agentes que no hacen falta, solo para presentarnos como podría funcionar un mercado ficticio en la teoría. Lamentablemente no nos explica porque nos deberían interesar como teoricamente se podría obtener precios de equilibrios en mercados ficticios. Es el colmo. No nos explica como se puede llegar a precios de equilibrio en mercados ficticios. Nos explica como teoricamente, a pesar de que en la práctica no funcionaría nisiquiera en estos mercados ficticios.

Esto pregunta de otra parte es de crucial importancia, a pesar de que él dice que no es importante: "..L'avantage qu'il pourrait y avoir, dans certains cas, à dresser, en totalité ou en partie , la courbe de demande ou d'offre d'une marchandise déterminée, et la possibilité ou l'impossibilité de le faire, est une question que nous réservons tout entière..". Es la pregunta de mil dólares y sería muy útil de conocer la curva de la demanda parcialmente o en su totalidad. Permitiera de saber si el efecto de la cantidad supera el efecto del precio o no. En otras palabras, los empresarios podrían fijar el precio optimal. Esto no es ningún problema para Alfred Marshall, porque la posibilidad de aumentar la producción está excluído en su sistema, pero de crucial importancia en la práctica.

Se podría decir que hasta ahora Léon Walras nos ha mostrado una solucion impracticable en mercados ficticios que encima, si se acepta sus suposiciones, es completamente trivial.

Dirán algunos superlistos que la realidad es tan, tan, tan compleja que hay que simplificiar. Pero si se simplifica tanto que los resultados son completamente irrelevante y solo presentan una solución impracticable en mundos ficticios la cosa no sirve para nada y como el mismo admite, el problema ya está resuelto en la práctica. Diríamos nosotros que el problema está incluso resuelto en la teoría, vea precio natural / precio de mercado.

El concepto que el rendimiento marginal y la utilidad marginal deben ser los mismos en cualquier uso es efectivamente una afirmación central para una economía de mercado libre. Millone y millones de personas de manera decentral van a redistribuir sus recursos, sea como productore sea como consumidores cuando esta realocación les conviene. Si alguien se da cuenta puede ganar más como informático va a especialisarse en este sector, para dar un ejemplo. Si alguien constata que los tablet PCs han bajado de precio, a lo mejor se va a comprar un tablet PC envez de una computadora que le brinda la misma utilidad, pero que le conviene cuand es más barata. Es obvio que si todos los recursos se utiliza de la manera más eficaz o de manera para que brindan lo máximo de utilidad se maximaliza igualmente el bienestar común. (Dejamos al lado ahora el problema de la distribución y los problemas generales de una economía de mercado. De esto vamos a hablar más tarde al hablar de Keynes.) Sin embargo, solo se llega a este estado si las entidades INDIVIDUALES toman la decision, porque solo las entes individuales puede tomar las decisiones que más corresponden a su situación y circunstancias personales.

Walras reduce el problema a una mercado de cambio, pero incluso en esta constelación hay una incomprensión completa de lo que es una economía de mercado. A corto plazo es posible, aunque muy teorico, que los precios de las cosas que sobran bajan y los precios de las cosas escazas suben y muy teoricamente el mercado será despejado de esta manera. Es posible, aunque muy teorico, que se vende los producto que sobran a precios que nisiquiera cubren los gastos y que los productores que producen los productos escazos ganan más de lo que habían esperado. Pero como Léon Walras sabe que después se podrá producir los productos a estos precios, porque si después de haber vendido todo la gente no muere, se tendrá que repetir el proceso lo que solo es posible si una vez vendidos lo que hay se lo produce de nuevo.

En resumidas cuentas. No resolver un problema que realmente existe es algo que pasa, todos lo sabemos. Resolver un problema que no existe, es un juego bonito que posiblemente fascina a alguna gente. Pero no resolver un problema inexistente es realmente un poco idiota y esto es lo que hace Léon Walras.

