1.2.4 Last not Least: El Internet y la Economía

Google suministra información precisas y concisas 24 cuatro horas al día desde cualquier punto del planeta. El Internet es increíblemente poderoso en cuanto se refiere a extraer, amacenar y relacionar informaciones.

Pero esto no es todo. Cuando se trata de explicar y desenredar asuntos complejos el Internet también ofrece la posibilidad de explicarlos de distintas maneras lo que en un libro no es posible por falta de espacio ya que no puede tener más de 50 000 páginas .

Este es un aspecto relevante porque la humanidad, como es bien sabido, no está compuesta del grupo de los listos de una parte y el grupo de los menos listos de otra parte, sino de miles de grupos con miles de estrategias distintas para aprender algo y encima, esto convierte el asunto en algo realmente complicado, cada uno tiene una estrategia especial para las distintas cosas si a lo largo de su vida han tenido la posibilidad de experimentar con los distintos métodos de aprendizaje.

Con la red se puede por lo tanto ofrecer métodos de aprendizaje mucho más complejos y variados que en las escuelas y universidades. A esto se añade la disponibilidad 24 horas al día y a precios sumamente competentes.

En general en la red solo hay costes de oportunidad, o sea los costes ocasionados por un uso alternativo del tiempo.

A pesar de ser por lo tanto bastante obvio que el Internet supera por mucho los libros de texto tradicionales, dejamos de lado las bellas letras, en cuanto a las posibilidades didácticas se refiere, fácil acceso a informaciones de fondo a través de hyperlinks, posibilidades multimedia, interactividad, la corporación de los economistas publica casi únicamente sobre madera muerta.

La destrucción creadora de Schumpeter es objeto de estudio para la corporación de los economistas, pero la corporación de los economistas no es el sujeto de este proceso. Un hecho que todavía vamos a ver muy a menudo a través de este manual. Se puede decir que en general es mucho más agradable observar la economía que realmente participar en ella. Una afirmación que cualquiera puede comprender. Siempre es más agradable observar a alguien trabajando que trabajar uno mismo. La corporación de los economistas nos ilustra por lo tanto de manera muy clara lo que es un fallo de mercado. Es un fallo de mercado si se utilizan fondos públicos para financiar cátedras de economía cuyo beneficio marginal es muy pequeño y cualquiera puede fácilmente imaginar algo más atractivo.

Si un campesino cultiva remolachas, (por si acaso alguien no lo sabe en los países nórdicos se extrae el azúcar de la remolacha y no de la caña. Esto no justifica necesariamente los aranceles impuestos sobre el azúcar, se podría incluso decir que estas aranceles son una chorrada, pero así es) en vez de patatas a pesar de que esto último sería más rentable tendrá a lo largo un problema. Un catedrático de economía puede escribir un libro irrelevante detrás de otro en vez de hacer una página web útil. Nadie ni nada le va a eliminar. No hay ningún mecanismo que le obliga a hacer algo útil.

En este caso el estado tiene que simular a través de mecanismos adecuados una economía libre. Un mecanismo por ejemplo puede ser la publicación del porcentaje de egresados de una facultad que un año después de haber terminado sus estudios han encontrado un trabajo y cuanto ganan. Si estos datos revelan una gran diferencia entre una universidad y otra está bastante claro que hay algo que no va. Fallos de mercados ocurren más a menudo de lo que uno se suele imaginar. La causa y remedio siempre son el mismo. La causa es la falta de transparencia y el remedio la presencia de esta.

El segundo elemento importante es la interactividad. Interactividad puede significar, que al reflexionar sobre un tema surgen preguntas porque faltan datos o porque la explicación no está muy clara y se necesita otra explicación para controlar la veracidad de una tesis comparándola con otra.

Esto es posible con el Internet. Entre más gente ingrese informaciones mejo va el asunto. No ocultamos que creemos que sería un gran paso en adelante si todas las bibliotecas universitarias quedan obsoletas. El lamentarse de las editoriales es incomprensible en estas circunstancias. Si se quiere ingresar todo el saber de la humanidad en el Internet, utilizando todas las posibilidades que este medio ofrece hay todavía trabajo para todas las editoriales del mundo entero y para varias generaciones sin que se tenga que imprimir un solo libro. El problema es este: si las editoriales no lo hacen, lo hace otra gente. De momento se produce cada año una marea de manuales de economía que no son otra cosa que resúmenes simplificados y muy a menudo rotundamente falsos, vea modelo IS-LM, pero es obvio que los ya plenamente alimentados encuentran económicamente más atractiva la producción de libros superfluos antes que hacer algo útil.

El segundo momento de interactividad es el diálogo con otros usuarios y el acoplamiento con el autor. Ambos tipos de interactividad gozan de poca estima donde el tritono salvaje de la journaille, política y la corporación de los economistas retumba con fuerza.

Lo que el lector puede preguntarse ahora es obvio. ¿Como va a saber el autor esto si solo ha estudiado la situación en Europa, tiene acaso acceso al presupuesto estatal en su país ? No solamente a cuanto se eleva en total, sino para lo qué se gasta en detalle. ¿Cuales son las empresas que finalmente reciben este dinero y de donde proviene este dinero? ¿Hay una posibilidad concreta de verificar si este dinero ha sido utilizado de manera eficaz? ¿Hay unas metas claramente definidas de antemano que permiten controlar si los objetivos han sido realizados con los fondos calculados? ¿Hay una manera de dar un feedback directo en las páginas gubernamentales o en las páginas de los distintos partidos políticos? Si todo esto no es el caso, nos encontramos frente a un problema sistémico, igual en todo el mundo.

Y no basta, dicho sea de paso, para que se pueda llamar a una democracia una democracia que la gente pueda elegir cada par de años uno u otro partido o echar los dados. Una democracia realmente lo es cuando todo el sistema educativo prepara a la gente para la democracia o sea cuando se enseña en los colegios lo que se necesita para hacer una elección concienzuda.

¿No es el caso en su país que se invierte más trabajo en la presentación de las noticias, con cantidad de efectos multimedia decorativos, que en la exactitud y precisión de la información?

El overkill multimedia es la esposa de la publicidad y la publicidad no apunta a la reflexión crítica sino a la persuasión. El que invierte más dinero en el multimedia overkill que en el contenido propiamente dicho, no tiene muchas ganas de hacer una investigación profundizada.

Objetivamente el Internet es el mejor canal para discutir sobre problemas económicos. Puede tomar en consideración distintos métodos de aprendizaje y distinto grupos (alumnos, estudiantes, el público en general) puede ofrecer cualquier cantidad de interactividad y cualquier cantidad de informaciones de fondo.

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