Desde un punto de vista meramente formal Principles of Political Economy and Taxation se asemeja a Wealth of Nations de Adam Smith. En parte los capítulos llevan el mismo título. Pero en cuanto al contenido se refiere se distingue mucho, porque se ha producido un cambio paradigmático.
David Ricardo es más Thomas Malthus que Adam Smith. Un argumento central, conditio sine qua non de su prognosis sobre el desarrollo económico, es la idea que cualquier avance en la productividad será absorbido por el aumento de la población. Pase lo que pase, el sueldo nunca se desprenderá del mínimo vital. Esta idea la tiene de Malthus.
La segunda idea algo curiosa es la idea de que la tasa de provecho baja, porque al aumentar la población el precio de los alimentos sube y por lo tanto los capitalistas estarán obligados a pagar sueldos más elevados lo que a su vez disminuye la tasa de provecho, la encontramos ya insinuada en la obra de Adam Smith, pero muy probablemente existe otra fuente hoy en día desconocida de esta teoría.
La acumulación del capital y la tasa de provecho decreciente en favor de la renta sobre la tierra son las afirmaciones centrales de David Ricardo, vea también David Ricardo.
Estas afirmaciones no son compatibles con una economía de mercado libre, vea también Importancia de la demanda para la determinación del precio, y obviamente no analiza los efectos de impuestos sobre la alocación sino los efectos de impuestos sobre la acumulación de capital, lo que es comprensible, dado que en su mundo el procesamiento de informaciones no juega papel alguno. El problema a resolver en su mundo está ya resuelto, o mejor dicho, simplemente ignorado. Para él al igual que para la economía neoclásica, vea mercado perfecto, es un proceso completamente trivial. No hay riesgo, no hay inseguridad, capital nunca es destruido.
Los problemas reales que una economía de mercado libre resuelve mejor que cualquier otro sistema los ha simplemente excluido de su modelo. Si solo se tratase de acumular capital en una situación de información perfecta, sin riesgo y sin esfuerzo sería igualmente posible de "socializar" el capital. El resultado final sería el mismo. Si distribuiría el provecho entre los proletariados lo que llevaría, en su lógica cruda, a un aumento de la población y una disminución de los sueldos hasta que se haya llegado al mismo estado final. Igualmente se podría expropiar los terratenientes y distribuir también la renta. En el sistema de Ricardo hay un porcentaje mínimo que vive muy bien y una inmensa mayoría que vive mal. Si socializaría tanto la tierra como el capital todos viviesen mal, pero es e suponer que esto es lo que realmente ocurriría si las suposiciones de David Ricardo fuesen ciertas. Ninguna sociedad con una distribución de la renta tan desigual se ha mostrado estable. En la teoría de David Ricardo no hay argumento alguno que explique porque el capital y la tierra tiene que ser propiedad privada. El trabajo del capitalista o terrateniente ricardiano lo puede hacer cualquier funcionario público al que se paga un precio fijo. En este caso el marxismo es realmente más lógico. Si no hacen falta empresarios, tampoco hace falta propiedad privada.
Si nos acercamos al mundo real hay buenos argumentos en favor de la propiedad privada, al menos en cierta medida. El procesamiento de miles y miles de informaciones es un trabajo y solo aquel que también puede profitar de decisiones correctas va a hacer este trabajo. Dicho de otra manera: Incluso si concepto raro clásico / neo-clásico con el ahorro fuese cierto, lo que no es el caso, vea tipo de interés, la teoría ricardiana es una chorrada desde el principio hasta el fin.
Sus tesis sobre la grabación son formuladas de manera un poco confusa. Es un problema de los textos de David Ricardo que al leerlos siempre uno tiene que tener presente en la mente sus suposiciones de base.