El equilibrio parcial de Alfred Marshall se puede aceptar. Sirve para analizar algunos aspectos. Con el equilibrio general de Alfred Marshall no podemos analizar nada, ofusca más bien la realidad, porque describe la adaptación a cambios de todo tipo como algo mecánico que se pasa en dos o tres cuartos de hora, "...en deux ou trois quarts d'heure...". Ambos conceptos se puede criticar, porque describen la situación en un momento dado, algo de lo cual Alfred Marshall es completamente consciente, vea equilibrio a corto plazo / equilibrio a largo plazo, pero el modelo de Alfred Marshall sirve para algo, mientras que el modelo de Léon Walras, al igual que el modelo de Vilfredo Pareto, no sirve para nada.

La realidad la escribe de manera bastante precisa Joseph Schumpeter. El precio y la cantidad de equilibrio se establece a largo plazo por la experiencia y para ser más preciso, tampoco se sabe si es un precio de equilibrio. Es más bien un precio que la gente acepta y si no cambia radicalmente y por mucho tiempo, la gente no va a cambiar sus costumbres. Igualmente las cantidades producidas se basan en experiencias. El vendedor, y sobre todo el productor, no sabe qué cantidad pueden vender a qué precio. Si fuese así de fácil, no tendríamos empresas que van en quiebra.

Después necesita otras 40 páginas más, con un monton de ecuaciones, para explicarnos que lo que vale para dos productos vale igualmente para muchos productos. Los precios de los que sobran tienen que bajar y los precios de los son escazos tienen que subir. Suena lógica y trivial si se parte de sus suposiciones, pero es, vea arriba, completamente erróneo.

Plusieurs marchandises étant données , pour qu'il y ait équilibre du marché à leur égard , ou prix stationnaire de chacune d'elles en toutes les autres, il faut et il suffit qu'à ces prix, supposés d'équilibre général, la demande effective de chaque marchandise soit égale à son offre effective. Lorsque cette égalité n'existe pas, il faut, pour arriver aux prix d'équilibre, une hausse proportionnelle des prix des marchandises dont la demande effective est supérieure à l'offre effective, et une baisse proportionnelle des prix de celles dont l'offre effective est supérieure à la demande effective. Si tenemos varias mercancías es necesario y suficiente para que se establezca un equilibrio de mercado, o que los precios no varian, que la demanda efectiva de cada mercancía corresponde a la oferta efectiva de esta mercancía. Si no hay este equilibrio es necesario, para que se reinstale un equilibrio, que los precios de las mercancías cuya demanda es superior a la oferta suben proporcionalmente y que el precio de las mercancías cuya oferta supera la demanda baja.

Léon Walras, Elements d' economie politique pure ou theorie de la richesse, 22° LEÇON, Loi d'établissment des prix d'équilibre

Quiere decir, si la demanda es más grande que la oferta, los precios tienen que subir, y si la demanda es inferior que la oferta, los precios tienen que bajar. De ninguna manera le entra en la cabeza que igualmente pueden cambiar las cantidades y que esto es, si nos quedamos en un análises de corto plazo, es incluso necesario, porque si no tienen que cambiar TODOS los precios. Si todas las cantidades son fijas y los consumidores constatan que tienen que pagar más para una cosa de lo que esperaban, entonces pueden consumir menos de otra cosa lo que significa que habra un excendente de oferta en los otros productos, lo que significa que estos precios tienen que bajar. En su modelo, ninguna adaptacion de la cantidad, significa que todos los precios tienen que cambiar, o por lo menos uno, si las expectativas no corresponden con la realidad.

Comprueba por lo tanto algo que cualquiera cree y lo que intuitivamente parece correcto, a pesar de que es erróneo. Incluso es erróneo, a largo plazo, si se toma en consideración la oferta. No hay casí ningún producto cuyo precio no haya, en comparación con lo que la gente gana, bajado en los últimos 100 años. Si la demanda crece, los proceso productivos se hacen cada vez más eficaces y los costes fijos bajan. A corto plazo, por ejemplo cuando una empresa calcula el precio mínimo por el cual pueden ofrecer un producto los costes fijos no juegan ningún papel, porque estos costes no tienen nada que ver con la decisión de vender algo en una situación determinada. Pero a largo plazo juegan obviamente un papel, porque la empresa que no puede amortizar los costes fijos a largo plazo tendrá que abandonar y cuanto más vende, más bajos pueden ser los márgenes de cobertura para cubrir los costes fijos.


