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1.2.1 La Journaille y la Economía

La journaille, un ser que existe desde que inicio el periodismo, es una mezcla de dos palabras francesas, un journaliste (periodista) y una canailla (chusma). Sin embargo en lo que se refiere a la calidad de la prensa puede haber diferencias entre los distintos países del mundo hispanohablante. Mientras en países desarrollados como Alemania la prensa es una mera industria cuyo interés es suministrar las mismas noticias a un máximo de personas sin investigación alguna, para más detalles vea Adorno, en otros países la prensa puede tener el papel de un observador crítico. En países desarrollados la prensa se informa si alguien está interesado en que se publiquen estas informaciones, pero obviamente solo son interesantes las informaciones que alguien no quiere ver publicadas. Por lo tanto nos referimos en lo que sigue a la situación en Alemania que no obstante creemos ser típica. El periodismo es una industria como cualquier otra y tiene interés en vender un producto producido a bajo precio a un máximo de personas. Suministrar informaciones detalladas a minigrupos con intereses especiales no es ningún negocio rentable. Es más rentable informar al público por ejemplo sobre el matrimonio de un príncipe, informaciones también fácilmente accesibles, que informar por ejemplo sobre contratos internacionales de aranceles y en la medida que una noticia se difunde en la sociedad, llega a ser importante.

Antes de la aparición del Internet la journaille, este ser mixto entre periodista y chusma, tenía el papel de intermediario entre el público y la política, tratándose no obstante de una comunicación en sentido único. La journaille explicaba la política al público. Por lo tanto el publico no tenia la oportunidad de intervenir en la política o dar una opinión informativa sobre la misma. Poca confianza y menos interés todavía se tenía en las capacidades de los plebeyos para influir de manera sensata en la política a pesar de que se tenía plena confianza en los plebeyos cuando se trataba de hacer marchar la economía. A pesar de que se tenía plena confianza en el mercado libre cuyo funcionamiento supone que la gente actúe de manera racional, se creía a estos mismos plebeyos completamente incapaces de juzgar sobre temas políticos y bastaba que votaran cada cuatro años, eligiendo entre un par de bultos de alternativas vagamente definidos sin que se les diese bastantes informaciones que les hubiesen permitido hacer una elección racional. Las informaciones que llegaron al público fueron filtradas dos veces.

Primero es la burocracia o la infraestructura política la que filtra, porque estos entes no son meros servidores del estado sin intereses propios. Segundo la journaille filtra "interpretando" las escasas informaciones concretas.

Tenemos por lo tanto dos problemas para la democracia. El primero debería ser un problema para economistas, a pesar de que hoy no lo es, porque ellos dependen de informaciones, el otro debería ser un problema para la legislación, lo que de hecho es. En Alemania se introdujo una ley que permite a cualquier ciudadano solicitar a la burocracia la información que quiera. Evidentemente la burocracia se resiste inventando cualquier cantidad de excusas, pero es un comienzo. Leyes similares se debe introducir en todos los países. Sin la posibilidad de informarse y de controlar al poder ejecutivo la democracia es una noción abstracta.


En este caso concreto hay fuerzas económicas que luchan a favor de la democracia, porque la journaille cambia o desaparece. La crisis del periodismo, un fenómeno que se produce en todo el mundo, se debe justamente a esto. Si todos tienen las mismas informaciones y si no hay mercados limitados regionalmente, lo que es el caso, porque cualquiera tiene a través del Internet acceso a centenares de periódicos, la única forma de destacarse es por contenido individual, o sea con la investigación. Con un sin fin de portales web de anuncios especializados y que son medios publicitarios más eficaces, para coches, inmobiliarias y puestos de trabajo, los periódicos tradicionales ven como sus tirajes son cada vez más bajos por el contenido insignificante que publican y por ello también han perdido su papel intermediario.

De la tranquilidad estoica con la que esperan su fin se puede deducir como se veían. La obstinación con la que se negaron a poner enlaces que suministran informaciones de fondo, revela el orgullo ofendido del explicador del mundo que ha perdido su función.

Se podría pensar que los economistas entienden que las empresas y personas se adaptan a nuevas circunstancias. Pero no es así. En vez de utilizar las posibilidades que el Internet les ofrece para comunicarse directamente con la sociedad siguen haciendo lo que ya hacían desde hace 100 años. Si se comunican con los plebeyos es a través del canal del sentido único, o sea a través de periódicos porque ahí todavía se puede ganar un par de euros.

Este espectáculo se asemeja un poco al encuentro de reyes desprovistos de cualquier función concreta que se encuentran cada año en el palacio de Buchingham para asegurarse mutuamente de su importancia lo que solo ahí puede funcionar, esto también ya se produjo en la historia, que los plebeyos no les desmonten la cabeza.

Estos dos, los partidos políticos y los periodistas, gravemente heridos en su orgullo no harán por lo tanto lo que convendría tanto a la economía y a la democracia.

Resumir y presentar los hechos y después interpretarlos. Los economistas cuyo oficio debería ser justamente esto, coleccionar, resumir y interpretar hechos económicamente relevantes, no logran ni siquiera presentar los hechos en la red.

Esto no aporta obviamente prestigio ni es muy lucrativo. Esperar a que ellos participan en proyectos como Wikipedia es tan verosímil como decir que Fidel Castro deja trabajar a la gente sin molestarlos.

Esto solo es estress. Si la journaille se pusiera de enlace, aceptaría que la red no es un periódico, pero no quieren decir nada donde aun se puede mantener el monopolio de la información. Podrían obviamente hacer algo similar a Wikipedia, o sea dar más informaciones de fondo que son en general más importantes que las noticias, pero esto es un trabajo arduo y requiere personal cualificado. La noticia de que el sol aparece por la mañana y desaparece por la noche no es tan espectacular y tampoco basta comprender la causa de este fenómeno

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Anotaciones:

ES        DE

 

El interés de los periódicos es vender informaciones homogéneas producidos a costes bajos a un máximo de personas.

 

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