El único elemento interesante en la teoría ricardiana es su concepto de la renta. Este concepto anticipa el concepto de la renta del productor y la rente del consumidor de Alfred Marshall, vea medición cardinal de la utilidad. El hecho que no ha extendido esta tesis a otros factores productivos se debe al hecho que supone que en los otros sectores de la economía las tasas de provecho se igualan, que los costes de producción son por lo tanto iguales en todos los sectores de la economía y sobre todo en todo sector determinado. Una diferencia en la productividad solo existe en cuanto a la tierra se refiere. Si los costes de producción son iguales en todos los sectores y también en un sector determinado no hay rentas o mejor dicho, cada vez que hay una diferencia el capital fluye en este uso y la tasa de provecho se disminuye. No hay un productor marginal y por lo tanto tampoco hay rentas de productor.
David Ricardo distingue entre una grabación de la tierra, independientemente de su rendimiento, y un impuesto sobre la renta.
No se debe confundir la renta con ganancia, el concepto de renta es más preciso. La renta apunta a la diferencia entre el precio de mercado, determinado por el productor más ineficaz que dado a una determinada demanda puede todavía producir, y los costes de producción reales de los otros vendedores. Para simplificarlo: Digamos que hay una sociedad que es suministrado por los alrededores con patatas. Obviamente en esta sociedad hay un solo precio para patatas (de hecho esto nunca es el caso, dado que hay distintos tipos de patatas, pero dejamos al lado este problema por el momento.) Se entiende que el precio de la patatas sube si la población aumenta. Si la población aumenta, se tendrá que cultivar tierra más ajena lo que hace, dado que los costes de transporte serán repercutidas al precio, que el precio sube. Se entiende que no se va a vender estas patatas más caras de manera aislad y el precio de las otras patatas queda el mismo. El precio de las patatas en general va a subir. Esto significa, dado que los costes de producción y transporte para las patatas provenientes de la tierras más cercanas no cambia, que el propietario de estas tierras recibe una renta mayor. El mismo principio vale de hecho para todos los productos y para cualquier tipo de gastos a pesar de que David Ricardo por una razón explicada antes, solo lo aplica a la tierra.
Esto hay que entender para comprender el párrafo siguiente.
A land-tax, levied in proportion to the rent of land, and varying with every variation of rent, is in effect a tax on rent; and as such a tax will not apply to that land which yields no rent, nor to the produce of that capital which is employed on the land with a view to profit merely, and which never pays rent, it will not in any way affect the price of raw produce, but will fall wholly on the landlords. In no respect would such a tax differ from a tax on rent. But if a land-tax be imposed on all cultivated land, however moderate that tax may be, it will be a tax on produce, and will therefore raise the price of produce. If No. 3 be the land last cultivated, although it should pay no rent, it cannot, after the tax, be cultivated, and afford the general rate of profit, unless the price of produce rise to meet the tax. Either capital will be withheld from that employment until the price of corn shall have risen, in consequence of demand, sufficiently to afford the usual profit; or if already employed on such land, it will quit it, to seek a more advantageous employment. The tax cannot be removed to the landlord, for by the supposition he receives no rent. Such a tax may be proportioned to the quality of the land and the abundance of its produce, and then it differs in no respect from tithes; or it may be a fixed tax per acre on all land cultivated, whatever its quality may be. |
Un impuesto sobre la tierra recaudado proporcionalmente a la renta y que se adapta al desarrollo de ella es de hecho una grabación de la renta y una renta de este tipo no será recaudada ni de la tierra que no rinde renta alguna ni del capital invertido en esta tierra con el fin de ganar dinero y que nunca rinde una renta. No va a tener influencia alguna sobre el precio de los productos crudos y tendrá que ser pagada enteramente por los terratenientes. Una renta de este tipo no se distinguiría de ninguna manera de un impuesto sobre la renta. Pero si se grabase todas las tierras con un impuesto, tan modesta que sea esta, sería un impuesto sobre el producto y el precio del producto subiría. Si el número 3 es última tierra cultivada no brindaría ninguna renta, pero no podría ser cultivada más y brindar la tasa de provecho común. Sea que el capital sería impedido de ser usado ahí si el precio del trigo como consecuencia de la demanda aumentada no sube y el impuesto podría ser pagado, o, si ya está utilizado de esta manera, sería retirado y utilizado de manera más rentable. El impuesto no podrá ser repercutido sobre el propietario (sigue hablando de 3), porque este no paga renta alguna. Un impuesto de este tipo puede ser gravado en función de la calidad y del rendimiento de la tierra. En este caso no se distinguiría del diezmo. Pero puede ser igualmente una suma fija en dependiente de las jugadas. David Ricardo, On the Principles of Political Economy and Taxation, Land-Tax |
Distingue por lo tanto entre dos casos. El primer caso es un impuesto sobre la renta. El otro impuesto es un impuesto sobre la tierra, independientemente de lo que se gana con esta tierra. Un impuesto sobre la renta como un determinado porcentaje debería ser pagado de esta renta por la razón muy simple que la tierra más ineficaz, lo que hoy en día se llamaría el productor marginal, no recibe nigua renta. (Partimos del principio que toda la renta fue consumida por los costes de transporte.)