Léon Walras es un hermoso ejemplo por el hecho que la modelización matemática tiene como efecto todo lo contrario de lo que se esperaba. Se afirma por todos lados que la modelización matemática es más preciso que una presentación verbal, lo que Léon Walras llama el método literario.

Pero lo que pasa aquí es exactamente lo contrario. La modelización matemática corrobora la "intuición", a pesar de que es errónea. La bajada de precios de precios de las computadoras, tablets, móviles, televisores, coches etc. etc. es el resultado de un AUMENTO de la demanda. Cuando se vende poco, todos los costes de investigación y desarollo los tienen que cubrir las pocas entidades que se vende. Cuando se vende más, estos costes se distribuyen sobre una cantidad mayor.

Lo que pasa es que un aumento de precios, lo que de vez en cuando a corto plazo sucede, es algo más perceptible que una bajada de los precios, aunque esta sea dramática si se considera espacios de tiempos más largos. Hoy en día un alemán medio gasta algo como 10 por cientos de sus ingresos por la alimentación, a pesar de que los compra en un estado más elaborado. Hace 100 años gastaba la mitad de sus ingresos en alimentos. Si comprara los alimentos que compró hace 100 años, estos no le costarían casi nada.

Keynes de vez en cuando suelta anotaciones curiosas, cosas que no se puede realmente comprobar, pero el autor diría que apunta a un problema central y que la afirmación es muy correcta.

The study of economics does not seem to require any specialised gifts of an unusually high order. Is it not, intellectually regarded, a very easy subject compared with the higher branches of philosophy and pure science? Yet good, or even competent, economists are the rarest of birds. An easy subject, at which very few excel ! The paradox finds its explanation, perhaps, in that the master-economist must possess a rare combination of gifts. He must reach a high standard in several different directions and must combine talents not often found together. He must be mathematician, historian, statesman, philosopher-in some degree. He must understand symbols and speak in words. He must contemplate the particular in terms of the general, and touch abstract and concrete in the same flight of thought. He must study the present in the light of the past for the purposes of the future. No part of man's nature or his institutions must lie entirely outside his regard. He must be purposeful and disinterested in a simultaneous mood; as aloof and incorruptible as an artist, yet sometimes as near the earth as a politician. Much, but not all, of this ideal many-sidedness Marshall possessed. But chiefly his mixed training and divided nature furnished him with the most essential and fundamental of the economist's necessary gifts-he was conspicuously historian and mathematician, a dealer in the particular and the general, the temporal and the eternal, at the same time. Parece como si no se necesitara para el estudio de la economía ningunos talentos especiales superior al pro medio. No es, desde un punto de vista intelectual, en comparación con las ramas más complejas de la filosofía y la ciencia pura una asignatura bastante simple? Sin embargo buenos, o por lo menos economistas competentes son unos pájaros muy raros. Una ciencia simple en la que solo pocos se destacan! A lo mejor se puede explicar esta paradoja por el hecho que economistas sobresalientes tienen que tener una mezcla rara de dotes. Tiene que tener en distintos campos un alto grado de perfección y tiene que combinar talentos, que rara vez se encuentran reunidos. Tiene que ser matemático, histórico, hombre de estado y en un cierto sentido también filósofo. Tiene que ser capaz de servirse de símbolos, pero tambien de palabras. Tiene que ver un hecho aislado desde una perspectiva general y captar en un solo pensamiento lo abstracto y lo concreto. Ningun sector de la naturaleza humana o de sus instituciones puede perder de vista por completo. Tiene que seguir sus metas y ser al mismo tiempo imparcial. Tan distanciado y insobornable como un artista y de vez en cuando tan cerca de la tierra como un político. Muchos, aunque no de todos estos requisitos, poseía Alfred Marshall. Sobre todo obtuvo por entrenamiento en muchos sectores y un carácter complejo la capacidad más fundamental para un economista. Era al mismo tiempo historiador y matemático, observador de lo singular y de lo general, de lo efímero y de lo eterno.

John Maynard Keynes, The economic journal, September 1924, Alfred Marshall, 1842 - 1924

Lo que Keynes describe es el contrario de un autista. Efectivamente se puede decir que una ciencia que más que cualquier otra tiene relaciones con más o menos todo, valores y posiciones éticas, difusición del saber, avance tecnológico, organización y constitución del estado, sistema educativo, relaciones internacionales, sistema jurídico, cambios en la demografía etc. etc. debe ser capaz de analizar en detalle problemas aislados, pero sin perder de vista el cuadro general. Es una ciencia transversal, porque cualquier tema del debate público siempre tiene aspectos económicos, incluso si la gente lo niega rotundamente. Si subvenciona operas y teatros o no, es también un tema económico. Cuantas lenguas se debe enseñar en las escuela y cómo se debe enseñarlos es un problema económico. El sistema sanitario, es también un problema económico.

Después de otras 100 páginas, con muchas ecuaciones, Léon Walras llega finalmente al famoso equilibrio general walrasiano. En este modelo el mercado de trabajo no es un mercado aislado. El trabajo es una mercancía como cualquier otra, que se vende y se compra. Si queremos er precisos, todos los factores productivos, igualmente el capital son meros mercancías que se compra y se vende. De todo esto hace una gran ecuación.

Pero a pesar de que hemos aprendido ya cantidad de cosas raras, Léon Walras es capaz de sorprendernos cada vez más. De golpe hay una adaptación a través de cantidades.

Plusieurs services producteurs étant donnés, avec lesquels on peut fabriquer divers produits , et dont l'échange se fait contre ces produits avec intervention de numéraire , pour qu'il y ait équilibre du marché, ou prix stationnaire de tous ces services producteurs et de tous ces produits en numéraire, il faut et il suffit : 1° qu'à ces prix la demande effective de chaque service producteur et de chaque produit soit égale à son offre effective , et 2° que le prix de vente des produits soit égal à leur prix de revient en services producteurs. Lorsque cette double égalité n'existe pas , il faut , pour arriver à la première , une hausse du prix des services producteurs ou des produits dont la demande effective est supérieure à l'offre effective , et une baisse du prix de ceux dont l'offre effective est supérieure à la demande effective; et, pour arriver à la seconde , une augmentation dans la quan- tité des produits dont le prix de vente est supérieur au prix de revient, et une diminution dans la quantité de ceux dont le prix de revient est supérieur au prix de vente.

Si tenemos varios factores productivos que se prestan para la producción de distintos productos y que pueden ser sustituidos uno por el otro a través de medio de pago es un necesaria y suficiente condición para un equilibrio de mercado o para que los precios de estos factores productivos y de todos estos productos evaluados con este medio de pago que 1) a este precio la demanda efectiva por cada uno de estos factores productivos y por cada uno de estos productos corresponde a la oferta efectiva y que 2) el precio de venta de los productos corresponde a los costes totales del productor. Si estas dos condiciones no son dadas es necesario para que la primera condición sea válida que el precio de los factores productivos o productos cuya demanda efectiva supera la oferta sube o que el precio de aquellos cuyo oferta efectiva es más grande que la demanda efectiva baja. Y para alcanzar la segunda hace falta un aumento en la CANTIDAD de aquellos productos cuyo precio es más alto que los costes totales y una diminución de la CANTITAD de aquellos, cuyo coste total es mayor que el precio de venta.


Léon Walras, Elements d' economie politique pure ou theorie de la richesse, 43° LEÇON, Résolution des équations de la production. Marché des services producteurs

Léon Walras parte del principio, hasta aquí todo correcto, que los trabajadores reciben un salario y para las materias primas, combustibles, material auxiliar, alquiler, deducción etc. hay que pagar un tipo de interés por el capital invertido. La recompensación se realiza con una cosa que sirve de medio de pago, en general dinero. Los factores productivos reciben este medio de pago, los obreros los salarios, el capital el provecho y compran con estos medios de pago algo que produjeron antes. Tenemos por lo tanto un equilibrio bajo dos condiciones.

1) Si la oferta de los factores productivos / productos corresponde a la demanda.
2) Si el precio de venta cubre los costes de producción.

Si las condiciones 1) o 2) no son dadas, ocurren procesos de adaptación, pero no las mismas.