Un porcentaje de cero es cero, esto se comprende. El productor marginal no paga este impuesto. Muy al contrario del caso de un impuesto sobre la tierra, que hay que pagar independientemente de la renta, un impuesto sobre las yugadas de tierra, este productor marginal no sería obligado a abandonar, porque para él no hay cambio alguno. Esto significa que la cantidad de, digamos patatas, no cambia y por lo tanto el precio tampoco cambia. Si se grava la tierra independientemente del rendimiento, o sea las yugadas, la situación es distinta. En este caso tendría que pagar un impuesto y habiendo sido el productor marginal, o sea aquel que gana lo justo para cubrir sus costes, sería deficitario y abandonaría este negocio con el resultado que cantidad de, digamos, patatas se reduce y el precio sube.
Estos efectos distintos tiene consecuencias para los terratenientes o capitalistas que invirtieron dinero en este sector. Como en el primer caso, grabación de la renta, la oferta no disminuye y como no hay por lo tanto ningún cambio en los precios no es posible de repercutir el impuesto a los precios. Si los terratenientes / capitalistas lo hiciesen, su precio sería más caro que el precio de mercado y no podrían vender sus, digamos, patatas. Para ponerlo más simple: El impuesto sobre la rente tiene el mismo efecto que un traslado de la tierra a un sitio más lejano.
Si el terrateniente no cultiva la tierra el mismo sino un arrendatario que utiliza capital tampoco lo puede repercutir al capitalista, porque este entonces retiraría su capital o, si no ha todavía invertido en este sector, no invertiría en este sector y se buscaría un uso más rentable.
Un cuadro completamente distinto recibimos con una grabación de la tierra. En este caso podemos distinguir dos opciones. El agricultor marginal repercute el impuesto sobre el precio. En este caso, dado que el precio de mercado sube, los otros pueden repercutir el impuesto también. La cantidad de nuestras patatas no cambia, pero sube el precio. Esto supone, en el mundo de Ricardo, que los proletarios ahorran en otra cosa comiendo por ejemplo menos carne. Si no puede repercutirlo o solo en parte el precio no sube para recompensar la pérdida causada por el impuesto. En este caso algunos de los productores de patatas serán eliminados y el precio sube. En la medida que el precio sube, los agricultores pueden repercutir el impuesto sobre el precio.
Como ya hemos dicho, la alocación de los factores productivos y el procesamiento de informaciones no juega ningún papel. Lo único que le interesa es el efecto de un impuesto sobre el provecho. Un impuesto sobre la renta no lleva, como descrito arriba, a un aumento de los precios y por lo tanto tampoco influye sobre el provecho del capital invertido en el sector industrial. Los capitalistas solo pagan, esto es la suposición de David Ricardo, solo el mínimo vital y tienen que pagar más, si el mínimo vital cuesta más caro. Pero dado que un impuesto sobre la renta no tiene efecto alguno sobre los precios de los alimentos, tampoco tienen que pagar sueldos más altos y por lo tanto no tiene influencia alguna sobre el provecho.