En el caso 1) se llega al equilibrio por una variación de los precios. Si la demanda efectiva excede la oferta efectiva de un producto el precio del factor productivo necesario para producir este producto tiene que subir o el precio del producto mismo, dado que un aumento en el precio de los factores productivos necesarios para producir el productor llevan a un aumento del producto mismo. En la situación contraria ocurre el contrario. Si la oferta efectiva excede la demanda efectiva por un producto, los precios para los facotores productivos necesarios para producir este producto tienen que bajar o los precios mismos de estos productos tienen que bajar. (No es que esto sea correcto, de hecho cambian tanto las cantidades como lo precios, pero por el fin del análises seguimos su lógica rara.)

Pero en 2) la situación es distinta. Sie el precio de venta no cubre todos los costes, la empresa, obviamente, pierde dinero. Para que la condición 2) sea dada hay que, segun Léon Walras, reducir la cantidad. Esto significa que los precios de los factores productivos son fijos en el mundo de Léon Walras y una adaptación ocurre únicamente a través de la cantidad.

Supone por lo tanto dos escenarios distintos. Puede ocurrir, que la demanda corresponde a la oferta, pero los precios no cubren los costes. Esto significa que la primera condición es dada, pero obviamente esto no puede se ningún equilibrio, porque algunas empresas irían en quiebra.

Con la inclusión de los factores productivos se desprendido de un mero mercado de cambio. Pero las supuestas dos situaciones, una en el cual el equilibrio es dado y los precios de venta son más altos que los costes totales y la otra, en la cual hay un equilibrio, pero los precios de venta no cubren los gastos, de hecho no existen, o mejor dicho, en ambas situaciones la economía se adaptará de la misma manera, con un cambio de precios y con un cambio de cantidades. Si el precio esta por encima del equilibrio de mercado las empresas reducirán la cantidad, dado que, si suponemos el modelo de Alfred Marshall, que no hay demanda suficiente que permitiese cobrar precios que cubrirían los costes elevados. Una bajada de los precios tendrá el efecto de aumentar la demanda y de reducir la oferta, porque los productores menos eficaces tendrán que abandonar. En esta situación ganarían (condicional!) mucho dinero si existiese una demanda, lo que lamentablemente no es el caso. Habrá por lo tanto una adaptación a través del precio y de la cantidad. (O en la lógica de Léon Walras: Hay unas empresas que producen a costes muy elevados, pero de hecho tienen que vender a precios que nisiquiera cubren los costes totales de la producción. Estas empresas tienen que abandonar, por lo cual el precio de los factores productivos, sobre todo el del trabajo, también baja.)

Si el precio está por debajo del precio de mercado, las empresas aumentarán su oferta. Dado que empresas menos eficaces entran en el mercado los costes totales también van a subir y por lo tanto los precios. El juego sigue hasta que los costes marginales están cubiertos por los precios de venta. Igualmente tenemos en este caso una adaptación tanto a través de la cantidad como a través del precio.


No hay ninguna razón que pudiese explicar porque la adaptación en una situación que los costes totales están encima del precio de venta sea otra que en una situación en la cual estos costes están debajo del precio de venta. En ambas situaciones hay una adaptación por el precio Y por la cantidad.

La idea de un equilibrio general es un concepto relevante para la comprensión de una economía de mercado, pero se puede explicar este concepto en dos minutos, vea también precio natural / precio de mercado. Si un producto es escazo, habra gente que se cualifique para producirlo, dado que entonces también la mano de obra en este sector es escazo y bien pagada. Aparte de esto se inventara máquinas que permiten una producción más eficaz, lo que hace aumentar la cantidad. Si la demanda queda la misma o si la oferta aumenta más fuertemente que la demanda, los precios bajan, hasta que son tan bajos que los factores productivos dejan de fluír en este sector, porque el rendimiento marginal en este sector es el mismo que en otros. La idea es supersimple y cualquiera la comprende. Con el triunfo del internet se produjo una gran demanda por informáticos y como ganaban bien, informática se convirtió en una carrera interesante y mucha gente comenzó a estudiar informática hasta que el mercado fue saciado.

Tenemos con Léon Walras un ejemplo bonito para la tesis que todo el abracadabra matemático lleva a una chorrada completa, confusa y irrelevante. Este párrafo la cooperación de los economistas tendría que colgarlo sobre su cama, porque es la misma tontería que cuenta todos los días.

Quelques personnes se demanderont peut-être s'il était bien nécessaire, si même il n'était pas plus nuisible qu'utile, de pré- senter sous la forme mathématique une doctrine qui peut sem- bler par elle-même assez simple et assez claire. Ma réponse à cette question sera la suivante. Affirmer une théorie est une chose ; la démontrer en est une autre. Je sais qu'en économie politique on donne et reçoit tous les jours de prétendues démonstrations qui ne sont rien autre chose que des affirmations gratuites. Mais, précisément, je pense que l'économie politique ne sera une science que le jour où elle s'astreindra à démontrer ce qu'elle s'est à peu près bornée jus- qu'ici à affirmer gratuitement. Or, pour démontrer que des prix de marchandises , qui sont des quantités , à savoir les quantités de numéraire susceptibles de s'échanger contre ces marchandi- ses, résultent effectivement de telles ou telles données ou condi- tions, il est absolument indispensable à mon sens de formuler d'abord, d'après ces données ou conditions, un système d'équa- tions, en nombre rigoureusement égal à celui des inconnues, dont les quantités en question soient les racines, et d'établir ensuite que l'enchaînement des phénomènes de la réalité consti- tue bien la résolution empirique de ce système d'équations. C'est ce que j'ai fait en ce qui concernait successivement l'échange, la production et la capitalisation. Et non-seulement l'emploi du langage et de la méthode mathématiques m'a permis de démon- trer ainsi les lois d'établissement des prix courants d'équilibre, mais elle m' a permis de démontrer, en outre, les lois de varia- tion de ces prix, d'analyser le fait et, par cela même, d'asseoir le principe de la libre concurrence. Algunos se preguntarán si era necesario, o si no era incluso nocivo, de presentar una teoría tan simple en la forma matemática. A esto respondo con lo siguiente: Una cosa es afirmar una teoría, comprobarla es otra cosa. Yo sé que en la economía se da y se recibe cada día así llamandas pruebas que no son otra cosa que afirmaciones infundadas. Yo pienso sin embargo que la economía solo será una ciencia, si se admite a conceder que hasta hoy en día se restringió a confirmar algo. Para mostrar por ejemplo que los precios de las mercancías, que de hecho son cantidades, o sea cantidades que sirven como moneda de pago, pueden ser cambiados por otros es según lo que creo yo indispensable de formular un sistema de ecuaciones que tiene tantas ecuaciones como desconocidos, donde, para decirlo de otra forma las cantidades son las raízes y mostrar después que los fenómenos de la realidad son el resultado de la solución de este sistema de ecuaciones. Es esto lo hice en relación al cambio y después a la producción. Usando el lenguaje de la matemática no me fue solo posible de mostrar las leyes que controlan los precios en una economía de mercado sino tambien las variaciones de estos precios y por lo tanto el principio de la competencia.

Léon Walras, Elements d' economie politique pure ou theorie de la richesse, 58° LEÇON, exposition et réfutation de la théorie anglaise de l'intérêt

Nun haben wir aber gerade erlebt, dass der ganze mathematische Hokuspokus zu ganz offensichtlich falschen Ergebnissen führt, während Alfred Marshall schnörkellos die Dinge richtig auf den Punkt bringt und nebenbei noch Instrumente schafft, die tatsächlich für die Analyse eingesetzt werden können und eingesetzt werden, während das ganze Walras Geschwurbel nichts bringt.

Léon Walras ist lediglich seit 150 Jahren Gegenstand akademischer Lehre, im Übrigen ist das Geschwurbel aber irrelevant.

Wir haben bei Walras dasselbe unreflektierte Geschwurbel wie bei seinen Adepten. Formalisierte Sprachen wie die Mathematik sind nicht a priori weniger fehleranfällig als natürliche Sprachen. Das sehen wir hier deutlichst. Der Anpassungsprozess erfolgt immer über eine Anpassung des Preises UND der Menge. Zumindest solange das Angebot und die Nachfrage nicht vollkommen elastisch bzw. vollkommen unelastisch sind.


Wofür er also ein paar 100 Seiten pseudowissenschaftliches Geschwurbel mit mathematischer Modellierung braucht, braucht man eigentlich nur dos Sätze. Wobei in den dos Sätzen der Vorgang richtig beschrieben wird und er auf paar Hundert Seiten völligen Murks produziert.