El hecho que un impuesto reduce el provecho del capital es para David Ricardo una gran tragedia, pero su argumentación es un poco rara. Lo que de hecho pasa es que una parte del provecho del capital pasa a las manos del estado, lo que igualmente le parece mal porque supone él que los gastos del estado siempre son mero consumo. Esto no corresponde realmente a la realidad, ni en este entonces ni hoy en día, vea actividades estatales.
Pero aparte de esto en el mundo de David Ricardo da perfectamente igual si el estado consume parte del producto social a los capitalistas lo consumen. Para la gran masa de la población no cambia nada. La última frase " it would be constantly absorbing so much of the annual produce of the country as to occasion the most extensive scene of misery, famine, and depopulation" es sorprendente. Si las suposiciones de David Ricardo fuesen ciertos, es difícil de imaginarse una mayor miseria.
This may be considered, indeed, as the unavoidable disadvantage attending all taxes received and expended by the State. Every new tax becomes a new charge on production, and raises natural price. A portion of the labour of the country which was before at the disposal of the contributor to the tax, is placed at the disposal of the State, and cannot therefore be employed productively. This portion may become so large, that sufficient surplus may not be left to stimulate the exertions of those who usually augment by their savings the capital of the State. Taxation has happily never yet in any free country been carried so far as instantly from year to year to diminish its capital. Such a state of taxation could not be long endured; or if endured, it would be constantly absorbing so much of the annual produce of the country as to occasion the most extensive scene of misery, famine, and depopulation. |
Esto puede considerarse como la desventaja inevitable de todos los impuestos recaudados del estado. Cualquier impuesto es un cargo para la producción y hace subir los precios naturales. Sobre una parte de los ingresos del trabajo sobre los cuales podía disponer hasta entonces el tributario ahora dispone el estado y no puede por lo tanto ser utilizado de manera productiva. Esta parte puede aumentar tanto que dado al hecho que no les queda una plusvalía suficiente se pierde el incentivo de emprender algo de aquellos que a través de sus ahorros han aumentado el capital del estado. Afortunadamente en ningún estado libre el impuesto ha jamás alcanzado una tal altura para que el capital des estado haya sido disminuido. Un impuesto así tampoco podría mantenerse por mucho tiempo. Absorbería constantemente cada año el producto social de un país que la consecuencia sería miseria, hambre y despoblación. David Ricardo, On the Principles of Political Economy and Taxation, Land-Tax |
Dejamos al lado de momento que toda la teoría es una chorrada, porque el ahorro no aumenta el capital ni es la condición para inversiones, vea balanza de pagos.
En el mundo loco de David Ricardo el trabajo no paga impuestos, dado que solo gana el mínimo vital. Pero el hecho que el capitalista solo paga el mínimo vital se debe únicamente a su poder y en una economía de mercado ganancias que son el mero resultado de poder en general se elimina, dicho de otra forma, el trabajo podría organizarse en un sindicado y monopolizar el trabajo. En este caso el capitalista debería pagar por lo menos un sueldo que corresponde al rendimiento marginal del trabajo. (Si el sindicado trata de máximar el número de persona. Si el sindicado tratará de maximar la suma total de los sueldos, habrá menor gente empleada, pero los sueldos serían mayores.) Si el estado usa el dinero recaudado del capital y de la tierra para la educación dúplica, devolvería algo a los trabajadores que los capitalistas y terratenientes les han sacado antes abusando de su posición. Dado que en el mundo de David Ricardo no hacen falta empresarios porque reina la transparencia completa y no hay riesgo alguno, no es ni siquiera seguro que el estado usa este dinero de manera menos eficaz.
Se puede dudar de la eficacia de la actividades estatales, el autor lo hizo ya abundantemente. Pero la afirmación que gastos estatales son siempre consumtivos es hoy en día una chorrada y era una chorrada en estos tiempos.
Aparte de esto falta en su teoría el momento del rendimiento personal.
En una economía planificada nadie es responsable de nada. El funcionario público recibe al final del mes su sueldo, independientemente del resultado de su trabajo y muy a menudo ni siquiera hay criterios con los cuales se puede medir los resultados de su trabajo. Utiliza fondos que no son suyos y si los desgasta no pasa nada. La economía de mercado no solo permite una alocación optima de los recursos, sino también obliga al empresario de utilizarlos de manera optima. Pero en el mundo de David Ricardo no hay empresarios y como niega rotundamente la relevancia de la demanda para el precio, tampoco puede haberlos en su mundo. Esta frase es, en el contexto de su concepción de la economía completamente absurdo: "... that sufficient surplus may not be left to stimulate the exertions of those who usually augment by their savings the capital of the State..". En su mundo no es ni posible ni necesario de hacer un esfuerzo. No es posible, porque no hay precios. Precios que no son la expresión de escaseces, lo que es el caso si se ignora la demanda, son irrelevantes. Y no es necesario, porque en un mundo sin riesgo y información perfecta un funcionario público es tan eficaz como un funcionario. El paso de David Ricardo a Karl Marx es por lo tanto tan fatal en sus consecuencias como lógico.
Sin el momento del rendimiento personal no se puede justificar la propiedad.
Si la distribución de la renta nacional es debido a meros hechos contingentes y no tiene ninguna función económica solo se la podrá mantener con un aparato policial y un sistema justicia represivo lo que a largo plazo será imposible. La gran aceptación que tiene el derecho a la propiedad privada en todos los países desarrolladas, dentro de un cierto límite, se debe al hecho que la propiedad tiene un efecto económico positivo. La alternativa a la propiedad privada es funcionario público sin responsabilidad alguna.
El único aspecto interesante de la obra de David Ricardo es su concepto de la renta. Impuestos sobre ganancias como el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre la renta del capital, impuesto industrial, impuesto sobre
las ganancias de trabajo dependiente o independiente son impuestos sobre la renta si derivan de, en comparación de los competidores, de una mayor competitividad. Impuestos sobre la renta no pueden ser repercutidos sobre el consumidor. Grandes cadenas de comercios tiene ventajas en la compra, la logística el marketing en comparación a detallistas, pero no pueden repercutir sus ventajas a los precios, porque haciéndolo perderían sus ventajas. Tienen que pagar ellos mismos el impuesto de las rentas.
Otra cosa rara de la teoría de Ricardo es la subida de la renta va a cargo del provecho sobre el capital, una tendencia que se desarrollará con la misma fuerza que una ley natural. Uno podría preguntarse porque los capitalistas no compran simplemente la tierra.
En cuanto
al impuesto sobre el sueldo se refiere su argumentación se asemeja a la argumentación sobre la tierra. No le interesa el efecto alocativo de un impuesto, sino el efecto sobre el provecho. La acumulación del capital es el único aspecto que le interesa a pesar de que esta acumulación solo lleva un número más grande de personas que viven en la miseria.