El problema es que acabamos de ver que Adam Smith, precio natural y precio de mercado y Alfred Marshall, equilibrio a corto plazo / equilibrio a largo plazo, explican el asunto en cinco minutos sin abracadabra ninguno y correctamente, mientras que Léon Walras con mucho abracadabra cuenta cualquier cantidad de tonterías. Encima Alfred Marshall crea instrumentos que realmente de vez en cuando pueden ser útiles, mientras que el abracadabra de Léon Walras no sirve para nada.

El problema no es nisiquiera Léon Walras. Hay cantidad de chiflados en esta tierra. Pero que la cooperación de economistas repite estas chorradas año tras año es un real problema, porque cuesta dinero al tributario y tiempo a los estudiantes.

Supone Léon Walras que el mero uso de la matemática ya garantiza exactitud. Si así de fácil fuera, todos los problemas económicos ya serían resueltos. Si en una modelización matemática solo se incluye los parámetros que pueden ser formulados matemáticamente se supone que el objeto de estudio puede ser modelado de esta manera. Si esto no es el caso, hay una garantía que el resultado de la modelización es erróneo desde el principio hasta el final.

Lenguajes de Programación, que son formalmente mucho más estrictos que la matemática no garantizan por si solos de ninguna manera una representación de la realidad lo que cualquiera que jamas ha programado sabe. Programas de hecho siempre hacen lo que su autor les dice, pero lo que el autor les dice no es necesariamente lo que el autor quiere. El punto central no es la manera de representar algo. Decisivo es la posibilidad si y como una idea sobre la realidad puede ser comparada con esta realidad y el progreso de la informática consiste sobre todo en esto. Es muy fácil de ver si un programa hace lo que su autor quiere. Se lo pone en una comutadora y se lo arranca. Si no hace lo que se quiere, se lo modifica y se lo arranca nuevamente.

Si se quiere modular procesos complejos una modelización con una lengua de programación sería, dicho sea de paso, mucho más útil, sobre todo si se trata de procesos dinámicos con centenares de variables.

Si no hay la posibilidad de comparar el modelo con la realidad la modelización matemática es tan precisa o imprecisa con una presentación verbal. No comprueba tamboco, al igual que cooperación de economístas, que la modelización matemática es más precisa. Si queremos ser precisos, no ha mostrado que esta puede llevar a conclusiones completamente abstrusas que no tienen nada que ver con la realidad.

Polemiza y esto incluso de manera bastante idiota.

Tels sont les dangers de la méthode littéraire substituée à la méthode scientifique. Estos son los peligros del método literario si se utiliza esta envez del método matemático.

Léon Walras, Elements d' economie politique pure ou theorie de la richesse, 44° LEÇON, Du principe de la libre concurrence

Confunde científico con matemático, con álgebra, para ser más preciso. El criterio que determina si una tesis es científica o no es el uso o no de la álgebra y no, como el sentido común, Alfred Marshall y por último Karl Popper los proponen, la posibilidad de comparar una tesis con la realidad. No le interesa en absoluto que su tesis contradice obviamente a la realiad. Los mercados siempre se adaptan a cambios a través de las cantidades Y de los precios. No se da cuenta que está analizando una caso especial de un caso especial. Un mercado de cambio, donde la cantidad no puede variar, una perspectiva a corto plazo que encima está controlado por un agente y este caso especial de un caso especial encima lo analiza de manera errónea porque supone que el mercado al final de día será despejado.

El hecho que su análizes es completamente irrelevante no sería, dicho sea de paso, nisiquiera un problema, si al menos estuviese en su abracadabra un elemento interesante.

Pero él mismo dice.

Algunos se preguntarán si era necesario, o si no era incluso nocivo, de presentar una teoría tan simple en la forma matemática.

Nocivo no es la expresión correcta. Más adecuado sería decir idiota. Constata correctamente que solo cuenta un par de perogrulladas correctas únicamente bajo sus suposiciones muy especiales.

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Anotaciones:

ES        DE

Léon Walras y el análises de mercados irrele-vantes

Léon Walras, al igual que Vilfredo Pareto, analiza únicamente mercados de cambio y los procesos de adaptación solo valen para mercados de cambio.

El análises de mercados de cambio abstrae com-pletamente de los procesos dinámicos que son a largo plazo decisivos.

 

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