Taxes on wages will raise wages, and therefore will diminish the rate of the profits of stock. We have already seen that a tax on necessaries will raise their prices, and will be followed by a rise of wages. The only difference between a tax on necessaries, and a tax on wages is, that the former will necessarily be accompanied by a rise in the price of necessaries, but the latter will not; towards a tax on wages, consequently, neither the stock-holder, the landlord, nor any other class but the employers of labour will contribute. A tax on wages is wholly a tax on profits, a tax on necessaries is partly a tax on profits, and partly a tax on rich consumers. The ultimate effects which will result from such taxes then, are precisely the same as those which result from a direct tax on profits. |
Un impuesto sobre el sueldo lleva a una subida de los sueldos y disminuirá por lo tanto el provecho del capital. Hemos visto ya, que un impuesto sobre los bienes de consumo cotidiano hará subir el precio de ellos y que esto llevará a una subida del sueldo. La única diferencia entre un impuesto sobre los bienes de consumo cotidiano y un impuesto sobre los sueldos consiste en el hecho que la primera llevara a una subida de los precios de los bienes de consumos de necesidad diaria, los últimos no. Un impuesto sobre los sueldos no concierne por lo tanto ni los propietarios de capital en general, ni los propietarios de tiendas, ni otra clase. Tendrán que pagarla únicamente aquellos que emplean trabajadores. Un impuesto sobre los sueldos es por lo tanto enteramente un impuesto sobre el provecho, mientras que un impuesto sobre los bienes de consumo es en parte un impuesto sobre los provechos, pero en parte también un impuesto sobre el consumo de los ricos. En última consecuencia el efecto de un impuesto de este tipo es el mismo que un impuesto directo sobre los provechos. David Ricardo, On the Principles of Political Economy and Taxation, Taxes on wages |
La lógica siempre es la misma. Parte del principio que los obreros reciben un sueldo que no depasa el nivel del mínimo social. Si se impone un impuesto a los bienes de consumo de necesidad diaria los obreros morirían si no se subirá el sueldo de tal manera que tienen, después haber pagado el sueldo, el mismo sueldo que antes. Pero si el capitalista tiene que pagarles un sueldo mayor, los provechos bajan y por lo tanto un impuesto sobre los sueldos tiene el mismo efecto que un impuesto sobre los provechos. Sin embargo hay una diferencia entre un impuesto sobre los bienes de consumo en general y un impuesto sobre el sueldo. Un impuesto general sobre los productos de consumo lo tendrán que pagar también aquellos que no emplean trabajadores. El mejor impuesto para él es un impuesto sobre bienes de lujo porque estos productos solo los consumen aquellos que no trabajan, o sea que solo viven del capital y de la tierra.
Si dejamos al lado el hecho que toda la lógica de Ricardo es tergiversada hay también errores si aceptamos su lógica. Si los sueldos son iguales en todos los sectores y al nivel del mínimo vital, los capitalistas podrán repercutir, al menos en parte, a los precios y por lo tanto, dado que todos los productos son producidos por el trabajo, esto es lo que supone Ricardo, un impuesto sobre los sueldos será pagado para la sociedad entera. Si no se acepta que el impuesto sobre el sueldo será repercutido al precio, se puede negar igualmente que un impuesto sobre los bienes de consumo podrá ser repercutido sobre el precio. En resumidas cuentas: David Ricardo no toma en cuenta la elasticidad del precio, vea medición cardinal de la utilidad.
Dicho sea de paso: Si suponemos una situación más realista, o sea si suponemos que la gente gana más que el mínimo vital, la discusión es más compleja, porque entonces los trabajadores reciben una especia de renta. Hay algunos que trabajarían para un sueldo inferior, pero no tienen que hacerlo, porque son pagados a un sueldo de mercado. Los trabajadores marginales, o sea aquellos, que dejarían de trabajar o reducirían las horas si ganan menos, dejarían de trabajar si se les impone un impuesto. Esto significa que la oferta de trabajo, o sea aquellos que quieren trabajar, será reducida y los sueldos suben, pero igual el impuesto sería pagado de la "renta" de los trabajadores. Los capitalistas tendrán que pagar un sueldo más elevado, pero no por el hecho que tienen que pagar el impuesto para permitir la subsistencia de sus trabajadores, sino por el hecho que los sueldos mismo subieron.
David Ricardo discute impuestos únicamente bajo la perspectiva de los
efectos sobre el provecho. Rechaza por lo tanto impuesto sobre el sueldo,
la renta, bienes de consumo porque esto disminuyen el provecho.
Justifica provechos con el argumento que estos aumentan el capital de la sociedad, a pesar de que
cualquier aumento del capital va acompañado de un aumento de la población que consume este aumento en la productividad.